TRANSICION ENERGETICA COLOMBIA BID-MINENERGIA-2403_2021
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CAPÍTULO 3
La complementariedad de los energéticos
para la transición a largo plazo
Tal como lo señala un informe de la AIE xiv , el
consumo de gas en el mundo ha venido creciendo
de manera sostenida: en 2018 éste representó
el 22,8 % de la oferta total de energía
mundial, mientras que en el 2010 se ubicó
en 21,3 %, dos puntos y medio más que en
1990 xv . Para Centro y Sudamérica, se observa
la misma tendencia. En 2018, el gas natural
representó el 21,5 % de la oferta total de
energía, mientras que en 2010 fue el 20,3 % y
en 1990, el 14% xvi . En el caso colombiano, se
observa que la participación del gas natural en
la oferta total de energía casi se duplicó en los
últimos treinta años: mientras que en 1990
representó el 13,94%, en 2018 representó el
26,38%.
La dinámica observada tiene dos causas.
Desde el lado de la oferta, el desarrollo de
técnicas no convencionales, como la estimulación
hidráulica y la perforación horizontal,
ha servido para liberar depósitos importantes,
especialmente en Norteamérica. Desde el lado
de la demanda el uso del combustible viene al
alza gracias a su menor costo relativo y a su
reducida huella ambiental, más importante todavía
cuando sustituye fuentes con elevadas
emisiones de dióxido de carbono.
El gas natural es hoy un producto más transable
y líquido desde el punto de vista de los
mercados, en gran parte gracias a la proliferación
de plantas de licuefacción y regasificación
alrededor del mundo, y, después de las
fuentes no convencionales de energías renovables,
presenta la mayor tasa de crecimiento
entre los energéticos destinados a la generación
eléctrica. Sumado a esto, la flexibilidad
que ofrece complementa la penetración de
fuentes variables de generación eléctrica xvii .
En particular en Colombia, la producción
de hidrocarburos tuvo un punto de quiebre
importante en los años noventa, cuando se
encontraron los yacimientos de Cusiana, Cupiagua
y Floreña, lo que llevó al país a posicionarse
como uno de los principales productores
de la región. El aumento en la oferta de
este energético tuvo una tasa de crecimiento
anual promedio del 5 % entre 1999 y 2018 xviii .
Aun así, en la actualidad las reservas disponibles
son relativamente limitadas. Resulta indispensable
seguir en la búsqueda de nuevas
reservas que permitan extender el horizonte
de autosuficiencia energética del país, mientras
se avanza en el proceso de transición. Así
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