14.03.2022 Views

diccionario-biblico-vine-vine

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

A. Nombre

˒ozen ( 241 , ), «oído, oreja». El nombre ˒ozen es común en las lenguas semíticas. En el Antiguo

Testamento aparece 187 veces, sobre todo para designar una parte del cuerpo. El primer caso está en Gn

20.8: «Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en

los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera».

En las «orejas» se colgaban aretes (Gn 35.4); por lo mismo podían horadarse en señal de servidumbre

perpetua (Éx 21.6).

Varios verbos guardan relación con el «oído»: «informar» (Ez 24.26), «prestar atención» (Sal 10.17),

«escuchar» (Sal 78.1), «tapar» (Is 33.15), «ensordecer» (Is 6.10) y «retiñir» (1 S 3.11). Los animales

tienen «orejas» (Pr 26.17). Metafóricamente se dice que Dios tiene «oídos»: «No escondas de mí tu rostro

en el día de mi angustia; inclina a mí tu oído; apresúrate a responderme el día que te invocare» (Sal

102.2). Dice la RVR en otro pasaje: «Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de

Jehová» (1 S 8.21). En forma más idiomática la NBE traduce: «Las comunicó [«repitió» LVP] al Señor». El

Señor «abre» los «oídos» (Sal 40.6), los hace (Sal 94.9) y los sana (Pr 20.12 LBD) a fin de permitirle al

hombre recibir dirección de su Creador. Como el creador, también es capaz de oír y responder a las

necesidades de su pueblo (Sal 94.9). El Señor revela sus palabras a los «oídos» de los profetas: «Un día

antes que llegase Saúl, Jehová le había revelado al oído a Samuel, diciendo» (1 S 9.15 RVA). Cuando no

respondieron al mensaje profético, los israelitas se ensordecieron espiritualmente: «Oíd ahora esto, pueblo

necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye» (Jer 5.21). Después del cautiverio,

el pueblo experimentaría un despertar espiritual, una nueva receptividad a la Palabra de Dios que Isaías

califica de «abrirles el oído» (Is 50.5).

OÍR

אֹזֶֶן

A. Verbo

shama˓ ( 8085 , ), «oír, escuchar, atender, obedecer, publicar». El vocablo se encuentra en la

mayoría de las lenguas semíticas, incluyendo en hebreo y arameo bíblico (9 veces). Shama˓ aparece en

todos los períodos históricos del hebreo y unas 1.160 veces en la Biblia.

Básicamente este verbo significa «escuchar» con los oídos. Tiene varios matices. En Gn 37.17 un

hombre le cuenta a José que «oyó» a sus hermanos decir: «Vamos a Dotán». En otras palabras, lo que el

hombre «oyó» fue por casualidad. Shama˓ puede también usarse en el sentido de «escuchar

indiscretamente» una conversación como cuando «Sara escuchaba junto a la entrada de la tienda que

estaba detrás de» Abraham (Gn 18.10 RVA).

José pidió a sus hermanos que le «escucharan» contar sus sueños (Gn 37.6). En 1 Cr 28.2, David pidió

a su público que le «escuchara», o sea, que le dieran su total atención.

«Oír» algo puede indicar «tener conocimiento», como cuando Abimelec dice a Abraham que no sabe

de la controversia sobre los pozos porque nadie se lo ha contado y que tampoco ha «oído» hablar de ello

(Gn 21.26). Shama˓ puede además indicar «llegar a saber» o «llegar a oídos»: «Los caldeos que tenían

sitiada a Jerusalén oyeron la noticia» (Jer 37.5 LBA; cf. RVR).

Por otra parte, el término puede significar «recibir orientación». Moisés pidió que ciertas personas

impuras esperasen hasta que el Señor le diera las órdenes al respecto (Nm 9.8). Su clara intención fue más

que un simple «oír» algo; Moisés quería recibir alguna orientación del Señor.

שָמַע

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!