Listín Diario 23-12-2021
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2 SANTO DOMINGO, RD. JUEVES, <strong>23</strong> DE DICIEMBRE DE <strong>2021</strong><br />
La Arrancada<br />
Reportaje. La Nochebuena de Fior Daliza<br />
Un poco de luz, algo para<br />
comer...y con eso basta<br />
Esperanza. La humilde familia que integran Fior<br />
Daliza, Alejandro y sus tres hijos, aguardan la mano<br />
amiga para compartir la cena de Nochebuena.<br />
HELENNY AMPARO<br />
Santo Domingo, RD<br />
Unas pequeñas<br />
luces de<br />
Navidad quizás<br />
no puedan<br />
disipar<br />
las penurias y necesidades<br />
que se tejen alrededor y<br />
dentro de las paredes de<br />
zinc que protegen de la intemperie<br />
a la familia de Fior<br />
Daliza Valdez, en la cañada<br />
de Diómedes, una especie<br />
de frontera entre el sector<br />
27 de Febrero y Guachupita.<br />
Sin embargo, bombillitos<br />
y dos muñecas, es lo<br />
único que esperan Natacha<br />
y Victoria, su hija y sobrina,<br />
para con sus sonrisas y carcajadas<br />
iluminar la vivienda<br />
en estas festividades.<br />
Mientras tanto, Natacha,<br />
Victoria y Jonathan,<br />
este último el segundo hijo,<br />
se conforman con los rayitos<br />
de luz que se filtran por<br />
las hojas de zinc y que, en<br />
la oscuridad de la única habitación<br />
de la casa, parecen<br />
estrellas que les despiertan<br />
por la mañana y solo desaparecen<br />
cuando cae el sol.<br />
“Ellos se van corriendo<br />
para donde los vecinos desde<br />
que ven las luces en la<br />
noche”, manifestó la madre<br />
de 29 años que se pasa los<br />
días a esperas de que una<br />
mano amiga toque su puerta<br />
con alimentos para sus<br />
pequeños.<br />
Sobre el colchón pelao’,<br />
que usan para dormir los<br />
cuatro integrantes de esta<br />
familia y a la que se suma a<br />
veces Victoria, la sobrina, reposa<br />
la inocencia de los pequeños<br />
de dos, cinco y siete<br />
años que pasan sus días dando<br />
vueltas en la cama y correteando<br />
sobre el piso rústico,<br />
ignorando las dificultades<br />
económicas que enfrentan<br />
sus padres y por las cuales<br />
han tenido que pasar hasta<br />
días completos sin nada más<br />
que agua.<br />
“Hay veces que duramos<br />
hasta días sin comer,<br />
una vez duramos como tres<br />
días, mira, no es fácil”, manifestó<br />
Fior, mientras perseguía<br />
con la mirada cada<br />
paso que daba Jonathan,<br />
el segundo de sus hijos y<br />
en quien invierten cada peso<br />
que consiguen para comprar<br />
los medicamentos que<br />
evitan que el pequeño tenga<br />
convulsiones.<br />
Un niño muy especial<br />
A sus siete años Jonathan<br />
no ha logrado hablar, por la<br />
escasez de recursos que impiden<br />
a sus padres costear<br />
la terapia del habla que le<br />
indicaron los médicos que<br />
dan seguimiento a su caso,<br />
Fior Daliza Valdez cuenta sus penurias para sobrevivir a la<br />
periodista Helenny Amparo. RAÚL ASENCIO/LISTÍN DIARIO<br />
SEPA MÁS<br />
Nochebuena<br />
Para reunir el dinero de<br />
la pintura, los medicamentos<br />
y la comida diaria,<br />
Alejandro sale temprano<br />
para hacer servicios<br />
de delivery en un<br />
motor prestado, tras<br />
perder su trabajo como<br />
vendedor en un colmado<br />
como consecuencia<br />
del impacto de la pandemia<br />
del Covid-19.<br />
Es en lo poco o mucho<br />
que consigue diariamente<br />
Alejandro que descansa<br />
la esperanza de esta familia<br />
para ver sobre su mesa<br />
algún platillo que les permita<br />
compartir juntos durante<br />
la Nochebuena.<br />
“Si se consigue algo, se<br />
hace una cenita ahí (señalando<br />
la estufa de mesa<br />
arrinconada junto a un<br />
pequeño tanque de gas) o<br />
si no, nos la pasamos aquí<br />
tranquilos como en otros<br />
años”, expresó Fior.<br />
pero aun así se ha ganado el<br />
cariño de sus vecinos, hermanos<br />
y Victoria.<br />
“Ven Jonathan, por ahí<br />
no”, le decía su primita que<br />
aun siendo menor que él, en<br />
edad y estatura, con abrazos<br />
y cosquillas logra que no<br />
salga de la vivienda o juegue<br />
con artículos de la casa<br />
que le puedan lastimar.<br />
Fior contó que el pequeño<br />
“nació como un vegetal;<br />
ni se movía, ni comía”, y durante<br />
sus primeros años recibió<br />
atención en el Hospital<br />
Infantil Dr. Robert Reid Cabral<br />
y el Instituto Nacional<br />
de Atención Integral a la Primera<br />
Infancia (Inaipi), lugares<br />
donde pudo ponerse<br />
de pie y caminar por sí solo.<br />
El tiempo que Jonathan<br />
pasaba en Inaipi no solo le<br />
daba a Fior la alegría de ver<br />
a su niño progresar, sino<br />
que también aprovechaba<br />
esas horas para hacer “picaditas”<br />
y ayudar a su esposo,<br />
Alejandro Brito, con los gastos<br />
del hogar.<br />
Y aunque Jonathan mejoró<br />
su condición de salud,<br />
también creció y al alcanzar<br />
sus seis años de edad quedó<br />
fuera del instituto.<br />
“El solo podía estar ahí<br />
hasta los cinco años, entonces<br />
después me lo sacaron”,<br />
explicó Fior, al tiempo que<br />
señaló que como nadie puede<br />
cuidar de él mientras ella<br />
hace “trabajitos”, se dedica<br />
a cuidar de sus dos hijos.<br />
“Yo quisiera, pero y como<br />
yo puedo… él estaba reaccionando,<br />
pero las terapias<br />
son a 5,000 pesos y nosotros<br />
no tenemos eso”, externó la<br />
madre.<br />
Sacrificio<br />
Además de Jonathan y Natacha,<br />
Fior y Alejandro también<br />
tienen a Joel Manuel,<br />
quien no vive junto a ellos<br />
por la falta de espacio.<br />
El niño de nueve años se<br />
queda con la abuela que trabaja<br />
en el área de limpieza<br />
de espacios públicos del<br />
Ayuntamiento del Distrito<br />
Nacional.<br />
A su corta edad, Joel Manuel<br />
dio muestras de sacrificio<br />
por los suyos, a raíz de<br />
que la televisión de su madre<br />
solo funciona a veces y<br />
“si hace mucho frío o llueve<br />
hay que sacarla a calentar<br />
en el sol”, le cedió su tablet<br />
a sus hermanos para que<br />
mientras él va a la escuela,<br />
ellos se entretengan.<br />
El niño recibió el equipo<br />
electrónico para junto a sus<br />
compañeros de clases dejar<br />
atrás la enseñanza de lápiz<br />
y papel, pero por sus hermanitos<br />
él prefirió postergar su<br />
oportunidad de aprender de<br />
la mano de las nuevas tecnologías.<br />
Por otro lado, en los más de<br />
10 años que la familia tiene<br />
residiendo en la zona, siempre<br />
ha contado con el apoyo<br />
de los vecinos.