magia ceremonial

no solo hacia sus miembros comunes, sino también hacia el
clérigo promedio. Cualquier otro texto que no fuera el suyo
propio era abolido y prohibido bajo la pena de condenación.
¡El principal entre los trabajos prohibidos fue el escaso
cuerpo de textos herméticos, irónicamente usado por los primeros
estudiosos de la iglesia para hacer resonar su propia teología! Sin
duda alguna fue debida a esta escasez, así como a la necesidad
humana de formar una nueva creación, el motivo por el que
surgieron los primeros grimorios. Sin embargo, los mismos
clérigos descontentos, también convencidos de la santidad de la
iglesia y el poder celestial, cambio de intentar producir grammar
de magia de los pocos manuscritos herméticos disponibles, a
generar sus propios textos mágicos, basados principalmente en la
liturgia de la iglesia y en extractos de la interpretación de la Misa
católica.,
Semejantes textos como El Libro de Conjuros de Honorio
el Mago, reputado por haber sido escrito por el Papa Honorio, es
un caso a remarcar. Este grimorio puede ser el primer grammar
conocido basado en un sistema Cristiano de magia. En él, el uso
de oraciones y el empleo de horas canónicas para su recitación,
indican ciertamente que el libro, como aparece hoy en día, fue
probablemente creado durante el temprano siglo 13 o 14. Sin
embargo, de los dos manuscritos originales existentes (Sloane
MS. 313 y el Real MS. 17A xlii, el más viejo de los dos) el Sloane
313, indica (por lo menos a mí) su división en tres partes o libros,
Libro 1, Concerniente al Sello de Dios y al Logro de la Visión
Beatífica, su idioma, discurso, contenido y propósito tiene un
origen claramente de la Edad Oscura, cuando es comparado con
los contenidos más familiares de los Libros 2 y 3.
Adicionalmente, en mi opinión, el Libro 1 contiene una
fuerte influencia agustiniana, mientras que los otros dos libros
son más pragmáticos en su objetivo; el tipo de pragmatismo que
se ve claramente, gobernara los escritos de posteriores grimorios,
como en el caso de las Clavículas de Salomón o La Clave Mayor
del Rey Salomón. Aunque las ‘autoridades modernas’ pregonan
que es inutilizable en un sentido práctico, hay que recordar dos
cosas.
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