Listín Diario 20-06-2022
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10 cm<br />
5 cm<br />
La República<br />
SANTO DOMINGO, RD. LUNES, <strong>20</strong> DE JUNIO DE <strong>20</strong>22<br />
19<br />
4 cm<br />
3,5 cm<br />
Enfoque<br />
3 cm<br />
ÁNGEL LOCKWARD<br />
Santo Domingo, RD<br />
Un o d e l o s<br />
argumentos<br />
del Presidente<br />
Luis<br />
Abinader,<br />
en ocasión de su propuesta<br />
de reforma constitucional,<br />
fue la necesidad de debilitar,<br />
como un aporte al desarrollo<br />
de la democracia,<br />
el poder del Presidente de<br />
la República.<br />
Parece entender el mandatario<br />
que el Ejecutivo concentra<br />
mucho poder y en<br />
consecuencia conviene,<br />
un Poder Ejecutivo menos<br />
fuerte.<br />
Respetando el criterio<br />
del primer ciudadano de la<br />
República, si la Presidencia<br />
como institución se debilita<br />
las veleidades de nuestra<br />
cultura democrática<br />
nos llevarían a corto plazo<br />
al desastre del siglo XIX,<br />
empero, por otra parte, el<br />
Palacio Nacional –en realidad–<br />
no es tan fuerte.<br />
Lo fue cuando Trujillo<br />
por su naturaleza dictatorial<br />
que tuvo como pretexto<br />
el desorden institucional<br />
previo y, se cimentó en<br />
el crimen, en la primera organización<br />
del Estado y en<br />
un obvio desarrollo económico,<br />
sin olvidar su control<br />
personal de los medios de<br />
producción y comercio como<br />
empresario privado.<br />
Una Presidencia más<br />
débil sería desastrosa<br />
Puede parecer que el<br />
artículo 55 de la anterior<br />
Constitución –pre democrática–<br />
contuviera las<br />
atribuciones, más que de<br />
un Presidente, de un César,<br />
empero sin ellas Joaquín<br />
Balaguer no habría<br />
podido sacar a la nación<br />
del colapso de la revuelta<br />
de abril y conducirla a<br />
través de la Guerra Fría<br />
–aunque forzado– hacia<br />
la democracia. Sin embargo,<br />
lo que amplificaba<br />
entonces ese poder<br />
era la arquitectura político<br />
geográfica del Congreso<br />
Nacional y el control<br />
del Senado sobre el<br />
Poder Judicial, así como<br />
la existencia de las tres Cs<br />
–Consejo Estatal del Azúcar,<br />
Corporación de Empresas<br />
Estatales y Corporación<br />
Dominicana de<br />
Electricidad–, entes que<br />
junto al Gobierno controlaban<br />
el 85% de los empleos<br />
del país: Nada de<br />
eso existe.<br />
Antonio Guzmán, Salvador<br />
Jorge Blanco y el mismo<br />
Balaguer, cuando regresó<br />
en 1986, no dispusieron de<br />
presidencias fuertes y, Leonel<br />
Fernández, en su primer<br />
mandato, fue el Ejecutivo<br />
democrático más débil de la<br />
etapa contemporánea, pues<br />
gobernó sin mayoría en el<br />
Congreso Nacional y sin<br />
control de la Justicia que en<br />
su gestión pasó al CNM –en<br />
donde tenía un solo voto– y<br />
de ahí a la SCJ y, ya, sin las<br />
tres Cs.<br />
Este siglo fue abierto por<br />
Hipólito Mejía, quien en el<br />
1998 había logrado mayoría<br />
congresual, tras la muerte<br />
del Dr. José Francisco Peña<br />
Gómez y sucedido en el<br />
<strong>20</strong>04 por Leonel Fernández,<br />
ninguno controló el Poder<br />
Judicial, este último hubo<br />
de esperar casi hasta su<br />
salida para la designación<br />
–errada por falta de gerencia–<br />
de una Suprema Corte<br />
de Justicia afín, situación<br />
que se repitió con el Presidente<br />
Medina, quien es obvio,<br />
que carece de influencia<br />
en ese órgano.<br />
La Democracia presidencial<br />
americana que heredó<br />
con serias limitaciones la<br />
imagen del monarca europeo<br />
se dibujó negativamente con<br />
las dictaduras previas a la ola<br />
de democratización iniciada<br />
en RD en el 1978 y, que excepto<br />
en Cuba, eligió gobiernos<br />
democráticos en todo el<br />
hemisferio, pero ese sistema<br />
triunfante a lo largo del siglo<br />
XX, en las dos primeras décadas<br />
de este siglo, ha entrado<br />
en crisis y, hasta en Estados<br />
Unidos con Donald Trump,<br />
se han colado legalmente al<br />
poder outsiders que desde la<br />
cima socavan la base de la democracia.<br />
Otro problema, éste en<br />
América Latina es que la mayoría<br />
de los objetivos ideológicos<br />
de los partidos se han<br />
convertido en conquistas<br />
constitucionales o legales y,<br />
esas banderas, que ya no están,<br />
han dado lugar a su fragmentación<br />
y pérdida de influencia<br />
en una sociedad que<br />
ahora se comunica en forma<br />
distinta, dando lugar casos<br />
como el de Venezuela con<br />
AD y Copey y RD, con PRSC y<br />
PRD; un caso singular –entre<br />
otros– es Colombia con Conservadores<br />
y Liberales, dos<br />
organizaciones cuyos candidatos<br />
ni siquiera calificaron<br />
para ir este pasado domingo<br />
a la segunda vuelta que lideraron<br />
dos outsiders, Gustavo<br />
Petro, ex guerrillero y Rodolfo<br />
Hernández.<br />
Un Presidente con excesivo<br />
poder, no es democrático<br />
y uno muy débil, es inadecuado<br />
para el rol de su investidura<br />
en países en donde<br />
todavía falta mucho por<br />
hacer, lo ideal es que se ejerzan<br />
los controles democráticos<br />
–diariamente– a través<br />
de la jurisdicción contenciosa<br />
–para evitar ir a la penal–<br />
y la sucesión, a través de la<br />
jurisdicción electoral.<br />
Destituir presidentes en<br />
juicios políticos como ha sucedido<br />
en América del Sur y<br />
en algunos países de Centroamérica<br />
–aunque a veces es<br />
necesario– no es bueno: a pesar<br />
de ello en las últimas décadas<br />
más de <strong>20</strong> presidentes<br />
fueron cesados. Tampoco<br />
ayuda la ligereza con que se<br />
somete penalmente a los ex<br />
presidentes; en la región, en<br />
la última década se ha enjuiciado<br />
y extraditado a más de<br />
una docena y, eso hace que<br />
los ciudadanos pierdan la fe<br />
en la clase política y en el sistema.<br />
Provisoriamente, la<br />
Constitución prevé que el<br />
Presidente, la Vicepresidenta<br />
y los ciudadanos electos<br />
a esos cargos, no pueden<br />
ser privados de su libertad<br />
¡Imagínese el bochorno de<br />
un Procurador solicitando<br />
orden de arresto en contra<br />
del Presidente o allanando<br />
el Palacio Nacional, en aras<br />
de su independencia!<br />
Pero eso no está previsto<br />
así en Perú, por ejemplo, en<br />
donde esta semana el Presidente<br />
Pedro Castillo ha sido<br />
oído como investigado en la<br />
Fiscalía de la Nación... y ojo,<br />
que en Colombia, la semana<br />
pasada, un tribunal contencioso,<br />
ni siquiera penal,<br />
dictó arresto domiciliario en<br />
contra del Presidente Iván<br />
Duque.<br />
El poder ejercido sin prudencia,<br />
sea del Ejecutivo o<br />
de una Justicia sorda, en<br />
cualesquiera de sus dos brazos,<br />
solo conduce la sociedad<br />
al desastre, por eso hay<br />
que felicitar a la Honorable<br />
Magistrada, Miriam German,<br />
cuando advierte que<br />
la justicia no se imparte desde<br />
las gradas. Por ahora, las<br />
atribuciones de la Presidencia<br />
dominicana establecidas<br />
en el artículo 128, son atinadas,<br />
hagamos todo para<br />
convertirla en una institución<br />
como lo es en Estados<br />
Unidos, en donde castigaron<br />
a Richard Nixon hasta<br />
el día de su muerte, pero no<br />
lo enjuiciaron, casi defenestran<br />
a Bill Clinton, pero no<br />
fue a la jurisdicción penal y,<br />
todos se hicieron ciegos ante<br />
Bush, que con una mentira<br />
condujo al mundo a una<br />
guerra devastadora.