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encuentro y con ellos organizaba un ejército (cf. Jue 12.4). Todo Israel podía ser «congregado» o

«reunido», como ejército, para alguna batalla. Saúl, por ejemplo, «juntó a todo Israel, y acamparon en

Gilboa» (1 S 28.4). Este uso castrense también puede referirse a «organizar» un ejército permanente y

prepararlo para la batalla. Los hombres de Gabaón dijeron: «Todos los reyes de los amorreos que habitan

en las montañas se han unido [«reunido» LBA; «agrupado» RVA] contra nosotros» (Jos 10.6). En 1 R 20.1

RVA), qabats tiene este sentido con referencias a «concentrar» todo un ejército en un punto determinado:

«Entonces Ben-adad, rey de Siria, reunió todo su ejército. Estaban con él treinta y dos reyes, con caballos

y carros. Luego subió, sitió Samaria y combatió contra ella».

Las asambleas pueden reunirse con el objetivo de hacer un pacto: «Y dijo Abner a David: Yo me

levantaré e iré, y juntaré a mi señor el rey a todo Israel, para que hagan contigo pacto» (2 S 3.21). En

varios casos, las asambleas se «convocan» para actividades cultuales: «Y Samuel dijo: Reunid a todo

Israel en Mizpa … Se reunieron en Mizpa, y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová, y ayunaron

aquel día» (1 S 7.5–6; cf. Jl 2.16).

Cuando qabats aparece en su forma intensiva, Dios es a menudo el sujeto de quien depende del

resultado de su acción. El verbo se usa en este sentido para hablar de «juicio divino»: «Como cuando se

junta plata, cobre, hierro, plomo y estaño dentro del horno, y se sopla el fuego para fundirlos, así os

juntaré en mi furor y en mi ira» (Ez 22.20 RVA). Qabats se aplica también a «liberación divina»:

«Jehovah tu Dios también te restaurará de tu cautividad. Él tendrá misericordia de ti y volverá a reunirte

de todos los pueblos a donde Jehovah tu Dios te haya dispersado» (Dt 30.3 RVA).

Un uso especial del verbo qabats («brillar», «experimentar emoción» o «palidecer») se encuentra en

Jl 2.6: «Delante de Él tiemblan los pueblos, y palidecen todos los semblantes» (RVA).

˒asap ( 622 , ), «recoger, recaudar, llevar». Este verbo también está en acádico, ugarítico, fenicio y

arameo. Se han constatado unos 200 casos en todos los períodos de la literatura bíblica.

Básicamente, ˒asap se refiere a «llevar objetos a un punto común». Esto puede significar «juntar» o

«recoger», por ejemplo, víveres. La primera vez que se usa es cuando Dios dice a Noé que «tome

alimentos para comer» (Gn 6.21) para aprovisionar el arca. El verbo puede también significar «recoger»

alimentos en tiempos de siega, es decir, «cosechar»: «Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su

producto» (Éx 23.10 RVA). En 2 R 22.4 se usa «recoger» no en sentido activo (salir y juntar), sino pasivo

(esperar que las ofrendas se lleven a un punto común). Véase también Gn 29.22 (RVA): «Entonces Labán

reunió a todos los hombres de aquel lugar e hizo un banquete». Este pasaje también se concentra en el

producto final de «reunirse», solo que en este caso quien «recoge» (llama) no maneja físicamente a los

que se «reúnen». Solo actúa como impulsor o causa activa de la reunión de estas personas. Lo contrario

ocurre cuando Dios «reúne» a una persona con sus padres, o sea, que provoca su muerte (2 R 22.20). En

este caso, el énfasis recae sobre el producto final y Dios es el agente que «reúne».

˒asap no solo representa el proceso de llevar objetos a un lugar común; el vocablo también puede

indicar «atraer» cosas a sí mismo. Después de «recogido» el producto de la cosecha en la era y el lagar, se

celebraba la Fiesta de los Tabernáculos (Dt 16.13). En Dt 22.2, el hombre debe «recoger» en su hogar

(traer y cuidar) un animal extraviado cuyo dueño no se encuentra. En la misma forma, Dios «recoge» a

quienes sus familias han abandonado (Sal 27.10). Una aplicación especial de este matiz es «recibir

hospitalidad»: «Entraron y se sentaron en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los recibiese en

su casa para pasar la noche» (Jue 19.15 RVA). «Recoger» puede significar además «ser consumido»: Dios

promete a su pueblo que «nunca más serán consumidos de hambre» (Ez 34.29). Por último, cuando se usa

de esta manera, «recoger» puede adquirir el significado de «encoger», como cuando Jacob «encogió»

[˒asap] sus pies en la cama y expiró. Y fue reunido [˒asap] con sus padres» (Gn 49.33).

El tercer énfasis del término tiene que ver con «retirar» o «quitar» algún objeto; la acción se percibe

desde la perspectiva de quien pierde algo porque se lo quitaron («recogieron»). En Sal 85.3, «reunir»

אסַף

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