03.08.2022 Views

Bajar es lo peor - Mariana Enriquez

Libro de autoayuda

Libro de autoayuda

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

oscuridad, todas esas noches que volvía a su casa y llorando se masturbaba

hasta lastimarse. A pesar de todo, no se atrevía a preguntarle nada; se

negaba a creer lo que veía. Era capaz de soportar cualquier cosa: que

Facundo tuviera otra chica u otras chicas. Era terrible, pero podría

entenderlo. Lo que no podía soportar de ninguna manera era que el chico

del que se había enamorado se acostara todas las noches con desconocidos,

y por dinero. Carolina destrozó su habitación, arrancó todos sus posters,

rompió su ropa pensando en que todas las veces que Facundo venía a ella

había estado antes revolcándose con algún tipo y que, cuando se iba, era

para levantarse a cualquiera.

Carolina le había contado todo a Mauri y a su amigo Esteban. Mauri le

había dicho que se lo esperaba. «Si yo fuera tan terriblemente lindo como

es Facundo, también haría plata con mi cuerpo».

—Por qué no me lo dijiste antes, entonces —había dicho, y le había

pegado un poco a Mauri antes de tirarse a llorar en la cama.

—Porque no sabía. No me cuesta imaginármelo ahora, lo cual es otra

cosa. Tenés que cortarla, Caro, porque no te lo vas a bancar.

Esteban, por su parte, se había sentido fascinado cuando Carolina le

contó que Facundo era chongo. «El chabón debe conocer la calle como

nadie», le dijo. «No te pelees: bancátela y vas a aprender un montón de

cosas».

Carolina había terminado echando a Esteban a patadas. Cuando quedó

sola, pensó: Claro, ellos no pueden entender nada, para ellos es muy fácil

decirme que lo deje o que me lo banque porque no son ellos los que lloran

en brazos de Facundo después de hacer el amor, no son ellos los que no

duermen pensando en Facundo, los que tiemblan cuando escuchan su voz,

los que aman a un tipo al que no le importás nada, nada.

En esos momentos, Carolina deseaba tener alguna amiga mujer, alguien

que la entendiera mejor. Pero nunca se había llevado bien con las chicas.

De la secundaria sólo mantenía a Esteban como amigo; todos los demás le

parecían salames, las mujeres mucho más que los chicos. Las chicas se le

pegaban demasiado, la celaban como si fueran novias, no amigas. Sólo se

le acercaban para levantarse a Mauri. Nunca había conseguido tener una

amistad de verdad con una mujer. Aunque a veces, como en ese momento,

eso la hacía sentirse mucho más sola.

Por fin, una noche en la que había cogido furiosamente con Facundo,

apretando los labios para no llorar, con el estómago revuelto de asco y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!