magia ceremonial

consagrara de una manera simple y especial en la operación del
Heptameron, así que asegúrese de tenerlo disponible.
El Exorcismo del Fuego En el que serán
echados los Perfumes.
El fuego que será usado para las fumigaciones, estará en
un recipiente nuevo de tierra o hierro; el cual será exorcizado de
esta manera.
“Yo te exorcizo, O tu criatura del fuego, por él
que todas las cosas fueron hechas, que de inmediato
arrojes todo fantasma lejos de ti, y que no pueda
hacer daño a cosa alguna.”
[Entonces di]: “Bendice, O Señor, esta criatura del
fuego, y santifícala, que sea bendecida para ensalzar
tu santo nombre, que ninguna daño puede serle hecho
a los Exorcisadores o Espectadores: por nuestro Señor
Jesucristo que vive y reina contigo, en la unidad del
Espíritu Santo, Dios, por toda la eternidad, Amén.”
Comentario 7─el recipiente debe estar hecho de hierro.
Puede ser de cualquier forma conveniente, pero debe ser lo
bastante profundo como para confinar las cenizas calientes y no
permitir que las chispas salten fuera sobre el sencillo altar,
similar a una mesita, y al que el Heptameron alude como situado
en el círculo con el Operador. Este sostendrá el Perfume del Arte,
el agua bendita, el libro, etcétera. Igual que el recipiente de
hierro para el incienso, éste altar deberá ser virgen, es decir,
nuevo, que nunca haya sido usado con anterioridad para
cualquier otro propósito. Esta pequeña mesa también debe tener
un paño nuevo cubriéndola. Aquí si el operador lo desea puede
usar los colores cabalísticos. Por ejemplo, el oro o amarillo
luminoso para una operación en domingo, el lavanda o púrpura
para una evocación del lunes, y así sucesivamente. Por otra
parte, un simple y nuevo paño negro servirá.
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