Lisa Chamberlain - Wicca para principiantes

CREENCIAS BÁSICAS DE LAS TRADICIONES WICCAN
A pesar de todas las variaciones que se encuentran en las creencias y prácticas
contemporáneas de Wicca, todavía existen importantes principios básicos que reconocen
aquellos que se identifican como Wiccanos. Las creencias descritas aquí provienen en parte
de los desarrollos de Gardner y otros en el movimiento de la brujería tradicional británica,
pero también de otras corrientes de la práctica cultural precristiana y aspectos de la
Tradición del Misterio Occidental.
Presencia divina de la naturaleza
Imagínese una existencia anterior a la "civilización moderna" tal como la conocemos. No hay
electricidad, ni agua corriente, ni comunicación telefónica, ni internet (¡jadeo!). No se pueden
conseguir plátanos en un supermercado en enero mientras se vive a miles de kilómetros de
la granja de frutas tropicales más cercana. No hay libros, revistas ni periódicos. Sin
pronósticos del tiempo, sin boletines de noticias o alarmas para advertir de tornados,
tormentas de nieve o huracanes. Sin calendarios para marcar el paso de los meses, ni relojes
para marcar el paso de los días. Y, quizás lo más significativo, ninguna destrucción ambiental
en ningún lugar cercana a la escala que hemos presenciado durante los últimos cientos de
años. Solo la tierra, el agua y el cielo.
Nuestros antepasados más antiguos vivieron en este mundo. Compartieron una conexión
íntima con la Tierra y los elementos de una manera que no podríamos imaginar hoy.
Recibieron información directamente del mundo natural y sus estaciones continuamente
cambiantes. A través de la generosidad de la Tierra y las fuerzas de la lluvia, el sol, el aire y
el fuego, participaron en los ciclos naturales de la vida.
Cosecharon la abundancia silvestre de la Tierra para producir alimentos y medicinas, y
trabajaron con la Tierra intencionalmente para crear crecimiento a través de cultivos y
ganado. En los milenios anteriores a lo que hemos venido a llamar la era de la información,
aprendieron lo que necesitaban saber sobre el mundo y sus maravillas de lo que les enseñó
su entorno. Para sobrevivir a sus circunstancias primitivas, debían prestar atención.
¡Y presta atención que lo hicieron! Las ruinas de monumentos antiguos de todo el mundo
demuestran el conocimiento sofisticado que nuestros antepasados obtuvieron al estudiar el
cielo. Por ejemplo, los mayas incorporaron observaciones de los ciclos de la Luna y Venus en
sus sistemas de calendario. En Irlanda, una comunidad agrícola de la Edad de Piedra