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La Plata, viernes 23 de octubre de 2009 3
En política, las promesas casi siempre son
incumplidas. Los dichos del ayer pierden
valor en el presente y pasan a ser palabras
más, palabras menos. Desde la irrupción
del matrimonio presidencial en el poder, la
relación con el FMI siempre fue satanizada
por los Kirchner. Viejos rencores que ahora
parecen ser olvidados.
En medio de una gran expectativa, el ministro
de Economía Amado Boudou anunció
ayer la reapertura del canje de los 20 mil
millones de dólares de deuda en default para
los bonistas que no aceptaron la propuesta
de reestructuración lanzada en
2005. Una primera petición del FMI para
volver a encaminar las relaciones con la
Argentina.
El ministro confirmó que la oferta incluirá
una quita levemente superior al 65 por
ciento aplicada en el canje de hace cuatro
años, que tuvo una aceptación del 76 por
ciento. Al tiempo que evitó entregar mayores
precisiones sobre la oferta que se realizará
a los holdouts (los acreedores que no
entraron en el canje de 2005).
Como primera instancia para este lanzamiento
del canje, se enviará un proyecto de
ley al Congreso de la Nación para suspender
temporariamente la denominada ley
Cerrojo. “No vamos a terminar con el cerrojo,
sino a suspenderlo para permitir
que en esta ventana de los mercados financieros
la Argentina pueda sacar provecho
de esa situación”, dijo Boudou.
El ministro ratificó que, según lo establece
la ley que permitió el canje anterior, las
condiciones para la Argentina deben ser esta
vez mejores que en aquella oportunidad,
lo que implica que la quita no puede ser inferior
al 65 por ciento. “La política de canje
tiene algunos parámetros: uno es que el
canje tiene que ser más beneficioso en
términos de valor presente que el de
2005 y otro, que bajo ningún aspecto
aquellos tenedores que iniciaron juicios
puedan tener una ventaja o alguna situación
diferencial que los favorezca”, puntualizó
el funcionario.
El total de bonos en poder de los holdouts
Subordinados
El Gobierno reabre el canje de deuda en default y envió al Congreso un proyecto para suspender la ley Cerrojo. Los fantasmas de la dependencia
suman unos 20 mil millones de dólares, a
los que deben sumarse alrededor de 9 mil
millones en concepto de intereses no cancelados
(ya que esa deuda siguió en default).
En ese marco, Boudou dijo que su
aspiración de máxima es lograr un acuerdo
con el 100 por ciento de los tenedores y puso
como un “piso razonable” alcanzarlo
con el 60 por ciento de ellos.
En cuanto a la relación con el FMI, el ministro
afirmó: “Ha sido muy triste y lamentablemente,
muy perjudicial para nuestro
país cuando venía una misión en carácter
de virrey a darnos instrucciones de lo que
había que hacer con la política económica.
Esa situación, con este Gobierno, no se va a
volver a repetir”.
Sin embargo, está claro que la intención
del Gobierno -en labor de Boudou- es retomar
las relaciones con el FMI. La reapertura
del canje de deuda es una clara señal. Pese
a las palabras del ministro, los “requisitos”
que pide el organismo financiero para
mantener nuevamante relaciones cordiales
con el país parten de actitudes como ésta.
Esta vez: ¿vuelven los monitoreos del FMI
dentro de las relaciones cordiales?
Caída récord del
superávit fiscal
El superávit fiscal primario registró en
septiembre una contracción del 93,6
por ciento con respecto al mismo mes
del año pasado y cayó a su nivel más
bajo en toda la etapa kirchnerista. Sin
contar las cancelaciones de deuda, el
balance de las cuentas públicas mostró
el mes pasado un saldo positivo de
223,2 millones de pesos, la cifra más
baja de los últimos seis años.
En septiembre, según informó el Gobierno,
los ingresos fiscales alcanzaron
los 20.698 millones de pesos, un 7,16
por ciento más que en el mismo mes
del año pasado. Los gastos primarios
ascendieron a 19.576,3 millones de
pesos, un 28,3 por ciento más que
hace un año.
En lo que va del año, el Estado nacional
acumula un superávit primario de
8.696,3 millones de pesos. El saldo financiero,
en cambio, muestra un
déficit de 4.729,6 millones de pesos.
Desde finales de 2008, la economía
registra una fuerte desaceleración por
problemas internos y por el impacto de
la crisis financiera global, que golpeó
duramente sobre los ingresos fiscales,
extinguiendo prácticamente el ahorro
presupuestario.