03.08.2022 Views

Bajar es lo peor - Mariana Enriquez

Libro de autoayuda

Libro de autoayuda

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Los ojos de Narval se humedecieron. No podía contenerse, no podía

parar; sabía que algo se había roto, algo estaba pasando, pero no pasando

con minúscula, sino pasando, como si la última pieza del engranaje

hubiera caído en su lugar y la rueda empezara a girar, imparable,

implacable. Apoyó la cabeza contra el pecho de Facundo, sobre su corazón

enloquecido, y se abrazó a él deseando morir, llorando como nunca antes.

—Perdóname —alcanzó a decir, pero Facundo no le contestó.

Narval levantó la cabeza para mirarlo y se asustó cuando vio esa cara

espectral que tenía los ojos cerrados. Acarició el hermoso rostro, los

labios enrojecidos por la sangre, las largas y brillantes pestañas oscuras.

Facundo abrió los ojos despacio y los volvió a cerrar, sin mirarlo.

—Llevame a casa —dijo, al rato. Narval lo ayudó a levantarse porque

Facundo temblaba demasiado como para caminar solo; estaba seguro de

que él lo sabía todo, lo entendía todo.

—Por favor, no llores más, Val —dijo Facundo en voz baja—. Y no

juegues más.

—¿Cómo se hace para parar?

—No creo que se pueda.

Había tanto miedo y resignación en esa voz que Narval quedó

paralizado.

—¿Sabés lo que me está pasando? Explicámelo, por favor.

—No sé nada —dijo Facundo, y empezó a llorar también, dejando que

las lágrimas cayeran despacio por sus mejillas hundidas—. Andate, Val,

por favor.

—No voy a dejarte así, estás mal.

—¿Y qué? Vos no me hacés mejor, te lo aseguro. Ya me pasó otras

veces; tengo que dormir. Andate. Dejame solo. Ahora —y empezó a

alejarse caminando despacio, tambaleante.

Narval se detuvo mirándolo alejarse de las vías, en la semioscuridad. Sólo

cuando se convenció de que Facundo era imposible, de que no podía

existir algo como él y de que le había mentido todo el tiempo, le dio la

espalda y caminó él también.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!