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Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva- Stephen R.Covey

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<strong>Los</strong> 7 <strong>hábitos</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>gente</strong> <strong>altamente</strong> <strong>efectiva</strong><br />

<strong>Stephen</strong> R. <strong>Covey</strong><br />

nunca piensan en ello, y probablemente ninguna lo hace conscientemente. Sin embargo, es muy común que <strong>la</strong><br />

<strong>gente</strong> se centre en un enemigo, en particu<strong>la</strong>r cuando existe una interacción frecuente entre quienes se<br />

encuentran en un conflicto real. Cuando alguien siente que ha sido injustamente tratado por una persona<br />

emocional o socialmente significativa, es muy fácil que se obsesione con esa injusticia y convierta a <strong>la</strong> otra<br />

persona en el centro <strong>de</strong> su vida. En lugar <strong>de</strong> conducir proactivamente su existencia, <strong>la</strong> persona centrada en el<br />

enemigo reacciona con contra<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a <strong>la</strong> conducta y <strong>la</strong>s actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un enemigo percibido.<br />

Un amigo mío que daba c<strong>la</strong>ses en una universidad se sentía muy aturdido a causa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s impertinencias <strong>de</strong><br />

cierto administrador con el que mantenía una re<strong>la</strong>ción negativa. Se permitía pensar constantemente en aquel<br />

hombre hasta que se convirtió en una obsesión. Le preocupaba tanto que ello influyó en <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> sus<br />

re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong> familia con su Iglesia y con sus compañeros <strong>de</strong> trabajo. Por fin llegó a <strong>la</strong> conclusión <strong>de</strong> que<br />

tenía que <strong>de</strong>jar <strong>la</strong> universidad y aceptar un puesto docente en alguna otra parte.<br />

Le pregunté entonces:<br />

- ¿Preferirías realmente enseñar en esa universidad, si ese hombre no estuviera allí?<br />

- Sí —contestó—. Pero mientras él esté allí, quedarme sería una acción <strong>de</strong>structiva en todos los aspectos<br />

<strong>de</strong> mi vida. Tengo que irme.<br />

— ¿Por qué has convertido a ese administrador en el centro <strong>de</strong> tu vida?<br />

La nueva pregunta le sorprendió. Negó el hecho. Pero yo le señalé que estaba permitiendo que un<br />

individuo y sus impertinencias distorsionaran todo el mapa <strong>de</strong> su vida, socavaran su fe y <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> sus<br />

re<strong>la</strong>ciones con sus seres queridos.<br />

Finalmente admitió que aquel individuo había ejercido ese efecto en él, pero sin aceptar que se trataba <strong>de</strong><br />

una elección propia. Atribuyó al administrador <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación conflictiva. Dec<strong>la</strong>ró que él<br />

mismo no era el responsable.<br />

Mientras hablábamos, poco a poco fue comprendiendo que sin duda el responsable era él, pero que, como<br />

no contro<strong>la</strong>ba bien esa responsabilidad, se estaba convirtiendo en un irresponsable.<br />

Muchas personas divorciadas caen en una pauta semejante. To davía <strong>la</strong>s consume <strong>la</strong> ira y <strong>la</strong> amargura, y <strong>la</strong><br />

ansiedad por justificarse con respecto al ex cónyuge. En un sentido negativo, todavía están psicológicamente<br />

casadas; cada una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s necesita <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong> su ex pareja para justificar sus acusaciones.<br />

Muchos «niños gran<strong>de</strong>s» atraviesan <strong>la</strong> vida odiando secreta o abiertamente a sus padres. <strong>Los</strong> culpan por<br />

su comportamiento pasado, su <strong>de</strong>satención o favoritismo, y centran su vida adulta en ese odio, siguiendo <strong>la</strong>s<br />

estipu<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong>l guión reactivo y justificador que lo acompaña.<br />

El individuo centrado en amigos o enemigos no tiene una seguridad intrínseca. Su sentimiento <strong>de</strong> los<br />

propios méritos es volátil, está en función <strong>de</strong> los estados emocionales o <strong>de</strong> <strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> otras personas. La<br />

guía proviene <strong>de</strong>l modo en que percibe que respon<strong>de</strong>rán los otros, y <strong>la</strong> sabiduría está limitada por <strong>la</strong> óptica<br />

social o por una Paranoia centrada en el enemigo. El individuo no tiene ningún po<strong>de</strong>r. Otras personas manejan<br />

los hilos.<br />

Centrarse en <strong>la</strong> Iglesia. Creo que toda persona seriamente prometida con una Iglesia reconocerá que <strong>la</strong><br />

asistencia a <strong>la</strong>s reunio nes no es sinónimo <strong>de</strong> espiritualidad personal. Hay quienes se obsesionan tanto con el<br />

culto y los proyectos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia que pier<strong>de</strong>n sensibilidad ante <strong>la</strong>s apremiantes necesida<strong>de</strong>s humanas que los<br />

ro<strong>de</strong>an, con lo cual contradicen los preceptos mismos que creen profesar profundamente. Otros acu<strong>de</strong>n a <strong>la</strong><br />

iglesia con menos frecuencia, o no van en absoluto, pero sus actitu<strong>de</strong>s y conducta reflejan una concentración<br />

más genuina en los principios básicos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ética ju<strong>de</strong>o-cristiana.<br />

He participado durante toda mi vida en grupos <strong>de</strong> servicios comunitarios y re<strong>la</strong>cionados con iglesias, y sé<br />

que acudir a <strong>la</strong> iglesia no necesariamente significa que se vivan los principios que se enseñan en esas<br />

reuniones. Se pue<strong>de</strong> ser miembro activo <strong>de</strong> una Iglesia, pero inactivo en <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> su evangelio.<br />

En <strong>la</strong> vida centrada en <strong>la</strong> Iglesia, <strong>la</strong> imagen o apariencia pue<strong>de</strong> pasar a ser <strong>la</strong> consi<strong>de</strong>ración dominante en<br />

<strong>la</strong> persona, lo cual conduce a una hipocresía que socava <strong>la</strong> seguridad personal y el merecimiento intrínseco. La<br />

guía proviene <strong>de</strong> una conciencia moral social, y <strong>la</strong> persona centrada en <strong>la</strong> Iglesia tien<strong>de</strong> a etiquetar<br />

artificialmente a los otros como «activos», «inactivos», «liberales», «ortodoxos» o «conservadores».<br />

Como <strong>la</strong> Iglesia es una organización formal constituida por políticas, programas, prácticas y personas, por<br />

sí misma no pue<strong>de</strong> otorgar a nadie una seguridad o unos sentimientos <strong>de</strong> valía intrínsecos profundos y<br />

permanentes. Vivir en concordancia con los principios que se enseñan en <strong>la</strong> Iglesia sí pue<strong>de</strong> hacerlo, pero <strong>la</strong><br />

organización por sí so<strong>la</strong>, no.<br />

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