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MARIANA ENRÍQUEZBAJARES LO PEORGAL
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MARIANA ENRÍQUEZBAJAR ES LO PEORGA
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NOTA A LA EDICIÓNTengo muy mala me
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gays. Hace poco, uno me confesó qu
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Quien con monstruos lucha cuide de
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1Amanecía. La humedad y el calor p
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Y el miedo a mandar de más y ganar
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Unas uñas rascaron los azulejos. E
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Facundo le había dejado la puerta
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emborracharse. Narval odiaba profun
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jamás a aquel chico de ojos grises
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colegas. Si no tengo ganas de verte
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3Cuando Narval despertó, el depart
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había bañado también había sido
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- Page 32 and 33: El vino caliente le revolvió el es
- Page 34 and 35: meramente trastornados, y ya ni siq
- Page 36 and 37: Sus padres, preocupados, llevaron a
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- Page 40 and 41: —Está bien —Facundo suspiró y
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- Page 44 and 45: —Estás hermosa con esos pelos. V
- Page 46 and 47: Pero eso nunca pasaba. La luz se en
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- Page 50 and 51: Cuando Narval entró, Lord Byron tr
- Page 52 and 53: —Pasó que te tomaste no sé cuá
- Page 54 and 55: Narval revoleó la cabeza. Chupó e
- Page 56 and 57: —Milagro. Dale, andá a buscar lo
- Page 58 and 59: picar —esnifó nerviosamente—.
- Page 60 and 61: Armendáriz había visto por primer
- Page 62 and 63: 8—Tengo el auto —anunció Carol
- Page 64 and 65: Facundo agujereó la cajita y acomo
- Page 66 and 67: Se estaba callando antes de que lle
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- Page 70 and 71: Narval no contestó y abrió la ven
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- Page 74 and 75: —Dormís tan poco... —le dijo A
- Page 76 and 77: Armendáriz le acarició los hombro
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- Page 84 and 85: gato tan negro como la habitación.
- Page 86 and 87: enterrado junto a los ojos azules y
- Page 88 and 89: 12Carolina revolvió la comida dent
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- Page 92 and 93: —¿Qué, vos pensás igual que é
- Page 94 and 95: —Nunca me lo habías dicho.Facund
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- Page 98 and 99: —Nada. Me aburro. ¿La Diabla?—
- Page 100 and 101: —Yo también. Me gustaría tanto
- Page 102 and 103: 15Narval despertó con un brazo col
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- Page 106 and 107: —Por eso estabas enamorado de él
- Page 108 and 109: 16Armendáriz había sentido miedo
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- Page 112 and 113: mandé a cagar y me fui igual. Pero
- Page 114 and 115: 17Al llegar a su departamento, Narv
- Page 116 and 117: asiento, mirando fijo por la ventan
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—Metete adentro, Carolina —orde
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19Carolina huyó de Narval, de sus
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20Carolina despertó molesta por el
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—Calíate, Carolina.Ella siguió,
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21Facundo sabía que al Pelado le g
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y sonrió amargamente. Recordó que
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—Error. La última vez me olvidé
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—Mis bellezas —dijo la Diabla
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voz apagada y se ríe de nuestro de
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23Mauri se quedó boquiabierto cuan
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En ese momento Carolina entró en l
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mojó la cara, para despertarse.—
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—No me podés decir que te gusta
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24La Palera no tendría más de cua
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—Lo vi caminando por ahí. El no
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—Se lo habrán levantado antes de
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Juani se levantó y sacó una cerve
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no le importaba la temperatura del
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26A lo largo de esos días y noches
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rosas. Pero la casa está muerta, c
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Él también la ve, pensó de golpe
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Volvió a revisarse el cuello con e
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Juani abrazó a Carolina desde atr
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—Probá, a lo mejor te sale.—Ba
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29Cuando Facundo volvió al departa
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—Me imagino, porque sos raro. Des
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Narval no contestó: se agachó y l
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31—Pregúntame, Val —dijo Facun
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Los ojos de Narval se humedecieron.
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Acostado, acurrucado bajo las sába
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dolorosamente.—¿Te das cuenta de
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manos negras que le oprimían las c
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—¡No! —gritó Narval, enloquec
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34Armendáriz decidió ir a buscar
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Mora Acevedo...». Y no pudo seguir
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EPÍLOGO¿Existe el narval? ¿Es po
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y ayudó a el-Hombre-de-las-arañas
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31 22732 23133 23734 243EPÍLOGO 24
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«La hermosura de Facundo es sobren