magia ceremonial

claras en la vida del Operador, y siempre en el orden descrito.
Además, los efectos negativos menores también ocurrirán lo cual
debe ser entendido y aceptado por el Practicante como inevitable.
Pero principalmente, estos menores provocarán frustración, sin
daño perdurable para el Operador, su vida, o asuntos.
Axioma 8─los ‘ejercicios mágicos’ diarios, el producto
de los charlatanes de la Nueva Era y sus amplios contenidos
que supuestamente fueron diseñados para provocar un
desarrollo espiritual en el Practicante, son innecesarios. Estas
extrañas maquinaciones confunden el tema de la ‘espiritualidad’
y el ‘psiquismo,’ el genuino desarrollo de la personalidad
y el logro de cualidades humanas aceleradas con un
ego débil, crean una dependencia artificial en la figura del
padre divino en las nubes que rescata al Practicante de su
condición auto-creada de inconveniencia y dolor.
Argumento 8─durante mis primeros años en la magia, yo
también acepte la línea de la Nueva Era en la que las prácticas
espirituales diarias iban a elevarme a una posición cercana a la
divinidad, permitiéndome curar todas las malas situaciones de mi
vida. Fue inevitable entonces que cabalgara hacia el ocaso, hasta
un ser magnánimo, que derramaba bendiciones desde sus
brillantes y santas manos, a todo el que lo pidiera. No me llevo
mucho tiempo comprender que había algo drásticamente
perjudicial en la tesis de este rosado y espiritual cuadro, de
bondad, luz y amor.
Mis lecturas de vieja psicología, tómese en cuenta, la
psicología de James, Freud, Jung y Assagioli, pronto me hicieron
comprender que la idea de espiritualidad realmente eran las ideas
que había detrás de un psiquismo desproporcionado. En mi
opinión, la suposición de que hay (de algún modo) una fuente
separada detrás de las fuerzas psíquicas que dan origen a la
intuición genuina, a la vista astral, a la adivinación, a la evocación
a manifestación física, y virtualmente a cada tipo de fenómeno
apodado ‘espiritual’ por la magia moderna, no tiene ningún tipo
de fundamento.
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