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Organizaciones y sectores: impacto de la pandemia por COVID-19

La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha generado efectos muy adversos en las diferentes economías del mundo. En México se han manifestado en la con- tracción de la producción en los diferentes niveles de actividad económica, con pérdida importante de empleos. Con información estadística del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que publica la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en este capítulo se analizan los efectos que la pandemia por la COVID-19 ha tenido en la actividad económica y la pérdida de empleos por subdivisión de actividad y por entidad federativa, y la posibilidad de recuperación de los empleos perdidos en el corto plazo. Se argumenta que la economía mexicana se encontraba en una clara trayectoria descendente en su producción, que se agudizó con la crisis sanitaria que enfrenta México y el mundo y que se ha manifestado en la mayoría de las entidades federativas. De ahí que las posibilidades de recuperación de la actividad económica en las entidades federativas en el corto plazo estarán supeditadas al control del número de contagios y la forma en que avance la aplicación de la vacuna contra el COVID-19. Palabras clave: COVID-19, empleos perdidos, producción, subdivisión de actividad, entidades federativas.

La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha generado efectos muy adversos en las diferentes economías del mundo. En México se han manifestado en la con- tracción de la producción en los diferentes niveles de actividad económica, con pérdida importante de empleos. Con información estadística del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que publica la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en este capítulo se analizan los efectos que la pandemia por la COVID-19 ha tenido en la actividad económica y la pérdida de empleos por subdivisión de actividad y por entidad federativa, y la posibilidad de recuperación de los empleos perdidos en el corto plazo. Se argumenta que la economía mexicana se encontraba en una clara trayectoria descendente en su producción, que se agudizó con la crisis sanitaria que enfrenta México y el mundo y que se ha manifestado en la mayoría de las entidades federativas. De ahí que las posibilidades de recuperación de la actividad económica en las entidades federativas en el corto plazo estarán supeditadas al control del número de contagios y la forma en que avance la aplicación de la vacuna contra el COVID-19.
Palabras clave: COVID-19, empleos perdidos, producción, subdivisión de actividad, entidades federativas.

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Organizaciones y sectores: impacto de la pandemia por COVID-19 | 47

en gran medida se explica por su especialización productiva

concentrada en el turismo y las actividades manufactureras,

por su alta dependencia del exterior, así como por las especificidades

de sus mercados laborales, que se caracterizan

por altas tasas de informalidad, segmentaciones por región,

género, edad y etnia, y por la carencia de un seguro de

desempleo, todo esto acompañado de salarios reales bajos.

Para la economía mexicana, el impacto que la pandemia

ha tenido en el sector manufacturero ha sido uno de los más

importantes, especialmente en el empleo. Weller (2020)

señala que el empleo de las industrias manufacturera y de

la construcción se encuentran entre los más golpeados por

la pandemia; destaca además que el inminente cierre de

empresas provocará la eliminación de manera permanente

de empleos formales accesibles para personas de niveles

intermedios de educación formal, con lo que el empleo de

este segmento de la fuerza de trabajo podría concentrarse

en el sector informal y/o empleos de baja productividad.

En este mismo sentido, Herrera (2020) destaca el impacto

negativo sobre el empleo formal de las medidas instrumentadas

para contener la propagación del COVID-19. Enfatiza

que las industrias de transformación, que aportan 27% del

empleo formal total del país, han perdido 4.4% del total de

las plazas registradas ante el IMSS al cierre de febrero del

2020; mientras que en el sector del comercio, que concentra

20% de los empleos formales, la pérdida ha sido de 3.2%.

Por su parte, Mendoza Cota (2020) destaca que la crisis

generada por la pandemia del COVID-19 ha golpeado severamente

al mercado laboral en México, por lo que en el corto

plazo la economía mexicana experimentará un periodo de

estancamiento en los niveles de ocupación de la población

económicamente activa, con la posibilidad de recuperarse

hacia el primer trimestre del 2021; derivado de ello, se anticipan

mayores niveles de pobreza laboral en el país.

Un tema central para la industria automotriz, dada su

estructura y su forma de operación en el mundo, es el de

las cadenas globales de valor, que también se han visto

perjudicadas de forma muy importante en su operación como

resultado del cierre de empresas productoras y exportadoras

de bienes intermedios del sector, del estancamiento de muchas

economías, de la pérdida de dinamismo del comercio

internacional y la alta volatilidad generada por la pandemia

del COVID-19. En este sentido, las restricciones al transporte

internacional que han adoptado muchos países con la llegada

del COVID-19 han propiciado, de acuerdo con la CEPAL

(2020), perturbaciones en las cadenas globales de valor, lo

que ha provocado la caída más importante en los últimos 11

años de las manufacturas mundiales.

2. Impacto de la pandemia en el

sector automotriz en el mundo

El 31 de diciembre del 2019 la Comisión Municipal de Salud

de Wuhan, provincia de Hubei en China, informó sobre un

grupo de casos de neumonía en la ciudad, para posteriormente

determinar que habían sido causados por un nuevo

coronavirus. El 13 de enero del 2020 se confirmó oficialmente

el primer caso de COVID-19 registrado fuera de China, en

Tailandia. A partir de ahí la propagación del virus se dio de

forma acelerada hacia prácticamente todo el mundo y finalmente,

el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud

determinó que la COVID-19 debía caracterizarse como una

pandemia (OMS, 2020).

Dada la facilidad con la que se transmite el virus, desde

inicios del 2020 la pandemia por COVID-19 se ha extendido,

de forma casi exponencial, por todo el planeta, lo que ha

puesto en inminente riesgo de contagio a la población mundial,

afectando a prácticamente todos los países del mundo

e infectando a 98’258,701 personas y con un registro de

2’110,029 fallecidos (cifras al 23 de enero del 2021) (RTVE,

2021). Estos son los datos a un año del reconocimiento de

los primeros casos y con una expectativa aún poco favorable

para que la pandemia pueda ser contenida en su totalidad

en los próximos meses.

La extensión de la pandemia por el COVID-19, a más de

un año, ha tenido efectos devastadores para las diferentes

economías del mundo y especialmente para los diversos

sectores productivos; sobre todo por las medidas de distanciamiento

social, el confinamiento al que se ha sometido a

gran parte de la población por periodos de más allá de 120

días, las restricciones al tránsito internacional de pasajeros

y el paro de gran parte de las actividades productivas consideradas

como no-esenciales, todas ellas con la finalidad de

disminuir los contagios y la propagación del virus.

Así, al analizar el caso específico del impacto que la

pandemia ha tenido en la industria automotriz, debe destacarse

su origen, China, sobre todo porque este país desde

hace poco más de una década se convirtió en el principal

productor y en el principal mercado de consumo de vehículos

en el mundo. Más allá de esto, China representa un papel

central para la industria automotriz, porque este país asiático

es considerado el mayor productor y proveedor de autopartes

para la manufactura de muchas de las unidades producidas

en el resto del mundo.

En el 2019 en el mundo se produjeron 91.7 millones de

vehículos, de ellos poco más de 25.7 millones fueron manufacturados

en China, lo que representa 28% del total. La

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