magia ceremonial

2. Era Mágica de la Edad Oscura─476 D.C. al 1000 D.C.
La mayoría de las fuentes académicas incluyen la Edad
Oscura como una parte de la edad Media o periodo Medieval, y
citan la línea de tiempo para este período entre el 476 D.C. y el
1453. Otros acortan la era de la Edad Oscura desde el 476 D.C. al
1000 D.C. Para nuestros propósitos, he adoptado la última. Con la
caída de Roma, la civilización como el mundo la conoció tuvo su
fin. La ley y justicia romana, impuestas a través de su poder
militar, tuvieron un abrupto y repentino final.
Durante quinientos años, la gloria que fue Roma, en sí
misma una síntesis ecléctica de las culturas griegas y otras más
antiguas, desapareció de la faz de la tierra. Su arte, estructura
política, filosofía y educación en los clásicos, cesó con el
parpadeo de un ojo. Cuando el sol Romano tuvo su ocaso, el
mundo occidental entró en una época de represión social extrema
y todo el crecimiento intelectual fue extinguido. Los invasores
del norte (los nórdicos) quemaron, saquearon y arrasaron aldeas,
pueblos y ciudades a voluntad. No había ninguna fuerza
protectora para detenerlos.
Hay una oración de esta era de la Edad Oscura que resume
muy bien la desesperación de las personas de esa época. "Oh
Señor, sálvanos de la furia de los hombres del norte". Además de
estos invasores costeros, bandidos y criminales de todo tipo y
clase vagaron por los caminos, bosques y pueblos interiores,
destruyendo, asesinando, y robando a placer. La vida cambió de
las ciudades a las zonas rurales, cuando la residencia del gobierno
y la regulación ordenada de los asuntos cotidianos desaparecieron.
Con ese cambio y la migración generada, llegó un
momento de retroceso personal. En el mejor de los casos, la vida
fue una horrible lucha diaria. Vivir desde la salida del sol hasta la
puesta y ver el día siguiente eran un hecho que requería todos los
recursos de uno: mentales y físicos, ya que el sol espiritual había
tenido su ocaso junto con el romano. Fue en las sombras de este
mundo de pesadilla, cuando de manera no coincidente, surgió el
Cristianismo atrincherándose firmemente en la psique individual
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