14.03.2022 Views

diccionario-biblico-vine-vine

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

culto: «Y lavará con agua los intestinos y las piernas» (Lv 1.9). Los ritos israelitas a veces incluían «agua

santificada»: «Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote

del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo y lo echará en el agua» (Nm 5.17). En el ritual de Israel

también se usaban «aguas amargas»: «Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y

descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos;

y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición» (Nm 5.18). Esta era «agua»

que causaba maldición y amargura a quien la bebía (Nm 5.24).

Quinto, en nombres propios el vocablo se usa en relación con fuentes, arroyos o mares, y las regiones

que están en el vecindario inmediato de estas aguas: «Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre

las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de

aguas, para que se conviertan en sangre» (Éx 7.19).

Sexto, el término se usa en sentido figurado de muchas maneras. Mayim alude al peligro o aflicción:

«Envió de lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas» (2 S 22.17). En 2 S 5.20 Mayim representa

una fuerza que irrumpe: «Quebrantó Jehová a mis enemigos delante de mí, como corriente impetuosa».

Las «muchas aguas» pueden referirse a la insurgencia de las naciones impías en contra de Dios: «Los

pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas» (Is 17.13). El vocablo, por tanto, describe un

ímpetu violento y sobrecogedor: «Se apoderarán de él terrores como de aguas; torbellino lo arrebatará de

noche» (Job 27.20). En otros pasajes «agua» se usa para representar la timidez: «Por lo que el corazón de

ellos desfalleció y vino a ser como agua» (Jos 7.5). Relacionado un poco con este sentido está la

connotación de «transitorio»: «Y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron»

(Job 11.16). En Is 32.2 «agua» representa refrigerio: «Y será aquel varón como escondedero contra el

viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de agua en tierras de sequedad, como sombra de

gran peñasco en tierra calurosa». Los remansos apacibles o las aguas quietas simbolizan el descanso y la

paz: «Junto a aguas de reposo me pastoreará» (Sal 23.2). Se usan términos semejantes para describir los

encantos de la esposa como «aguas de vida» o «aguas vivificantes»: «Bebe el agua de tu misma cisterna,

y los raudales de tu propio pozo» (Pr 5.15). El «agua» derramada representa derramamiento de sangre (Dt

12.16), ira (Os 5.10), justicia y juicio (Am 5.24) y sentimientos de dolor (Job 3.24).

t e hôm ( 8415 , ), «aguas profundas, océano; abismos, agua subterránea, aguas, diluvios y

torrentes». Se encuentran cognados de esta palabra en ugarítico, acádico (desde Ebla, alrededor de 2400—

2250 a.C.) y arábigo. En las 36 veces que aparece el término es en su mayoría en pasajes poéticos en

todos los períodos históricos.

El término representa las «aguas profundas» cuyas superficies se congelan por el frío: «Las aguas se

endurecen a manera de piedra, y se congela la faz del abismo» (Job 38.30). En Sal 135.6 t e hôm significa

el océano en oposición a los mares: «Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los

mares y en todos los abismos [en todos los océanos]» (cf. Sal 148.7s).

El vocablo se refiere de manera particular a los torrentes profundos o fuentes de las aguas. Cuando los

marineros se aventuran al mar en medio de una violenta tormenta, «suben a los cielos, descienden a los

abismo» (Sal 107.26). Esta es una expresión hiperbólica o de exageración poética, pero presenta los

«abismos» como lo contrario a los cielos. Este énfasis está bien presente en el Cántico de Moisés, en

donde el término representa la amenaza de las «profundidades». Los «abismos», que siempre han existido

(sin ser eternos), son un elemento de la naturaleza esencialmente peligroso: «Los abismos los cubrieron;

descendieron a las profundidades como piedra» (Éx 15.5). Por otro lado, t e hôm puede significar nada

más que «aguas profundas» en las que los objetos pesados se hunden rápidamente.

T e hôm puede representar también una fuente inacabable de agua o, a manera de comparación

poética, de bendición: «Con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está

debajo» (Gn 49.25). En estos casos el término se refiere a «aguas subterráneas» que siempre están

תְום

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!