magia ceremonial

razonable pensar que era sólo un pequeño salto para los clérigos
descontentos de atuendo y puesto comprender que la base de su
propia religión seguramente debía ofrecer los medios y vías para
un vida mejor y que los altos cargos de su propia iglesia
disfrutaban diariamente. El Poder, el prestigio, el amor, la fama,
todo estaba allí para ser cogido. Si solo...
Gradualmente, en los primeros siglos, se fueron filtrando
pedazos y piezas de los pocos textos Herméticos disponibles. Un
escritorzuelo de confianza hizo aquí y allí una copia extra de los
textos prohibidos que su Abad u Obispo le pidió que copiara,
mientras copiaba secciones de otros tractos era comisionado por
su superior para adornar con el último arte decorativo aceptado de
la iglesia. Despacio pero con seguridad, por cartas mensajeras y
de propia palabra, los clérigos descontentos empezaron a
comparar notas, celebrando reuniones secretas, y extendiendo la
palabra y contenido de la práctica de la magia a sus hermanos con
similares pensamientos. A tal grado este argumento es así de
exacto que está basado en las cartas privadas que han sobrevivido
hasta el momento, y qué todavía se conservan en depósitos como
el de la Bibliotheque del l’Arsenal en París, y en el Museo
británico.
Pero como nosotros también sabemos, el gran volumen de
textos Herméticos genuinos y originales fueron sellados en
secretos claustros de magos Herméticos del mediterráneo, sólo
para ser descubiertos siglos después por los arqueólogos
Occidentales y exportados a Europa Occidental en los primeros
años de la primera década del siglo 19, una perspectiva histórica
mencionada en varios trabajos eruditos, incluyendo el Fragmento
de un Trabajo Greco─Egipcio sobre Magia, producidos por
Charles Wycliffe Goodwin para la Sociedad Cambridge de
Anticuarios en 1853.
No obstante, la influencia Hermética extendida por esos
pocos manuscritos y extractos de antiguos clérigos descontentos
y genuinos estudiosos de la iglesia de la época, tuvo un impacto
en la iglesia cristiana en vías de desarrollo y los padres de la
iglesia. ¡No lo pienses¡ Lee el tratado de Didymus el Ciego del
siglo 4 D.C. Allí encontrarás las citas directas de los textos
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