03.08.2022 Views

Bajar es lo peor - Mariana Enriquez

Libro de autoayuda

Libro de autoayuda

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

24

La Palera no tendría más de cuarenta años, pero parecía mucho más

vieja con todo ese maquillaje y esos movimientos torpes. Era rica; a

Facundo nunca le importaba de dónde venía la fortuna; le bastaba con

recibir las descabelladas sumas que ella le pagaba. Además, la Palera

siempre estaba cargadísima de cocaína, cargadísima. En cada rincón de su

lujosa casa había un espejito con sus correspondientes rayas preparadas y

un canutito al lado. Esos eran sus vicios: la merca y los chicos lindos.

Lo que tenía de bueno la Palera, pensaba Facundo, era que no quería

coger todo el tiempo. Más aún, las últimas veces lo había buscado sólo

para charlar y besarlo y toquetearlo. Para Facundo era un alivio: la Palera

le desagradaba bastante.

Esa noche, a ella se le había dado por desnudarlo y charlarle mientras lo

acariciaba en la oscuridad. Facundo había aprovechado para dormir una

horita sin que ella se diera cuenta, del todo sedado por las pastillas de

Mauri. Se había despertado por el ruido que hacía la Palera vomitando en

el baño. Con tranquilidad se levantó y encendió la luz: la mujer estaba

abrazada al inodoro, temblando convulsivamente, con un hilo de baba

blancuzca colgándole de los labios. Él no se inmutó: se vistió lo más

rápido que pudo y llamó por teléfono a una ambulancia. Antes de irse,

espió de nuevo por la puerta del baño: la Palera no se movía; Facundo

revisó un cajón de la mesita de luz y sacó cinco palos y una bolsita de

merca. Se fue dejando la puerta abierta y se metió en el primer taxi que

pasaba; no quería cruzarse de ninguna manera con la ambulancia. Estaba

amaneciendo y no se sintió capaz de volver a su departamento; además,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!