La Velocidad de la Confianza (2)

luciamarquez9
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14.03.2022 Views

¿Qué clase de consecuencias está teniendo esto en la confianza y en la velocidad y los costos necesarios para que las empresas hagan las cosas? Actuar por el bien de los demás es un comportamiento que suele surgir típicamente cuando se tiene el interés como motivación y el beneficio mutuo como prioridad. Sin embargo, hay momentos en que la conducta observable que transmite un mensaje es, en realidad, un acto de duplicidad o engaño. Es la actuación de una persona que dice «Me preocupas», cuando piensa «Realmente, me preocupas menos, pero quiero proyectar la imagen de que me intereso». No olvidemos que el verdadero comportamiento aquí es la falsedad y esto es lo que casi siempre acaba transmitiéndose al final. La actuación no se sostiene y la destrucción de la credibilidad —y, a la larga, de la confianza— que lleva aparejada es inmensa. La n o r m a d e c o n d u c t a d e l f i d u c i a r i o Cuando creemos que las personas actúan sinceramente por nuestro bien, solemos confiar en ellas. Cuando creemos que no están actuando por nuestro bien, no confiamos en ellas. Es así de sencillo. Pensemos en la palabra «fiduciario». Un «administrador fiduciario» es una persona a la que se le concede autoridad legal para gestionar dinero o propiedades en nombre de otra. La norma de conducta de los administradores fiduciarios es actuar «velando por el interés» de la persona que representa. La etimología de la palabra «fiducia» es el vocablo latino fides, que significa «fe» o «confianza»; se «tiene fe», se «confía» en esa persona para que lo haga. Es lo que denomino la «norma de conducta del administrador fiduciario»: actuar velando por el interés de los demás. Pensemos, por ejemplo, en todo el tema del sindicalismo. Los sindicatos son una realidad en la mayor parte de la vida empresarial mundial y no son necesariamente negativos. Representan a buenas personas y

suelen encontrarse en grandes empresas como Southwest, Toyota y Saturn. Pero la razón básica por la que se forman la mayor parte de los sindicatos (sobre todo en Estados Unidos) es que los grupos de trabajadores no confían en que la dirección vele por sus intereses. En otras palabras, los trabajadores creen que deben organizarse para velar por sus intereses porque la dirección no lo hace. Por consiguiente, el sindicalismo en sí es, generalmente, fruto de la desconfianza y surge porque se percibe una violación de la norma de conducta del administrador fiduciario. Creo que en toda buena em presa tiene que existir realm ente [...] una relación de asociación con los em pleados. Es preciso trabajar velando p o r sus intereses... y, a la larga, acabará repercutiendo en la empresa. S am Walton, fundador de Wal-Mart y Sam’s Club12 U n a m a l a e j e c u c ió n d e u n a b u e n a i n t e n c i ó n Es importante tener presente que, en ocasiones, lamentablemente, las conductas desafortunadas resultan ser malas ejecuciones de una buena intención. ¡Está claro que sucedió eso cuando mi padre dejó tirada a mi madre en la autopista! Tenía buenas intenciones, pero no las ejecutó bien. También sería bueno tener presente que las personas, por lo general, suelen juzgarnos —y nosotros a ellas— con arreglo a las conductas observables. Por lo tanto, es necesario hacer todo lo posible para garantizar que nuestro comportamiento refleja con exactitud nuestras verdaderas motivaciones y prioridades. Asimismo, hay que tener cuidado a la hora de juzgar a los demás. Tengo un amigo que atribuye constantemente motivaciones negativas a los conductores que exhiben conductas que él considera inapropiadas (como cortarle el paso) en la carretera. Su mujer siempre sugiere otras

¿Qué c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> consecuencias está teniendo esto en <strong>la</strong> confianza y<br />

en <strong>la</strong> velocidad y los costos necesarios para que <strong>la</strong>s empresas hagan <strong>la</strong>s<br />

cosas?<br />

Actuar por el bien <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más es un comportamiento que suele<br />

surgir típicamente cuando se tiene el interés como motivación y el beneficio<br />

mutuo como prioridad. Sin embargo, hay momentos en que <strong>la</strong><br />

conducta observable que transmite un mensaje es, en realidad, un acto<br />

<strong>de</strong> duplicidad o engaño. Es <strong>la</strong> actuación <strong>de</strong> una persona que dice «Me<br />

preocupas», cuando piensa «Realmente, me preocupas menos, pero<br />

quiero proyectar <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> que me intereso». No olvi<strong>de</strong>mos que el<br />

verda<strong>de</strong>ro comportamiento aquí es <strong>la</strong> falsedad y esto es lo que casi siempre<br />

acaba transmitiéndose al final. <strong>La</strong> actuación no se sostiene y <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> credibilidad —y, a <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga, <strong>de</strong> <strong>la</strong> confianza— que lleva<br />

aparejada es inmensa.<br />

<strong>La</strong> n o r m a d e c o n d u c t a d e l f i d u c i a r i o<br />

Cuando creemos que <strong>la</strong>s personas actúan sinceramente por nuestro<br />

bien, solemos confiar en el<strong>la</strong>s. Cuando creemos que no están actuando<br />

por nuestro bien, no confiamos en el<strong>la</strong>s.<br />

Es así <strong>de</strong> sencillo.<br />

Pensemos en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra «fiduciario». Un «administrador fiduciario»<br />

es una persona a <strong>la</strong> que se le conce<strong>de</strong> autoridad legal para gestionar dinero<br />

o propieda<strong>de</strong>s en nombre <strong>de</strong> otra. <strong>La</strong> norma <strong>de</strong> conducta <strong>de</strong> los<br />

administradores fiduciarios es actuar «ve<strong>la</strong>ndo por el interés» <strong>de</strong> <strong>la</strong> persona<br />

que representa. <strong>La</strong> etimología <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra «fiducia» es el vocablo<br />

<strong>la</strong>tino fi<strong>de</strong>s, que significa «fe» o «confianza»; se «tiene fe», se «confía»<br />

en esa persona para que lo haga. Es lo que <strong>de</strong>nomino <strong>la</strong> «norma <strong>de</strong> conducta<br />

<strong>de</strong>l administrador fiduciario»: actuar ve<strong>la</strong>ndo por el interés <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>más.<br />

Pensemos, por ejemplo, en todo el tema <strong>de</strong>l sindicalismo. Los sindicatos<br />

son una realidad en <strong>la</strong> mayor parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida empresarial mundial<br />

y no son necesariamente negativos. Representan a buenas personas y

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