La Velocidad de la Confianza (2)

luciamarquez9
from luciamarquez9 More from this publisher
14.03.2022 Views

Sorprendentemente, ninguno de los restaurantes McDonald’s situados dentro de la zona de destrucción resultó dañado. Quedaron como faros intactos en medio de las ruinas ennegrecidas. Enseguida surgió la pregunta: ¿por qué quedaron en pie todos los edificios con McDonald’s cuando casi todo lo que los rodeaba fue destruido? Las respuestas de los habitantes de la zona mostraron un elemento común: «McDonald’s se preocupa por nuestra comunidad. Apoya programas de alfabetización y deportivos. La gente joven sabe que siempre puede conseguir un trabajo en “Mickey D’s.”. Nadie querría destruir algo que hace tanto por nosotros». El sentido de responsabilidad social de McDonald’s ha creado confianza de la sociedad, y esa confianza tuvo en ese caso unos resultados claramente observables y mensurables. Toda clase de cooperación pacífica entre hom bres se basa principalm ente en la confianza m utua y sólo de form a secundaria en instituciones com o tribunales de justicia y policía. Albert Einstein E l p e z d e s c u b r e e l a g u a a l f in a l Tal vez haya oído el proverbio francés «el pez descubre el agua al final», pero ¿se ha parado a pensar qué significa? Para los peces, el agua simplemente está. Es su entorno. Los rodea. Están tan inmersos en su presencia que no son conscientes de su existencia hasta que se contamina o se seca. Las consecuencias inmediatas y dramáticas dejan claro que el agua de calidad es absolutamente esencial para su bienestar. Sin ella, los peces mueren. De un modo similar, los humanos también descubrimos la confianza al final. La confianza es una parte integral del tejido de la sociedad. Dependemos de ella. Damos por sentado que está ahí hasta que se contamina o se destruye. Es entonces cuando nos damos cuenta de que la

confianza puede ser tan vital para nuestro bienestar como lo es el agua para los peces. Sin confianza, la sociedad se encierra y acaba autodestruyéndose. El com ercio mata el m om ento y está enferm o si los hom bres no pueden confiar entre ellos. Henry Ward Beecher, escritor americano del siglo xix Esta naturaleza dominante de la confianza es la razón de que, como ya dije al principio de este libro, sea lo único que lo cambia todo. Veamos un pequeño ejemplo. Cuando conducimos, confiamos en que el resto de los conductores son competentes y van a seguir las reglas, que no están ahí para hacernos daño. Sin embargo, ¿qué ocurre si vive en una sociedad en la que cada vez que va a subir al coche tiene que preocuparse de si le han puesto una bomba, o si otros coches circulando pueden explotar, o si otros conductores pueden chocar contra usted a propósito? ¿Y si, como ha ocurrido hace poco en Washington D.C., tiene que preocuparse ante la sencilla acción de bajar del coche en una gasolinera, temiendo que en algún lugar haya un francotirador escondido? Resulta difícil imaginar un mundo sin confianza. Como sostiene Thomas Friedman en La Tierra es plana, la confianza resulta esencial para una sociedad plana o abierta. Y el objetivo principal de los terroristas es destruir esa confianza. Consiste en provocarnos temor de hacer las cosas que hacemos cada día. Si una economía global plana y abierta se desarrolla a base de conductas como hablar con franqueza, crear transparencia, corregir errores, rendir cuentas, cumplir los compromisos y extender la confianza, una sociedad cerrada y terrorista se alimenta de falsificaciones y contrarios: en el engaño, las agendas ocultas, la justificación de errores, el desprecio por los compromisos, el culpabilizar a los demás y no confiar en nadie, excepto en los que forman un «círculo íntimo». Incluso así, la confianza es frágil y se halla sujeta a los caprichos de los que están al mando.

confianza pue<strong>de</strong> ser tan vital para nuestro bienestar como lo es el agua<br />

para los peces. Sin confianza, <strong>la</strong> sociedad se encierra y acaba auto<strong>de</strong>struyéndose.<br />

El com ercio mata el m om ento y está enferm o si los hom bres<br />

no pue<strong>de</strong>n confiar entre ellos.<br />

Henry Ward Beecher, escritor americano <strong>de</strong>l siglo xix<br />

Esta naturaleza dominante <strong>de</strong> <strong>la</strong> confianza es <strong>la</strong> razón <strong>de</strong> que, como<br />

ya dije al principio <strong>de</strong> este libro, sea lo único que lo cambia todo.<br />

Veamos un pequeño ejemplo. Cuando conducimos, confiamos en<br />

que el resto <strong>de</strong> los conductores son competentes y van a seguir <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s,<br />

que no están ahí para hacernos daño. Sin embargo, ¿qué ocurre<br />

si vive en una sociedad en <strong>la</strong> que cada vez que va a subir al coche tiene<br />

que preocuparse <strong>de</strong> si le han puesto una bomba, o si otros coches<br />

circu<strong>la</strong>ndo pue<strong>de</strong>n explotar, o si otros conductores pue<strong>de</strong>n chocar<br />

contra usted a propósito? ¿Y si, como ha ocurrido hace poco en<br />

Washington D.C., tiene que preocuparse ante <strong>la</strong> sencil<strong>la</strong> acción <strong>de</strong> bajar<br />

<strong>de</strong>l coche en una gasolinera, temiendo que en algún lugar haya un<br />

francotirador escondido?<br />

Resulta difícil imaginar un mundo sin confianza. Como sostiene<br />

Thomas Friedman en <strong>La</strong> Tierra es p<strong>la</strong>na, <strong>la</strong> confianza resulta esencial<br />

para una sociedad p<strong>la</strong>na o abierta. Y el objetivo principal <strong>de</strong> los terroristas<br />

es <strong>de</strong>struir esa confianza. Consiste en provocarnos temor <strong>de</strong> hacer<br />

<strong>la</strong>s cosas que hacemos cada día. Si una economía global p<strong>la</strong>na y abierta<br />

se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> a base <strong>de</strong> conductas como hab<strong>la</strong>r con franqueza, crear<br />

transparencia, corregir errores, rendir cuentas, cumplir los compromisos<br />

y exten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> confianza, una sociedad cerrada y terrorista se alimenta<br />

<strong>de</strong> falsificaciones y contrarios: en el engaño, <strong>la</strong>s agendas ocultas, <strong>la</strong><br />

justificación <strong>de</strong> errores, el <strong>de</strong>sprecio por los compromisos, el culpabilizar<br />

a los <strong>de</strong>más y no confiar en nadie, excepto en los que forman un<br />

«círculo íntimo». Incluso así, <strong>la</strong> confianza es frágil y se hal<strong>la</strong> sujeta a los<br />

caprichos <strong>de</strong> los que están al mando.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!