Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda Ed 43

Salud
PÁGINA VERDE
MALABAREANDO
UNA CASA DE
PLÁSTICO
Una delgada bolsa plástica, una
envoltura de snack o una botella
de gaseosa pueden pasar de ser
basura a formar las paredes de una
casa. Una que puede ser refugio
para jóvenes que viven en la calle
o sede de una fundación o jardín
infantil. Por medio de campañas
de reciclaje, el proyecto 440 de la
corporación Cornabis, transforma
este material con impactos sociales
y ambientales positivos.
Según Greenpeace, cada año se producen 500 mil
millones de botellas plásticas, que si no se reciclan; reutilizan
o transforman, van finalmente a los océanos, que
según estima la fundación, tendrán para el 2050 más
plástico que peces.
440 reciclando con amor, hace parte del programa
Social Work, perteneciente a la Corporación Nacional
de Bienestar Social para Trabajadores Independientes
Asociados, Cornabis, entidad aseguradora para trabajadores.
El proyecto nació durante los primeros meses de
la pandemia, desarrollando otro de sus programas: 0 trabajo
infantil, donde Cornabis concientiza a otras empresas
para garantizar que no trabajen menores de edad en
cualquiera de sus fases de producción y/o comercio. De la
misma manera, generan espacios de aprendizaje para niños
y niñas con el propósito de que descubran y afiancen
sus habilidades y talentos “y lo más importante, permitir
que sueñen y que crean en que es posible hacer realidad
esos sueños”, expresa Nancy Estela Orozco Alzate, directora
ejecutiva a nivel nacional de Cornabis.
A través de este programa, que ya lleva seis años en
la empresa, han podido conocer distintas fundaciones
donde cuidan y protegen a la niñez y la juventud. Una de
ellas fue la fundación Malabareando las calles, donde comenzaron
labor social de la mano de su director Jimmy
Avello: “nos dimos cuenta de la cantidad de necesidades
que tiene la fundación, entre ellas la de una sede propia”.
En pandemia, esas necesidades se agudizaron, uno de
sus gastos más significativos y difíciles de sostener fue
el arriendo. Nancy empezó a investigar y encontró una
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