La Velocidad de la Confianza (2)

luciamarquez9
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14.03.2022 Views

La conducta número 9 —clarifique expectativas— consiste en crear una visión compartida y llegar a un acuerdo por adelantado sobre qué se va a hacer. Es uno de esos comportamientos a los que rara vez se les presta suficiente atención. Lo llamo conducta de prevención porque si nos centramos en él por adelantado, evitaremos penas y dolores de cabeza más tarde. Por el contrario, si no salimos perjudicados con esta conducta de antemano, surgirán cuestiones de confianza más tarde que influirán en la velocidad y en el costo. Piense en su propia experiencia, tanto en el trabajo como en casa. ¿Cuánto tiempo y esfuerzo se derrochan porque la gente no es clara sobre sus expectativas? «Se suponía que tenías que hacer esto...» «Creía que habías dicho que hiciese aquello...» «¿Para cuándo lo querías?» «¿Qué quiere decir que se sale del presupuesto? No me lo habías dicho...» «La verdad es que nunca has dicho que no pudiese...» ¿Cuántas veces se pierde el rumbo de un proyecto porque los líderes no han sido suficientemente claros al describir el camino correcto? ¿Qué porcentaje de «bajo rendimiento» se debe en realidad a la falta de claridad sobre lo que se espera? ¿Y cuál es el efecto de todo esto en la confianza? Clarificar expectativas se basa en los principios de claridad y responsabilidad. Lo contrario de clarificar expectativas es dejarlas sin definir, asumir que ya se conocen o no revelarlas de manera que no exista una visión compartida de los resultados deseados. Así, la gente se ve obligada a suponer, preguntarse o asumir en qué pueden consistir las expectativas. Cuando los resultados se entregan pero no se valoran, todo el mundo se siente decepcionado y la confianza, la velocidad y el costo resultan perjudicados. La falsificación de clarificar expectativas consiste en crear «humo y espejos», es decir, dedicar falsas alabanzas al hecho de clarificar expectativas, pero no concretar los elementos específicos (resultados, fechas límite o dólares y centavos) que faciliten la contabilidad significativa. O tiene que ver con la fluctuación de las expectativas situacionales que

cambian en función de los recuerdos o las interpretaciones de la gente, o lo que es oportuno o conveniente en el momento. Clarificar expectativas puede suponer un reto. En nuestros programas de «La velocidad de la confianza», en ocasiones realizamos un ejercicio en grupos reducidos: los participantes tienen que confeccionar una lista con las diez palabras que les vengan a la mente para responder a la pregunta «¿Qué es la confianza?». Sorprendentemente, aunque «confianza» es un término muy utilizado, resulta habitual que las seis o siete personas de cada grupo no coincidan en más de dos o tres palabras. Creo que esto da una idea de la dificultad de clarificar expectativas. Cada uno de nosotros aportamos un significado distinto al lenguaje y a la experiencia. El significado no está en las cosas; ni siquiera necesariamente en las palabras. El significado está en las personas. Así, aunque usted y yo coincidamos en algo, tenemos que asegurarnos de que entendemos del mismo modo las palabras que utilicemos. Una de las razones por las que el impacto de clarificar expectativas resulta tan decisivo es que en cada relación —de forma explícita o implícita, entendida o no— hay expectativas. Y el grado en que esas expectativas se cumplen o se quebrantan influye en la confianza. De hecho, las expectativas no clarificadas constituyen una de las razones principales por las que se rompe la confianza, puesto que las expectativas no cumplidas (como ocurrió en el caso de Jeri y McKinlee) casi siempre se convierten en cuestiones de confianza: «No has cumplido con tu obligación», «No has hecho lo que dijiste que ibas a hacer». C l a r i f i q u e e x p e c t a t i v a s e n l o s n e g o c i o s En una ocasión, alguien me preguntó por qué ponemos por escrito los acuerdos de negocios si confiamos en la otra parte. Mi respuesta fue, y es, que los acuerdos identifican y clarifican las expectativas, lo que ayuda a conservar —e incluso a fomentar— la confianza a largo plazo. Conozco varios casos de tratos con «apretón de manos» que no han llegado a nada porque nunca se clarificaron las expectativas más allá del

<strong>La</strong> conducta número 9 —c<strong>la</strong>rifique expectativas— consiste en crear<br />

una visión compartida y llegar a un acuerdo por a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntado sobre qué se<br />

va a hacer. Es uno <strong>de</strong> esos comportamientos a los que rara vez se les<br />

presta suficiente atención. Lo l<strong>la</strong>mo conducta <strong>de</strong> prevención porque<br />

si nos centramos en él por a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntado, evitaremos penas y dolores <strong>de</strong> cabeza<br />

más tar<strong>de</strong>. Por el contrario, si no salimos perjudicados con esta<br />

conducta <strong>de</strong> antemano, surgirán cuestiones <strong>de</strong> confianza más tar<strong>de</strong> que<br />

influirán en <strong>la</strong> velocidad y en el costo.<br />

Piense en su propia experiencia, tanto en el trabajo como en casa.<br />

¿Cuánto tiempo y esfuerzo se <strong>de</strong>rrochan porque <strong>la</strong> gente no es c<strong>la</strong>ra<br />

sobre sus expectativas? «Se suponía que tenías que hacer esto...»<br />

«Creía que habías dicho que hiciese aquello...» «¿Para cuándo lo querías?»<br />

«¿Qué quiere <strong>de</strong>cir que se sale <strong>de</strong>l presupuesto? No me lo habías<br />

dicho...» «<strong>La</strong> verdad es que nunca has dicho que no pudiese...»<br />

¿Cuántas veces se pier<strong>de</strong> el rumbo <strong>de</strong> un proyecto porque los lí<strong>de</strong>res<br />

no han sido suficientemente c<strong>la</strong>ros al <strong>de</strong>scribir el camino correcto?<br />

¿Qué porcentaje <strong>de</strong> «bajo rendimiento» se <strong>de</strong>be en realidad a <strong>la</strong> falta<br />

<strong>de</strong> c<strong>la</strong>ridad sobre lo que se espera? ¿Y cuál es el efecto <strong>de</strong> todo esto en<br />

<strong>la</strong> confianza?<br />

C<strong>la</strong>rificar expectativas se basa en los principios <strong>de</strong> c<strong>la</strong>ridad y responsabilidad.<br />

Lo contrario <strong>de</strong> c<strong>la</strong>rificar expectativas es <strong>de</strong>jar<strong>la</strong>s sin <strong>de</strong>finir,<br />

asumir que ya se conocen o no reve<strong>la</strong>r<strong>la</strong>s <strong>de</strong> manera que no exista<br />

una visión compartida <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong>seados. Así, <strong>la</strong> gente se ve<br />

obligada a suponer, preguntarse o asumir en qué pue<strong>de</strong>n consistir <strong>la</strong>s<br />

expectativas. Cuando los resultados se entregan pero no se valoran,<br />

todo el mundo se siente <strong>de</strong>cepcionado y <strong>la</strong> confianza, <strong>la</strong> velocidad y el<br />

costo resultan perjudicados.<br />

<strong>La</strong> falsificación <strong>de</strong> c<strong>la</strong>rificar expectativas consiste en crear «humo y<br />

espejos», es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>dicar falsas a<strong>la</strong>banzas al hecho <strong>de</strong> c<strong>la</strong>rificar expectativas,<br />

pero no concretar los elementos específicos (resultados, fechas<br />

límite o dó<strong>la</strong>res y centavos) que faciliten <strong>la</strong> contabilidad significativa.<br />

O tiene que ver con <strong>la</strong> fluctuación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s expectativas situacionales que

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