El Asegurador 31 May 2022

Ciudad de México / Mayo 31, 2022. 23
Treinta años
#Opinión
Visión
Empresarial
Miguel Ángel Arcique
@arcique
Van a cumplirse
treinta de los años que
definieron todos los
que tengo.
Pablo Milanés, cantautor cubano
Primera colaboración para
El Asegurador: 31 de mayo
de 1992.
Inspirado por uno de mis cantautores
preferidos, que es Pablo Milanés
—frente a quien me he tomado
la licencia de parafrasear mi epígrafe
de su canción Años. En esa canción,
la mención real es cinco años, y yo
los he convertido en 30. Estoy acompañado
en mi casa de Ajijic, Jalisco,
por un trío de mujeres a las que amo
y he amado en mi vida—, me dispongo
a compartir esta columna, que trae
bellísimos recuerdos a mi memoria al
cumplirse en esta edición 30 años de
mi primera colaboración con esta casa
editorial. De este escrito afortunadamente
tuve la ociosidad de guardar
memoria fotográfica. Con el nombre
de “Seguramente” fue aceptado por
Genuario Rojas Mendoza para ver la
luz el día 31 de mayo de 1992.
Desde ese entonces han pasado muchas
cosas, y mucha agua ha corrido
bajo el puente, pues tanto el pequeño
trozo de vida que me ha tocado compartir
con ustedes como el sector en el
que colaboramos hemos presenciado
evoluciones interesantes, de las cuales
me ha tocado ser testigo y que aquí he
compartido para ustedes en mis acostumbrados
tres apartados desde que
la misma columna evolucionó a ser de
quincenal a mensual y llevar por nombre
Visión Empresarial y ser escrita en
introducción y tres bloques por consejo
en una breve charla con ese gran
escritor que es Germán Dehesa, de
quien en breves encuentros en su lugar
llamado La Planta de Luz pude dar
a luz la compilación de artículos que
formaron mi primer libro, y también
auspiciado por esta casa editora, ya
bajo la dirección de mi también amigo
César Rojas Rojas.
Así las cosas, tomaré también para
esta edición de aniversario tres temas
musicales de Pablo Milanés.
El tiempo pasa.
Nos vamos
poniendo viejos
Eran los años noventa, y en la convención
aseguradora, que, según el sumario
de esa edición, iba a inaugurar el entonces
presidente Carlos Salinas de Gortari,
se daría ya a conocer el efecto que
tendría en nuestro sector la entrada del
TLC o Tratado de Libre Comercio para
América del Norte, que transformaría
nuestro sector, con el transcurso de los
años, de básicamente una treintena de
empresas en una industria con más de
un centenar.
No cabe duda: me ha tocado ser testigo
junto con muchos de ustedes de
una evolución interesante en la que solamente
dejo en el tintero la pregunta
y reflexión de los motivos que hemos
tenido para que con el triple de marcas
oferentes de este maravilloso
servicio, con el
triple de agentes licenciados
por la autoridad,
más los nuevos canales
de distribución, por qué
casi seguimos en el mismo
nivel de penetración
de mercado, según el
dato que año con año se
ha dado a conocer y que
durante esas convenciones
vimos con mucho
ánimo proyectarse, primero
en acetatos y hoy
en pantallas digitales,
soñando con que incrementando los seguros
obligatorios, el número de participantes,
las estrategias de privatizar las
pensiones y subrogar servicios médicos
de forma privada a los trabajadores en
México y mucho más expectativas, la
noticia que seguimos recibiendo es que
ni en sueños llegaríamos al 5 por ciento
Con el triple de
marcas y de
agentes, ¿por qué
casi seguimos en
el mismo nivel de
penetración de
mercado?
de participación en el PIB, y siempre curiosamente
se hace mención de la periodicidad
del pago de la póliza de Pemex y
cómo afecta a la presentación de estas
cifras.
Según los archivos históricos, en ese
1992 la participación del sector seguros
en el PIB era de 1.35 por ciento; al año
2002, de 1.99; y al 2019, de 2.3 por ciento.
¿Cuál será la cifra que se presente en
2022?
¿Evolucionamos? ¿Crecemos? ¿O solo
nos vamos poniendo viejos?
¿Cuánto gané? ¿Cuánto perdí?
No solo ganamos y perdemos en
términos de economía, números y resultados.
Ganamos y perdemos en términos
de cultura. Cambian las escalas
de valores; y desafortunadamente una
de las mayores pérdidas
que hoy ya identifico
en nuestro medio es la
de haber retirado de los
temarios básicos de estudio
la asignatura de
Historia del seguro y de
la fianza en México y el
mundo para la acreditación
de la capacidad técnica
ante la autoridad; y
como consecuencia se
ha retirado también de
la gran mayoría de los
temarios de los planes
de capacitación de las
empresas aseguradoras y afianzadoras
de nuestro país.
Lo anterior ha causado que muchos
de los nuevos agentes y funcionarios, e
incluso directores de empresas, no conozcan
bien a bien la base solidaria del
seguro, su función como administradores
de riesgos (antes que vendedores) y
su compromiso con la
sociedad a la que sirven,
antes que servirse
de ella.
Poco avanzamos
en materia de instituciones
solidarias que
busquen mantener su
rentabilidad, pero por
encima de todo el pago
de sus compromisos y
la suscripción de riesgos
no tan solo por su
conveniencia económica.
En buena medida se
nos ha olvidado que el
seguro proviene de la
idea del apoyo mutuo y
la solidaridad humana,
por encima de la rentabilidad
y los resultados
a corto plazo.
Nos urge volver a
estudiar historia del
seguro y de la fianza,
ahora tal vez por medio
de programas o videos,
o hasta mediante
stand up, lo que sea
para que no perdamos esa conciencia,
pues ya sabemos que quien no conoce la
historia termina por padecerla.
Tengo, vamos a ver…
lo que tenía que tener
En fin, que 30 años han pasado,
y lo mejor es que en la filosofía del
ser-hacer-tener, en la que lo que se
logra es la consecuencia de lo que
evolucionamos como seres humanos,
hoy puedo compartir con mucha
alegría que, como dice la melodía
del cantautor, y como medita
don Armando Fuentes Aguirre (Catón)
en su escrito donde expresa su
molestia por no aparecer en la lista
de personas más ricas de la revista
Forbes (recomiendo su lectura. Muy
fácilmente se encuentra en internet),
tengo la fortuna de escribir esta columna
a tantos años de distancia con
los mejores regalos del espíritu humano:
amor, amistad, conocimiento
y una salud que hasta hoy me ha tratado
maravillosamente y que además
me ha dado grandes enseñanzas para
vivir más ligero y feliz.
“Vida, nada me debes… Vida, estamos
en paz”.
Amo y agradezco a todos mis lectores.
Recordemos que el
seguro proviene de la
idea del apoyo mutuo y la
solidaridad humana, por
encima de la rentabilidad y
los resultados a corto plazo