COLOMBIA UN PAÍS DONDE NO SE RESPETAN LOS DERECHOS HUMANOS
Colombia es un país donde los derechos humanos no son tenidos en cuenta y donde la clase política solo busca el usufructo personal. Las masacres son el pan de cada día de personas que protestan contra el gobierno de turno, por la carencia de políticas que permitan acabar con la violencia, propiciada por los insurgentes, las bandas criminales y el narcotráfico.
Colombia es un paraíso para la impunidad ya que muchos políticos están involucrados en actividades delincuenciales y donde la corrupción pública es imperante.
En el libro se presenta una radiografía cruda de la realidad haciendo hincapié en que se busquen alternativas para que el proceso de paz siga su curso.
La clase dirigente terrateniente se ha encargado de contribuir con el desplazamiento forzado de familias campesinas que tienen que huir de los conflictos abandonando sus predios, los cuales terminan en manos de hacendados que patrocinan a quienes llegan al poder para mantener sus privilegios.
Los candidatos presidenciales se agrupan disfrazando sus campañas en una falsa moral, que a la postre terminará manteniéndose en el poder en una nación donde las prácticas nepóticas y la contratación pública se realiza a dedo.
Colombia es un país donde los derechos humanos no son tenidos en cuenta y donde la clase política solo busca el usufructo personal. Las masacres son el pan de cada día de personas que protestan contra el gobierno de turno, por la carencia de políticas que permitan acabar con la violencia, propiciada por los insurgentes, las bandas criminales y el narcotráfico.
Colombia es un paraíso para la impunidad ya que muchos políticos están involucrados en actividades delincuenciales y donde la corrupción pública es imperante.
En el libro se presenta una radiografía cruda de la realidad haciendo hincapié en que se busquen alternativas para que el proceso de paz siga su curso.
La clase dirigente terrateniente se ha encargado de contribuir con el desplazamiento forzado de familias campesinas que tienen que huir de los conflictos abandonando sus predios, los cuales terminan en manos de hacendados que patrocinan a quienes llegan al poder para mantener sus privilegios.
Los candidatos presidenciales se agrupan disfrazando sus campañas en una falsa moral, que a la postre terminará manteniéndose en el poder en una nación donde las prácticas nepóticas y la contratación pública se realiza a dedo.
Soy un hombre honesto, puntual, respetuoso, entregado,dedicado con gran sentido de pertenencia, emprendedor,excelente trabajador tanto en equipo como individual,perfeccionista, me gusta aprender, siempre doy lo mejor de míen todo lo que hago por eso cada cosa que hago refleja miesfuerzo y dedicación, no me quedo con nada siempre meencuentro indagando a fondo sobre cada tema para asíaprender más y poder perfeccionarme en lo que me desempeñemejorando cada vez más, soy una persona de empuje. Me heformado en sistemas , inglés, artes gráficas, diseño industrial yprofesional en mantenimiento de motocicletas.Colombia es un país donde los derechos humanos no sontenidos en cuenta y donde la clase política solo busca elusufructo personal. Las masacres son el pan de cada día depersonas que protestan contra el gobierno de turno, por lacarencia de políticas que permitan acabar con la violencia,propiciada por los insurgentes, las bandas criminales y elnarcotráfico.Colombia es un paraíso para la impunidad ya que muchospolíticos están involucrados en actividades delincuenciales ydonde la corrupción pública es imperante.En el libro se presenta una radiografía cruda de la realidadhaciendo hincapié en que se busquen alternativas para que elproceso de paz siga su curso.La clase dirigente terrateniente se ha encargado de contribuircon el desplazamiento forzado de familias campesinas quetienen que huir de los conflictos abandonando sus predios, loscuales terminan en manos de hacendados que patrocinan aquienes llegan al poder para mantener sus privilegios.Los candidatos presidenciales se agrupan disfrazando suscampañas en una falsa moral, que a la postre terminarámanteniéndose en el poder en una nación donde las prácticasnepóticas y la contratación pública se realiza a dedo.COLOMBIA UN PAÍS DONDE NO SE RESPETAN LOS DERRECHOS HUMANOS David Ricardo Camargo Cubillos
Soy un hombre honesto, puntual, respetuoso, entregado,
dedicado con gran sentido de pertenencia, emprendedor,
excelente trabajador tanto en equipo como individual,
perfeccionista, me gusta aprender, siempre doy lo mejor de mí
en todo lo que hago por eso cada cosa que hago refleja mi
esfuerzo y dedicación, no me quedo con nada siempre me
encuentro indagando a fondo sobre cada tema para así
aprender más y poder perfeccionarme en lo que me desempeñe
mejorando cada vez más, soy una persona de empuje. Me he
formado en sistemas , inglés, artes gráficas, diseño industrial y
profesional en mantenimiento de motocicletas.
Colombia es un país donde los derechos humanos no son
tenidos en cuenta y donde la clase política solo busca el
usufructo personal. Las masacres son el pan de cada día de
personas que protestan contra el gobierno de turno, por la
carencia de políticas que permitan acabar con la violencia,
propiciada por los insurgentes, las bandas criminales y el
narcotráfico.
Colombia es un paraíso para la impunidad ya que muchos
políticos están involucrados en actividades delincuenciales y
donde la corrupción pública es imperante.
En el libro se presenta una radiografía cruda de la realidad
haciendo hincapié en que se busquen alternativas para que el
proceso de paz siga su curso.
La clase dirigente terrateniente se ha encargado de contribuir
con el desplazamiento forzado de familias campesinas que
tienen que huir de los conflictos abandonando sus predios, los
cuales terminan en manos de hacendados que patrocinan a
quienes llegan al poder para mantener sus privilegios.
Los candidatos presidenciales se agrupan disfrazando sus
campañas en una falsa moral, que a la postre terminará
manteniéndose en el poder en una nación donde las prácticas
nepóticas y la contratación pública se realiza a dedo.
COLOMBIA UN PAÍS DONDE NO SE RESPETAN LOS DERRECHOS HUMANOS David Ricardo Camargo Cubillos