20.06.2022 Views

Listín Diario 20-06-2022

https://listindiario.com/

https://listindiario.com/

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

10 cm<br />

SANTO DOMINGO, RD LUNES <strong>20</strong> DE JUNIO DE <strong>20</strong>22<br />

19<br />

5 cm<br />

4 cm<br />

HISTORIAS DE LA VIDA. Protagonista<br />

3,5 cm<br />

3 cm<br />

FOTO: JOSE ALBERTO MALDONADO<br />

PASE A LA<br />

PÁGINA 21<br />

Paloma Almonte<br />

“Era duro llegar de la escuela<br />

y no encontrar qué comer”<br />

Superación. Fue en medio de extremas carencias, que esta<br />

comunicadora dominicana, hoy corresponsal del programa<br />

internacional ‘El Gordo y la Flaca’, decidió luchar por sus sueños, aun<br />

cuando sus limitaciones jugaban a alejárselos.<br />

RELATO<br />

MARTA QUÉLIZ<br />

Santo Domingo<br />

“La vida no tiene que ver<br />

con lo que ocurrió, la vida<br />

está atada a lo que te espera”.<br />

Con esta frase la comunicadora<br />

Paola Almonte<br />

concluyó la entrevista en la que<br />

decidió contar la historia que hay detrás<br />

del éxito que hoy le sonríe. Pero<br />

es la ideal para comenzar el relato de<br />

una niña que todavía llora solo al recordar<br />

que fueron muchas las veces<br />

que no encontró comida al llegar de<br />

la escuela.<br />

Razones tiene de sobra para<br />

afianzarse en el lema<br />

que forma parte de su<br />

filosofía de vida. Sus<br />

raíces las echó en<br />

un campito llamado<br />

Camú, de Puerto<br />

Plata, donde a los siete<br />

años fue que pudo disfrutar<br />

de la luz eléctrica. Al dejarse invadir<br />

por la añoranza, sonríe con un dejo<br />

de nostalgia que sus ojos se encargan<br />

de convertir en lágrimas.<br />

Es triste verla rememorar lo vivido,<br />

pero es una mujer decidida<br />

y, aun llorando no dejaba de contar<br />

su historia matizada por las limitaciones,<br />

la falta de su madre, la<br />

impotencia, y por supuesto, por la<br />

entereza que es la que en la actualidad<br />

le ha permitido lograr el éxito<br />

dentro y fuera de su país.<br />

“Yo vivía en una casita azul de madera,<br />

con el baño, digo era, una letrina,<br />

afuera de la casa. No tenía ninguna<br />

comodidad, nada. Solo tenía el<br />

amor de mi papá, ese hombre que es<br />

mi debilidad. Porque, aunque había<br />

muchas carencias, lo que aparecía<br />

era para los tres, mi papá, mi hermano<br />

y yo”. Una pausa anuncia que lo<br />

que sigue le arruga el corazón. Hubo<br />

acierto en la percepción. “Crecí sin<br />

madre. Cuando tenía siete años, ella<br />

se fue a su pueblo, porque es de San<br />

Cristóbal y nunca se acostumbró a vivir<br />

en ese campito. Volví a verla a los<br />

14 años”. Luego lograron una hermosa<br />

relación. “Mi madre me pagó<br />

mi universidad y me ha apoyado en<br />

todo”. Lo dice desprovista de resentimiento.<br />

Había que dejarla que se repusiera<br />

y conseguirle un par de servilletas<br />

que evitaran que se le terminara<br />

de arruinar su maquillaje, el que ar-<br />

monizaba con su blusa negra. Ella<br />

es fuerte, y eso se lo debe a su padre<br />

Cristino Almonte. Sí, a ese hombre<br />

que se iba a las 6:00 de la tarde a manejar<br />

un carro púbico, en buen dominicano,<br />

a conchar, y llegaba a las<br />

4:00 de la madrugada para poder<br />

cuidar a sus hijos.<br />

“Él siempre nos cuidó, y nos ayudó<br />

a tener fortaleza, si nos caíamos<br />

no nos levantaba, nos enseñaba a cómo<br />

hacerlo. Por eso es que hoy puedo<br />

hablar de todo esto, aunque también<br />

fue consentidor. Es más, te puedo decir<br />

que cuando yo tenía cuatro años,<br />

él me buscaba una especie de micrófono<br />

para yo hacer mi papel de reportera”.<br />

Aquí sonríe y recuerda que lo<br />

poco que veía en televisión lo miraba<br />

donde los vecinos. Recuerden que en<br />

su casa no había ni luz.<br />

“Aunque he vivido momentos duros,<br />

nunca dejé que ellos se llevaron<br />

mi ilusión. Aun cuando me regalaban<br />

los uniformes, tallas más grandes<br />

que la mía, yo lo cuidaba para<br />

que no se me arrugara, iba a la escuela<br />

dispuesta a aprender y a comer<br />

de los ‘chulitos’ de doña Basilia.<br />

Porque eso sí, mi papá siempre trataba<br />

de darnos alguito para la merienda”.<br />

Estas remembranzas de revelan<br />

suman recuerdos felices a los no tan<br />

agradables.<br />

Sensibilidad a flor de piel<br />

Paloma es sencilla, sensible a los recuerdos<br />

y más que todo, a los problemas<br />

sociales que le potencian la<br />

empatía que la define. “Es muy duro,<br />

muy triste para una niña, llegar a<br />

la pubertad y tener que ingeniársela<br />

para lidiar con esos días, dejando inclusive<br />

de ir a la escuela porque no<br />

dispone de algo tan necesario como<br />

una toalla sanitaria para protegerse.<br />

Yo lo viví, y me duele que a estas<br />

alturas todavía se mantenga esta situación”.<br />

Su llanto deja claro que se<br />

ve en cada una de ellas.<br />

Pero no es de quedarse de brazos<br />

cruzados. Ella tiene en mente un proyecto<br />

para ayudar al respecto. En lo<br />

que llega el tiempo de revelar los detalles,<br />

habla del que tiene actualmente<br />

para apoyar a niñas de su comunidad,<br />

en Sosúa, Puerto Plata, y que ha<br />

traído también a la ciudad. Se llama<br />

Coral y ha permitido que grupos de<br />

menores, de hasta 50 participantes,<br />

algunas que, por si fuera poco, han<br />

sido abusadas, reciban charlas, clases<br />

de modelaje y todo tipo de orientación<br />

para que aprendan a superarse<br />

y a poner en práctica que “la vida está<br />

atada a lo que te espera”.<br />

COORDINADOR: FABIO CABRAL * EDITORES: MARTA QUÉLIZ, RAMÓN ALMÁNZAR Y LUIS BEIRO.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!