Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda Ed 43

RESPONSABILIDAD
SOCIAL
liberando así menos cargas contaminantes, garantizando
el cuidado en la calidad del aire en los municipios donde
circula el sistema.
Con el objetivo de dar un uso adecuado a la flota ofrecen
capacitación y formación a los operadores en conducción
verde, es decir, técnicas de manejo responsable para optimizar
al máximo la gestión de los residuos y disminuir la
generación de cargas contaminantes. “Si conducimos bien
pues habrá menos desgaste de las llantas, menos consumo
de aceite y combustible, menos generación de ruido y de
emisiones”, agrega Cortes Ruiz.
Es una empresa certificada en mitigación de impacto
y cuidado del medio ambiente. Permanentemente está en
participación activa en comités y campañas ambientales
con entidades como la ANDI y la CARDER, entre otras.
La construcción de su sede en Pinares, el edificio Integra
Centro de Negocios, se realizó desde la responsabilidad ambiental
tanto en su diseño como en la selección de las materias
primas. Además, usa energía fotovoltaica (transformación
de la energía producida por el sol en electricidad) y fue
el primer edificio en el Eje Cafetero en tener la certificación
EDGE-Sistema de Certificación de Edificios Ecológicos.
Desde la gestión de materias primas “siempre buscamos
comprar lo mejor que haya en el mercado, que garantice
tiempos de vida más largos”. En el patio hicieron una
gran inversión para dispensar el aceite y así evitar el desperdicio.
“Nuestra última opción es la disposición final de
residuos. Siempre buscamos alternativas para todo lo que
se está generando”, enfatiza Cortes Ruiz.
En esa misma línea de desarrollo sostenible, innovación
y conciencia ambiental, Integra S.A cuenta también con
programas enfocados netamente al bienestar social y psicológico
de las personas: comunidad y trabajadores.
En el patio de la sede operativa de Dosquebradas donde
se tiene el mantenimiento de la flota se instaló hace varios
años una huerta a partir de la cual se trabajan aspectos
como la prevención del riesgo y la seguridad alimentaria.
“La huerta ayuda a disminuir el estrés y el riesgo laboral;
contribuye a mejorar la calidad de vida. Muchos de los trabajadores
han llevado a sus casas las plantas que han sembrado
y cuidado, y es eso precisamente lo que buscamos,
que llegue el mensaje de que es posible desde nuestras
casas hacer siembras y cultivar parte de nuestros alimentos,
totalmente saludables”, agrega Nathalia. El proyecto
involucra a operadores, técnicos, colaboradores y personal
administrativo. Además, ha sido premiado y ha tenido
reconocimientos a nivel nacional e internacional en foros y
congresos. “Es terapéutico, desde la preparación de la tierra
y la germinación de semillas hasta el cuidado y la recolección
final de los productos. Muchos terminan su jornada
laboral y se van a organizar la huerta o a recoger tomate, ají,
rábanos, zanahorias, cebolla, plantas para bebidas, entre
otros”, aclara Cortes Ruiz.
La escuelita Comfamiliar es el programa de formación
más importante y significativo que ha desarrollado la entidad
en alianza con Comfamiliar Risaralda. “Llevamos cerca
de 15 años con este convenio. Terminamos de formar
aquellas personas que vienen del transporte urbano en su
mayoría; la edad promedio es desde los 45 hasta la edad
de pensión. Se trata de llevar el proceso del conductor de
vieja data a feliz término. En el sector transporte hay muy
poca formación escolar y queremos acabar con eso. No
importa la edad, las condiciones que hayan tenido en su
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