"Como en Familia" EVD (DICIEMBRE 31)

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En mi extensa tarea como Consejero
Matrimonial, me he encontrado con
matrimonios que sus vidas como integrantes
del mismo, son muy parecidas a una montaña
rusa. ¿Cómo es que se pueden advertir estas
condiciones?, bueno es lamentablemente
algo muy fácil de explicar, y esto es, cuando
de forma constante y permanente ambos
viven pidiéndose perdón, rodeados de
promesas mutuas y de vivencias muy
pasionales, para que en muy poco tiempo,
vuelven a estar en las mismas condiciones
que ya creían haber dejado atrás. ¿Qué ha
sucedido?, simplemente que solamente han
presentado palabras y promesas vacías, sin
actitudes y renunciamientos sinceros, que
son realmente los hechos que traerán
aparejados las nuevas etapas de una buena
relación, imprescindibles para llegar
triunfantes al objetivo.
Suele suceder, que el matrimonio no esté
contando con un conocimiento amplio y
profundo, entre los integrantes de la pareja.
Este desconocimiento entre él y ella, no es
otra cosa que la ausencia de una buena
comunicación. Decididamente es imposible
que se logren cambios positivos, cuando se
ignora intencionalmente o sin que exista una
intención de un sano conocimiento de ambos
entre sí. Por lo tanto, antes de
comprometerse a lograr cambios, se debe
conocer el pensamiento y los deseos del
compañero.
Continuando con el proceso de buscar las
obstrucciones que demoran o directamente
impiden, entrar en una etapa de cambio y
mejoramiento de la vida conyugal, es
necesario saber, que se precisa de un respeto
total entre el hombre y la mujer en forma
permanente.
Al llegar a este punto, naturalmente
arribamos a la imperiosa necesidad del
respeto mutuo. Con esto debemos dejar muy
en claro, que cuando en un matrimonio no
hay respeto, ya sea por parte de uno de los