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Hermético, como cualquiera con un modesto nivel sobre
Hermetismo notará rápidamente al estudiar los Tres Libros.
Después de prestar atención al estilo de Agrippa, junto
con los trabajos de Alberto Magno que han sobrevivido, pienso
que es justo concluir que fue Agrippa el que rescató algunos de
esos primeros y principalmente desconocidos grammar de la
Edad Oscura, los cuales son el asunto que nos importa aquí, y los
combinó en sus ahora famosos Tres Libros de Filosofía Oculta,
los textos que literalmente sirvieron como base material tanto
para la Era mágica del Renacimiento como de la Tradición
Mágica Occidental contemporánea.
Otra razón por la que se presupone que Agrippa tuvo
relación con la magia de la Edad Oscura puede ser por la
poderosa influencia de su señor, Johannes Trithemius (1462─
1516). La estrecha, relación mentor─estudiante entre este abad
alemán y Agrippa está bien documentada. Debido a las propias
escrituras místicas de Trithemius, es casi seguro que el abad tuvo
un pronunciado efecto en el joven Agrippa.
Donald Tyson, escribiendo en su edición espléndidamente
revisada y anotada de los Tres Libros, declara que puede
ser que el abad simplemente no fuera el consejero y amigo de
Agrippa, sino su maestro y profesor particularmente en el área de
la evocación mágica. Este punto de vista es posiblemente el más
correcto, como apunta la evidencia en tal dirección, y no el que
menos contribuyó como dice Henry Morley en su clásico trabajo,
La Vida de Henry Cornelius Agrippa.
Pero hay otra cuestión a ser considerada aquí en lo
referente a que el abad tuvo algo más que un simple interés y
efecto en el joven Agrippa. Los Tres Libros fueron escritos por
Agrippa en 1509 y la primera parte de 1510. Para mí, queda lejos
pensar que un joven de veintitrés años pudiera juntar semejante e
inmensas cantidades de conocimiento y experiencia incluso con
la ayuda de su maestro Trithemius, especialmente dado el
constante vagar de Agrippa y sus perpetuos y exiguos recursos
financieros. La teoría es una cosa. Pero escribir desde la
experiencia, como los Tres Libros de Agrippa ciertamente
demuestran, realmente es otra. A pesar de eso escribe con
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