Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda Ed 43

Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda Edición No. 43 - Enero Febrero Marzo 2022 Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda
Edición No. 43 - Enero Febrero Marzo 2022

13.01.2022 Views

PULSO DE Salud SALUD CIUDAD despertar cultural de esa ciudad. Eran espacios de creación colectiva y experimental para deshacerse de los parámetros tradicionales de la técnica artística. En una vieja casona frente al ferrocarril dictaban conferencias, hacían exposiciones y propiciaban encuentros en torno a las nuevas manifestaciones del arte. El Museo Lucy Tejada está abierto al público en jornada continua de 9 am a 5 pm, de lunes a sábado. Entrada gratuita. Para mayor información pueden comunicarse con los diferentes canales de la Secretaría de Cultura de Pereira. temente’ externos a su oficio. Pintó sobre madera y papel, hizo collage y dibujo, usó fibras vegetales, tierra, minerales, texturas, láminas, mazorca, cebolla y hasta estropajo, sobre todo en la serie Insectos, donde el desasosiego de la enfermedad tocaba las puertas de su casa, abandonó la geometría y mostró una nueva expresividad. Posteriormente continuó su exploración por el mundo femenino e infantil añadiendo estos toques experimentales y sombríos, entre atmósferas densas y rostros escondidos. Obregón fue quien la apodó “la pintora de la ternura” por sus retratos de niños, aunque los colores ocres y los ojos pensativos y perdidos de los infantes no estén de acuerdo con este título. No existe un consenso sobre lo que verdaderamente quiso decir el artista. Para muchos fue más un estigma por su condición de mujer que un atributo a su quehacer artístico. En 1960 Lucy fundó junto a María Negreiros, Jean y Mieke Bartelsman, Tiberio Vanegas y Tejadita, El Grupo Taller, también llamado Grupo de Cali, que fue el primer colectivo de pintores a quienes muchos atribuyen el Apaciguada por la enfermedad de su hijo, en la siguiente década sintió un nuevo malestar: la carrera espacial y tecnológica llegaba como una preocupación insistente sobre el futuro. En sus pinturas se manifiestan rostros temerosos y suprimidos; con caretas, que reflejan seres prisioneros. Niños y mujeres rodeados de máquinas, encerrados en cápsulas, damnificados. En la serie Oxígeno, finalizando los años 70, las ciudades están cargadas de gases, los recursos son escasos por la sobreexplotación y el uso de combustibles. “Mi imagen del futuro es la de niños que no van a poder respirar, que no van a conocer una flor, donde los pájaros solamente podrán verlos en los museos, porque no existirán. Al abrir una llave se puede ver la maravilla que es el agua, no hay placer igual que verla correr libremente y cada vez está siendo más escasa. Para disfrutar plenamente de esto, que es mi religión, vivo en contacto con la naturaleza. El olor a gasolina, los carros, todo me aturde. La gente que corre en busca de nada”. Una advertencia premonitoria y aguda de la realidad. Su mejor obra fue la intuición. Esa voz contundente, sagaz y desoladora del mundo. Lo enigmático, profundo y onírico fueron ese hilo conductor de donde se desprendieron gran parte de sus trazos y colores. Cráneos desproporcionados, ojos vacíos y redondos, perdidos en rincones o rendijas; plantas gigantes, muros y rectángulos que parecen ataúdes. “Yo simplemente miro el mundo a través de los ojos de esos niños y esas mujeres hijas de la miseria. El futuro lo veo muy mal así que no 36

PULSO DE Salud SALUD CIUDAD encuentro motivos para transmitir alegría. La temática que afronto en mis obras corresponde al mundo en que vivo, al que nos rodea”. Lucy pintó, dibujó, pasó por el óleo, el grabado, la acuarela, el acrílico, el mural. Recorrió caminos abstractos y muy reales. No es la niñez la temática central que la convocó como artista, es la fragilidad humana y su capacidad de reconocerse en ella con lucidez. Sólo un problema progresivo de ceguera la detuvo e impidió lentamente que siguiera creando. Para conservar y administrar su legado artístico y el de su hermano, se creó la Fundación Lucy Tejada. Vivió sus últimos años rodeada de naturaleza en las afueras de Cali, la ciudad donde creció y se consagró como artista, hogar también de múltiples obras y esculturas como La gata ilustrada. Recibió, entre muchos otros, el Premio de Adquisición (1962); Primer puesto del Décimo Festival de Arte (1970); Primer premio del Salón de Artistas Caldenses (1952); Tercera Bienal Americana de Artes Gráficas de Cali (1977) y el Premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura (2008). Todos esos sentimientos y preocupaciones. Gran parte de su historia personal y sus logros. Esas tristezas y asombros plasmados pueden apreciarse en gran detalle en su museo. Sus palabras, su vida, sus creaciones y angustias están allí para conocimiento de pereiranos y visitantes. “Es un espacio maravilloso que Pereira ha ganado. Está montado con todo el cariño, con los más altos estándares y reglamentación actual. La historia que se cuenta es representativa para la ciudad. Es un nuevo granito de arena para la oferta cultural del Eje Cafetero, para que la gente se apropie y lo quiera. Este es el primer museo permanente de la región dedicado a una mujer artista, y no podía ser otra que la maestra y referente latinoamericano, nuestra Lucy Tejada”, concluye Carolina. 37

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<strong>de</strong>spertar cultural <strong>de</strong> esa ciudad. Eran espacios<br />

<strong>de</strong> creación colectiva y experimental para<br />

<strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> los parámetros tradicionales<br />

<strong>de</strong> la técnica artística. En una vieja casona<br />

frente al ferrocarril dictaban conferencias,<br />

hacían exposiciones y propiciaban encuentros<br />

en torno a las nuevas manifestaciones <strong>de</strong>l<br />

arte.<br />

El Museo Lucy Tejada está abierto al público en<br />

jornada continua <strong>de</strong> 9 am a 5 pm, <strong>de</strong> lunes a sábado.<br />

Entrada gratuita. Para mayor información pue<strong>de</strong>n<br />

comunicarse con los diferentes canales <strong>de</strong> la<br />

Secretaría <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> Pereira.<br />

temente’ externos a su oficio. Pintó sobre<br />

ma<strong>de</strong>ra y papel, hizo collage y dibujo, usó<br />

fibras vegetales, tierra, minerales, texturas,<br />

láminas, mazorca, cebolla y hasta estropajo,<br />

sobre todo en la serie Insectos, don<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sasosiego<br />

<strong>de</strong> la enfermedad tocaba las puertas<br />

<strong>de</strong> su casa, abandonó la geometría y mostró<br />

una nueva expresividad. Posteriormente continuó<br />

su exploración por el mundo femenino e<br />

infantil añadiendo estos toques experimentales<br />

y sombríos, entre atmósferas <strong>de</strong>nsas y rostros<br />

escondidos. Obregón fue quien la apodó<br />

“la pintora <strong>de</strong> la ternura” por sus retratos <strong>de</strong><br />

niños, aunque los colores ocres y los ojos pensativos<br />

y perdidos <strong>de</strong> los infantes no estén <strong>de</strong><br />

acuerdo con este título. No existe un consenso<br />

sobre lo que verda<strong>de</strong>ramente quiso <strong>de</strong>cir el<br />

artista. Para muchos fue más un estigma por<br />

su condición <strong>de</strong> mujer que un atributo a su<br />

quehacer artístico.<br />

En 1960 Lucy fundó junto a María Negreiros,<br />

Jean y Mieke Bartelsman, Tiberio Vanegas<br />

y Tejadita, El Grupo Taller, también llamado<br />

Grupo <strong>de</strong> Cali, que fue el primer colectivo<br />

<strong>de</strong> pintores a quienes muchos atribuyen el<br />

Apaciguada por la enfermedad <strong>de</strong> su hijo,<br />

en la siguiente década sintió un nuevo malestar:<br />

la carrera espacial y tecnológica llegaba<br />

como una preocupación insistente sobre el<br />

futuro. En sus pinturas se manifiestan rostros<br />

temerosos y suprimidos; con caretas,<br />

que reflejan seres prisioneros. Niños y mujeres<br />

ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> máquinas, encerrados en<br />

cápsulas, damnificados. En la serie Oxígeno,<br />

finalizando los años 70, las ciuda<strong>de</strong>s están<br />

cargadas <strong>de</strong> gases, los recursos son escasos<br />

por la sobreexplotación y el uso <strong>de</strong> combustibles.<br />

“Mi imagen <strong>de</strong>l futuro es la <strong>de</strong> niños que<br />

no van a po<strong>de</strong>r respirar, que no van a conocer<br />

una flor, don<strong>de</strong> los pájaros solamente podrán<br />

verlos en los museos, porque no existirán. Al<br />

abrir una llave se pue<strong>de</strong> ver la maravilla que<br />

es el agua, no hay placer igual que verla correr<br />

libremente y cada vez está siendo más escasa.<br />

Para disfrutar plenamente <strong>de</strong> esto, que es mi<br />

religión, vivo en contacto con la naturaleza. El<br />

olor a gasolina, los carros, todo me atur<strong>de</strong>. La<br />

gente que corre en busca <strong>de</strong> nada”. Una advertencia<br />

premonitoria y aguda <strong>de</strong> la realidad.<br />

Su mejor obra fue la intuición. Esa voz contun<strong>de</strong>nte,<br />

sagaz y <strong>de</strong>soladora <strong>de</strong>l mundo. Lo<br />

enigmático, profundo y onírico fueron ese hilo<br />

conductor <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sprendieron gran<br />

parte <strong>de</strong> sus trazos y colores. Cráneos <strong>de</strong>sproporcionados,<br />

ojos vacíos y redondos, perdidos<br />

en rincones o rendijas; plantas gigantes,<br />

muros y rectángulos que parecen ataú<strong>de</strong>s.<br />

“Yo simplemente miro el mundo a través <strong>de</strong><br />

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la miseria. El futuro lo veo muy mal así que no<br />

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