14.03.2022 Views

diccionario-biblico-vine-vine

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

jaimorroeo (αἱμορροέω, 131), de jaima, sangre, reo, fluir (castellano, hemorragia) significa

sufrir de un flujo de sangre (Mt 9.20: «enferma de flujo de sangre»; VM: «que padecía de flujo de

sangre»).

Notas: (1) En Mc 5.25 y Lc 8.43 se utilizan diferentes construcciones gramaticales, traducidas en la

RVR «padecía de flujo de sangre».

(2) En Hch 17.26: «de una sangre», los mss. mas comúnmente aceptados no contienen el nombre

jaima, sangre (Besson y LBA traducen «de uno»). Lo mismo sucede con Col 1.14 con la frase «por su

sangre», omitida por Besson, LBA y NVI.

SANEDRÍN

Nota: El término sunedrion se traduce «concilio» uniformemente en la RVR; se traduce «sanedrín»

o «sanhedrin» en diversas versiones en aquellos pasajes en que se trata del juicio seguido contra el Señor

por parte del consejo conocido como sanedrin. P.ej. Besson (Mt 26.59; Mc 14.55; 15.1); también en Hch

4.15; la versión BNC también traduce sanedrín en estos pasajes; véase CONCILIO, Nº 1.

SANIDAD, SANO

Véanse SANAR, SANIDAD, SANO

SANTIDAD, SANTIFICACIÓN, SANTO, SANTAMENTE,

SANTIFICAR

A. Nombres

1. jagiasmos (ἁγιασμός, 38), «santificación», significa: (a) separación para Dios (1 Co 1.30; 2 Ts

2.13; 1 P 1.2); (b) el estado que de ello resulta, la conducta apropiada por parte de aquellos así separados

(1 Ro 6.19, 22; 1 Ts 4.3,4,7; 1 Ti 2.1,5; Heb 12.14). Así, la santificación es el estado predeterminado por

Dios para los creyentes, al que en gracia Él los llama, y en el que comienzan y persisten en su curso

cristiano. Por ello reciben el nombre de «santos» (jagioi). «La santificación es aquella relación con Dios

en la que entran los hombres por la fe en Cristo (Hch 26.18; 1 Co 6.11), y para la cual el único título que

tienen es la muerte de Cristo (Ef 5.25,26; Col 1.22; Heb 10.10,29; 13.12).

La santificación también se utiliza en el NT de la separación del creyente de las cosas malas y de los

malos caminos. Esta santificación es la voluntad de Dios para el creyente (1 Ts 4.3), y su propósito al

llamarlo mediante el evangelio (v. 7); tiene que ser aprendida de Dios (v. 4), conforme Él la enseña

mediante su Palabra (Jn 17.17,19; cf. Sal 17.4; 119.9), y el creyente tiene que buscarla seria y

constantemente (1 Ti 2.15; Heb 12.14). En razón de que el carácter santo, jagiosune (1 Ts 3.13), no es

vicario, esto es, no puede ser transferido o imputado, es una posesión individual, edificada, poco a poco,

como resultado de la obediencia a la Palabra de Dios y de seguir el ejemplo de Cristo (Mt 11.29; Jn 13.15;

Ef 4.20; Flp 2.5), en el poder del Espíritu Santo (Ro 8.13; Ef 3.16).

«El Espíritu Santo es el agente en la santificación (Ro 15.16; 2 Ts 2.13; 1 P 1.2; cf. 1 Co 6.11. La

santificación del Espíritu es asociada con la elección de Dios; es un acto divino que precede a la

aceptación del evangelio por parte del individuo» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp.

115, 271).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!