Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva- Stephen R.Covey
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Los</strong> 7 <strong>hábitos</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>gente</strong> <strong>altamente</strong> <strong>efectiva</strong><br />
<strong>Stephen</strong> R. <strong>Covey</strong><br />
fruto amargo y <strong>de</strong>so<strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>sunión, y sabemos lo preciosa y frágil que es <strong>la</strong> unidad.<br />
Es obvio que construir un carácter <strong>de</strong> integridad total y vivir una vida <strong>de</strong> amor y servicio que cree tal unidad<br />
no es algo fácil. No es un arreglo rápido.<br />
Pero es posible. Comienza con el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> centrar nuestras vidas en principios correctos, <strong>de</strong> romper con<br />
los paradigmas creados por otros centros e irrumpir en <strong>la</strong>s zonas cómodas <strong>de</strong> los <strong>hábitos</strong> inconvenientes.<br />
A veces cometemos errores y nos sentimos torpes. Pero si empezamos con <strong>la</strong> victoria privada cotidiana y<br />
trabajamos <strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro hacia afuera, los resultados aparecerán con total seguridad. Cuando p<strong>la</strong>ntamos <strong>la</strong><br />
semil<strong>la</strong>, <strong>la</strong> nutrimos con paciencia y arrancamos <strong>la</strong>s malezas nocivas, empezamos a sentir <strong>la</strong> alegría <strong>de</strong>l<br />
crecimiento real y finalmente <strong>de</strong>gustamos los frutos incomparablemente <strong>de</strong>liciosos <strong>de</strong> ura vida congruente y<br />
<strong>efectiva</strong>.<br />
Una vez más, citaré a Emerson: «Lo que hacemos persistentemente se vuelve más fácil; no es que <strong>la</strong><br />
naturaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong> tarea cambie, sino que aumenta nuestra capacidad para realizar<strong>la</strong>».<br />
Al centrar nuestras vidas en principios correctos y crear un objetivo equilibrado entre el hacer y el aumentar<br />
nuestra capacidad para hacer, adquirimos el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> crear vidas <strong>efectiva</strong>s, útiles y pacífi cas... para nosotros y<br />
nuestra posteridad.<br />
Una nota personal<br />
Al concluir este libro, me gustaría compartir mi propia convicción personal acerca <strong>de</strong> lo que yo creo que es<br />
<strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> los principios correctos. Creo que los principios correctos son leyes naturales, y que el Creador,<br />
Dios, es su fuente, su encarnación perfecta y su total expresión. Creo que, en <strong>la</strong> medida en que <strong>la</strong>s personas<br />
vivan siguiendo su conciencia moral educada, crecerán para realizar sus naturalezas; en <strong>la</strong> medida en que no lo<br />
hagan, no se elevarán por encima <strong>de</strong>l p<strong>la</strong>no animal.<br />
Creo que hay partes <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza humana que no pue<strong>de</strong>n alcanzarse con <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción o <strong>la</strong> educación;<br />
para abordar<strong>la</strong>s se necesita el po <strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Señor. Creo que como seres humanos no po<strong>de</strong>mos perfeccionarnos.<br />
En <strong>la</strong> medida en que seamos coherentes con los principios correctos, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestra naturaleza se<br />
<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>narán dones divinos que nos perfeccionarán. En pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> Teilhard <strong>de</strong> Chardin, «No somos seres<br />
humanos que tienen una experiencia espiritual. Somos seres espirituales que tienen una experiencia humana».<br />
Personalmente estoy en lucha con muchas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s f<strong>la</strong>quezas que he seña<strong>la</strong>do en este libro. Pero <strong>la</strong> lucha<br />
vale <strong>la</strong> pena y en el<strong>la</strong> me rea lizo. Da sentido a mi vida y me capacita para amar, servir y tratar <strong>de</strong> hacer felices a<br />
los otros.<br />
Una vez más, T.S. Eliot expresa bel<strong>la</strong>mente mi propio <strong>de</strong>scubrimiento y mi propia convicción: «No <strong>de</strong>bemos<br />
<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> explorar. Y al final <strong>de</strong> nuestras exploraciones llegaremos al lugar <strong>de</strong>l que partimos, y lo conoceremos<br />
por vez primera».<br />
193