La Velocidad de la Confianza (2)
siado dolor, de modo que pasan por alto los indicios, miran a otro lado, no se enfrentan a su hijo (en lugar de reconocer el problema y pasar rápidamente a la acción que podría salvarlo de una adicción seria). En algunos casos la gente no quiere perder la imagen. Lo comprobé claramente en una ocasión en que asesoré a una familia que tenía graves problemas económicos. Sus ingresos de pronto habían sufrido un enorme bajón, pero se obstinaban en vivir con el mismo estilo de vida que les proporcionaban sus anteriores ingresos. En resumidas cuentas, se sentían avergonzados. Estaban preocupados por no parecer tan prósperos como lo habían sido y les angustiaba perder la imagen ante sus amigos, de modo que seguían procurando tapar la situación gastando sus ahorros e incurriendo en deudas. Pero la realidad era que si continuaban por este camino se arruinarían y se pondrían en una situación desesperada. No querían plantar cara a esa realidad, de modo que habían escondido la cabeza bajo el ala. Costó muchos consejos, meses de conversaciones sinceras, pero al final reconocieron la realidad de su situación y emprendieron los pasos necesarios para afrontarla. Por mi experiencia, tanto personal como profesional, he aprendido que uno no ha de esperar para enfrentar la realidad. No se vuelve más fácil. No mejora. Y, en algunos casos, si no se obtiene la información pertinente de la gente y no se actúa con velocidad, uno empieza a perder opciones. El control de la situación empeora. Según un estudio de Mercer Human Resource Consulting, sólo 39% de los empleados cree que la alta dirección de la empresa hace un buen trabajo enfrentándose a los problemas «antes de que empeoren». 1 ¡Piense en el costo! Lo efectivo que sería enfrentarse a los problemas pronto, cuando el costo de abordarlos es relativamente bajo. Lo esencial es lo siguiente: no tenga miedo de dar malas noticias. No se sienta como si tuviera que adornarlo todo con un enfoque positivo. No hay duda de que no quiere encontrarse en el extremo derecho de la curva de campana diciendo: «¡Esto es horrible y todos vamos a morir!». Pero, como señala Jim Collins, puede «enfrentar la cruda realidad pero sin perder nunca la fe». En realidad, las empresas (y los directivos) que estudió y que iban de bien a mejor hacían eso precisa-
mente, y su actitud se convirtió en fuente de su solidez. Collins decía lo siguiente: Al enfrentar la cruda realidad, las empresas que iban de bien a mejor acababan siendo más sólidas y más fuertes, no más débiles y más descorazonadas. Existe una sensación de euforia que surge de afrontar directamente la dura verdad y de decir: «Nunca nos rendiremos. Nunca cederemos. Puede que lleve mucho tiempo, pero encontraremos la manera de vencer». Asimismo, puedes decir: «Estos son los hechos, enfrentémoslos. También déjenme decirles por qué venceremos». O: «He aquí cómo creo que podemos sacar adelante este equipo».12 C o n s e j o s p r á c t i c o s El «punto óptimo» para enfrentar la realidad refleja claramente el criterio que surge de la relación de los cuatro núcleos. En el lado izquierdo de la curva se ignora el enfrentamiento o, como mucho, se diluye. Es demasiado pusilánime para ser efectivo. O tal vez haya enfrentamiento, pero no completo. Avanzar hacia el «punto óptimo» se hace aumentando el valor (integridad), mejorando en las intenciones, esforzándose en las aptitudes para la confianza (capacidades) y ganando confianza a través de la experiencia con los resultados de afrontar la realidad. En el lado derecho de la curva, la gente se enfrenta contra otra gente en lugar de hacerlo con los problemas (y a veces de forma cruel). O caen en el extremismo («¡Esto es horrible y todos vamos a morir!») o en el victimismo («Esta situación es lamentable y no hay nada que yo pueda hacer»). De nuevo, fortalecer los cuatro núcleos es la clave. En nuestro esfuerzo por mejorar nuestro enfrentamiento con la realidad, tal vez quiera tener en cuenta las siguientes ideas: • • La próxima vez que no se sienta dispuesto a enfrentar la realidad en el trabajo o en el hogar, explore sus sensaciones. ¿Duda a causa del miedo a los resultados o del miedo al dolor? Tenga en cuen-
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fácil. No mejora. Y, en algunos casos, si no se obtiene <strong>la</strong> información<br />
pertinente <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente y no se actúa con velocidad, uno empieza a per<strong>de</strong>r<br />
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Según un estudio <strong>de</strong> Mercer Human Resource Consulting, sólo<br />
39% <strong>de</strong> los empleados cree que <strong>la</strong> alta dirección <strong>de</strong> <strong>la</strong> empresa hace un<br />
buen trabajo enfrentándose a los problemas «antes <strong>de</strong> que empeoren». 1<br />
¡Piense en el costo! Lo efectivo que sería enfrentarse a los problemas<br />
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Lo esencial es lo siguiente: no tenga miedo <strong>de</strong> dar ma<strong>la</strong>s noticias.<br />
No se sienta como si tuviera que adornarlo todo con un enfoque positivo.<br />
No hay duda <strong>de</strong> que no quiere encontrarse en el extremo <strong>de</strong>recho<br />
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