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Bajar es lo peor - Mariana Enriquez

Libro de autoayuda

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Carolina volvió a sentarse sobre las rodillas de Narval. Facundo le

sonrió y ella trató de hacer una mueca que pareciera una sonrisa. No sólo

estaba demasiado sacada como para reírse; estaba muriéndose de celos.

Narval le sacó la papela de la mano.

—Me toca a mí ahora —dijo, y partió rumbo al baño.

Carolina empujó suavemente la ventana que estaba junto a la mesa para

que el viento tibio de la noche le refrescara las mejillas ardientes. Miró

con insistencia para afuera, tratando de evitar charlar con Facundo, hasta

que lo oyó preguntarle algo...

—¿Que? No te escuché.

—Que alguna vez podríamos coger los tres —dijo Facundo.

Carolina bajó los ojos e instintivamente encendió un cigarrillo.

—Puede ser—dijo bajito.

Facundo la miró burlonamente, le sacó el cigarrillo de entre los dedos,

dio dos profundas pitadas y se lo devolvió.

—No tenés que decirlo si no querés. Se te nota en la cara que no te gustó

la propuesta. No tenés por qué hacerte la superada conmigo, te conozco.

—Está bien, no me gustó. Pero no me hago la superada. A lo mejor, si

probamos, capaz que me gusta.

—Uno sabe si le gusta o no antes de hacerlo, siempre. Y yo sé que no te

va a gustar. No cambiaste nada.

A Carolina se le llenaron los ojos de lágrimas. Recordó la horrible noche

del hotel, con el viejo rugiendo sobre el cuerpo de Facundo y ella sentada

en una silla, sintiendo náuseas y dolor. No podía soportar el desprecio de

Facundo. Y gritó:

—¿Cuál es? ¿Está tan mal que no quiera estar con vos y Val en una puta

orgía?

—No. Lo que está mal es que hagas que la tenés reclara y después

arrugues —Facundo sonrió—. ¿Ahora le decís Val?

—¿Estás celoso?

—No. Te estoy volviendo un poco loca, nada más —Facundo tomó su

whisky, haciendo tintinear los hielos—. Entiendo que te guste mucho Val.

Hace las cosas bien.

Carolina no pudo evitar que se le quebrara la voz cuando gritó:

—No hables como si fuera tu propiedad, como si me lo hubieras

prestado.

Facundo puso cara de inocente, levantando las cejas.

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