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Bajar es lo peor - Mariana Enriquez

Libro de autoayuda

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—Nunca me lo habías dicho.

Facundo no contestó. Recordó a su abuela secándole el sudor

estoicamente en la casa del campo, soportando sus gritos mientras le

cantaba canciones de cuna. Recordó los llantos de su madre, encerrada en

la habitación de al lado, porque ella nunca iba a consolarlo, ni siquiera se

asomaba a la puerta, sino que lloraba detrás de las paredes, como un

monótono canto acompañado por los rezos de Laureana, que encendía

velas de colores en su habitación.

Carolina interrumpió sus pensamientos.

—Qué raro —dijo—. Vivís de noche. Nunca estás solo, pero es de noche

lo mismo.

—Es cierto —Facundo levantó un poco las cejas y dijo, mostrándole a

Carolina la cerveza que tenía en la mano—: ¿Me acompañás afuera? No

tengo ganas de estar acá.

—Tengo faso —dijo Carolina, y le palmeó el bolsillo del vaquero—.

Vamos a la plaza, si querés.

Carolina agarró a Facundo de la mano y así, de la mano, cruzaron a la

plaza, tomando la cerveza del pico. Las veredas y la plaza estaban llenas

de gente, mucho ruido de autos: sobre todo por eso era mejor caminar de

la mano. Cuando llegaron a la plaza, un grito los hizo darse vuelta. Narval

cruzaba corriendo la calle desde Sonic, con un cigarrillo en la boca. Se

paró delante de ellos, agitado y sonriente.

—Qué bueno. No encontraba a nadie y no estaba ni ahí para terminar la

noche con el Negro.

Narval miró a Facundo y bajó los ojos. No se animaba a preguntarle si la

noche anterior lo había buscado para darle la plata: no sabía cómo

explicarle por qué no lo había esperado. No podía imaginarse que Facundo

tampoco hubiera cumplido su palabra. Por un momento se quedaron en

silencio. Narval tiró el cigarrillo en un charquito de agua y lo miró

apagarse. Carolina le pasó la botella de cerveza y Narval tomó dos tragos,

que fueron un alivio para su garganta reseca.

Facundo sacó plata del bolsillo y se la dio a Narval.

—Tomá. Pagale al Negro y compré una piedrita.

Narval gimió falsamente.

—¿Cuándo vamos a conseguimos un dealer mejor que el Negro? Estoy

harto de hacer historias con él.

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