You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—Más vale que se apure.
—Tarde o temprano te va a pagar.
—Ya sé, pero que no se haga el vivo conmigo. Es un salame el borrego
ese.
Narval no contestó.
—Venís a buscar merca, ¿no, fiera?
—Sí.
—Y seguro que no tenés un cobre.
—Adivinaste. Pero tengo un walkman, nuevito. Me lo podrías canjear.
—Viejita, no tengo merca ahora. Pero tengo un par de líneas para dentro
de un rato: tengo que pasar por la casa de un par de gente y a lo mejor
alguien me lo cambia.
—Te acompaño.
—Joya, hermano. Me pego una ducha y salimos. ¿Seguro no querés un
mate?
—Seguro.
El Negro se metió al baño y Narval se quedó solo, fumando el porro.
Abrió un poco las ventanas porque la cocina era muy chiquita y el humo
empezaba a asfixiarlo. Hizo repiquetear los dedos sobre la mesa de
fórmica. No quería estar en silencio. Puso un casete de los Rolling Stones
en el grabador que estaba sobre la mesada.
El Negro salió enseguida, con los rulos mojados empapándole la remera
roja.
—Vamos, viejo.
Salieron. El Negro cerró la puerta de chapa con dos vueltas de llave y
Narval lo esperó en la punta del pasillo. Por un instante pensó en decirle
«está todo bien, me voy a casa» porque al verlo venir correteando por el
pasillo se dio cuenta de que no tenía las más mínimas ganas de soportarlo.
Pero el deseo de hacerse un pico pudo más.
Subieron al Citroen, que traqueteaba y se paraba en cada esquina
largando un infernal olor a nafta. A Narval empezó a dolerle la cabeza.
—¿Cuándo vas a arreglar este aparato?
—Cuando tenga plata. Y, si tu amigo no me paga...
—Negro, no hablés boludeces que plata tenés y no necesitás que
Facundo te pague urgente.
—No tengo plata, chaval. Las cosas no andan bien, hubo que arreglar
con la policía.