magia ceremonial

manera que desees. O esto o vivir entre rejas, luchando
literalmente por sobrevivir en las dementes junglas de perversión
y muerte en las que esos lugares se han convertido.
El Practicante que también sigua el consejo del testamento
de Abraham descubrirá una vida calmada y tranquila. ¿Por
qué? Simplemente porque estos así llamados Mandamientos son
instilados en la psique humana por la sociedad, a tal grado que
pueden ser encontrados en todas las religiones y en todas las
sociedades desde tiempo inmemorial. No son una invención de
los judíos, Cristianos o cualquier otra secta. Más bien, son
jurisdicción de todos. Estos han permitido que la sociedad se
desarrolle, y al individuo crecer de muchas maneras importantes.
Así considera cuidadosamente la adhesión a los Mandamientos.
¿Qué recomiendo aquí? más bien es cuestión de lo que
averigüé por las malas. Dicho claramente, insto firmemente al
Practicante a seguir los Mandamientos de Dios, como Abramelin
lo expresó, y no quiero decir solo cuando sea conveniente. La
construcción y desarrollo de su síntesis subjetiva y el sistema
subconsciente de creencias son el resultado de ello, es un trabajo
arduo. Conclusión. No es algo que sea creado y perfeccionado de
la noche a la mañana, o siempre que sientas que trabajas sobre él.
Requiere atención consciente como ya he dicho en muchas
ocasiones, junto con un profundo pensamiento reflexivo en
cualquiera y en todo momento que no se encuentre ocupado con
los asuntos diarios. Es un asunto serio, y cumplir los así llamados
Mandamientos es parte de ello. Como tal, los Practicantes deben
aferrarse a estos mandamientos como si sus vidas dependieran de
ello, porque de forma muy real, esto es verdad. Tu vida será
edificada y perfeccionada a través de la magia, o destruida por
ella. No puedo decir nada más simple que esto.
¿En cuanto a lo de mantener una conexión a la religión en
la que naciste? Oh, sí. Esto también es de suprema importancia.
En la sociedad de hoy, los derechos lo son todo. Ellos están
entorno tuyo. Estos son tuyos por aceptarlos, hasta que tu
ignorantemente o por otra razón rompas una de las decenas de
miles de leyes diseñadas para modificar estos derechos para que
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