25.12.2012 Views

El pánico a los terremotos - La Brujula

El pánico a los terremotos - La Brujula

El pánico a los terremotos - La Brujula

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

librexpresión<br />

@ Escribinos a:<br />

correspondencia@brujulasemanal.com<br />

la brújula es una publicación de Brújula Producciones S.A.<br />

Costado Norte de parque «<strong>El</strong> Carmen», Managua, Nicaragua.<br />

teléfono: (505) 2266-5125<br />

correspondencia@brujulasemanal.com<br />

editor: yader luna García / yluna@brujulasemanal.com<br />

redactores: cristhian ruiz / cruiz@brujulasemanal.com<br />

// adriana tril<strong>los</strong> / atril<strong>los</strong>@brujulasemanal.com<br />

// arquímedes Hernández / ahernandez@brujulasemanal.com<br />

diseño: edwin moreira Balladares / emoreira@brujulasemanal.com<br />

director administrativo: Bayardo aguilar / baguilar@brujulasemanal.com<br />

colaboradores: yvonne Wallace S. / ywallace@brujulasemanal.com<br />

// escarlett González / egonzalez@brujulasemanal.com<br />

¡Echémosle la vaca! ¿De qué sirve ser ciudadano?<br />

Jorge Vega Miguel Ángel Maldonado<br />

Si escucháramos a un francés hablando en<br />

español, diciendo que no sabe qué va a pedir<br />

para comer, que necesita reflexionar, nos<br />

quedaríamos asombrados, ya que en español, ese<br />

verbo es más intenso que en francés. En español,<br />

un: «¡No sé qué voy a comer, voy a pensarlo!», nos<br />

sobra y basta.<br />

Para un nicaragüense común, reflexionar implica<br />

mucho más que sólo pensar; <strong>los</strong> momentos de<br />

reflexión, son momentos de paz en donde se trata<br />

de encontrar alguna enseñanza de lo aprendido o<br />

vivido.<br />

Según el Diccionario en línea de la Real Academia<br />

Española (DRAE), reflexionar significa:<br />

considerar nueva o detenidamente algo. <strong>El</strong> diccionario<br />

nos da la definición del uso de esta palabra<br />

en español, que es su razón de ser, y no en francés,<br />

pero traducir una palabra es súper fácil, entenderla<br />

en el contexto que se esté utilizando es un poco más<br />

experimental.<br />

Uno debe hacer la búsqueda para entender la<br />

mentalidad de <strong>los</strong> hablantes, en este caso, se debe<br />

consultar sitios de definición en francés, como le<br />

Centre National de Ressources Textuelles et Lexicales<br />

(CNRTL), o centro nacional de recursos textuales<br />

y lexicales en nuestro idioma.<br />

<strong>El</strong> uso del verbo reflexionar en francés es variable<br />

y se asemeja al uso que le damos en español, pero<br />

en el ejemplo antes mencionado, el significado se<br />

acerca más a la idea de pensar.<br />

Lo que pretendo con ese ejemplo, es reconocer<br />

al lector en el papel del receptor, quien es además<br />

el emisor vivo del idioma. Creo que no importa<br />

lo correcto o incorrecto que se hable, mientras un<br />

grupo de individuos manejen el mismo código y<br />

lo entiendan así, la función de la comunicación se<br />

cumplirá.<br />

Es sabido que cuando estamos en contacto con<br />

un nuevo idioma, siempre estamos tratando de<br />

ver el lado lógico de las estructuras de las frases y<br />

de las palabras utilizadas. En nuestra reflexión, el<br />

referente es nuestra manera de hablar, porque esa<br />

manera es la que mejor conocemos y por lo tanto es<br />

la primeramente aceptada.<br />

Como es nuestra manera de hablar de todos <strong>los</strong><br />

días, nos acostumbramos y es tildado de «normal»,<br />

eso evita asombrarnos de la manera en la que lo<br />

hacemos, pero si de vez en cuando nos damos unos<br />

pequeños minutos para pensar y reflexionar sobre<br />

las palabras, y en especial ciertas frases que utilizamos,<br />

podríamos sorprendernos y de qué manera!<br />

Para muestra, un ejemplo: el lunes por la mañana,<br />

estaba en las cercanías de un mercado, todo<br />

funcionaba de la manera habitual; gente entrando y<br />

saliendo, <strong>los</strong> vendedores ofreciendo sus productos,<br />

la gente comprando, quejándose del fuerte calor que<br />

hacía, en fin todo lo que se acostumbra ver en un<br />

mercado, en eso pasan dos señoras y una de ellas<br />

iba diciendo: ¿Viste cómo la malmataron*?, pues sí,<br />

lo que pasa es que le echaron la vaca ¿Le echaron la<br />

qué?, la vaca señor, la vaca!<br />

«echarle la vaca a alguien o algo»<br />

No sé de dónde proviene tan particular aseveración,<br />

pero ya le hemos sentido saborcito, no es novedoso<br />

para un nica (y entiendo que en Honduras también<br />

se usa) entender el significado de esa frase, y como<br />

es de uso común o popular como lo llaman en <strong>los</strong><br />

diccionarios, pues está presente en nuestro registro<br />

de idioma.<br />

Veamos pues ¿Qué es echar la vaca?<br />

Viéndolo desde el lado positivo, significa trabajar<br />

en conjunto, en equipo, juntos hacia el mismo<br />

objetivo, unir esfuerzos para lograr algo, jamás de<br />

manera individual, siempre en binomios o más. Su<br />

uso no queda aislado en el lenguaje popular, hace<br />

presencia incluso en medios periodísticos, en ocasiones<br />

incluso como título del artículo, ejemplo de eso:<br />

«“Echarle la vaca” al pleito con Colombia», Ortega<br />

dice que le «echan la vaca» a Nicaragua, Boaco le<br />

echa la vaca al dengue, Luis Enrique Calderón,<br />

«Echándole la Vaca» y quién sabe cuántos otros<br />

títu<strong>los</strong> más.<br />

Pues sí, en nuestra simpática manera de hablar,<br />

hay muchísimas frases y expresiones populares, tantas<br />

que a mí no se me haría nada fácil mencionarlas,<br />

pero en definitiva, que en este tipo de situaciones,<br />

tratar de explicar este prototipo de expresiones<br />

resulta ser algo pesado, una sola persona no bastaría,<br />

sin duda alguna que para lograrlo habría que<br />

echarle la vaca!<br />

Definiciones según el Vocabulario Popular Nicaragüense, por<br />

Rabella y Pallais.<br />

*Malmatar: herir de gravedad<br />

¿Se imaginan a una persona que esté aprendiendo español en<br />

Nicaragua o a un ciudadano de otro país, al que le toque escuchar<br />

eso?, seguro entendería el mal matar (que en nicaragüense se<br />

escribe junto: malmatar), pero indudablemente se asombrará.<br />

« ...si de vez en cuando nos<br />

damos unos pequeños<br />

minutos para pensar<br />

y reflexionar sobre las<br />

palabras, y en especial<br />

ciertas frases que<br />

utilizamos, podríamos<br />

sorprendernos y<br />

de qué manera!»<br />

En <strong>La</strong>tinoamérica, para <strong>los</strong> pobladores de<br />

comunidades marginales <strong>los</strong> derechos<br />

civiles y políticos que conllevan el ser<br />

ciudadanos, si bien existen y están contemplados<br />

en innumerables leyes, nunca se ejercen en<br />

su totalidad por el simple hecho de que se les ve<br />

como ciudadanos de segunda clase.<br />

Tenemos a un grupo mayoritario de la población<br />

que sigue siendo ignorado sólo por el hecho<br />

de su origen étnico, socioeconómico y de género.<br />

Esto hace que las personas en situación de<br />

extrema pobreza no puedan ejercer debidamente<br />

sus derechos, no porque no se les reconozca,<br />

sino porque no existen las condiciones para que<br />

lo hagan en plenitud.<br />

<strong>El</strong> deber ciudadano comúnmente se confunde<br />

sólo con el voto que es, en efecto, uno de <strong>los</strong><br />

actos más importantes de la ciudadanía, pero<br />

forma una pequeña parte de todo un universo<br />

de obligaciones y derechos, sin <strong>los</strong> cuales el voto<br />

y las elecciones terminan siendo un acto teatral<br />

Car<strong>los</strong> Roberto Fonseca<br />

Hace unas semanas leí en el periódico<br />

sobre un canadiense a quien dispararon<br />

por robarle una laptop aquí en<br />

Managua. Al parecer él estaba afuera de su casa<br />

usando la computadora, alguien se bajó de una<br />

moto pistola en mano para robársela, y aunque<br />

el canadiense accedió a dársela, igual le dispararon.<br />

Más tarde murió en el hospital.<br />

No es la primera vez que escribo sobre la<br />

inseguridad que vivimos a diario en «el país<br />

más seguro de Centroamérica», pero hoy, más<br />

que apuntar el dedo hacia la Policía y otras<br />

instituciones del Estado, quisiera plantearles<br />

una autocrítica.<br />

Resulta que el otro día una conocida me<br />

decía que necesitaba comprar una laptop, y un<br />

amigo de ella le había aconsejado que dejara de<br />

pensársela tanto, que él conocía a una persona<br />

que conseguía de todo a «buen precio», bastaba<br />

una llamada y seguro «algo» tenía que le podía<br />

interesar.<br />

«<br />

<strong>La</strong> ignorancia es bendita<br />

«<br />

<strong>El</strong> no garantizar derechos<br />

tan básicos como<br />

alimentación, vivienda,<br />

empleo, salud y educación<br />

a <strong>los</strong> ciudadanos, nos<br />

hace a todos cómplices<br />

de la destrucción de<br />

la ciudadanía».<br />

en el que las promesas y después <strong>los</strong> desengaños<br />

suelen ser la regla.<br />

En la mayor parte de la región centroamericana<br />

la participación ciudadana era impensable<br />

hace unos cuantos años; la represión<br />

de las diferentes dictaduras fue una realidad<br />

que estigmatizó el modo de actuar ciudadano<br />

de la mayoría de personas contemporáneas a<br />

esos hechos. Hoy existe una realidad diferente,<br />

donde no es la represión sino la indiferencia la<br />

que permite que millones de familias vivan en<br />

la exclusión y abandono.<br />

Es tan sólo cuestión de hablar con <strong>los</strong> po-<br />

Y es que cuando las cosas<br />

aparecen mágicamente<br />

como por generación<br />

espontánea, no parece haber<br />

necesidad de preguntarse<br />

¿de dónde vienen?»<br />

Todo managüense (y nicaragüense) sabe que<br />

si pregunta a la persona indicada, se pueden<br />

conseguir laptops, iPhones, iPads, y demás<br />

«i» de segunda mano a precios «botados». Y si<br />

bien estoy seguro que algunos de esos aparatos<br />

terminan en Nicaragua porque alguien <strong>los</strong><br />

«importó» de Estados Unidos, porque ahí la<br />

gente cambia esas vainas cada año, no dejo de<br />

pensar que muchos de el<strong>los</strong> tienen «dudosa»<br />

procedencia.<br />

Y cuando digo «dudosa» me refiero a aquel<strong>los</strong><br />

aparatos que te venden con todo y fotografías de<br />

una familia celebrando unos quinceaños en el<br />

folder «My Pictures».<br />

la brújula se imprime en: impresiones y troqueles S.a. (2266-1728)<br />

<strong>El</strong> contenido original de la brújula se publica bajo<br />

la licencia: creative commons. Algunos Derechos<br />

Reservados. Se puede reproducir libremente citando a<br />

la fuente y compartiéndola bajo estos mismos términos.<br />

más información en: brujula.com.ni/pagina/acerca<br />

bladores de las comunidades marginadas para<br />

notar que están cicatrizadas por la frustración,<br />

impunidad y represión, por el favoritismo político<br />

e indiferencia social.<br />

<strong>El</strong> no garantizar derechos tan básicos como<br />

alimentación, vivienda, empleo, salud y educación<br />

a <strong>los</strong> ciudadanos, nos hace a todos cómplices<br />

de la destrucción de la ciudadanía.<br />

Cualquier gobierno es tan culpable de sus<br />

acciones como la sociedad que se lo permite, y<br />

es ahí donde se encuentra la mayor responsabilidad<br />

ciudadana.<br />

Es evidente que de nada sirve ser ciudadano,<br />

si se es un ciudadano recordado por la clase<br />

política solamente en tiempos de elecciones<br />

para que cumpla su papel como una parte de la<br />

sociedad que exige nuevamente ser escuchada.<br />

«Los jodidos vienen a joder» son palabras que la<br />

sociedad suele decir cuando un grupo excluido<br />

pretende exigir sus derechos.<br />

Leyes que protejan <strong>los</strong> derechos humanos hay<br />

miles en <strong>La</strong>tinoamérica, pero sin ciudadanos<br />

que se arriesguen a ejercerlas y defenderlas, son<br />

letra muerta.<br />

Lo que ocurre es que cuando deseamos algo<br />

hacemos lo que sea para obtenerlo (y no me<br />

refiero a paz mundial, ni ninguna de esas cosas<br />

que sólo las aspirantes a misses parecen querer).<br />

Lo que sea, decía, incluyendo hacerse el sueco y<br />

no pensar en cosas incomodas como: ¿de dónde<br />

habrá salido esta laptop?, ¿de quién serán estas<br />

fotos de estas niñas con vestidos que parecen<br />

hechos de espumilla? Bueno, seguro ya entendieron<br />

el punto.<br />

Pero esto de sufrir lapsus selectivos no<br />

sólo ocurre con aparatos tecnológicos. Sucede<br />

también con el hijo de un funcionario del<br />

gobierno pasado (cualquiera en la historia de<br />

Nicaragua), que gozaba de un excelente estilo<br />

de vida gracias al trabajo bien remunerado y<br />

<strong>los</strong> negocitos por debajo que hacía su papá, y<br />

ahora resulta indignado, y con una gran úlcera<br />

de la arrechura, por lo que llama «abusos» en el<br />

gobierno del momento.<br />

Y es que cuando las cosas aparecen mágicamente<br />

como por generación espontánea, no parece<br />

haber necesidad de preguntarse ¿de dónde<br />

vienen?. Ya se sabe, la ignorancia es bendita.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!