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Anillo
de Oro
Yaroslavl
Suzdal
Los pueblos rusos antiguos — Anillo de Oro — revelan la verdadera historia de Rusia. Ellos son tesorerías de la arquitectura nacional
rusa, custodios de monumentos de perfección y belleza sin par.
La mayoría de los pueblos aparecieron en los siglos IX - XII en los lugares de confluencia de los ríos, en las orillas altas o junto
a los lagos grandes. Sus constructores aprovecharon las ventajas naturales, fundiendo el paisaje y el diseño arquitectónico en
una armonía que dio a los pueblos la apariencia excepcionalmente pintoresca y majestuosa. Para protegerse de las invasiones de
numerosos enemigos, estas comunidades de artesanos se fortificaron y se convirtieron en ciudadelas poderosas. Los pueblos iban
extendiéndose y desarrollándose en los centros económicos, políticos y culturales de sus provincias.
Empezando desde el noreste de Moscú, dicha ruta se extiende formando un anillo alrededor del espacio que existe entre los ríos
Volga y Oká , atravesando las antiguas ciudades rusas de Serguiev Posad (antigua Zagorsk) , Rostov el Grande , Yaroslavl , Kostromá,
Suzdal, así como Vladimir.
Según la leyenda esta cuidad fue fundada a principios del s. XI por el príncipe Yaroslavl
el Sabio en el lugar en el que el príncipe mató un oso (que ahora se encuentra en el
escudo de la ciudad). Gracias a su posición geográfica ventajosa en la ruta comercial del
Volga, Yaroslavl adquiría cada vez más importancia. Su siglo de oro empezó cuando se
hizo parte del principado de Moscú en 1463.
Empezando con esa fecha, la historia de Yaroslavl se puede observar en sus monumentos
arquitectónicos. Entre ellos merece una mención el conjunto del monasterio de la
Transfiguracíon de San Salvador (s. XIII), la iglesia de Elías el Profeta con los frescos
sorprendentes en su realismo, así como los antiguos edificios administrativos, unas
mansiones, la cámara del Mitropolito, la elegante rotonda y los restos de la Casa de
Huéspedes (el centro comercial antiguo), construidos ya en la época del clasicismo.
Entre sus lugares de interés se puede nombrar el teatro de Drama, el primer teatro
nacional de Rusia fundado en la mitad del s. XVIII por Fiodor Volkov, cuyo nombre
lleva actualmente, y el museo de Arte que posee casi 8.000 obras de pintura, escultura
y arte gráfico rusos.
Suzdal es una ciudad-museo cuyos monumentos arquitectónicos constituyen un conjunto
magnífico y armonioso. La primera mención de Suzdal se encuentra en una crónica del ańo
1024, aunque se conoce que había crecido en el mismo lugar que un pueblo más antiguo.
Los siglos que volaron encima de ella han dejado su huella en forma de monumentos
preciosos de la arquitectura rusa temprana.
El centro histórico de la ciudad es terraplén del Kremlin (s. XI) y la catedral de la Natividad
de la Virgen Santa (1222-1225) que llama la atención con su cúpula azul, adornada con
estrellas y las verjas doradas de las puertas.
De enorme interés son las iglesias, cada una de las cuales es única, y los conjuntos
arquitectónicos de los monasterios antiguos asociados con muchos episodios de la historia
rusa.
El monasterio de San Salvador y San Eufímeo, el más grande de Suzdal, aloja una exposición
del arte decorativo ruso de los siglos XII - XX; además en su recinto está la prisión del
monasterio convertida en un museo con el departamento especial de libros raros que
expone libros de los siglos XV - XVIII y libros impresos en el siglo XVI y más tarde.
Cerca del Kremlin está el Museo de la Arquitectura de Madera y la Vida Rural. Aquí
uno puede ver las iglesias, molinos y viviendas, monumentos del pasado remoto que
conservaron su aspecto característico.
Sergiev Posad
(ex Zagorsk)
Rostov
el Grande
Kostromá
Vladimir
La fundación del pueblo de Sergiev Posad se remonta al s. XIV, tiempo de la edificación
del monasterio de la Santa Trinidad y San Sergio, una perla de la arquitectura rusa
temprana. La majestuosidad y grandeza de este conjunto arquitectónico despiertan
invariablemente la admiración sincera.
Muchos eventos en la historia del principado de Moscú están vinculados con el
monasterio. Fue allí donde el ejército ruso dirigido por el príncipe Dmitry Donskoi
fue bendecido antes de salir para la batalla contra los tártaros. En 1609-1610 tres mil
defensores del monasterio resistieron un sitio de 16 meses durante la intervención
polaco - lituana. Más tarde el zar Pedro el Grande detrás de sus muros encontró el
refugio durante el motín de los streltsi (arcabuceros).
En los ańos soviéticos el monasterio fue proclamado patrimonio nacional. Es conocido
entre los extranjeros como “Vaticano Ruso”, por ser sede del Patriarca de Toda Rusia,
centro de la Iglesia Ortodoxa.
La llaman milagro en la Tierra, una sinfonía en piedra, la ciudad eterna de Rusia.
Sube como una visión entre las llanuras amplias de Rusia, una ciudad - maravilla en el lago
Nero. Muchas de sus edificaciones, construidas en los primeros siglos de su historia se
destruyeron con el tiempo, otras fueron quemadas o arruinadas por los invasores. La fama
llegó a Rostov en el siglo XVII con la construcción de su Kremlin, una obra maestra de
arquitectura que despierta la admiración de todo el mundo. Rodeado por muros poderosos,
sube por encima de la ciudad con sus torres blancas e iglesias, sus tejados cubiertos con la
teja plateada y cúpulas doradas.
Particularmente atractiva es la iglesia de la Odigitria (1698) construida en el estilo llamado el
barroco de Naryshkin. El lugar de honor pertenece ciertamente a la catedral de la Asunción
con el campanario de los finales del s. XVI, el más antiguo de los edificios del Kremlin.
Estando en el Kremlin, uno puede pasar por el Museo del Arte Popular. Los iconos, esmaltes
de Rostov, muebles, mesas, ruecas y ejemplos de tallado de madera expuestos aquí
demuestran el gusto excelente y la habilidad alta de los artistas populares rusos.
Se localiza a orillas del río Volga a 330 km. de Moscú y fue fundada en 1152 por el príncipe
Yuri Dolgoruki, igual que Moscú. En el curso de los siglos la ciudad luchó con diferentes
desgracias, tales como guerras con los invasores mongoles e internas entre los principados,
invasión polaco-lituana e incendios horribles. Y cada vez volvía a surgir de las cenizas.
En 1778 Kostromá se convirtió en el centro provincial y fue aprobado el plan general del
desarrollo de la ciudad, según el cual las calles radiales confluyeron en la plaza central con
el gran centro comercial en la orilla del Volga. La Kostromá de hoy es una ciudad única en
Rusia, que logró conservar la planificación y el conjunto arquitectónico formado en su parte
central durante el s.XVIII - principios del s. XIX. El rasgo característico de la parte vieja de
Kostromá es la abundancia de casas de madera.
La atracción principal de la ciudad es el monasterio Ipatievski, fundado en los ańos 1330
en la confluencia de dos ríos: Volga y Kostromá. En este monasterio Mikhail Romanov, el
primero de la dinastía de los Romanov, fue nombrado zar de Rusia. La gloria del conjunto
del monasterio es la catedral de cinco cúpulas de la Santa Trinidad, que data de la mitad
del s. XVI. La pintura de los muros se considera una de las joyas artísticas más apreciadas
del país. Con ella se combina el retablo barroco de madera hecho por los artesanos locales,
que incluye 80 iconos. Otro orgullo de Kostromá es la iglesia de San Salvador en Debre del
s.XVII con su imagen festiva multicolor.
Uno de los pueblos rusos más antiguos, fundado por el príncipe Vladimir Monómaco
de Kíev en 1108 y lleva su nombre. Una señal característica de la época es la Puerta de
Oro, de piedra blanca (1164), el monumento único de la ingeniería militar que toma su
nombre de las puertas Doradas de Kíev.
Uno de los lugares de interés de Vladimir es la catedral de la Asunción (1158-1160), su
cúpula deslumbradora vista desde lejos parece el casco de un guerrero gigante que
guarda la ciudad. Todo evoca la admiración aquí - las proporciones bien equilibradas,
la albañilería perfecta, el acabado extraordinario de detalles y los frescos inestimables
pintados por los famosos maestros Andrei Rublyov y Daniel Cherny.
Otra reliquia arquitectónica que hace falta mencionar es la Catedral de San Demetrio
(1194-1197), un ejemplo de la armonía y serenidad épica. El ornamento suntuoso de
1.500 relieves diferentes tallados de piedra cubre su fachada entera.
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