magia ceremonial

Ω El Conjuro del sábado.
YO OS CONJURO y me confío a vosotros,
Caphriel o Cassiel, Machator y Seraquiel, fuertes y
poderosos ángeles; por el nombre + ADONAY +
ADONAY + ADONAY + EIE + EIE + EIE + ACIM +
ACIM + ACIM + CADOS + CADOS + IMA + IMA +
IMA + SALAY + JA + SAR +, Señor y Hacedor del
Mundo, que descansó en el séptimo día; y por aquel
cuya benevolencia dicto lo mismo para ser observado
por los hijos de Israel durante todas sus generaciones,
para guardarlo y santificarlo y tener por ello un buen
premio en el mundo por venir; y por los nombres de
los ángeles que sirven en la séptima hueste, ante
Booel, un gran ángel y príncipe poderoso; y por el
nombre de su estrella que es Saturno; y por su santo
sello, y por los nombres antes pronunciados, yo te
conjuro, Caphriel que eres el jefe gobernante del
séptimo día que es el Sabbaoth, labora para mí, y
cumple todas mis peticiones según mi voluntad y
deseos en mi causa y asuntos.
• Los espíritus del Aire del sábado están sujetos al
Sur-oeste: su naturaleza es sembrar las discordias, los
odios, los malos pensamientos y cavilaciones; para darle
libre salida, para asesinar y matar a todos, y lisiar o
mutilar todo miembro. (Nota del autor: La palabra,
“cavilaciones” se refiere a la habilidad de uno de juzgar;
pensar y razonar. Como a tal, la referencia es que los
espíritus de este día aumentan la facultad del Operador a
este respecto.
Observe también que aunque el Heptameron es un
grimorio católico romano, hace una referencia explícita
al Sabát judío, y el conjuro da una descripción muy
dignificada del día y su origen. Era costumbre de los
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