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Rincón Mágico - Índigo

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2 3<br />

Cúpula de la iglesia de<br />

Nuestra Señora del Pilar,<br />

ciudad de San Vicente.


RECONOCIMIENTOS<br />

acknowledgements<br />

Rafael Barraza<br />

Presidente Ejecutivo • Executive President<br />

Lissette de Schilling<br />

Directora editorial • Editor in Chief<br />

José Heriberto Erquicia<br />

Investigador • Researcher<br />

Nelson Crisóstomo<br />

Fotógrafo • Photographer<br />

Alex Castillo<br />

German Soriano<br />

Asistentes de fotografía<br />

Photography assistants<br />

Constance Schilling<br />

Correctora de estilo y traductora<br />

4 Editor and Translator<br />

5<br />

Creãre - Mauricio Bonilla<br />

Diseño gráfico • Graphic design<br />

Lissette de Schilling<br />

Dirección de producción digital y proceso de impresión<br />

Digital production and printing process direction<br />

Artes Gráficas Publicitarias S. A. de C. V.<br />

Impresión • Printing<br />

Librería y Papelería La Ibérica S. A. de C. V.<br />

Empastado • Binding<br />

Banco Agrícola agradece la colaboración para la realización<br />

de este proyecto a las siguientes personas: Leonel Barrillas,<br />

Nora de Cáceres, Walter Clímaco, Pedro Escalante Arce, Grace<br />

Guirola, Alfredo Liévano, Nick Mahomar, Lula Mena, Jorge<br />

Orellana, Carlos A. Quintanilla Molina y Rhina de Rheman.<br />

ISBN 978-99961-955-6-3<br />

© 2021. Banco Agrícola. Derechos reservados. Queda prohibida, como lo<br />

establece la ley, la reproducción parcial o total de este libro sin previo permiso<br />

por escrito de Banco Agrícola, con excepción de breves fragmentos que<br />

pueden usarse en reseñas en los distintos medios de comunicación, siempre<br />

que se cite la fuente.<br />

Piedra de añil.


6 7<br />

Plantación de jiquilite en hacienda Los Nacimientos, cantón San Lucas,<br />

municipio de Suchitoto, departamento de Cuscatlán.


CONTENIDO<br />

contents<br />

PRESENTACIÓN<br />

foreword<br />

INTRODUCCIÓN<br />

introduction<br />

13<br />

18<br />

XIQUILITE:<br />

30<br />

la hierba que produce azul y verde<br />

8<br />

the herb that produces blue and green<br />

9<br />

LA HACIENDA AÑILERA:<br />

espacio de interacción económica y social<br />

the indigo farm:<br />

a space for economic and social interaction<br />

60<br />

LA IGLESIA Y EL AÑIL:<br />

cofradías y patronazgos<br />

faith and indigo:<br />

brotherhoods and patronages<br />

109<br />

LA ECONOMÍA DEL AÑIL 140<br />

y el final del ciclo de dominación colonial<br />

the indigo economy and the end of the cycle<br />

of colonial domination<br />

Hacienda San Juan Buena Vista,<br />

departamento de La Libertad.


10 11<br />

Río Sutiapa, San Pablo Tacachico,<br />

departamento de La Libertad.


PRESENTACIÓN<br />

Por más de dos décadas, Banco Agrícola, a través de su Programa de Fomento Cultural<br />

ha brindado a la sociedad salvadoreña una colección de libros con una diversidad de temáticas<br />

de interés para la población en general. En esta ocasión, nos enorgullecemos en presentar una<br />

nueva edición, enmarcada en el espacio de la conmemoración de los doscientos años de la firma<br />

del Acta de Independencia de Centroamérica en septiembre de 1821, que sentaría las bases de la<br />

formación de la República de El Salvador.<br />

El Salvador índigo, el oro azul que forjó nuestra identidad, recoge los acontecimientos y<br />

dinámicas sociales y económicas de nuestro territorio, que durante los siglos XVII, XVIII e<br />

inicios del XIX conformaron una estructura étnica, social y geopolítica sobre la base del<br />

cultivo del Xiquilite, cuyo producto, el añil, trascendió por su incomparable calidad hasta las<br />

12<br />

cortes europeas.<br />

13<br />

Banco Agrícola reconoce a través de estas páginas la lucha y determinación de mujeres y<br />

hombres que, con su coraje y espíritu laborioso, junto a la riqueza de los fértiles suelos, llevaron<br />

a las provincias salvadoreñas a un auge productivo que impulsó justas autonómicas.<br />

La economía y sociedad del añil es un apartado sustancial en el rumbo de nuestra historia<br />

y constituye uno de los pilares fundamentales de nuestras identidades. Banco Agrícola con<br />

entusiasmo presenta El Salvador índigo, el oro azul que forjó nuestra identidad. Esperamos que<br />

nuestros lectores, al profundizar en otro aspecto de nuestra memoria, continúen labrando el<br />

orgullo de ser salvadoreños.<br />

Rafael Barraza<br />

Presidente Ejecutivo<br />

Campanario de la iglesia Nuestra Señora de Candelaria,<br />

municipio de Moncagua, departamento de San Miguel.


foreword<br />

For more than two decades, Banco Agrícola, through its Cultural Promotion<br />

Program, has provided Salvadoran society with a collection of books on a variety of<br />

topics of interest to the general population. On this occasion, we are proud to present<br />

a new edition, framed in the space of the commemoration of the two-hundredth<br />

anniversary of the signing of the Act of Independence of Central America in September<br />

1821, which would lay the foundations for the formation of the Republic of El Salvador.<br />

El Salvador indigo, the essence of our identity, gathers the events and socioeconomic<br />

dynamics of our territory, which during the 17th, 18th and early 19th centuries shaped<br />

an ethnic, social and geopolitical structure based on the cultivation of Xiquilite, whose<br />

product, indigo, transcended the European courts due to its incomparable quality.<br />

14<br />

Banco Agrícola recognizes through these pages the struggle and determination<br />

of women and men who, with their courage and industrious spirit, together with the<br />

15<br />

richness of the fertile soils, led the Salvadoran provinces to a productive boom that<br />

prompted autonomous movements.<br />

The indigo economy and society is a substantial section in the course of our<br />

history and constitutes one of the fundamental pillars of our identities. Banco Agrícola<br />

enthusiastically presents El Salvador indigo, the essence of our identity. We hope that our<br />

readers, by delving into another aspect of our memory, will continue to be proud of<br />

being Salvadoran.<br />

Rafael Barraza<br />

Executive President<br />

Proceso de oxigenación en la producción de añil en obraje.<br />

Hacienda Los Nacimientos, cantón San Lucas,<br />

municipio de Suchitoto, departamento de Cuscatlán.


16 17<br />

Artesonado de madera de influencia Mudejar.<br />

Iglesia Santa Cruz de Roma, Panchimalco,<br />

departamento de San Salvador.


INTRODUCCIÓN<br />

introduction<br />

“Agua, y Pilas con primor,<br />

Puntero que bien lo entienda,<br />

mucho aseo, con yerba buena,<br />

producen la tinta flor”. 1<br />

El Reino de Guatemala tuvo continuos conflictos para su integración<br />

en el mercado internacional. Volcado hacia el Pacífico, pero obligado<br />

a mantener sus principales relaciones económicas con el Atlántico,<br />

el istmo centroamericano enfrentó la mayor parte del periodo colonial<br />

relegado de los importantes flujos comerciales entre América y Europa. Esta<br />

situación, causada por la poca existencia de yacimientos mineros, no impidió<br />

18 que, en algunos periodos, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo<br />

19<br />

XVIII, el añil se tornara en una de las mercancías más atractivas del comercio<br />

atlántico. 2<br />

Durante la época colonial, los cultivos de añil, caña de azúcar y trigo, así como<br />

la cría de ganado vacuno, caballar y ovino, llevaron a los españoles a despojar una<br />

buena parte de las tierras comunales pertenecientes a los pueblos de indios para<br />

cultivar jiquilite o criar ganado, principalmente las que se situaban en las planicies<br />

y cuencas hidrográficas de las zonas calientes, ya que eran las más prósperas. 3<br />

La principal área de cultivo de añil en Centroamérica se extendía desde las<br />

zonas costeras de Escuintla (Guatemala), a través del actual El Salvador, hasta<br />

el área de las tierras bajas del oeste del Pacífico nicaragüense. La concentración<br />

geográfica y los suelos ligeros, fértiles y bien drenados de los valles y laderas<br />

bajas eran las condiciones propicias para el cultivo y explotación del añil. 4<br />

La Provincia de San Salvador, durante la mayor parte del periodo colonial,<br />

estuvo conformada por las demarcaciones de San Salvador, San Vicente, San<br />

Miguel y Santa Ana. Lo que actualmente se conoce como los departamentos<br />

de Sonsonate y Ahuachapán, quedaba excluido de esta, pues pertenecía a la<br />

Alcaldía Mayor de Sonsonate.<br />

Luego de 1750, el territorio que comprende el actual El Salvador fue<br />

testigo del enorme crecimiento de la producción y exportación del añil, así<br />

como de otras actividades económicas relacionadas. El añil, tinte utilizado en<br />

la fabricación de textiles en Europa y la región de los Andes, fue producido<br />

por grandes y pequeños agricultores. 5<br />

Vista norte del volcán de San Salvador.


Mapa del curato de San Juan Osicala y poblados circundantes, 1782.<br />

Archivo Histórico Arquidiocesano de Guatemala.<br />

“Agua, y Pilas con primor,<br />

Puntero que bien lo entienda,<br />

mucho aseo, con yerba buena,<br />

producen la tinta flor”. 1<br />

20<br />

The Kingdom of Guatemala underwent continuous conflicts in order to integrate<br />

into the international market. Although it faced the Pacific Ocean, it was forced<br />

to maintain its main economic relations with the Atlantic. Due to this, the Central<br />

American isthmus spent most of the colonial period relegated from the important trade<br />

flows between America and Europe. This situation, caused by the lack of mining deposits,<br />

did not prevent indigo from becoming one of the most attractive commodities in Atlantic<br />

trade during certain periods, especially from the second half of the 18th century onwards. 2<br />

21<br />

During the colonial era, the cultivation of indigo, sugar cane and wheat, as well as the<br />

raising of cattle, horses and sheep, led the Spaniards to strip a good part of the communal<br />

lands belonging to the native peoples in order to cultivate jiquilite or raise cattle, mainly those<br />

located in the plains and watersheds of the hot zones, since they were the most prosperous. 3<br />

The main area of indigo cultivation in Central America extended from the coastal areas<br />

of Escuintla (Guatemala), through present-day El Salvador, to the lowland area of the Pacific<br />

coast of Nicaragua. The geographic concentration and the light, fertile and well-drained soils<br />

of the valleys and low slopes were favorable conditions for the cultivation and exploitation<br />

of indigo. 4 The Province of San Salvador, during most of the colonial period, was made up<br />

of the districts of San Salvador, San Vicente, San Miguel and Santa Ana. What is currently<br />

known as the departments of Sonsonate and Ahuachapán, was excluded from this, as it<br />

belonged to the Alcaldía Mayor (Municipality) of Sonsonate.<br />

After 1750, the territory comprising present-day El Salvador witnessed enormous growth<br />

in the production and export of indigo, as well as other related economic activities. Indigo,<br />

a dye used in the manufacture of textiles in Europe and the Andes region, was produced by<br />

large and small farmers. 5<br />

“Arrieros con mulas, frontera entre México y Guatemala,<br />

finca El Porvenir”. Max Vollmberg. 1919.


Es importante mencionar que en la dinámica social que se desarrolló dentro de las<br />

haciendas y las pequeñas propiedades añileras fue fundamental el recurso humano, tanto<br />

los indígenas locales y sus descendientes, como la importación de “piezas de Indias” de mano<br />

de obra esclavizada procedente de África. De esta dinámica social surgió un nuevo agente<br />

de cambio, ese mestizo, mulato libre o ladino, como indistintamente se le denominó en la<br />

literatura de la época, según el tiempo y espacio. Este elemento primordial vino a cambiar<br />

y a convertir no solamente la producción de la tierra, sino que más sustancial que ello, a<br />

trasformar con su presencia la sociedad sansalvadoreña.<br />

La Corona española propagaba una estructura étnico-social en la que existían las dos<br />

denominadas repúblicas, la indígena y la de españoles, sin embargo, fracasó en su intento<br />

por diseñar una política que resolviera el problema con los diversos grupos generados<br />

del mestizaje biológico y cultural. Así ocurrió con el grupo social de los mulatos, el cual<br />

emergió como un tercer agente en estas dos secciones de la estructura. La gran producción<br />

añilera de las localidades de la Provincia de San Salvador estuvo profundamente ligada a la<br />

población no indígena, aunque esto no quiere decir que los indígenas no fueron partícipes<br />

de ella; a pesar de las prohibiciones para ellos, por parte de la Corona, siempre hubo una<br />

ventana abierta para la transgresión en la utilización de los “naturales” en la producción<br />

de la tinta de añil. Al examinar los lazos de la población no indígena con la producción<br />

de añil, se observa la agencia de estos en la construcción y desarrollo de su origen y<br />

afirmación como grupo étnico, indistintamente de la denominación o título de mulato,<br />

ladino o mestizo.<br />

A finales del siglo XVIII, Domingo Juarros y Montufar describía en su Compendio de<br />

la Historia de la Ciudad de Guatemala, sobre la Provincia de San Salvador, que esta era la<br />

más rica del Reyno de Guatemala debido a la producción del añil o índigo, y que, aunque<br />

el jiquilite se daba en la mayor parte del reino, el tinte no se comparaba con el que se<br />

22<br />

producía en la Provincia de San Salvador. 6<br />

23<br />

Pilas para el proceso de producción de añil, obraje de<br />

antigua hacienda colonial, parque Ecoturístico Tehuacán,<br />

municipio de Tecoluca, departamento de San Vicente.<br />

Vista del valle de Zapotitán, al fondo cordillera del Bálsamo.


24 25<br />

Portada del libro noveno, título<br />

primero de la Real Audiencia y Casa<br />

de Contratación de Sevilla, de la<br />

Recopilación de leyes de Las Indias.<br />

Cruz en atrio de la iglesia<br />

Nuestra Señora del Pilar, ciudad de San Vicente.<br />

It is important to mention that the human resource was<br />

fundamental in the social dynamics that developed within the farms<br />

and the small indigo properties, both the local indigenous people and<br />

their descendants, as well as the importation of “pieces of the Indies”<br />

of enslaved labor from Africa. From this social dynamic emerged a new<br />

agent of change, that mestizo, free mulatto or ladino, as he was called<br />

indistinctly in the literature of the period, depending on time and space.<br />

This primordial element came to change and convert not only the<br />

production of the land, but more substantial than that, to transform<br />

the San Salvadoran society with its presence.<br />

The Spanish Crown propagated an ethno-social structure in which<br />

there were two so-called republics, the indigenous and the Spanish,<br />

but failed in its attempt to design a policy to solve the problem with<br />

the various groups generated by biological and cultural miscegenation.<br />

This was the case with the mulatto social group, which emerged as<br />

a third agent in these two sections of the structure. The great indigo<br />

production of the localities of the Province of San Salvador was<br />

deeply linked to the non-indigenous population, although this does<br />

not mean that the indigenous were not participants in it; in spite<br />

of the prohibitions for them, on the part of the Crown, there was<br />

always room for transgression in the utilization of the “natives” in<br />

the production of indigo dye. When examining the links of the nonindigenous<br />

population with indigo production, the agency of these in<br />

the construction and development of their origin and affirmation as<br />

an ethnic group is observed, regardless of the denomination or title of<br />

mulatto, ladino or mestizo.<br />

At the end of the 18th century, Domingo Juarros y Montufar<br />

described in his Compendium of the History of the City of Guatemala,<br />

about the Province of San Salvador, that this was the richest of the<br />

Kingdom of Guatemala due to the production of indigo, and that,<br />

although jiquilite was found in most of the kingdom, the dye was not<br />

comparable to that produced in the Province of San Salvador. 6


Durante el primer decenio del siglo XIX, el Reyno de Guatemala<br />

estaba compuesto por las provincias de Chiapas, Guatemala,<br />

Honduras, San Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Las primordiales<br />

actividades económicas eran la producción de añil y la cría y<br />

obtención de provechos del ganado vacuno. Otras fuentes de<br />

ingreso eran los cultivos de caña de azúcar, trigo, algodón y tabaco,<br />

así como la explotación de algunas minas de plata, especialmente<br />

en la región de Tegucigalpa. En el Reyno de Guatemala el ganado<br />

vacuno cubría la demanda de carne de ciudades, villas y pueblos; sin<br />

embargo, su mayor utilización era en la fabricación de cueros y sebo.<br />

Con los primeros se hacían los sacos o bolsones, conocidos como<br />

zurrones, en los que se empaquetaba el añil para que no se dañara<br />

cuando era transportado en recuas de mulas hacia los puertos de<br />

embarque, y fundamentalmente para que la humedad marina no lo<br />

estropeara durante el trayecto transatlántico. 7<br />

Las provincias coloniales de San Salvador y Sonsonate se<br />

transformaron en centros de producción, mientras los comerciantes<br />

de la ciudad de Guatemala y, en menor grado, los de las ciudades de<br />

San Vicente, San Miguel y San Salvador, controlaron la mayor parte<br />

del financiamiento y la comercialización del añil. 8<br />

26 27<br />

During the first decade of the 19th century, the Kingdom of<br />

Guatemala was composed of the provinces of Chiapas, Guatemala,<br />

Honduras, San Salvador, Nicaragua and Costa Rica. The main<br />

economic activities were the production of indigo and the raising and<br />

profit from cattle. Other sources of income were the cultivation of<br />

sugar cane, wheat, cotton and tobacco, as well as the exploitation<br />

of some silver mines, especially in the region of Tegucigalpa. In the<br />

Kingdom of Guatemala, cattle covered the demand for meat in cities,<br />

towns and villages; however, its main use was in the manufacture of<br />

leather and tallow. The leather was used to make the sacks or bags,<br />

known as zurrones, in which the indigo was packed so that it would<br />

not be damaged when it was transported in mule barrens to the ports<br />

of shipment, and fundamentally so that the marine humidity would<br />

not spoil it during the transatlantic voyage. 7<br />

The colonial provinces of San Salvador and Sonsonate became<br />

production centers, while traders in Guatemala City and, to a lesser<br />

degree, in the cities of San Vicente, San Miguel and San Salvador,<br />

controlled most of the financing and commercialization of indigo. 8<br />

Mapa del curato de San Salvador, 1768.<br />

Archivo General de Indias, Pedro Cortés y Larraz.<br />

Mapa de Yucatán, 1665. Joan Blaeu. (1)


Este libro está dividido en cuatro capítulos. El primero, Xiquilite: La<br />

hierba que produce azul y verde, aborda la temática de la planta del xiquilite<br />

o jiquilite, de la cual se extrae el colorante de añil, desde su utilización<br />

en la época prehispánica hasta la discusión de las fuentes coloniales más<br />

tempranas sobre la aparición e importancia de dicho arbusto natural,<br />

además de la tecnología, las relaciones de producción, los obrajes o pilas de<br />

producción de añil, los manuales, las normativas y los tratados.<br />

La hacienda añilera: Espacio de interacción económica y social es el segundo<br />

capítulo y expone las dinámicas sociales y económicas de la hacienda añilera.<br />

Se muestran y discuten las características de la distribución y división del<br />

espacio dentro de las haciendas, poblados y ranchos. El capítulo tercero, La<br />

Iglesia y el añil: Cofradías y patronazgos, muestra el papel que jugaron la Iglesia<br />

Católica, los miembros del clero, las órdenes religiosas y otras instituciones,<br />

como las cofradías diocesanas, en el desarrollo de la economía del añil. El<br />

último capítulo, La economía del añil y el final del ciclo de dominación colonial,<br />

plantea las repercusiones que tuvieron la producción y la comercialización<br />

del añil en la organización de la sociedad sansalvadoreña, finalizando con la<br />

terminación de la Colonia Española en Centroamérica.<br />

El tinte de añil fue categórico en la configuración histórica, geográfica y<br />

económica del actual El Salvador. Correspondió al añil, el índigo, ser el motor<br />

principal de su primer desarrollo y el eje trascendental sobre el cual gravitaron<br />

las provincias hispano-salvadoreñas hasta consumar un nuevo Estado Salvador<br />

en 1824. 9<br />

28 This book is divided into four chapters. The first, Xiquilite: The Herb that<br />

29<br />

Produces Blue and Green, deals with the subject of the xiquilite or jiquilite plant,<br />

from which the indigo dye is extracted, from its use in pre-Hispanic times to the<br />

discussion of the earliest colonial sources on the appearance and importance<br />

of this natural shrub, in addition to its technology, production relations, the<br />

obrajes or indigo production pools, manuals, regulations and treaties.<br />

The Indigo Farm: A Space for Economic and Social Interaction is the second<br />

chapter. It exposes the social and economic dynamics of the indigo farm and<br />

presents the characteristics of the distribution and division of space within the<br />

farms, towns and ranches. The third chapter, Faith and Indigo: Brotherhoods and<br />

Patronages, describes the role played by the Catholic Church, members of the<br />

clergy, religious orders and other institutions, such as diocesan brotherhoods, in<br />

the development of the indigo economy. The final chapter, The Indigo Economy<br />

and the End of the Cycle of Colonial Domination, addresses the repercussions<br />

that indigo production and commercialization had on the organization of<br />

San Salvadoran society, ending with the termination of the Spanish Colony in<br />

Central America.<br />

The indigo dye was crucial in the historical, geographical and economic<br />

configuration of present-day El Salvador. Indigo was the main engine of its first<br />

development and the transcendental axis on which the Spanish-Salvadoran<br />

provinces gravitated until the consummation of a new Salvadoran State in 1824. 9<br />

Iglesia antigua de Belén, cantón Belén,<br />

Ciudad Barrios, departamento de San Miguel.


XIQUILITE:<br />

la hierba que produce azul y verde<br />

the herb that produces blue and green<br />

30 31<br />

Plantación de jiquilite, hacienda Los Nacimientos,<br />

cantón San Lucas, municipio de Suchitoto,<br />

departamento de Cuscatlán.


Durante la época colonial, el tinte que se obtenía del<br />

Xiquilite se encontraba entre los productos de mayor<br />

aprecio para la exportación, a tal grado que llegó a<br />

conocerse como el “oro azul”. Por esta razón, el descubrimiento<br />

de añil en los territorios hispanoamericanos fue de gran interés<br />

comercial para España.<br />

En tiempos prehispánicos, en Mesoamérica, el añil era<br />

de gran importancia, pues los antiguos habitantes de los<br />

actuales territorios de México y Centroamérica conocían las<br />

propiedades de la planta, la cual usaban como pigmento y<br />

como medicina. 10 La producción prehispánica del añil se puede<br />

observar en el llamado “azul maya”, un pigmento de fuerte color<br />

azul a azul-verdoso que se encuentra en murales, códices, sobre<br />

cerámica y en jícaras. 11 Igualmente, este tinte azul se utilizaba para<br />

teñir textiles, plumas, fibras y oscurecer de negro el cabello de<br />

32<br />

los antiguos pobladores de dicha región. También tenía diversos<br />

usos medicinales. Se utilizaba para curar enfermedades de la<br />

33<br />

cabeza y úlceras, entre otros. 12<br />

Los indígenas mesoamericanos, antes de la llegada<br />

de los europeos al continente americano, extraían y<br />

procesaban el añil en ollas o canoas de madera de la<br />

siguiente manera:<br />

“En éstas colocaban el monte, lo prensaban y<br />

probablemente ponían una piedra sobre el monte para<br />

mantenerlo sumergido. Seguidamente, le vertían el agua<br />

hasta que cubría todo el contenido y lo dejaban reposar por<br />

algún tiempo hasta que fermentaba. Después sacaban el<br />

monte y batían el agua fermentada, dándole aire posiblemente<br />

con un guacal (recipiente hondo), hasta que el agua<br />

cambiaba su color amarillo en azul intenso, formándose<br />

el grano de tinta. Llegado a ese punto le ponían el cuajo<br />

—sustancia de las hojas de cuajatinta— la dejaban reposar<br />

para que la tinta asentara. Finalmente canteaban la olla o<br />

canoa para botar el agua limpia, quedando en el fondo el<br />

lodo o agua espesa del añil.” 13<br />

Incensario prehispánico con<br />

restos de pintura “azul maya”.<br />

Periodo Clásico temprano, 200-400 d. C.


Vaso prehispánico tipo chalate, tallado<br />

con restos de pintura “azul maya”.<br />

Periodo clásico tardío 600-900 d. C.<br />

DDuring colonial times, the dye obtained from Xiquilite was<br />

among the most highly valued products for export, to such an<br />

extent that it became known as “blue gold”. For this reason, the<br />

discovery of indigo in the Hispano-American territories was of immense<br />

commercial interest to Spain.<br />

In pre-Hispanic times, indigo was of great importance in Mesoamerica,<br />

as the ancient inhabitants of the current territories of Mexico and Central<br />

America knew the properties of the plant, which they used as a pigment<br />

and for medicinal purposes. 10 The pre-Hispanic production of indigo can be<br />

34 observed in the so-called “Maya blue”, a pigment of intense blue to greenishblue<br />

color found in murals, codices, on ceramics and in jicaras. 11 In addition,<br />

35<br />

this blue dye was used to dye textiles, feathers, fibers and to darken the hair<br />

of the ancient inhabitants of said region. It also had various medicinal uses.<br />

It was used to cure headaches and ulcers, among others. 12<br />

Before the arrival of Europeans to the American continent, Mesoamerican<br />

natives extracted and processed indigo in pots or wooden canoes in the<br />

following manner:<br />

“In these they placed the bush, pressed it and probably put a stone<br />

over the bush to keep it submerged. Then they poured water over it<br />

until it covered the entire contents and let it stand for some time until<br />

it fermented. Afterwards, they would take out the bush and stir the<br />

fermented water, giving it air, possibly with a bowl, until the water<br />

changed its yellow color to intense blue, forming the ink grain. At that<br />

point, they would add the leaf curd —a substance from the Justicia<br />

Colorifera leaves— and let it rest so that the dye would settle. Finally, the<br />

pot or canoe was canted to throw out the clean water, leaving the mud<br />

or thick indigo water at the bottom”. 13<br />

Mural prehispánico con restos de pintura<br />

“azul maya”. Periodo Posclásico Tardío.<br />

Mayapán, Yucatán. (2)


Del añil, xiquilite o jiquilite se adquiría un tinte de color azul; esta<br />

planta crecía silvestre en varias zonas calientes de la Mesoamérica<br />

prehispánica. 14 El término Jiquilite o Xiquilite viene del nahuat xihuitl (color<br />

azul o verde) y quilitl (hierba), que juntas significan: “la hierba que produce el<br />

color azul o verde.” 15 El añil es conocido también como índigo, sin embargo,<br />

el término común de la planta que produce añil es xiquilite o jiquilite, del<br />

nahuat cuya versión azteca es xiuhquiltl: “yerba turquesa”. 16<br />

Desde la ciencia de la botánica, el añil pertenece al género Indigofera<br />

y a la familia de las Leguminosae. Las variedades del arbusto de Indigofera<br />

proceden tanto de Asia, como de Europa y América; las propiedades colorantes<br />

de sus hojas eran conocidas en Europa desde la época imperial romana. 17 En<br />

América se enumera un estimado de cincuenta especies nativas, de las que<br />

destacan la Indigofera suffructicosa y la Indigofera guatemalensis. 18 El añil o<br />

índigo se extrae principalmente de la Indigofera tinctoria, que es la más rica en<br />

materia colorante. 19<br />

Las especies de índigo registradas en las antiguas provincias de San<br />

Salvador y Sonsonate, las cuales conforman el actual El Salvador, son:<br />

Indigofera guatemalensis Moziño y Sessé, la cual se difundió en las zonas de<br />

San Vicente, San Salvador y Chalatenango; Indigofera Suffructicosa Miller<br />

o “jiquilite-cornezuelo”; Indigofera Lespedezoides H.B.C. o “Guapito”, en las<br />

zonas de Santa Ana y Chalchuapa; y la Indigofera Mucronata Sprengel o “San<br />

Miguel”, que se encuentra en todo el territorio salvadoreño. 20 El arbusto del<br />

añil alcanza a medir de 1.5 a 1.8 metros de altura; sus hojas se componen de<br />

tres a siete pares de pequeñas hojuelas que miden de 2.5 a 4 centímetros, y<br />

son de forma ovadoblongas. 21<br />

36 A blue dye was extracted from indigo, xiquilite or jiquilite; this plant<br />

37<br />

grew wild in several hot areas of pre-Hispanic Mesoamerica. 14 The term<br />

Jiquilite or Xiquilite comes from the Nahuat xihuitl (blue or green color)<br />

and quilitl (herb), which together mean: “the herb that produces the color<br />

blue or green”. 15 Its Aztec version is xiuhquiltl: “turquoise herb”. 16 The<br />

English word “indigo” is also used in Spanish.<br />

From the science of Botany, the plant belongs to the genus Indigofera<br />

and the Leguminosae family. Indigofera shrub varieties come from Asia,<br />

Europe and America; the coloring properties of its leaves were known<br />

in Europe since Roman imperial times. 17 In America, an estimated fifty<br />

native species are listed, of which Indigofera suffructicosa and Indigofera<br />

guatemalensis stand out. 18 Indigo is extracted mainly from Indigofera<br />

tinctoria, because it is the richest in coloring matter. 19<br />

The indigo species recorded in the former provinces of San Salvador<br />

and Sonsonate, which make up present-day El Salvador, are: Indigofera<br />

guatemalensis Moziño and Sessé, which spread in the areas of San<br />

Vicente, San Salvador and Chalatenango; Indigofera Suffructicosa Miller<br />

or “jiquilite-cornezuelo”; Indigofera Lespedezoides H.B.C. or “Guapito”,<br />

in the areas of Santa Ana and Chalchuapa; and Indigofera Mucronata<br />

Sprengel or “San Miguel”, which is found throughout El Salvador. 20 The<br />

indigo bush reaches a height of 1.5 to 1.8 meters; its leaves are composed<br />

of three to seven pairs of small leaflets measuring 2.5 to 4 centimeters,<br />

and are ovadoblong in shape. 21<br />

Arbustos de jiquilite.<br />

Teñida de añil sobre tejido de algodón.


Haciendo referencia a los antiguos mexicanos, el naturista, médico<br />

y botánico novohispano, José Mariano Moziño y Losada, en su Tratado<br />

sobre el Xiquilite y el Añil de Guatemala, de 1799, expresaba:<br />

“Los antiguos mexicanos conocieron también dos plantas<br />

para extraer el Tlecohuilli ó color azul una de ellas llamada<br />

jiuhquilitl pitzahueae es sin duda alguna la indigofera tintoria; la<br />

otra conocida con el mismo nombre y por el cejiuhquihtl patlahoac<br />

especie de genero muy […] en las que llama tlancholi y mohuitli a la<br />

tinta azul sacada de estas especies. La denominación de Xiquilite<br />

parece no tener otro origen que el haberse corrompido la palabra<br />

Xiuhquilitl […] Se sospecha también con mucho fundamento que<br />

los antiguos Mexicanos fabricaban una especie de añil que hasta<br />

el día conserva el nombre de indo entre los Franceses; […] lo cierto<br />

es que las primeras materias de este género fabricadas en América,<br />

salieron de Nueva España; y es muy verisímil que entre las Islas de<br />

América fuese la de Sto. Domingo la primera en que se cultivó<br />

el añil, según la relación de López de Gómez […] en la Historia<br />

General de los viajes […] Resta saber si los españoles transportaron<br />

alguna planta de añil de Guatemala a la Isla de Santo Domingo, y<br />

si observaron en su trabajo el método de los Mexicanos, que es el<br />

recibido en el día en todas partes…” 22<br />

38 Referring to the ancient Mexicans, the Novo-Hispanic naturopath,<br />

39<br />

physician and botanist, José Mariano Moziño y Losada, in his 1799<br />

Treatise on the Xiquilite and Indigo of Guatemala, stated:<br />

”The ancient Mexicans also knew two plants to extract the<br />

Tlecohuilli or blue color, one called jiuhquilitl pitzahueae, the other<br />

cejiuhquihtl patlahoac [...] The name Xiquilite seems to have no<br />

other origin than to have derived from the word Xiuhquilitl [...]<br />

It is also suspected that the ancient Mexicans manufactured a<br />

kind of indigo that to this day maintains the name “indo” among<br />

the French; [...] what is certain is that the first materials of this<br />

genre manufactured in America came out of the Viceroyalty of<br />

New Spain; and it is very likely that among the islands of America,<br />

Santo Domingo was the first one where indigo was cultivated,<br />

according to the account of López de Gómez [...] in the General<br />

History of the voyages [...] It remains uncertain whether the<br />

Spaniards transported any indigo plant from Guatemala to the<br />

island of Santo Domingo, and whether they observed in their<br />

work the method of the Mexicans, which is the one received today<br />

everywhere...” 22 Mapa del Reyno de Guatemala, 1773. Henry. Popple, (3)


40 41<br />

Laguna de El Jocotal, municipio El Tránsito,<br />

departamento de San Miguel.<br />

Al fondo cordillera Jucuarán - Intipucá.<br />

Otra referencia de Moziño y Losada sobre el uso de la planta de<br />

jiquilite entre los habitantes de Mesoamérica era por sus virtudes<br />

medicinales, así lo expresó:<br />

“Entre los mexicanos antiguos se contó el xiquilite por una<br />

de las plantas medicinales, y empleaban los polvos hechos de<br />

tronco molido, para mundificar las ulceras inveteradas, y por<br />

esta razón […] se solía llamar palarcapatli. Las hojas mojadas<br />

y aplicadas en forma de cataplasma á la cabeza de los niños,<br />

decían que les aplacaba el calor y aliviaba los dolores. Con el<br />

mismo fin las usaban maceradas antes en agua en calidad de<br />

fomento, o lipimento para el cerebro.” 23<br />

Sin duda, el descubrimiento del añil en las posesiones americanas<br />

de España fue de primordial importancia comercial para la metrópoli.<br />

Con ello inició una detallada comunicación entre España y las<br />

autoridades coloniales acerca de los métodos del cultivo y el beneficio<br />

de aumentar la siembra y la producción del añil. 24<br />

Hacia 1526, Gonzalo Fernández de Oviedo, en el Sumario de la<br />

Natural Historia de las Indias, recalcaba que los indígenas hacían de<br />

ciertas plantas y yerbas tintes para teñir las mantas de algodón que<br />

pintan de negro, verde, azul, amarillo y colorado. 25<br />

En Real Cédula del 13 de julio de 1558, el Rey se mostraba<br />

interesado en poder substituir el color azul pastel, que se importaba<br />

de Francia y Portugal, por el nuevo colorante que brindaba la planta<br />

que existía en sus dominios americanos; con ello expresó a las<br />

autoridades respectivas: “…somos ynformados que en esa tierra ay<br />

una yerba a tierra que haze el mismo heffeto que el pastel porque con<br />

ello se tiñe y da color azul a los paños de lana y algodón que en esas<br />

partes de hazen y labran por lo yndios…” 26 El Rey quería informarse<br />

sobre qué tipo de hierba era la que utilizaban los indígenas para teñir<br />

de color azul sus ropas de algodón y lana, cuál era su nombre, en<br />

qué provincias había de esta hierba, si crecía silvestre en los campos<br />

o había que cultivarla, si era venenosa o no. Asimismo solicitaba que<br />

se experimentara teñir en los tejidos que se utilizaban en Europa<br />

para saber si la planta brindaba el mismo efecto en ellas. En general,<br />

se consultaba cómo funcionaba todo el proceso de extracción y<br />

provecho de la producción de tinte azul con añil americano.<br />

Another reference by Moziño y Losada about the use of the<br />

jiquilite plant among the inhabitants of Mesoamerica was for its<br />

medicinal virtues, as he wrote:<br />

“Among the ancient Mexicans xiquilite was considered one<br />

of the medicinal plants, and they used the powders made from<br />

the ground trunk to heal ulcers, and for this reason [...] it used to<br />

be called palarcapatli. They said that the leaves, when wet and<br />

applied as a poultice to the head of children, soothed the heat and<br />

relieved pain. For the same purpose they used them previously<br />

macerated in water as an ointment or balm for the brain.” 23<br />

Undoubtedly, the discovery of indigo in Spain’s American<br />

possessions was of primary commercial importance for the<br />

metropolis. This initiated a detailed communication between Spain<br />

and the colonial authorities about the methods of cultivation and the<br />

benefits of increasing the sowing and production of indigo. 24<br />

Around 1526, Gonzalo Fernández de Oviedo, in the Summary of<br />

the Natural History of the Indies, emphasized that the natives made<br />

dyes from certain plants and herbs to dye cotton blankets black,<br />

green, blue, yellow and red. 25<br />

In a Royal Decree of July 13, 1558, the King was interested in<br />

being able to substitute the light blue color, which was imported<br />

from France and Portugal, for the new natural dye provided by the<br />

plant that existed in his American domains; he expressed to the<br />

respective authorities: “... we are informed that in that land there is<br />

an herb that produces the same effect as the pastel because it dyes<br />

and gives blue color to the wool and cotton cloths that in those parts<br />

are made by the Indians...” 26 The King wanted to know the name of<br />

the plant, in which provinces this herb could be found, if it grew wild<br />

in the fields or if it had to be cultivated, if it was poisonous or not.<br />

He also requested that dyeing be experimented on the fabrics used<br />

in Europe to find out if the plant had the same effect on them. In<br />

general, inquiries were made as to how the whole process of blue<br />

dye extraction from American indigo worked.


42 43<br />

Por su parte, Fray Bernardino de Sahagún, en su Historia General de las Cosas de la Nueva España,<br />

de mediados del siglo XVI, describió sobre la extracción de añil:<br />

“Hay yerba en las tierras calientes que se llama Xiuhquilitl, majan esta yerba y exprímele el<br />

zumo, y échanlo en unos casos; allí se seca o se cuaja. Con este color se tiñe lo azul obscuro y<br />

resplandeciente, es color preciado.” 27 El mismo Sahagún mencionó la utilización del jiquilite<br />

para usos medicinales y cosméticos: “…usaban también las mujeres [para] teñir sus cabellos<br />

con lodo prieto, o con una yerba verde que se llama Xiuhquilitl, por hacer relucientes los cabellos,<br />

a manera de color morado.” 28<br />

Vista de meceta central y<br />

volcán de Guazapa.<br />

For his part, Fray Bernardino de Sahagún described the extraction of indigo in his Historia General<br />

de las Cosas de la Nueva España (General History of the Things of New Spain), from the middle of<br />

the 16th century:<br />

“There is an herb in the hot lands that is called Xiuhquilitl, they crush this herb and squeeze<br />

the juice from it, and pour it into containers; there it dries or curdles. With this color the dark<br />

and resplendent blue is dyed, it is a precious color.” 27 Sahagún himself mentioned the use of<br />

jiquilite for medicinal and cosmetic purposes: “...the women dye their hair with a thick mud, or<br />

with a green herb called Xiuhquilitl, to make their hair shiny, like a purple color.” 28<br />

Corte de arbusto de jiquilite, hacienda Los<br />

Nacimientos, cantón San Lucas, Suchitoto,<br />

departamento de Cuscatlán.


44 45<br />

Fracción del mapa Géographie Comercialle et industrielle,<br />

que muestra un censo de la población del Reyno de Guatemala.<br />

A. Vuillemin , 1861. (5)<br />

En 1572 ya se estaba comerciando añil de la jurisdicción de San Salvador hacia España, a<br />

través de Puerto Caballos, Honduras. 29 El cultivo, extracción, producción y la industria del añil<br />

ya estaban presentes y de forma sólida en Centroamérica en 1575. 30 Hacia 1577 se habían recibido<br />

en España mil libras de añil procedentes de Puerto Caballos, y entre 1580 y 1596 se lograron<br />

enviar cantidades mayores. 31 Así mismo lo describió el padre Joseph Acosta, pues en la flota de<br />

1587, que salía de Nueva España hacia la metrópoli, se enviaron “…veinte y cinco mil doscientas y<br />

sesenta y tres arrobas…” 32 Este relato revela la importante producción de tinte que se exportaba<br />

hacia la península ibérica. Al interpretar las fuentes de finales del siglo XVI, la producción de añil<br />

ya se encontraba bien establecida en la Audiencia de Guatemala.<br />

Mexicanam et Floridam. 1740. Seutter, Matthaeus.(4)<br />

According to sources from the end of the 16th century, indigo production was already well<br />

established in the Audiencia of Guatemala. In 1572 indigo was already being traded from the<br />

jurisdiction of San Salvador to Spain, through Puerto Caballos, Honduras. 29 Indigo cultivation,<br />

extraction, production and industry were already present and solid in Central America in 1575. 30<br />

By 1577, a thousand pounds of indigo had been received in Spain from Puerto Caballos, and<br />

between 1580 and 1596 larger quantities were shipped. 31 Father Joseph Acosta described it in<br />

the same way, since in the fleet of 1587, which left New Spain for the metropolis, “...twenty-five<br />

thousand two hundred and sixty-three arrobas...” 32 were sent. This account reveals the significant<br />

production of dye that was exported to the Iberian Peninsula.


Hacia el primer decenio del siglo XVII, en 1610, se continuaban elaborando<br />

los informes y estudios de la planta de jiquilite, hasta llegar a dictaminar una<br />

reglamentación del cultivo y beneficio del añil, los cuales servían de guía para<br />

tener una buena cosecha en el Reyno de Guatemala y sus territorios. Para<br />

lograr extraer una buena y considerable producción de añil, se detallaba cómo<br />

sembrar las semillas de jiquilite y en qué tipo y calidad de tierra.<br />

“…esta semilla se a de senbrar en tierras llanas en que no aya cienagas ni<br />

demasiada vnidad sin arar ni labrar la tierra ni cultibarla de ninguna manera<br />

mas que hauiendola primero quemado y en senbrandola se a de echar sobre<br />

ella ganado vacuno que lo huelle para que se esconda la semilla que esto es<br />

de gran beneficio avnque si no hubiere comodidad de ganado para hazerlo la<br />

semilla no se pierde porque ningun animal…la come…” 33<br />

Estampa de la ciudad de Sevilla y río Guadalquivir. España.(6)<br />

46 47<br />

Vista norte del volcán de San Miguel<br />

o Chaparrastique.<br />

Referencia de obraje de producción de añil. (7)<br />

Towards the first decade of the 17th century, in 1610, reports<br />

and studies of the jiquilite plant continued to be elaborated, to the<br />

point of dictating a regulation for the cultivation and processing of<br />

indigo. This regulation served as a guide to achieve a good harvest in<br />

the Kingdom of Guatemala and its territories. In order to extract a<br />

good and considerable production of indigo, it was detailed how the<br />

jiquilite seeds should be sown and in what type and quality of soil.<br />

“...this seed must be sown on flat land where there are no<br />

marshes, without plowing or tilling the land in any way other<br />

than having first burned it, and when sowing it, cattle must be<br />

thrown on it to trample it so that the seed is hidden, this is of<br />

great benefit even if there were no cattle to do so, the seed is not<br />

lost because no animal eats it...” 33


Piedra y polvo extraído de la planta de jiquilite.<br />

48 Semilla de jiquilite conocida como “mostaza”. 49<br />

El conocimiento de los periodos de cultivo del añil era fundamental. La siembra de la semilla de<br />

jiquilite, denominada también “mostaza”, se hacía entre febrero y marzo, ya que es la época seca; de<br />

mayo en adelante la planta crecía. El corte de la yerba se realizaba a finales del mes de julio, pues si<br />

se retrasaba esa fecha, la cosecha ya no era propicia para la producción del tinte de añil y solamente<br />

podía servir para la obtención de la semilla a partir de los primeros días de octubre, para utilizarla en<br />

el ciclo de siembra del siguiente año. Algo esencial que expresaban los informes era que en el primer<br />

año que se sembraba el jiquilite este no se debía cortar, pues crecía poco y no “granaba” o maduraba.<br />

Además de especificar que la planta debía ser cortada hasta el segundo año, se menciona que el corte<br />

debía hacerse por la mañana.<br />

It was essential to know the indigo cultivation periods. The sowing of the jiquilite seed, also known<br />

as “mustard”, was done between February and March, since it is the dry season; from May onwards<br />

the plant grew. The bush was cut at the end of July, because if this date was delayed, the harvest<br />

was no longer suitable for the production of indigo dye, and could only be used to obtain the seed,<br />

from the first days of October, to be used in the sowing cycle of the following year. Something very<br />

important expressed in the reports was that in the first year that the jiquilite was sown, it should not<br />

be cut, since it grew little and did not fully develop. Besides specifying that the plant should not be cut<br />

until the second year, it is mentioned that the cutting should be done in the morning.<br />

Plantación de jiquilite.


Río Malacatiupán, municipio de Atiquizaya,<br />

departamento de Ahuachapán.<br />

Obraje de producción de añil, tipo hidráulico,<br />

sitio arqueológico San Andrés,<br />

50<br />

valle de Zapotitán. El Salvador. (8)<br />

Antonio Vázquez de Espinoza, quien transitó por el Reyno de Guatemala en 1613 y moró en la ciudad<br />

51<br />

de Santiago de los Caballeros de Guatemala entre 1620 y 1621, redactó un texto de gran importancia para<br />

el aprovechamiento del jiquilite:<br />

“El Xiquilite de que se hace la tinta añil es una yerba en la hoja y en todo parecido al trébol, aunque<br />

mayor; dase en todas las indias de tierra caliente y húmeda, pero donde se da con más abundancia<br />

es en el distrito de la audiencia de Guatemala. La principal cosecha es en el distrito del Obispado de<br />

Guatemala, donde se hace el mejor añil de las Indias y también en el Obispado de Nicaragua […] La flor<br />

es azul. La semilla como de rábano o nabos. Comenzase a labrar de ordinario a fin de septiembre, y sí<br />

es grande la cosecha más, y esta se entiende de la silvestre, que nace por los campos sin beneficio. Ay<br />

otro modo de añil que llaman Sacmile, que lo siembran, solo quemando los campos y sembrando gran<br />

cantidad de semilla en ellos, sin azarlos ni cultivarlos. Esta labor comienza cuando se acaba la otra, por<br />

todos los Santos [1 de noviembre], y dura hasta Navidad conforme es la cosecha.” 34<br />

Obrajes para la producción de añil de antigua hacienda colonial.<br />

Parque Ecoturístico Tehuacán, municipio de Tecoluca, departamento de San Vicente.<br />

Antonio Vázquez de Espinoza, who traveled through the Kingdom of Guatemala in 1613 and lived in the<br />

city of Santiago de los Caballeros de Guatemala between 1620 and 1621, wrote a text of great importance<br />

on the jiquilite plant:<br />

“The Xiquilite from which indigo dye is made is an herb, in leaf and in everything similar to clover,<br />

although larger; it grows in all the Indies of hot and humid land, but where it grows most abundantly<br />

is in the district of the Audiencia of Guatemala. The main harvest is in the district of the Bishopric of<br />

Guatemala, where the best indigo of the Indies is made and also in the Bishopric of Nicaragua [...] The<br />

flower is blue. The seed is like that of radish or turnips. It begins to be cropped at the end of September,<br />

and if the harvest is large, the more so, and this is a wild plant, which grows in the fields by itself. There<br />

is another type of indigo that they call Sacmile, which is sown only by burning the fields and sowing a<br />

large amount of seed in them, without plowing or cultivating them. This labor begins when the other<br />

is finished, around All Saints [November 1st], and lasts until Christmas according to the harvest.” 34


52 53<br />

Las haciendas añileras se ubicaban en zonas con abundante<br />

agua para garantizar la producción de añil.<br />

Quebrada El Meneadero, límite entre Zacatecoluca,<br />

departamento de La Paz, y Tecoluca, departamento de San Vicente.<br />

Proceso de “prensado” del jiquilite.<br />

Hacienda Los Nacimientos.<br />

Proceso de sedimentación del añil.<br />

Sobre las particularidades del añil, José Mariano Moziño y Losada<br />

relató en su artículo XXIV:<br />

“Tres calidades se reconocen en la tinta distinguidas con los<br />

nombres de Flor, Sobresaliente y Corte.”. 35 La tinta calidad Flor era<br />

aquel añil que conservaba un color azul intenso, que cuando<br />

era visto a contraluz, hacía una especie de tornasol muy<br />

ligero. Al tomarlo con los dedos, este se convertía en un polvo<br />

muy sutil. Por su parte, la calidad Sobresaliente solamente se<br />

distinguía del Flor en que su masa era más compacta, por esa<br />

razón se hundía un poco en el agua, sin que se sumergiera<br />

del todo. Por último, la calidad Corte, que poseía el color más<br />

oscuro y su dureza era incomparablemente mayor que la de<br />

las calidades anteriores; esta última, dentro de las piletas, en<br />

el agua, se iba a pique por su peso. 36<br />

Regarding the particularities of indigo, José Mariano Moziño<br />

y Losada reported in his XXIV article:<br />

“Three qualities are recognized in the ink, distinguished by the<br />

names of Flor, Sobresaliente, and Corte.” 35 The Flor quality dye was<br />

that indigo that preserved an intense blue color, which when<br />

seen against the light, made a very light kind of iridescence.<br />

When taken with the fingers, it turned into a very subtle powder.<br />

For its part, the Sobresaliente quality only differed from the Flor<br />

in that its mass was more compact, and for this reason it sank a<br />

little in the water, without being completely submerged. Finally,<br />

the Corte quality, which had the darkest color and its hardness<br />

was incomparably greater than that of the previous qualities; the<br />

latter, in the pools, in the water, would sink due to its weight. 36


Portada del manual “El puntero apuntado<br />

con apuntes breves”. Este ofrecía las fórmulas<br />

fácilmente memorizables a los oficiales y daba a<br />

los hacendados y obrajeros un instrumento de<br />

control técnico de los expertos en la fabricación<br />

de la tinta de añil.<br />

Tratado del añil y jiquilite de Guatemala de José<br />

María Moziño Suárez de Figueroa. Contempla las<br />

normas sobre el cultivo y producción del jiquilite.<br />

También brindaba el tratado de botánica más<br />

exhaustivo de la región mesoamericana.<br />

54 El valor del añil variaba según su calidad, y esta dependía de la mayor o menor<br />

55<br />

pureza de la fécula. Conocer el grado de limpieza de la tinta era importante para<br />

estimar su precio justo; la práctica que comúnmente se observaba para determinar<br />

la calidad era a simple vista y/o al tacto. En algunas ocasiones estaban en<br />

desacuerdo el vendedor y el comprador de la tinta sobre este punto, lo que llevaba<br />

a asumir que uno pretendía abusar del otro, habiendo con ello algunos conflictos<br />

que se daban durante la actividad comercial.<br />

Las principales características del cultivo del añil eran que tenía que ser<br />

extensivo y de temporada; esto significaba que se necesitaba una creciente y<br />

sostenida obtención de tierras y, por supuesto, contar con la mano de obra<br />

correspondiente. Por consiguiente, al poseer más tierras cultivadas de añil, mayores<br />

eran los beneficios económicos. La zona geográfica del Reyno de Guatemala en la<br />

que se produjo con gran notoriedad el cultivo del añil fue la sansalvadoreña. Esto<br />

trajo como consecuencia el desarrollo de dinámicas socioeconómicas internas que<br />

se convirtieron en formas específicas de relaciones sociales, de propiedad, uso de<br />

la tierra y vínculos con el exterior.<br />

El territorio y la geografía de la Provincia de San Salvador fueron transformándose<br />

gracias al cultivo del añil y la dinámica de la economía que este producto generaba.<br />

Los campesinos y productores comunales se tornaron en agentes fundamentales<br />

de una modesta expansión económica en la región, estimulada por el cultivoproducción<br />

del añil, la ganadería y otras actividades comerciales que giraban en<br />

torno a la producción de la tinta. 37<br />

Vista desde el sur de la bahía de Jiquilisco<br />

(Xiquilisco, en lengua potón: ”tierra de los hombres del xiquilit”),<br />

antiguamente conocida como Xiriahualtique.


Hoja del libro “El Puntero Apuntado con Apuntes Breves”,<br />

siglos XVII - XVIII.<br />

56 The value of indigo varied according to its quality, which depended on the<br />

greater or lesser purity of the starch. Knowing the degree of cleanliness of<br />

the dye was important for estimating its fair price; the commonly observed<br />

practice for determining quality was by sight and/or touch. Sometimes the<br />

seller and the buyer of the dye disagreed on these matters, which led to the<br />

assumption that one was trying to abuse the other, thus leading to some<br />

conflicts during the commercial activity.<br />

57<br />

The main characteristics of indigo cultivation were that it had to be an<br />

extensive and seasonal crop; this meant that an increasing and sustained<br />

land acquisition was needed and, of course, the corresponding labor<br />

force. Consequently, the more land cultivated with indigo, the greater the<br />

economic benefits. The geographical area of the Kingdom of Guatemala<br />

where indigo cultivation was most notorious was the Province of San<br />

Salvador. This resulted in the development of internal socioeconomic<br />

dynamics that became specific forms of social relations, property, land<br />

use and links with the outside world.<br />

The territory and geography of the Province of San Salvador were<br />

transformed by the cultivation of indigo and the economic dynamics<br />

generated by this product. The peasants and communal producers became<br />

key agents of a modest economic expansion in the region, stimulated by the<br />

cultivation-production of indigo, livestock and other commercial activities<br />

that revolved around the production of the dye. 37<br />

“Valle de Jiboa”, 1925.<br />

Miguel Ortíz Villacorta,<br />

Óleo sobre tela, Colección Nacional.


58 59<br />

Plantación de caña de azúcar, valle al sur<br />

de la cordillera Tecapa - Chinameca.


LA HACIENDA AÑILERA:<br />

espacio de interacción económica y social<br />

60<br />

Durante los siglos XVI y XVII, la economía colonial se basó en dos grandes sistemas<br />

de producción y consumo: la encomienda, en la que predominaba la agricultura de<br />

granos básicos, tales como maíz y frijol, y la ganadería, posibilitando una producción<br />

61<br />

agropecuaria destinada principalmente hacia el consumo interno; y el sistema de repartimiento,<br />

que esencialmente se encontraba dirigido al ámbito de la exportación y se enfocaba en el desarrollo<br />

de cultivos como el cacao y el añil. Las producciones de cacao y bálsamo se mantuvieron, en gran<br />

medida, en manos de las comunidades indígenas, con un encomendero/mercader como autoridad,<br />

el cual libraba las funciones de patrono y empresario. En contraste a este modelo, la hacienda se<br />

convirtió en la principal fuente de producción y de asentamiento humano.<br />

Dos tipos de tenencia de tierra se configuraron durante los siglos coloniales: la comunal, propia<br />

de los pueblos de indios, y la privada, de las haciendas. En las tierras comunales las poblaciones<br />

indígenas poseían sus plantaciones de jiquilite, el cual era pagado como tributo; muchas de estas<br />

comunidades y regiones se especializaron en una diversidad de productos. 38<br />

La economía colonial de la América Central fundamentalmente rotó en torno a dos<br />

ejes: la producción agropecuaria para el consumo doméstico y la producción consignada a la<br />

exportación. Estos ejes de producción respondían a las exigencias y escenarios coloniales a los<br />

que se encontraba sometida la región. Los productos exportables, como el cacao y el añil, se<br />

volvieron los pilares de la organización y reproducción de una frágil e insegura economía interna;<br />

esto sirvió de base para el funcionamiento de un aparato burocrático que le dió permanencia al<br />

régimen colonial a nivel local. 39<br />

Hacienda San Juan Buena Vista,<br />

departamento de La Libertad.


THE INDIGO FARM:<br />

a Space for Economic and Social Interaction<br />

62<br />

DDuring the 16th and 17th centuries, the colonial economy was based on two major<br />

systems of production and consumption: the encomienda, in which agriculture of<br />

basic grains, such as corn and beans, and cattle ranching predominated, making<br />

63<br />

possible agricultural production mainly for domestic consumption; and the repartimiento<br />

system, which was essentially export-oriented and focused on the development of crops such<br />

as cacao and indigo. Cacao and balsam production remained, to a large extent, in the hands<br />

of the indigenous communities, with an encomendero/merchant as the authority, who carried<br />

out the functions of chief supervisor and trader. In contrast to this model, farms became the<br />

main source of production and human settlement.<br />

Two types of land tenure were formed during the colonial centuries: communal, typical<br />

of the Indian villages, and private, of the haciendas. The indigenous populations had their<br />

jiquilite plantations in the communal lands, and jiquilite was paid as tribute; many of these<br />

communities and regions specialized in a diversity of products. 38<br />

The colonial economy of Central America basically revolved around two axes:<br />

agricultural production for domestic consumption and production for export. These<br />

production axes responded to the colonial demands and scenarios in which the region<br />

was subjected. Exportable products, such as cacao and indigo, became the pillars of the<br />

organization and reproduction of a fragile and insecure internal economy; this served as<br />

the basis for the functioning of a bureaucratic apparatus that gave permanence to the<br />

colonial regime at the local level. 39<br />

“Hacienda con árbol en floración”, San Miguel,<br />

El Salvador. Max Vollmberg. 1920.


64 65<br />

El desarrollo económico del territorio centroamericano mostró “…el funcionamiento de<br />

sistemas de explotación y utilización exhaustiva de la fuerza de trabajo indígena, así como la existencia<br />

de mecanismos extractivos de bienes, recursos y materias primas [como] impulsos primarios y reactivos<br />

del capitalismo comercial.” 40<br />

La importancia de la producción de añil en las provincias sansalvadoreñas llevó, en 1635, a<br />

fundar el pueblo de San Vicente de Lorenzana, el cual se elevó a villa en 1658, con la nominación<br />

de San Vicente de Austria. 41 Esta villa surgió para congregar a familias peninsulares y criollas, 42<br />

que se dedicaban a la producción de la tinta de añil.<br />

Vista del volcán de San Vicente<br />

o Chinchontepec y el valle de Jiboa.<br />

The economic development of the Central American territory showed “...the functioning of<br />

systems of exploitation and exhaustive utilization of the indigenous labor force, as well as the existence<br />

of extractive mechanisms of goods, resources and raw materials as primary and reactive impulses of<br />

commercial capitalism.” 40<br />

The importance of indigo production in the San Salvadoran provinces led, in 1635, to the<br />

founding of the town of San Vicente de Lorenzana, which was elevated to a villa in 1658, with the<br />

name of San Vicente de Austria. 41 This village arose to congregate Spanish and Creole families, 42<br />

who were dedicated to the production of indigo dye.<br />

Puerta principal de la iglesia de<br />

Nuestra Señora del Pilar, San Vicente.<br />

Inicialmente era una pequeña capilla que<br />

edificó doña Manuela de Arce<br />

y su marido don José Merino.<br />

En 1762 don Francisco de Quintanilla<br />

emprendió la edificación de una<br />

suntuosa iglesia de tres naves,<br />

bóveda y cinco altares.<br />

Inaugurada el 12 de diciembre de 1769.<br />

Su Majestad, en cédula del 27 de agosto<br />

de 1781, le concedió<br />

el patrono particular. 43


66 67<br />

Vista de la laguna de Apastepeque,<br />

departamento de San Vicente.<br />

En el decenio de 1740, en la Provincia de San Salvador, según su Alcalde Mayor, don Manuel Gálvez<br />

de Corral, había unas 267 haciendas añileras, las cuales contaban con unos 618 obrajes que servían para<br />

beneficiar la tinta del añil. Esto habla de la magnitud del desarrollo productivo de las haciendas.<br />

A mediados del siglo XVIII los precios del añil se habían incrementado considerablemente,<br />

convirtiendo la producción de añil en una actividad vital para la economía del Reyno de Guatemala. Este<br />

producto se comerciaba a partir de las ferias añileras en la Provincia de San Salvador; las principales ferias<br />

eran las de Apastepeque, San Vicente, Chalatenango, San Miguel, Sensuntepeque y Zacatecoluca. 44<br />

En los albores del siglo XIX, en 1807, se registraron unas 447 haciendas de tinta y ganado, según la<br />

referencia del Intendente de San Salvador, Antonio Gutiérrez y Ulloa. 45<br />

In the decade of 1740, according to its Mayor, Don Manuel Gálvez de Corral, there were 267 indigo<br />

farms in the Province of San Salvador, which had around 618 obrajes (indigo mills) that were used to<br />

process the indigo dye. This speaks of the magnitude of the productive development of the farms.<br />

By the middle of the 18th century, indigo prices had increased considerably, making its production<br />

a vital activity for the economy of the Kingdom of Guatemala. This product was traded from the<br />

indigo fairs in the Province of San Salvador; the main fairs were those of Apastepeque, San Vicente,<br />

Chalatenango, San Miguel, Sensuntepeque and Zacatecoluca. 44<br />

At the dawn of the 19th century, in 1807, about 447 indigo and cattle farms were registered, according<br />

to the reference of the Intendant of San Salvador, Antonio Gutiérrez y Ulloa. 45


La agricultura de exportación constituyó, en definitiva, el principal origen<br />

de ingreso para la elite colonial, lo que sirvió de base para que el producto más<br />

importante de la economía, el añil, se convirtiera en el vínculo comercial por<br />

excelencia entre el Reyno de Guatemala y España. Esto trajo como consecuencia<br />

que los cultivadores, hacendados y comerciantes del tinte de jiquilite fueran los<br />

ciudadanos más influyentes de la economía colonial de finales del siglo XVIII e<br />

inicios del siglo XIX. 46<br />

El auge añilero de la segunda mitad del siglo XVIII permitió una oleada de<br />

capital sin precedentes; con ello se instituyó la especialización de las haciendas<br />

añileras y el campesinado de las provincias de San Salvador en la producción<br />

del tinte, en donde ocurre la participación de comerciantes, campesinos y<br />

mercaderes de toda la región centroamericana. 47<br />

68 69<br />

La Provincia de San Vicente de Austria fue un<br />

importante centro añilero.<br />

Vistas de las estructuras de los obrajes de añil<br />

de la hacienda Concepción Cañas, ubicada<br />

en Tecoluca, departamento de San Vicente. En<br />

la primera imagen se observa una de las pilas y<br />

en la otra la pared del desagüe.<br />

Export agriculture constituted the primary source of income for the colonial elite, which<br />

served as the basis for the economy’s most important product, indigo, to become the main<br />

commercial link between the Kingdom of Guatemala and Spain. As a result, the growers,<br />

landowners and traders of jiquilite dye were the most influential citizens of the colonial economy<br />

at the end of the 18th and beginning of the 19th centuries. 46<br />

The indigo boom of the second half of the 18th century allowed for an unprecedented wave<br />

of capital; this led to the specialization of the indigo farms and the peasantry of the provinces<br />

of San Salvador in the production of blue dye, with the participation of traders, peasants and<br />

merchants from the entire Central American region. 47<br />

Vista sur del volcán de<br />

San Vicente o Chinchontepec.


70 71<br />

Hacienda San Juan Buena Vista, departamento de La Libertad.<br />

Desde el comienzo de la época colonial, Centroamérica<br />

en su conjunto exhibió su carácter marginal y secundario en<br />

relación con la esfera colonial americana, marginalidad que la<br />

volvió menos sensible a los grandes circuitos comerciales, así<br />

como a las corrientes de la economía mundial. 48<br />

El término “hacienda”, en la época colonial, se refería a una gran<br />

explotación agrícola o ganadera, en el interior de la cual se encontraba<br />

un asiento de población ladina o mulata, y al mismo tiempo un conjunto<br />

de pequeños productores, los cuales explotaban una propiedad<br />

común. 49 Las haciendas eran más que simples propiedades de tierra,<br />

pues estaban formadas por un complejo sistema económico en el<br />

que se organizaban diversos factores de producción, con el fin de<br />

desarrollar una actividad productiva. Existía abundancia de tierra,<br />

sin embargo, ese no era el componente más difícil de conseguir,<br />

pues diversos elementos fundamentales como la mano de obra, el<br />

crédito y la capacidad empresarial eran los factores más escasos. 50<br />

Grabado de pilas de obraje de extracción de añil 1759.<br />

Silla colonial de madera y cuero, tipo Jamuga.


From the beginning of the colonial era, Central America as a whole exhibited<br />

its marginal and secondary character in relation to the American colonial sphere,<br />

a marginality that made it less sensitive to the great commercial circuits, as well<br />

as to the currents of the world economy. 48<br />

In colonial times, the term “farm” referred to a large agricultural or<br />

livestock estate, within which there was a settlement of ladino or mulatto<br />

population, and at the same time a group of small producers, who<br />

exploited a common property. 49 The farms were more than simple land<br />

properties, as they were formed by a complex economic system in which<br />

diverse production factors were organized, with the purpose of developing<br />

a productive activity. There was an abundance of land; however, this was<br />

not the most difficult component to obtain, since various fundamental<br />

elements such as labor, credit and entrepreneurial capacity were the<br />

scarcest factors. 50<br />

72 73<br />

El transporte en carreta jugó un papel importante<br />

dentro de las haciendas y contribuyó al auge añilero.<br />

Municipio de Joateca, departamento de Morazán.<br />

Hacienda ganadera, municipio de Intipucá,<br />

departamento de La Unión.


Recibo de tinta de añil emitido por<br />

la Real Aduana de la Nueva Guatemala de la Asunción en 1795.<br />

74 75<br />

La hacienda añilera, dentro del marco de la economía colonial,<br />

mostraba tres características esenciales:<br />

“[1]…la persistencia de formas de cultivo tradicional que<br />

permanecieron inalteradas por siglos, [2] el impacto de la agricultura<br />

comercial sobre la mano de obra y [3] el papel crucial que jugaron<br />

el crédito y los contactos comerciales para que la elite mercantil<br />

guatemalteca se apoderara de la mayor parte de sus beneficios.” 51<br />

En este sentido, la llave para conseguir el poder económico y<br />

el control de la economía del añil estaba basada en los mecanismos<br />

de manejo del crédito para las cosechas y en los dispositivos de<br />

comercialización, y no necesariamente en la posesión de la propiedad<br />

de la tierra. 52<br />

La creciente producción añilera estimuló el establecimiento de las<br />

haciendas, sin embargo, los pequeños productores ladinos, mestizos<br />

y mulatos, y las comunidades indígenas también supieron responder<br />

ante la gran demanda del tinte extraído del jiquilite. 53 Con la obtención<br />

de tierras para el cultivo y extracción del añil se dió una concentración<br />

de personas de diverso origen étnico, lo cual tuvo como resultado<br />

un marcado y rápido mestizaje, y por tanto, un acelerado proceso de<br />

descomposición de las comunidades indígenas.<br />

The indigo farm, within the framework of the colonial economy,<br />

showed three essential characteristics.<br />

“[1]...the persistence of traditional forms of cultivation that<br />

remained unchanged for centuries, [2] the impact of commercial<br />

agriculture on labor, and [3] the crucial role played by credit and<br />

commercial contacts to ensure that the Guatemalan mercantile<br />

elite took the lion’s share of its profits.“ 51<br />

In this sense, the key to achieving economic power and control<br />

of the indigo economy was based on the mechanisms of crop credit<br />

management and the dominance of trade channels, and not necessarily<br />

on the ownership of the land. 52<br />

The growing indigo production stimulated the establishment of<br />

farms, however, the small ladino, mestizo and mulatto producers,<br />

as well as the indigenous communities, were also able to respond<br />

to the great demand for the dye extracted from jiquilite. 53 With<br />

the acquisition of land for the cultivation and extraction of indigo,<br />

a concentration of people of diverse ethnic backgrounds occurred,<br />

which resulted in a marked and rapid mestization, and therefore, an<br />

accelerated process of decomposition of the indigenous communities.<br />

Interior de hacienda colonial,<br />

departamento de La Libertad.


Con la introducción de la agricultura comercial, numerosas<br />

comunidades rurales fueron absorbidas por las haciendas privadas,<br />

cuyo modelo de asentamiento se formó por poblaciones dispersas<br />

de trabajadores de las mismas haciendas y por los agricultores de<br />

productos de subsistencia. 54<br />

Durante la monarquía de los borbones, el territorio centroamericano<br />

se estableció como una región muy importante en la producción y<br />

exportación de añil. Hacia la segunda mitad del siglo XVIII, la región<br />

centroamericana era una economía mono-exportadora. Con ello, en las<br />

postrimerías de ese mismo siglo, el añil se posicionó como la segunda<br />

exportación en importancia de las colonias americanas de España. 55<br />

The settlement pattern of the private farms was formed by<br />

scattered populations of farm workers and subsistence farmers. 54<br />

Following the introduction of commercial agriculture, numerous<br />

rural communities were absorbed into the private farms due to the<br />

need for labor.<br />

During the Bourbon monarchy, the Central American territory<br />

established itself as a very important region in the production and<br />

export of indigo. By the second half of the 18th century, the Central<br />

American region was a mono-exporting economy. As a result, at the<br />

end of that same century, indigo became the second most important<br />

76<br />

export of Spain’s American colonies. 55<br />

77<br />

Producción de elote,<br />

departamento de La Libertad.<br />

Cultivo y producción de maíz,<br />

departamento de La Libertad.


En la región sansalvadoreña la geografía posibilitaba una faena<br />

mucho más extensiva e intensiva del suelo; así los principales<br />

centros de actividad económica y política se ubicaron en valles,<br />

y desempeñaron el puente de relación entre las diversas zonas<br />

ocupadas, como San Vicente y San Miguel. De esto surge la mayor<br />

conexión de la región, con base en los patrones de asentamiento y<br />

la ocupación del territorio. 56<br />

Las haciendas de propiedad privada, que en su mayoría<br />

pertenecían a peninsulares, criollos adinerados y a la elite religiosa,<br />

fueron aumentando su extensión gradualmente, a costa de las<br />

tierras cultivadas por los grupos indígenas. Esta dinámica obligó a<br />

una carrera y competencia desigual por el territorio, ocasionando una<br />

serie de acciones inevitables, 57 que directamente fue en detrimento<br />

de las comunidades indígenas de las provincias de San Salvador<br />

y Sonsonate.<br />

El territorio de la jurisdicción de San Salvador, en 1712, era la<br />

única región administrativa del Reyno de Guatemala que contenía<br />

un número importante de haciendas dedicadas al cultivo de jiquilite,<br />

y a la extracción y producción del tinte de añil. Del censo expuesto<br />

en ese año se extrae que había 84 haciendas mayores y 254 menores,<br />

al mismo tiempo una cantidad importante de propiedades más<br />

pequeñas designadas ranchos, en donde también se cultivaba<br />

el índigo. Una de las particularidades de estos ranchos era que el<br />

conjunto de ellos obtenía el nombre de valle o aldea. 58<br />

78<br />

In the San Salvadoran region, the geography made possible<br />

79<br />

a much more extensive and intensive use of the land; thus, the<br />

main centers of economic and political activity were located in<br />

valleys, and served as a bridge between the various occupied areas<br />

such as San Vicente and San Miguel. From this arises the greater<br />

connection of the region, based on the settlement patterns and<br />

the occupation of the territory. 56<br />

The privately owned farms, most of which belonged to<br />

Peninsulars, wealthy Creoles and the religious elite, gradually<br />

increased in size at the expense of lands cultivated by indigenous<br />

groups. This dynamic forced a race and unequal competition for<br />

territory, causing a series of inevitable actions, 57 which were directly<br />

detrimental to the indigenous communities of the provinces of San<br />

Salvador and Sonsonate.<br />

The territory of the jurisdiction of San Salvador, in 1712, was<br />

the only administrative region of the Kingdom of Guatemala<br />

that contained an important number of farms dedicated to the<br />

cultivation of jiquilite, and the extraction and production of indigo<br />

dye. From the census taken in that year, it can be seen that there<br />

were 84 major farms and 254 minor ones, as well as a significant<br />

number of smaller properties called ranches, where indigo was<br />

also cultivated. One of the peculiarities of these ranches was that<br />

together they were called valleys or villages. 58<br />

Vista desde Hacienda Nueva hacia cordillera<br />

Tecapa - Chinameca.


80 81<br />

Grabado de asentamiento de campesinos.<br />

Siglo XIX. (11)<br />

Laborar en las haciendas añileras no era la única opción para el<br />

campesinado sin tierras de la Provincia de San Salvador, de hecho,<br />

la producción de añil en las grandes haciendas era transformada en<br />

una lucha temeraria con los trabajadores, los cuales no mostraban<br />

la deferencia y la subordinación que se esperaba de las clases bajas<br />

en medio de un orden colonial. 59 En la descripción de las haciendas<br />

de la parroquia de San Miguel, que hizo el arzobispo de Guatemala,<br />

Pedro Cortés y Larraz, hacia 1768, aseveraba:<br />

Working in the indigo farms was not the only option for the<br />

landless peasantry of the Province of San Salvador, in fact, indigo<br />

production in the large farms was transformed into a reckless<br />

struggle with the workers, who did not show the deference and<br />

subordination expected of the lower classes in the midst of a<br />

colonial order. 59 In the description of the farms of the parish of<br />

San Miguel, made by the Archbishop of Guatemala, Pedro Cortés y<br />

Larraz, around 1768, he stated:<br />

Sección de grabado de rancho y campesinos. Siglo XIX.(10)<br />

“…respecto a las haciendas para todo el tempo como viven en ellas las familias y<br />

personas todo el año, pero en lo que se llama temporada y dura cada año cuatro y seis<br />

meses hay gente innumerable, pues se cuentan a ciento, y a doscientas personas las que<br />

trabajan la tinta en cada hacienda, concurriendo a este efecto de varias partes gente de<br />

toda especie y desconocidas […] encontré, entre otros, el que hay tal afición a este género<br />

de las tintas, que parece una especie de inclinación envenenada a ellas, con que posponen<br />

todos sus intereses a su cultivo.” 60


Según Cortés y Larraz, el trabajo realizado por los<br />

empleados de la hacienda añilera en los obrajes era<br />

sumamente pesado, sin días de descanso, incluso los de<br />

fiesta, sin instrucción religiosa ninguna, y tal parecía que se<br />

encontraban en una relación en la cual no podían dejar de<br />

laborar para producir las tintas. En las haciendas añileras, las<br />

actividades que se llevaban a cabo en la temporada alta de<br />

producción de la tinta duraban todo el día, y a veces hasta<br />

toda la noche, en un ambiente muchas veces inhóspito, pues<br />

el calor, la alta concentración de moscas y la fatiga hacían de<br />

este trabajo uno de los más duros. Durante la temporada alta<br />

de labores se trabajaba todos los días, hasta los de guardar.<br />

Hacia 1760, las haciendas en la Provincia de San Salvador,<br />

además de ser especialistas en la extracción de tinta de añil,<br />

empezaron a producir una gran variedad de alimentos y a criar<br />

ganado. Las personas que moraban al interior de las haciendas<br />

añileras dedicaban el resto del tiempo al cultivo y producción<br />

de alimentos para su propio sostenimiento, y adicionalmente<br />

para abastecer y proveer los mercados urbanos. 61<br />

According to Cortés y Larraz, the work performed<br />

by the employees of the indigo farms in the obrajes was<br />

82 extremely hard, without rest days, even on holidays, without 83<br />

any religious instruction, and it seemed that they were in a<br />

relationship of subordination in which they could not stop<br />

working to produce the dye. In the indigo farms, the activities<br />

carried out during the high season of dye production lasted<br />

all day, and sometimes even all night, in an often inhospitable<br />

environment, since the heat, the high concentration of flies<br />

and the fatigue made this work one of the hardest. During<br />

the high work season, work was done every day, even on<br />

Catholic holidays.<br />

By 1760, the farms of the Province of San Salvador, in<br />

addition to being specialists in the extraction of indigo dye,<br />

began to produce a wide variety of foodstuffs and raise<br />

livestock. The people who lived inside the indigo haciendas<br />

dedicated the rest of the time to the cultivation and production<br />

of food for their own sustenance, and additionally to supply<br />

the urban markets. 61<br />

“San Juan Tepezontes”.<br />

Max Vollmberg, 1919.


84 85<br />

Las haciendas no eran únicamente productoras del valioso<br />

tinte, sino que también la producción campesina contribuía a la<br />

interacción del mercado alimenticio y demás insumos, tales como<br />

cal, sal, y semillas de jiquilite, que eran de gran demanda para la<br />

producción del tinte. A partir de esta dinámica se fueron creando<br />

lazos de dependencia mutua entre las unidades productivas, ya sea<br />

que estas fueran pequeñas o grandes. 62<br />

La ventaja de la hacienda añilera por sobre la tierra comunal<br />

indígena dio origen a la inevitable competencia territorial entre la<br />

propiedad privada y la comunal. Inclusive el Alcalde Mayor —cargo<br />

de la administración colonial que veía los rubros de justicia, guerra,<br />

hacienda y gobierno de las Alcaldías Mayores— rentaba a terceros<br />

(españoles, mestizos, mulatos y ladinos) las tierras comunales de<br />

las poblaciones indígenas para el cultivo del jiquilite, y es que los<br />

cabildos guardaban el control de las tierras, distribuidas en parcelas,<br />

para el provecho de los indígenas del pueblo.<br />

The farms were not only producers of the valuable dye, but<br />

also contributed with peasant production to the interaction of the<br />

food market and also with inputs such as lime, salt, and jiquilite<br />

seeds, which were in great demand for the production of dye. From<br />

this dynamic, ties of mutual dependence were created among the<br />

productive units, whether they were small or large. 62<br />

The advantage of the indigo farm over the indigenous<br />

communal land gave rise to the inevitable territorial competition<br />

between private and communal property. Even the Alcalde<br />

Mayor —charge of the colonial administration which was<br />

responsible for the areas of justice, war, finance and government<br />

of the Alcaldías Mayores— rented the communal lands of the<br />

indigenous populations to third parties (Spaniards, mestizos,<br />

mulattos and ladinos) for the cultivation of jiquilite, since the<br />

cabildos kept control of the lands, distributed in plots, for the<br />

benefit of the indigenous people of the town.<br />

Ganado pastando, hacienda San Ramón,<br />

departamento de Sonsonate.<br />

Los arrieros eran las personas que tenían como<br />

oficio el transporte de mercancías en recuas de<br />

animales de carga. Durante la época colonial estos<br />

eran parte fundamental en el comercio del añil.<br />

“Arriero Mexicano”, Chiapas México.<br />

Max Vollmberg. 1918.


Campesinos transportando caña de azúcar.<br />

Cuando el número de habitantes nativos se reducía, las tierras que<br />

excedían pasaban a ser intercedidas por el cabildo indígena —organización<br />

sociopolítica con autoridad que representaba legalmente a la comunidad<br />

86 indígena—, y este a su vez, en varias ocasiones, las alquilaba o vendía, a 87<br />

pesar de la prohibición a la cual estaba sujeta esa práctica. 63<br />

Las haciendas con crianza de ganado jugaron un papel esencial en el<br />

crecimiento económico de la producción añilera a partir de la segunda<br />

mitad del siglo XVIII, y más aún desde la década de 1770, ya que el<br />

ganado vacuno y sus derivados eran indispensables para alimentar a<br />

los trabajadores de las haciendas y en la elaboración de los zurrones<br />

—bolsas de cuero en las que se empacaba el añil para su transporte—. 64<br />

When the number of native inhabitants decreased, the excess<br />

lands were interceded by the indigenous cabildo —a socio-political<br />

organization with authority that legally represented the indigenous<br />

community—, which in turn, on several occasions, rented or sold them,<br />

in spite of the prohibition to which this practice was subject. 63<br />

Farms with cattle played an essential role in the economic growth of<br />

indigo production from the second half of the 18th century onwards, and<br />

even more so from the 1770s onwards, since cattle and their derivatives<br />

were indispensable for feeding the workers on the indigo farms and<br />

in the production of zurrones —leather bags in which the indigo was<br />

packed for transport—. 64<br />

Cultivo de caña de azúcar en las faldas de la cordillera<br />

Tecapa - Chinameca, frente al volcán de Usulután.


88 89<br />

Grabado del valle de Jiboa. (12)<br />

Aunado al desabastecimiento de productos de la canasta<br />

básica, para la alimentación de los trabajadores de las haciendas y<br />

de la población urbana de la Provincia de San Salvador, la situación<br />

económica de la hacienda se complejizó a raíz de la política colonial,<br />

pues esta “…implicaba una serie de regulaciones que garantizaban<br />

el acceso desigual a cada uno de los factores, [además] el limitado<br />

sistema educativo [y] las restricciones comerciales hacían que el<br />

comercio internacional quedara en manos de españoles y criollos.” 65<br />

Promover los intercambios directos entre la península Ibérica y<br />

las colonias para desarrollar las comunicaciones y el comercio.<br />

Limitar el poder eclesiástico, por medio de la expropiación de los<br />

bienes de la Iglesia y de la disminución de sus privilegios.<br />

Apoyar a los productores de las provincias de Centroamérica con<br />

el fin de liberarlos del control de los comerciantes de la capital,<br />

Santiago de Guatemala.<br />

d) Reformar la estructura administrativa por medio de la<br />

En la América Central las reformas borbónicas iniciaron<br />

instauración del régimen de intendencias, con el fin de<br />

tempranamente con el establecimiento de modificaciones<br />

reemplazar a los “oficiales corruptos” del interior, ligados a los<br />

importantes de carácter político-administrativo, las cuales se<br />

intereses locales.<br />

llevaron a cabo durante la primera mitad del siglo XVIII en la<br />

Audiencia de Guatemala. Con ello, la Corona trató de obtener más e) Transformar el sistema impositivo con el fin de obtener más<br />

poder frente a la elite criolla local, sin embargo, esto no sucedió<br />

ingresos fiscales para financiar la creciente estructura del<br />

hasta la llegada al trono de Carlos III en 1759, cuando la nueva<br />

poder colonial.<br />

administración borbónica envió una verdadera ofensiva destinada f) Intensificar la defensa militar para contener las actividades<br />

a reformar totalmente la administración política, fiscal y militar<br />

comerciales y militares de los ingleses en Centroamérica. 66<br />

de la región centroamericana. Dichas reformas plantearon seis<br />

modificaciones fundamentales y medulares para Centroamérica,<br />

que se detallan a continuación: Grabado de rancho con campesinos. Siglo XIX. (13)<br />

a)<br />

b)<br />

c)


90 91<br />

Grabado de producción de azúcar en molienda. Siglo XIX. (14)<br />

In addition to the shortage of basic foodstuffs to feed the farm<br />

workers and the urban population of the Province of San Salvador,<br />

the economic situation of the farms became more complex as a<br />

result of colonial policy, which “...implied a series of regulations that<br />

guaranteed unequal access to each of the factors, [furthermore] the<br />

limited educational system [and] commercial restrictions ensured that<br />

international trade remained in the hands of Spaniards and Creoles”. 65<br />

In Central America, the Bourbon reforms began early with the<br />

establishment of important political-administrative modifications,<br />

which were carried out during the first half of the 18th century in<br />

the Audiencia of Guatemala. With this, the Spanish Crown tried to<br />

obtain more power over the local Creole elite, however, this did not<br />

happen until the arrival of Charles III to the throne in 1759, when<br />

the new Bourbon administration sent a real offensive aimed at<br />

totally reforming the political, fiscal and military administration<br />

of the Central American region. These reforms proposed six core<br />

modifications for Central America, which are detailed below:<br />

a)<br />

b)<br />

c)<br />

d)<br />

e)<br />

f)<br />

Promote direct exchanges between the Iberian Peninsula and<br />

the colonies for the development of communications and trade.<br />

Limit ecclesiastical power by expropriating Church property and<br />

diminishing its privileges.<br />

Support producers in the provinces of Central America to free<br />

them from the control of traders in the capital, Santiago de<br />

Guatemala.<br />

Reform the administrative structure through the establishment<br />

of the regime of intendencies, in order to replace the “corrupt<br />

officials” of the interior, who were linked to local interests.<br />

Transform the tax system with the aim of obtaining more tax<br />

revenues to finance the growing colonial power structure.<br />

Intensify military defense to restrain British commercial and<br />

military activities in Central America. 66<br />

Caña de azúcar en flor.


Para lograr lo planteado anteriormente, el territorio de la Audiencia de Guatemala<br />

se dividió en cinco intendencias: Chiapas, Guatemala, San Salvador, Comayagua y León.<br />

Sin embargo, el esfuerzo de la Corona de suscitar nuevas metrópolis no fue posible, pues<br />

la administración colonial no logró romper el poder de los comerciantes monopolistas<br />

de la ciudad de Guatemala. 67<br />

El régimen de habilitaciones consistía en otorgar créditos para la producción<br />

agrícola y en diferentes niveles de la actividad comercial: uno era la transacción entre<br />

los comerciantes mayoristas y los vendedores al por menor que visitaban todas las<br />

provincias, y el otro nivel era cuando esos mismos vendedores daban el crédito a<br />

pulperos y buhoneros, quienes proveían la mercancía importada a todos los rincones,<br />

incluidas las haciendas. Con el fin de favorecer a los productores, la Corona creó el Real<br />

Montepío de Cosecheros de Añil. Esta última institución se estableció a partir de la<br />

Sociedad de Cosecheros de Añil en 1782, y se fundó en la villa de San Vicente de Austria,<br />

con el objetivo de sustituir a los comerciantes en el mercado del crédito, como una<br />

especie de banco refaccionario. 68 Conjuntamente a los comerciantes guatemaltecos,<br />

existían dos fuentes importantes de crédito para el añil, la Iglesia y el Real Montepío de<br />

Cosecheros de Añil. 69<br />

92 93<br />

Producción en molienda de caña de azucar,<br />

departamento de San Vicente.<br />

Dulces de panela<br />

conocidos como “atados”.


To achieve the aforementioned, the territory of the Audiencia<br />

of Guatemala was divided into five intendencies: Chiapas,<br />

Guatemala, San Salvador, Comayagua and León. However, the<br />

Crown’s effort to create new metropolises was not achieved,<br />

since the colonial administration was unable to break the power<br />

of the monopolistic merchants of Guatemala City. 67<br />

The habilitation regime consisted of granting credit for<br />

agricultural production and at different levels of commercial activity:<br />

one was the transaction between wholesale merchants and retail<br />

vendors who visited all the provinces, and the other level was when<br />

those same vendors gave credit to pulperos and buhoneros, who<br />

supplied imported merchandise to all corners, including the farms.<br />

In order to favor producers, the Crown created the Real Montepío<br />

de Cosecheros de Añil. The latter institution was established from<br />

the Sociedad de Cosecheros de Añil in 1782, and founded in the town<br />

of San Vicente de Austria, with the objective of substituting the<br />

merchants in the credit market, as a kind of refinancing bank. 68<br />

Along with the Guatemalan merchants, there were two important<br />

sources of credit for indigo, the Church and the Real Montepío de<br />

94<br />

Cosecheros de Añil. 69<br />

95<br />

Campesino transportando mercancía en carreta.<br />

Vista del río Lempa, zona Potonico,<br />

departamento de Chalatenango.


Se estima que en 1782 al menos dos tercios de la<br />

producción añilera total de la Provincia de San Salvador<br />

eran producidos por pequeños agricultores,<br />

los denominados poquiteros. Muchos de estos<br />

pequeños productores no tenían otra alternativa<br />

que recurrir a las autoridades de la Alcaldía<br />

Mayor para que esta instancia, a través de las<br />

habilitaciones, les proveyera los instrumentos<br />

agrícolas o las semillas de jiquilite para la cosecha<br />

del próximo año. 70 De esta manera en “…la<br />

Alcaldía mayor de San Salvador el repartimiento de<br />

dinero y mercancías […] a los pequeños productores,<br />

era uno de los principales medios empleados por el capital<br />

comercial para apropiarse del añil sembrado por los<br />

pequeños productores”. 71<br />

96 97<br />

It is estimated that in 1782 at least two thirds<br />

of the total indigo production of the Province of<br />

San Salvador were produced by small farmers,<br />

the so-called poquiteros. Many of these small<br />

producers had no other alternative but to turn to<br />

the authorities of the Mayor’s Office so that this<br />

institution, through the habilitations, would<br />

provide them with agricultural tools or jiquilite<br />

seeds for the following year’s harvest. 70 Thus,<br />

in “...the Mayor’s Office of San Salvador, the<br />

distribution of money and merchandise [...] to<br />

small producers was one of the main methods<br />

used by commercial capital to appropriate the indigo<br />

sown by small producers”. 71<br />

Comales y ollas de barro “negro”.<br />

Producción del municipio de Guatajiagua,<br />

departamento de Morazán.<br />

Grabado de mecapalero<br />

con carga de productos para venta. (15)


Los poquiteros no disponían de los medios de transporte necesarios para<br />

enviar su producto a la ciudad capital, por ende lo vendían a los alcaldes mayores,<br />

a los agentes y a los grandes propietarios. Estos pequeños agricultores de jiquilite<br />

muchas veces eran acusados falsamente por los alcaldes mayores de estar<br />

utilizando mano de obra indígena, práctica que fue eliminada en 1753, lo que<br />

hacía que debido al chantaje los poquiteros vendieran sus añiles a bajo precio, y<br />

normalmente les pagaban con ropa de la tierra —ropa originaria de América— y<br />

otras mercancías. 72 Otra modalidad de presión utilizada por los alcaldes mayores<br />

como una medida de enriquecimiento ilícito era que “…como muchos pequeños<br />

cultivadores necesitaban tierra, los alcaldes mayores negociaban el alquiler de estas<br />

tierras [comunales] y los cultivadores se comprometían a entregarles el añil a bajo<br />

precio y a aceptar las mercancías como medio de pago.” 73<br />

Los grandes propietarios de las haciendas añileras de la Provincia de San<br />

Salvador explotaban de diversas maneras a los pequeños productores; una<br />

de ellas era que muchos hacendados permitieron el asentamiento de familias<br />

enteras de campesinos en el interior de sus tierras, a cambio de la entrega de la<br />

cosecha familiar de añil como una forma de pago de alquiler por ocupar dicha<br />

tierra. Otra manera era la contratación de mano de obra, como jornaleros, la cual<br />

era sufragada mediante el reparto de mercancías al crédito. Por otro lado, estos<br />

mismos propietarios de haciendas sufrían las consecuencias del oligopolio de la<br />

comercialización del añil por parte de los comerciantes de Santiago de Guatemala,<br />

pues como se señaló anteriormente, estos últimos tenían la exclusividad de la<br />

compra del añil y además mantenían el privilegio de la venta de los productos<br />

importados y de los fabricados por las comunidades indígenas. 74<br />

98 99<br />

The poquiteros did not have the necessary means of transportation to send<br />

their product to the capital city, therefore they sold it to the mayors, agents<br />

and large landowners. These small jiquilite farmers were often falsely accused<br />

by the mayors of using indigenous labor, a practice that was eliminated in 1753,<br />

which caused the poquiteros to sell their indigo at a low price due to blackmail,<br />

and they were usually paid with clothes from the land —clothing made in<br />

America— and other merchandise. 72 Another modality of pressure employed<br />

by the mayors as a method of illicit enrichment was that “...since many small<br />

growers needed land, the mayors would negotiate the rental of these [communal]<br />

lands and the growers would agree to deliver indigo to them at a low price and to<br />

accept the goods as a means of payment.” 73<br />

The large owners of indigo farms in the Province of San Salvador exploited<br />

small producers in various ways; one of them was that many landowners<br />

allowed the settlement of entire families of peasants within their lands, in<br />

exchange for the delivery of the family indigo harvest as a form of rent payment<br />

for occupying the land. Another way was the hiring of labor, in the form of day<br />

laborers, which was paid for through the distribution of goods on credit. On the<br />

other hand, these same farm owners suffered the consequences of the oligopoly<br />

of indigo commercialization by the merchants of Santiago de Guatemala, since,<br />

as previously mentioned, the latter had the exclusive right to buy indigo and also<br />

maintained the privilege of selling imported products and those manufactured<br />

by the indigenous communities. 74<br />

Vista del volcán de San Salvador, desde Nejapa.


Los costosos precios del transporte terrestre impidieron que se creara<br />

un monopolio sobre el mercado interno, aceptando que una diversidad<br />

de grupos sociales, desde los campesinos hasta las elites provinciales,<br />

participaran en la red comercial. Mercaderes provinciales, buhoneros y<br />

campesinos vendían una serie de productos textiles y alimenticios de otras<br />

provincias en las ferias establecidas en torno al ciclo de producción del añil; a<br />

partir de ello, la Provincia de San Salvador se convirtió en el eje del comercio<br />

rural, inclusive con mercancías de otras provincias. 75<br />

Otra problemática que se enfrentó durante el periodo colonial fue que<br />

la mayoría de los asentamientos de ladinos nunca poseyeron estatus legal,<br />

pues hubo una política de asedio agrario a los mestizos, que se convirtió en<br />

una dificultad sistemática a los intentos de instaurar poblaciones, lo que les<br />

hubiera permitido tener acceso a la tierra. La mayoría de los asentamientos<br />

de ladinos que lograron alcanzar el estatus de villa, lo consiguieron luego<br />

de largos procedimientos, desafiando muchas veces la oposición de las<br />

autoridades coloniales y de los terratenientes. La razón por la que la mayor<br />

parte de los asentamientos ladinos se encontraban dentro de las haciendas<br />

era que esos terrenos los habitaban colectivo de familias campesinas, que se<br />

instalaban en ellos con cierta seguridad para trabajar en dichas haciendas. 76<br />

Un gran número de estos valles de ladinos se desarrollaron inmersos<br />

en las tierras de las haciendas añileras, lo cual sus propietarios toleraban,<br />

pues con ello aseguraban la mano de obra en las temporadas de cosecha<br />

y demás actividades. Casi una cuarentena de pueblos del actual territorio<br />

salvadoreño, que se establecieron en la primera mitad del siglo XIX, proviene<br />

de haciendas del periodo colonial. 77<br />

100 101<br />

The costly prices of overland transportation prevented the creation of<br />

a monopoly in the domestic market, allowing a diversity of social groups,<br />

from peasants to provincial elites, to participate in the commercial network.<br />

Provincial merchants, peddlers and peasants sold a series of textile and food<br />

products from other provinces in the fairs established around the indigo<br />

production cycle; as a result, the Province of San Salvador became the hub<br />

of rural trade, even with goods from other provinces. 75<br />

Another problem faced during the colonial period was that most of the<br />

ladino settlements never had legal status, as there was a policy of agrarian<br />

harassment towards the mestizos, which became a systematic obstacle to<br />

the attempts to establish towns, which would have allowed them to have<br />

access to land. Most of the ladino settlements that managed to achieve the<br />

status of village, did so after long procedures, often defying the opposition<br />

of the colonial authorities and landowners. The reason why the majority of<br />

ladino settlements were located within the farms was that these lands were<br />

inhabited by groups of peasant families, who settled there with a certain<br />

degree of employment security in order to work on the farms. 76<br />

A large number of these ladino valleys developed immersed in the<br />

lands of the indigo farms, which their owners tolerated, as this ensured the<br />

necessary labor for the harvest season and other activities. Almost forty of<br />

the towns of the current Salvadoran territory, which were established in the<br />

first half of the 19th century, come from farms of the colonial period. 77<br />

“Carreta en camino a finca Marisol”,<br />

El Salvador. Max Vollmberg, 1918.


102 103<br />

Detalle del cerrojo de<br />

baúl, época colonial.<br />

Familias españolas y mestizas, que desempeñaban trabajos de<br />

jornaleros y artesanos, se encontraban en un número mayor en la<br />

Provincia de San Salvador; dichos grupos familiares alquilaban su<br />

fuerza de trabajo a cambio de un jornal, pues en los periodos de cosecha<br />

se trasladaban de hacienda en hacienda, laborando temporalmente.<br />

Estos trabajadores no eran libres, pues su dependencia del salario<br />

era total para poder vivir, ya que el salario o jornal les servía como un<br />

complemento de la producción de subsistencia que obtenían de sus<br />

pequeñas parcelas. 78<br />

“…El cultivo del añil se volvió parte de la cultura social y<br />

permitió a los campesinos españoles, mestizos e indígenas<br />

participar en la producción del componente básico de<br />

las exportaciones y complementar la producción de las<br />

haciendas.” 79<br />

El establecimiento de las haciendas definitivamente<br />

apresuró el proceso de mestizaje biológico-cultural, al<br />

convertirse estos espacios en centros de atracción de mano<br />

de obra de diversa procedencia étnica y cultural. 80 El agente<br />

geográfico-productivo, ligado al cultural y al poblacional, fijó<br />

las tendencias de la ocupación de la tierra, así como el inmediato<br />

interés por su apropiación, todo ello favoreció la edificación de una<br />

diversidad de contextos en los que se desenvolvió la vida colonial. 81<br />

Spanish and mestizo families, who worked as day laborers<br />

and artisans, were found in greater numbers in the Province of<br />

San Salvador; these family groups rented their labor force in<br />

exchange for a daily wage, as during harvest periods they<br />

moved from farm to farm, working temporarily. These<br />

workers were not free, since their dependence on the salary<br />

was total in order to live, because the salary or daily wage<br />

served as a complement to the subsistence production they<br />

obtained from their small plots of land. 78<br />

“...Indigo cultivation became part of the social culture<br />

and allowed Spanish, mestizo and indigenous peasants to<br />

participate in the production of the basic component of exports<br />

and complement the production of the farms.” 79<br />

The establishment of the farms definitely hastened the process<br />

of biological-cultural mestization, as these spaces became centers<br />

of attraction for labor of diverse ethnic and cultural backgrounds. 80<br />

The geographic-productive factor, linked to the cultural and<br />

population factors, set the trends of land occupation, as well as the<br />

immediate interest in its appropriation, all of which favored the creation<br />

of a diversity of contexts in which colonial life unfolded. 81<br />

Documento de reclamo por el pago de persona esclavizada<br />

en Ahuachapán, finales del siglo XVIII.<br />

Durante la época colonial los baúles<br />

de madera o forrados en cuero eran utilizados para<br />

transportar mercancías de valor personal y otros productos.


Uno de los elementos que suministró forma y convirtió el paisaje<br />

cultural de la región añilera fue la incorporación de las castas en las<br />

haciendas y su residencia en los pueblos de indios. Esta situación<br />

indujo al mestizaje cultural y biológico; con ello poco a poco algunas<br />

comunidades indígenas se deshabitaron, otras se vieron absorbidas<br />

por las haciendas y, en el mayor de los casos, fueron perdiendo<br />

paulatinamente elementos de su identidad. 82<br />

El impulso de la propiedad individual tuvo como resultado el<br />

rápido aumento de la población de ladinos y españoles, 83 con ello<br />

se fue convirtiendo la socio-demografía de la Alcaldía Mayor de<br />

San Salvador, en especial de las regiones añileras, llegando a ser la<br />

jurisdicción en donde la población indígena no superaba el 50%, ya<br />

desde la segunda mitad del siglo XVIII.<br />

La producción añilera dejó dos grandes legados en la sociedad<br />

sansalvadoreña. Sin titubeo, incitó la formación de las haciendas,<br />

pues se creó una estructura social perdurable, cuya huella se<br />

prolongó en el tiempo. La otra herencia la constituyó una economía<br />

fuerte basada en el comercio del añil, ganado, granos y otros<br />

productos. Ello derivó en las bases del acceso de los pequeños<br />

agricultores a la tierra y a la inscripción legal de las propiedades,<br />

sin infravalorar la importancia de la movilidad de los recursos<br />

comunitarios y familiares en el camino de la producción comercial.<br />

104<br />

One of the elements that shaped and converted the cultural<br />

landscape of the indigo region was the incorporation of different<br />

ethnic groups into the farms and their residence in the native<br />

villages. This situation led to cultural and biological miscegenation;<br />

consequently, some indigenous communities slowly became<br />

uninhabited, others were absorbed by the farms and, in most cases,<br />

gradually lost elements of their identity. 82<br />

105<br />

The promotion of individual property resulted in a rapid increase<br />

in the population of ladinos and Spaniards, 83 which led to changes<br />

in the socio-demographics of the Alcaldía Mayor of San Salvador,<br />

especially in the indigo regions, becoming the jurisdiction where the<br />

indigenous population did not exceed 50%, as early as the second<br />

half of the 18th century.<br />

Indigo production left two great legacies in San Salvadoran<br />

society. Without hesitation, it incited the establishment of the<br />

farms, since it created an enduring social structure, whose mark was<br />

prolonged in time. The other legacy was a strong economy based on<br />

the trade of indigo, cattle, grains and other products. This provided<br />

the basis for small farmers’ access to land and the legal registration<br />

of properties, without underestimating the importance of the<br />

mobility of community and family resources in the development of<br />

commercial production.<br />

Cultivo y producción de maíz en el valle<br />

frente al volcán Chaparrastique.


106 107<br />

Valle de Jiboa y volcán Chinchontepec,<br />

departamento de San Vicente.


LA IGLESIA Y EL AÑIL:<br />

cofradías y patronazgos<br />

La Iglesia, como Institución, fue primordial en el quehacer de la vida de la<br />

sociedad, la economía, la política y la cultura colonial. En este ejercicio la Iglesia y<br />

los miembros del clero jugaron un papel esencial, y es que para el desarrollo de la<br />

108<br />

economía de las haciendas de añil y demás productos, los préstamos proporcionados<br />

por instituciones eclesiásticas dominaron en exceso el mercado del crédito, ya que el<br />

109<br />

volumen del capital prestado por individuos privados fue en menor cuantía respecto<br />

a lo prestado por las órdenes religiosas, los conventos de monjas, las hermandades<br />

religiosas y las cofradías diocesanas. Esto en definitiva sirvió al desarrollo económico<br />

en el espacio sansalvadoreño.<br />

Desde el inicio del periodo colonial, a la Iglesia Católica le estuvo rotundamente<br />

prohibido obtener tierras en posesión, sin embargo, esto no evitó que las órdenes<br />

religiosas pudieran obtener traspaso o cesión de tierras mediante donaciones a<br />

parroquias, iglesias, conventos o cofradías, a través de los títulos de Merced (dádivas).<br />

En las postrimerías del siglo XVI, las órdenes monásticas ya habían comenzado a<br />

acumular tierras, principalmente mediante donaciones piadosas y en algunos casos<br />

por la compra a otros propietarios. A inicios del siglo XVII, algunas de las haciendas<br />

mejor administradas del Reyno de Guatemala ya eran propiedad de las órdenes<br />

dominicas y jesuíticas. 84<br />

El rol jugado por la Iglesia fue esencial, pues sirvió de amalgama de las elites<br />

económicas en cada parroquia. La Junta Eclesiástica, conformada por una elite laica,<br />

administraba los recursos procedentes de las capellanías, los diezmos y los legados; así<br />

la iglesia prosperó como consecuencia de sus actividades de tipo bancario, préstamos<br />

y previsión contra calamidades financieras. 85 La relación y los lazos entre las elites<br />

criollas y la Iglesia fueron mucho más allá de las relaciones comerciales, pues estas<br />

crearon vínculos que formaron redes económicas y familiares, de ahí que las órdenes<br />

religiosas recibieron en su seno un importante número de miembros que procedían de<br />

esas elites. 86<br />

Iglesia de Nuestra Señora del Pilar,<br />

ciudad de San Vicente.


FAITH AND INDIGO:<br />

Brotherhoods and Patronages<br />

The Catholic Church, as an Institution, was primordial in the activities of the life of society,<br />

110 economy, politics and colonial culture. In this dynamic, the Church and members of the clergy<br />

111<br />

played an essential role because for the development of the economy of the indigo farms and<br />

other products, the loans provided by ecclesiastical institutions dominated the credit market to<br />

excess, since the volume of capital lent by private individuals was smaller than that lent by religious<br />

orders, nuns’ convents, religious brotherhoods and diocesan confraternities. This ultimately served<br />

the economic development of the Salvadoran space.<br />

From the beginning of the colonial period, the Catholic Church was strictly forbidden to<br />

obtain land in possession, however, this did not prevent the religious orders from obtaining<br />

land transfer or cession through donations to parishes, churches, convents or brotherhoods.<br />

At the end of the 16th century, the monastic orders had already begun to accumulate land,<br />

mainly through pious donations and in some cases by purchasing it from other landowners.<br />

At the beginning of the 17th century, some of the best administered farms in the Kingdom of<br />

Guatemala were already owned by the Dominican and Jesuit orders. 84<br />

The role played by the Church was essential, as it served as an amalgam of the economic<br />

elites in each parish. The Ecclesiastical Board, made up of a secular elite, administered the<br />

resources from chaplaincies, tithes and bequests; thus, the Church prospered as a result of its<br />

banking activities, loans and foresight against financial calamities. 85 The relationship and ties<br />

between the Creole elites and the Church went far beyond commercial relations, as they created<br />

links that formed economic and family networks. As a result, the religious orders received a<br />

significant number of members from these elites. 86<br />

Incensario de cofradía que portaba<br />

el Mayordomo en un cortejo procesional. Siglo XIX.


Una de las fuentes que describe la propiedad en manos de<br />

las órdenes religiosas es el relato del fraile dominico Francisco<br />

Ximénez de lo ocurrido en la Provincia de San Salvador, en<br />

noviembre de 1658, cuando el volcán conocido como El<br />

Playón —parte del complejo volcánico de San Salvador— hizo<br />

erupción cubriendo con su lava parte del valle conocido como<br />

Nixapan o Nejapa. Tal y como lo narró Ximénez:<br />

“En aquesta ocasión fue tan grande el terremoto de la<br />

tierra, que toda la ciudad de San Salvador vino al suelo, y al<br />

volcán [de San Salvador] se le hundió toda la punta…” 87<br />

En este siniestro los dominicos de San Salvador perdieron<br />

gran parte de las haciendas añileras de Atapasco, La<br />

Anunciación y Estamecayo. 88 Ximénez menciona:<br />

“parte de una hacienda que tiene nuestro convento de San<br />

Salvador, entró en esta cuenta la que se llama Atapasco.” 89<br />

Otro caso de interés fueron las adquisiciones de tierras<br />

a título personal que poseían algunos de los miembros del<br />

clero secular —sacerdotes no sujetos a las reglas de una orden<br />

religiosa—, como se narra en el protocolo de arrendamiento de<br />

tierras en la Provincia de San Miguel:<br />

“En la ciudad de Santiago de Guatemala a 13 de junio de<br />

1699 el Br. Joseph de Chavarría, Pbro. Domiciliario del Obispado,<br />

dio en arrendamiento a D. Antonio Clemente de Castro, vecino<br />

112<br />

de la ciudad de San Miguel, la hierba de Jiquilite que se produjera<br />

en su hacienda San Gregorio Roldán, en términos del río Lempa,<br />

113<br />

jurisdicción de la ciudad de San Miguel, durante la temporada<br />

de ese año, así como el obraje y rueda de la hacienda, las tablas,<br />

batidores y demás aperos necesarios para fabricar tinta añil,<br />

por 5 pesos el ciento de cargas de Jiquilite. El Br. Joseph de<br />

Chavarría había recibido ya, a cuenta del arrendamiento, la<br />

suma de 25 pesos al Padre Antonio Duarte, Pbro., vecino de<br />

la ciudad de San Miguel, por valor de los réditos atrasados del<br />

censo que estaba impuesto sobre la hacienda…” 90<br />

El dinero de la iglesia muchas veces se usaba en forma<br />

de “préstamos” a particulares, quiénes invertían con este<br />

en haciendas ganaderas y de producción de añil, tal como<br />

sucedió con el caso de una hacienda en el valle de Nejapa,<br />

jurisdicción de la ciudad de San Salvador. En febrero de<br />

1722, Tomás de Aguilar, vecino de San Salvador, tomó la<br />

suma de 2,000 pesos del Convento de Nuestra Señora<br />

de la Purísima Concepción, para invertir en la hacienda<br />

denominada San Antonio de Padua. 91<br />

Fragmento de escena de pintura<br />

mural de la iglesia San Pedro Apóstol,<br />

municipio de Metapán, departamento<br />

de Santa Ana. Muestra una figura femenina con<br />

la vestimenta utilizada por las mujeres de la elite<br />

criolla de la época colonial.<br />

Altar lateral de la iglesia Santiago<br />

Apóstol, que representa “el Calvario”,<br />

con Cristo crucificado y<br />

una Virgen Dolorosa [Virgen María]<br />

con el puñal que le traspasa el corazón<br />

del dolor, municipio de Conchagua,<br />

departamento de La Unión.


114 115<br />

Niño Dios de madera policromada y<br />

aureola de plata. Siglo XVIII.<br />

Crucifijo de madera policromada,<br />

aureola y corona de espinas en plata.<br />

Siglo XVIII.<br />

One of the sources that describes the property in the hands of<br />

the religious orders is the account of the Dominican friar Francisco<br />

Ximénez of what occurred in the Province of San Salvador, in November<br />

1658, when the volcano known as El Playón —part of the volcanic<br />

complex of San Salvador— erupted covering with its lava part of the<br />

valley known as Nixapan or Nejapa. As narrated by Ximénez:<br />

“On this occasion, the earthquake was so great that the entire<br />

city of San Salvador fell to the ground, and the volcano [of San<br />

Salvador] sank its entire tip...” 87<br />

In this incident, the Dominicans of San Salvador lost a large part<br />

of the indigo farms of Atapasco, La Anunciación and Estamecayo. 88<br />

Ximénez mentions:<br />

“Part of a farm that our convent of San Salvador owns, the<br />

one called Atapasco was on this list.” 89<br />

Another case of interest was the acquisition of land on a personal<br />

basis by some of the members of the secular clergy —priests, not<br />

subject to the rules of a religious order—, as narrated in the<br />

protocol of land leasing in the Province of San Miguel:<br />

“In the city of Santiago de Guatemala on June 13, 1699, Br.<br />

Joseph de Chavarría, Domiciliary Priest of the Bishopric, gave<br />

in lease to D. Antonio Clemente de Castro, neighbor of the city<br />

of San Miguel the Jiquilite grass that was produced in his farm<br />

San Gregorio Roldán, located on the banks of the Lempa River,<br />

jurisdiction of the city of San Miguel, during the season of that<br />

year, as well as the obraje and wheel of the indigo farm, the tables,<br />

beaters and other tools necessary to manufacture indigo dye, for<br />

5 pesos a hundred loads of Jiquilite. Br. Joseph de Chavarría had<br />

already received, on account of the lease, the sum of 25 pesos from<br />

Father Antonio Duarte, Pbro., neighbor of the city of San Miguel,<br />

for the value of the back credits of the census that was imposed on<br />

the farm....” 90<br />

The Church’s money was often used in the form of “loans” to<br />

individuals, who invested it in cattle and indigo production, as was<br />

the case of a farm in the Nejapa valley, in the jurisdiction of the city<br />

of San Salvador. In February 1722, Tomás de Aguilar, neighbor of San<br />

Salvador, took the sum of 2,000 pesos from the Convent of Nuestra<br />

Señora de la Purísima Concepción, to invest in the farm called San<br />

Antonio de Padua. 91


En 1748, el alcalde mayor de San Salvador, Manuel Gálvez<br />

Corral, daba cuenta de la recaudación del diezmo en tinta de<br />

añil, que había llegado a la cantidad de 793.73 libras, la cual se<br />

recolectó en los valles productores de San Salvador, San Vicente,<br />

Santa Ana y Tejutla. 92<br />

El arzobispo de Guatemala, Pedro Cortés y Larraz, entre 1768<br />

y 1769, ofrece una serie de relatos sobre las relaciones de la iglesia<br />

y su clero, y el entorno muchas veces conflictivo en que vivián sus<br />

miembros en las haciendas. Así expresaba que en la parroquia<br />

de Santiago Nonualco, el eclesiástico Javier Bonilla poseía una<br />

hacienda heredada de sus padres, con la cual se mantuvo en<br />

decencia. Lo mismo sucedía con Ignacio Guerra, eclesiástico del<br />

curato de Ereguayquín, pero residente en Uluazapa, del cual la<br />

única información que se tuvo fue que se encargaba del cuido<br />

de su hacienda. 93<br />

In 1748, the mayor of San Salvador, Manuel Gálvez Corral,<br />

reported the collection of the tithe in indigo dye, which had<br />

116<br />

reached the amount of 793.73 pounds, and was collected in the<br />

producing valleys of San Salvador, San Vicente, Santa Ana and<br />

117<br />

Tejutla. 92 The archbishop of Guatemala, Pedro Cortés y<br />

Larraz, between 1768 and 1769, offers a series of<br />

stories about the relations of the Church and its<br />

clergy, and the often-conflictive environment<br />

in which its members lived in the farms.<br />

Thus, he expressed that in the parish of<br />

Santiago Nonualco, the ecclesiastic<br />

Javier Bonilla owned a farm inherited<br />

from his parents, with which he<br />

kept himself in decency. The<br />

same happened with Ignacio<br />

Guerra, an ecclesiastic from<br />

the Ereguayquín parish, but<br />

a resident of Uluazapa,<br />

of whom the only<br />

information available<br />

was that he was in<br />

charge of the care of<br />

his farm. 93<br />

Incensario para cortejo procesional.<br />

Monaguillo alzando el incensario durante<br />

festividad de la “Entrada de Jesús en Jerusalem”.<br />

Iglesia Inmaculada Concepción de María,<br />

municipio de Atiquizaya,<br />

departamento de Ahuachapán.


La importante parroquia de San Miguel se hallaba a cargo<br />

del cura Joseph Antonio Carmenate, quien era un hombre hábil y<br />

de buenas circunstancias, pero de carácter blando, por lo que no<br />

lograba remediar los problemas al interior de ella. La parroquia<br />

estaba conformada por nueve eclesiásticos, uno de ellos, Juan<br />

Miguel Cañas, quién vivía la mayor parte del tiempo en su<br />

hacienda de tintas, olvidando el ministerio que le correspondía;<br />

el otro Blas de Bargas, “implicado en el manejo de dos haciendas<br />

de tintas y ganado, en recaudación de décimos, cuyos negocios lo<br />

han de tener precisamente en un olvido total de las obligaciones de<br />

su estado [como eclesiástico].” 94<br />

Cortés y Larraz también descubrió que Carlos Muñoz,<br />

coadjutor de la parroquia del curato de Conchagua, no pasaba<br />

mucho tiempo en su labor eclesiástica, y que se decía que era un<br />

hombre rico gracias a su afición a la fábrica de tintas y crianza de<br />

ganado. 95 De igual manera, en las reflexiones tras el paso por el<br />

curato de Osicala, Cortés y Larraz exponía que:<br />

“el descuido de los curas y eclesiásticos y de aquí pasar a<br />

no distinguirse de los seculares [contribuye a ello] los obrajes<br />

de tintas y multitud de haciendas, que a varios eclesiásticos les<br />

hace olvidar su carácter, ocupados en el negocio y rudo trabajo<br />

de las tintas…” 96<br />

118 The priest Joseph Antonio Carmenate was in charge of<br />

the important parish of San Miguel. He was a skillful man of<br />

good manners, but of a soft character, so he was not able to<br />

solve the problems within it. The parish was made up of nine<br />

ecclesiastics, one of them, Juan Miguel Cañas, who lived most<br />

of the time in his indigo farm, forgetting the ministry that<br />

corresponded to him; the other, Blas de Bargas, “involved in the<br />

management of two cattle and indigo farms, in the collection of<br />

tithes, whose business must have him in total forgetfulness of<br />

his duties as an ecclesiastic.” 94<br />

119<br />

Cortés y Larraz also discovered that Carlos Muñoz, of the<br />

parish of Conchagua´s curato, did not spend much time in his<br />

ecclesiastical duties, and that he was said to be a wealthy man,<br />

thanks to his interest for the dye factory and cattle raising. 95<br />

Similarly, in his reflections after his time in the Osicala curato,<br />

Cortés y Larraz stated that the priests and ecclesiastics did not<br />

differ from the seculars because they were always busy in the<br />

obrajes instead of in their parishes, which made them forget their<br />

religious character. 96<br />

“Calle en San Miguel”.<br />

Max Vollmberg. 1920.


120 121<br />

Curato de San Vicente, 1768.<br />

Archivo General de Indias, Pedro Cortés y Larraz.<br />

Una de las parroquias más importantes de la Provincia de San Salvador era la de San Vicente, la cual<br />

era administrada por el cura Martín Ruis de Calatayud, quién le expresó al arzobispo de Guatemala que<br />

no había otro tan buen párroco como él en el arzobispado. Dicha parroquia contenía a diez eclesiásticos,<br />

entre ellos: Francisco Zalanyandía residía en una hacienda con una viuda, Manuel Merino permanecía en<br />

una hacienda de su capellanía, e Ignacio Merino vivía en una hacienda de su propiedad y rara vez decía<br />

misa. Como afirma el arzobispo, algunos de los eclesiásticos de esta parroquia estaban entregados al<br />

comercio de las tintas y deshonestidades. 97<br />

La presencia de los criollos en el clero sirvió para robustecer el vínculo que se desarrollaba entre la<br />

iglesia y los grupos de poder local. Una de las prácticas de las familias de terratenientes y comerciantes,<br />

era que los hijos menores se vincularan a la iglesia a través de una carrera eclesiástica, con el objetivo de<br />

mantener la seguridad financiera, así como la garantía de prestigio para su condición social; de tal manera<br />

que era común que las mismas familias que sustentaban los puestos de poder en la administración civil,<br />

lo hicieran también en el gobierno eclesiástico. 98<br />

Tornaguía emitida por la<br />

Real Receptoría de alcabalas de<br />

San Vicente, en 1810.<br />

San Vicente was one of the most important parishes in the<br />

Province of San Salvador, and was administered by the priest Martín<br />

Ruis de Calatayud, who told the archbishop of Guatemala that<br />

there was no other parish priest as good as him in the archbishopric.<br />

This parish contained ten ecclesiastics, among them: Francisco<br />

Zalanyandía, who lived in a farm with a widow, Manuel Merino<br />

stayed in a farm of his chaplaincy, and Ignacio Merino lived in a farm<br />

of his own property and rarely said mass. As the archbishop affirms,<br />

some of the ecclesiastics of this parish were more engaged to the<br />

trade of dyes and dishonesties. 97<br />

The presence of Creoles in the clergy served to strengthen the<br />

link that developed between the church and local power groups.<br />

One of the practices of the families of landowners and merchants<br />

was for their youngest sons to be linked to the Church through an<br />

ecclesiastical career, with the objective of maintaining financial<br />

security, as well as the guarantee of prestige for their social status;<br />

in such a way that it was common for the same families that held<br />

positions of power in the civil administration to also hold positions<br />

of power in the ecclesiastical government. 98


Como se dijo anteriormente, el progresivo poder económico<br />

de la iglesia radicaba en parte en su vínculo con las familias<br />

poderosas. A través de las capellanías, las personas ricas buscaban<br />

perpetuar su memoria y, asimismo, asegurar una forma de emplear<br />

a sus hijos y otros descendientes, quienes en el futuro optarían<br />

por seguir carreras eclesiásticas. Además de las sumas pagadas<br />

por las capellanías y las dotes de las monjas, la iglesia contaba<br />

con otras fuentes como el diezmo, correspondiente a la décima<br />

parte del beneficio agrícola de cada parroquia o curato. En<br />

el caso centroamericano se hizo costumbre que el diezmo<br />

solamente se pagaba en productos, tales como el trigo, la<br />

caña de azúcar y la tinta de añil, entre otros. 99<br />

Definitivamente el diezmo constituyó buena parte<br />

de la base financiera del poder episcopal. El Obispado de<br />

Guatemala, cuya jurisdicción incluía las áreas de mayor<br />

densidad demográfica, además de la Alcaldía Mayor de<br />

Sonsonate y la Provincia de San Salvador, como centros<br />

productores de la tinta de añil, gozaba de los altos<br />

ingresos proporcionados por el diezmo, lo que permitió<br />

122 el enriquecimiento de la diócesis y favoreció una<br />

123<br />

diferenciación frente a las otras diócesis de Comayagua,<br />

León y Ciudad Real. Esto culminó con la elevación de<br />

la diócesis de Guatemala, en 1743, a la categoría de<br />

arzobispado metropolitano. 100<br />

De suma importancia para el clero parroquial eran los<br />

ingresos provenientes de los servicios religiosos prestados a las<br />

cofradías o hermandades y guachivales; dichas asociaciones eran<br />

voluntarias y de ayuda mutua, dedicadas al culto de algún santo<br />

de veneración local, y financiadas por contribuciones particulares,<br />

lo que representaba un recurso financiero sumamente valioso. 101<br />

A finales del siglo XVII, en la América Central, la Corona española<br />

trató de fiscalizar y reducir las cofradías, puesto que consideraba<br />

que estas afectaban el pago de los tributos que hacían los indígenas<br />

a la Real Hacienda. Sin embargo, esta política no se consolidó;<br />

muestra de ello es que finales del siglo XVIII la Diócesis de<br />

Guatemala tenía alrededor de 1,703 cofradías, cuyos bienes<br />

ascendían a una suma de 581,833 pesos. 102<br />

Imagen de San José y el Niño Jesús<br />

tallada en madera.<br />

Iglesia de Santo Domingo,<br />

cuidad de Sonsonate.<br />

Interior de la nave principal, en donde<br />

se observan las columnas<br />

y el techo artesonado.<br />

Iglesia Santo Domingo,<br />

ciudad de Sonsonate.


As noted above, the progressive economic power of the Church lay in part<br />

in its ties to powerful families. Through chaplaincies, wealthy individuals<br />

sought to perpetuate their memory and also to ensure a way to<br />

employ their children and other descendants, who in the future<br />

would opt to pursue ecclesiastical careers. In addition to<br />

the sums paid by the chaplaincies and the nuns’ dowries,<br />

the Church had other income sources such as the tithe,<br />

corresponding to the tenth part of the agricultural benefit<br />

of each parish or curato. In the Central American case, it<br />

became customary for the tithe to be paid only on products<br />

such as wheat, sugar cane and indigo dye, among others. 99<br />

The tithe definitely constituted a good part of the financial<br />

base of the episcopal power. The Bishopric of Guatemala, whose<br />

jurisdiction included the most densely populated areas, in<br />

addition to the Alcaldía Mayor of Sonsonate and the Province<br />

of San Salvador, as indigo dye producing centers, enjoyed the<br />

high income from the tithe, which allowed the enrichment<br />

of the diocese and generated a differentiation from<br />

the other dioceses of Comayagua, Leon and Ciudad<br />

Real. This culminated with the elevation of<br />

the diocese of Guatemala, in 1743, to the<br />

category of metropolitan archbishopric. 100<br />

Of utmost importance for the parish<br />

clergy was the income from religious services<br />

rendered to the brotherhoods and guachivales;<br />

124 these associations were voluntary and of<br />

mutual aid, dedicated to the worship of a locally<br />

125<br />

venerated saint, and financed by particular<br />

contributions, which represented an extremely<br />

valuable financial resource. 101<br />

At the end of the 17th century, in Central America,<br />

the Spanish Crown tried to audit and reduce<br />

the brotherhoods, since it considered that they<br />

affected the payment of tributes made by the<br />

indigenous people to the Royal Treasury.<br />

However, this policy was not<br />

consolidated; proof of this is that<br />

by the end of the 18th century,<br />

the Diocese of Guatemala<br />

had around 1,703<br />

brotherhoods, whose<br />

assets amounted to<br />

581,833 pesos. 102<br />

“Procesión San Juan Tepezontes”.<br />

Max Vollmberg. Década de 1910.<br />

Imagen de la Inmaculada Concepción.<br />

Talla en madera policromada.


Cúpula de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario,<br />

Villa del Rosario, departamento de Morazán.<br />

El calendario religioso anual mostraba que durante todo el año había<br />

126 festividades, las cuales eran sufragadas por las cofradías. Los recursos Corte, Sobresaliente and Flor. Tithes were offered as a contribution to<br />

para costear misas y procesiones, el pago de las velas, la música y demás the church in San Miguel, around the second half of 1788.<br />

127<br />

manifestaciones de la fiesta popular salían de los fondos obtenidos por<br />

las cofradías, de la venta de los frutos que daban las tierras comunales<br />

en el caso de los indígenas, 103 los diezmos, los pagos en cosechas, añil<br />

y “mostaza” (semilla de jiquilite), entre otros rubros.<br />

En 1783, el cura Juan Miguel Boquín, quien tutelaba el curato de<br />

Nuestra Señora de la Asunción de Anamorós, de la administración<br />

de la Provincia de San Miguel, y quién tenía a su cargo las<br />

poblaciones y los anexos de Santiago Lislique, San Juan Polorós y<br />

los valles de El Sauce, Guachipilín, Santa Rosa, Gueripe y Pasaquina,<br />

informaba que en el quinquenio de 1778 a 1782, recibió 1,000 pesos<br />

en concepto de primicias e ingresos a dicho curato, por parte de las<br />

diversas cofradías y hermandades. Años después, en 1793, el mismo<br />

curato de Anamorós recibió de las cofradías del pueblo de Santiago<br />

Lislique, en concepto de primicia, 550 libras de tinta Corte; luego en<br />

1796 registraba haber recibido en primicia 600 libras de tinta; en 1797<br />

ascendió a 606 libras de tinta, dadas como primicia. Así informaba<br />

Antonio Díaz del Castillo, cura vicario de Nuestra Señora de la<br />

Asunción, Anamorós. 104<br />

A continuación, se reproduce una tabla de los diezmos de la<br />

Intendencia de San Salvador, en la cual se observa la variedad de<br />

productos, tales como potros, terneros, maíces, cueros, sal, fruta,<br />

pollos, frijoles, arroz, algodón y tintas en sus diferentes calidades, Corte,<br />

Sobresaliente y Flor. Los diezmos se brindaban como contribución a la<br />

iglesia en San Miguel, hacia la segunda mitad de 1788.<br />

The annual religious calendar showed that there were festivities<br />

throughout the year, which were paid for by the brotherhoods.<br />

The resources to pay for masses and processions, the payment of<br />

candles, music and other manifestations of the popular festivities<br />

came from the funds obtained by the brotherhoods, from the sale<br />

of the fruits of the communal lands in the case of the indigenous<br />

people, 103 tithes, payments in crops, indigo and “mustard” (jiquilite<br />

seed), among other items.<br />

In 1783, the priest Juan Miguel Boquín, who was in charge of the<br />

curato of Nuestra Señora de la Asunción de Anamorós, under the<br />

administration of the Province of San Miguel, and who also was<br />

in charge of the towns and annexes of Santiago Lislique, San Juan<br />

Polorós and the valleys of El Sauce, Guachipilín, Santa Rosa, Gueripe<br />

and Pasaquina, reported that in the five-year period from 1778 to<br />

1782, he received 1,000 pesos in concept of first fruits and income to<br />

the aforementioned curato, on behalf of the various brotherhoods.<br />

Years later, in 1793, the same curato of Anamorós received from the<br />

brotherhoods of the town of Santiago Lislique, 550 pounds of Corte<br />

dye; then in 1796 it registered having received 600 pounds of dye; in<br />

1797 it amounted to 606 pounds of dye. This was reported by Antonio<br />

Díaz del Castillo, vicar priest of Nuestra Señora de la Asunción,<br />

Anamorós. 104<br />

Below is a table of the tithes of the Province of San Salvador, which<br />

shows the variety of products, such as colts, calves, corn, hides, salt,<br />

fruit, chickens, beans, rice, cotton and dyes in their different qualities,<br />

Tabla 1<br />

Estado General de los diezmos recaudados en seis curatos de la<br />

Provincia de San Miguel, desde agosto a final del año 1788. 105<br />

Cargo<br />

P […] hago cargo de 5 […] que se recaudaron al precio de 5 ps<br />

Ydm. me hago cargo de 57 potros […] de 3ps<br />

Ydm. me hago cargo de 791 terneros recaudados a 20 xxs<br />

Ydm. me hago cargo de 972 pesos 1 ½ recaudado en dinero<br />

Ydm. me hago cargo de 638 pesos 6½ producido en vendaje de maíces<br />

Ydm. me hago cargo de 473 pesos 4 producido de los cueros vendidos<br />

Ydm. me hago cargo de 122 pesos 4, producido de sal, fruta,<br />

pollos, frijoles y arroz recaudados<br />

Ydm. me hago cargo de 40 pesos 4xs recaudados de 91 @ de algodón<br />

Ydm. me hago cargo de 2,417 arrobas 8 onzas de tinta corte que<br />

al precio de 9 ½ se importa<br />

Ydm. me hago cargo de 526 arrobas […] de tinta sobresaliente<br />

que al precio de 11 ½ S se importa<br />

Ydm. me hago cargo de 529 arrobas de tinta flor que al precio de<br />

14 S se importa<br />

Pesos<br />

120<br />

171<br />

1985<br />

972, 11/2<br />

638, 61/2<br />

473,4<br />

122,4<br />

40,4<br />

2883, 21/4<br />

526, 47/8<br />

575,6<br />

Total, en pesos 8707, 41/8<br />

Iglesia de Nuestra Señora del Rosario,<br />

Villa del Rosario, departamento de Morazán.


En 1794, las cuentas de tinta en primicia que dieron de Osicala se describían así: “… un<br />

poco más o menos de 60 libras de tinta de primera. Salen del barrio de ladinos, regulada a<br />

peso.” El pueblo de Meanguera daba en primicia 4 arrobas de tinta Corte de añil a peso.<br />

En los pueblos de Perquín y Arambala “…los ladinos de la aldea de San Fernando, dieron<br />

de primicia 24 libras de tinta corte…”, en el pueblo de Torola “Los ladinos de la población<br />

de Arauate, dan doscientas libras de tinta corte añil vendida a peso…”, en el pueblo de<br />

Sensimo (San Simón) “Los ladinos de la población de Carolina dan doscientas libras de<br />

tinta corte añil que son 200”, en Cacaguatique, la población de San Luis “…dan 6 arrobas<br />

de tinta que hacen 750”, y en el pueblo de Sesori “los ladinos del barrio de la Carlota y<br />

haciendas dan como seiscientas libras de tinta de primicia que hacen 600.” 106<br />

En el curato de la villa de San Vicente, que comprendía los pueblos de Istepeque de los<br />

Isidros, Tepetitán y Santo Domingo en 1797, el cura de San Vicente, Diego Vidaurre, expresó<br />

que en el año de 1796 se habían recibido doscientas treinta y ocho libras de primicia, a dos<br />

cortes de todas las calidades. Además dijo que se calculaban “seis libras de cada obraje; se<br />

aprecian de hacerlo de la mejor que fabrican; pero lo cierto es que solo ciento treinta y ocho<br />

libras se juntaron de flor; y la demás fue corte de todas las calidades.” 107<br />

En el curato de Santiago de Apastepeque, el cura don Domingo Galileo elaboró la<br />

información del quinquenio de 1792 a 1796, y dijo que la renta fija fue de 1,710.05 pesos.<br />

En 1792 recibieron de tinta, a razón de seis libras por cada obraje, 718 libras; en 1793<br />

fueron 608 libras; en 1794 se les entregaron 545 libras a 8 pesos la arroba; en 1795<br />

les fueron dadas 428 libras de tinta de añil; y por último, en 1796, la curia de Santiago<br />

de Apastepeque recibió 530 libras de añil a un valor de 8 pesos por arroba. 108 En esta<br />

descripción del cura Galileo se puede observar la caída de la producción de añil en el<br />

quinquenio, lo cual tiene relación con la crisis de la exportación y del comercio. Hacia<br />

1803, don Manuel Ignacio Cárcamo, cura de Santiago Apastepeque, expresó que había<br />

128<br />

recibido “primicias de tinta en cinco años que llevo, de una he recibido 8 arrobas de tinta<br />

de distintas calidades […] proporcionalmente distribuidas cada año son 342 […] pesos.” 109<br />

129<br />

Cuadro de cofradías del curato de San Juan Osicala y pueblo de Sesori,<br />

Archivo Histórico Arquidiocesano de Guatemala, 1785.<br />

Procesión de Santo Entierro, ciudad de Sonsonate.


130 131<br />

Placa con imágen de San Francisco de Asís,<br />

elaborada en plata.<br />

Acta del libro de fábrica de la Vicaría<br />

de la Parroquia Central de San Salvador,<br />

que llevaba el Mayordomo Pablo González, 1787.<br />

In 1794, the dye accounts given by Osicala were described as<br />

follows: “...a little more or less than 60 pounds of high quality dye. From<br />

the ladino quarter, at one peso per pound.” The town of Meanguera<br />

gave as first fruits 4 arrobas of indigo dye at one peso per pound.<br />

In the towns of Perquín and Arambala “...the ladinos of the village<br />

of San Fernando, gave as first fruits 24 pounds of dye...”, in the town<br />

of Torola “The ladinos of the town of Arauate, gave 200 pounds of<br />

indigo dye sold at one peso per pound...”, in the town of Sensimo (San<br />

Simón) “The ladinos of the town of Carolina gave two hundred pounds<br />

of Corte indigo dye which is 200”, in Cacaguatique, the town of San<br />

Luis “gave 6 arrobas of dye that make 750”, and in the town of Sesori<br />

“the ladinos of the neighborhood of La Carlota and haciendas gave as<br />

first fruits about 600 pounds of dye that make 600.” 106<br />

In 1797, the village of San Vicente included the towns of Istepeque<br />

de los Isidros, Tepetitán and Santo Domingo. The priest of San<br />

Vicente, Diego Vidaurre, stated that in the year 1796, 238 pounds of<br />

dye of different qualities were received as first fruits. He also said<br />

that they calculated “six pounds of dye from each obraje; they brag<br />

about making the best one; but the truth is that only 138 pounds were<br />

gathered of Flor; and the rest was of all qualities.” 107<br />

In the curato of Santiago de Apastepeque, the priest Don<br />

Domingo Galileo reported that for the five-year period from 1792 to<br />

1796, the fixed income was 1,710.05 pesos. In 1792 they received 718<br />

pounds of dye, at the rate of six pounds from each obraje; in 1793 it<br />

was 608 pounds; in 1794 they received 545 pounds at 8 pesos per<br />

arroba; in 1795 they received 428 pounds of indigo dye; and finally,<br />

in 1796, the clergy of Santiago de Apastepeque received 530 pounds<br />

of indigo at a value of 8 pesos per arroba. In this description by the<br />

priest Galileo, we can observe the drop in indigo production during<br />

the quinquennium, which is related to the export and trade crisis.<br />

Around 1803, Don Manuel Ignacio Cárcamo, priest of Santiago<br />

Apastepeque, stated that “in five years I have received 8 arrobas of<br />

dye of different qualities [...] proportionally distributed each year are<br />

342 [...] pesos.” 109


“Plaza con iglesia en pueblito, El Salvador”.<br />

Max Vollmberg. 1920.<br />

Por su parte, Manuel José Vasconcelos, cura de Nuestra Señora<br />

de Dolores Titiguapa, en febrero de 1803, presentaba el informe del<br />

quinquenio de 1798 a 1802, en el que expresó que recibió primicias de<br />

tintas de 1,400 arrobas. 110 Las primicias de los pueblos de Zacatecoluca,<br />

Analco y Tecoluca habían proporcionado 12 arrobas equivalentes a 300<br />

libras de tinta de añil, según lo informó en febrero de 1803 el cura de<br />

Santa Lucía Zacatecoluca, Don Manuel de Aguilar. 111<br />

Es importante resaltar que no siempre ocurría que las cofradías,<br />

hermandades y demás personas entregaban sus primicias a la iglesia,<br />

como ocurrió en el caso del curato de Usulután, en donde se exponía que<br />

los parroquianos no habían querido pagar las primicias, expresando<br />

que ese era un acto libre y voluntario; por ende algunas veces<br />

daban la tercera parte, otras veces la mitad y en muy pocas<br />

o casi en ninguna ocasión daban la primicia completa, sin<br />

faltar que algunos de los caballeros, dueños de las<br />

haciendas situadas en dicho curato de Usulután,<br />

se quedaban sin pagarlas, con el agravante que<br />

les pedían a sus mayordomos que no dieran la<br />

contribución. 112<br />

132<br />

In February 1803, Manuel José<br />

Vasconcelos, priest of Nuestra Señora de<br />

133<br />

Dolores Titiguapa, reported that from 1798<br />

to 1802, he received 1,400 arrobas of first<br />

fruits dye. 110 The first fruits from the towns<br />

of Zacatecoluca, Analco and Tecoluca<br />

had provided 12 arrobas, equivalent to<br />

300 pounds of indigo dye, as reported in<br />

February 1803 by the priest of Santa Lucía<br />

Zacatecoluca, Don Manuel de Aguilar. 111<br />

It is important to point out that the<br />

brotherhoods and common people did not<br />

always give their first fruits to the church,<br />

such is the case of the curato of Usulután,<br />

where it was stated that the parishioners had<br />

not wanted to pay the first fruits, because in their<br />

opinion this was a free and voluntary act. Therefore,<br />

sometimes they gave a third part, other times half, and<br />

on very few or almost no occasions did they give the full first<br />

fruits, not to mention that some of the gentlemen, owners<br />

of the farms located in the curato of Usulután, remained without<br />

paying them, with the aggravating circumstance that they asked their<br />

employees not to give the contribution. 112<br />

Estandarte procesional con imagen<br />

de la Virgen María y Niño Jesús, elaborado en plata.


Las cofradías de españoles y mestizos poseían tierras que habían sido<br />

compradas a la Corona. En la jerarquía de estas cofradías los puestos más<br />

importantes eran los de mayordomo, seguidos por priostes y diputados, los<br />

cuales eran ocupados por miembros de las familias más connotadas. Además<br />

del prestigio que les proporcionaba ostentar estos puestos, tenían acceso<br />

a beneficios, tales como el arrendamiento de propiedades y posibilidad de<br />

obtener préstamos en efectivo. Así las cofradías con más fondos podían dar<br />

préstamos de dinero a las personas que estaban registradas en el censo,<br />

con hipotecas sobre propiedades, muebles e inmuebles, a un interés del 5%<br />

anual sobre la cuantía de la prenda. 113<br />

Las órdenes religiosas regulares profesaban votos de pobreza, sin<br />

embargo, esto parecía no ser impedimento para que acumularan riqueza<br />

en el ámbito personal; además de ello, el voto de pobreza tampoco<br />

constituía ningún obstáculo para atesorar fortunas por parte de las órdenes<br />

y sus monasterios. Las diversas fuentes de ingresos del clero parroquial les<br />

permitían un enriquecimiento en forma individual, aparte de cierto grado de<br />

autonomía frente a la jerarquía y al Estado.<br />

Existen varios ejemplos de casos de grandes fortunas individuales de<br />

párrocos, como el cura Antonio de Grijalba, párroco de El Realejo, Nicaragua,<br />

quién hacia 1621 poseía varias haciendas con mil cabezas de ganado, dos<br />

obrajes de tinta de añil con una producción de 60 quintales, además de 30<br />

piezas de esclavos. 114<br />

134 135<br />

Artesonado de madera con detalles de influencia Mudejar.<br />

Iglesia Nuestra Señora del Tránsito, municipio de Cacaopera,<br />

departamento de Morazán.<br />

The brotherhoods of Spaniards and mestizos owned lands<br />

that had been purchased from the Crown. In the hierarchy of<br />

these brotherhoods, the most important positions were those of<br />

“mayordomo”, followed by “priostes” and deputies, which were<br />

held by members of the most prominent families. In addition to the<br />

prestige that came with holding these positions, they had access<br />

to benefits, such as the leasing of properties and the possibility<br />

of obtaining cash loans. Thus, the brotherhoods with more funds<br />

could lend money to people who were registered in the census, with<br />

mortgages on possessions, at an interest rate of 5% per annum on<br />

the amount of the pledge. 113<br />

The religious orders professed vows of poverty, however, this<br />

did not seem to be an impediment for them to accumulate wealth<br />

on a personal level; moreover, the vow of poverty did not constitute<br />

an obstacle to the accumulation of fortunes by the orders and their<br />

monasteries. The various sources of income of the parish clergy<br />

allowed them individual enrichment, as well as a certain degree of<br />

autonomy from the hierarchy and the State.<br />

There are several examples of cases of great individual fortunes<br />

of parish priests, such as the priest Antonio de Grijalba, parish priest<br />

of El Realejo, Nicaragua, who by 1621 owned several farms with a<br />

thousand heads of cattle, two indigo dye obrajes with a production<br />

of 60 quintals, as well as 30 slaves. 114


Quizá uno de los casos más interesantes de cura y empresario es el del padre Mateo Cornejo, párroco<br />

de San Vicente, profesor de gramática de las escuelas San Vicente y San Miguel y miembro de la Jerarquía<br />

del Santo Oficio de la Inquisición, quién fue un importante productor de añil, aunque la actividad<br />

económica más sobresaliente de este empresario fue la de prestamista. Según los registros de su<br />

patrimonio, al momento de su muerte en 1764, su fortuna correspondía a poco más o menos de la quinta<br />

parte del total considerado de la producción comercial y minera de toda la región centroamericana.<br />

Mateo Cornejo, a partir del examen y análisis de su herencia, prestó dinero a 76 individuos, como personas<br />

naturales en términos jurídicos, y dos municipalidades le debían dinero en el momento de su muerte.<br />

El papel financiero del cura Cornejo fue clave en la expansión de la producción de añil y en el préstamo<br />

de dinero a los sansalvadoreños. Además, Cornejo logró diversificar sus actividades invirtiendo fondos<br />

y haciendo negocios con un socio clave, Juan Fermín de Aycinena, uno de los comerciantes más ricos e<br />

influyentes de Santiago de Guatemala. 116<br />

La fortuna del cura Mateo Cornejo provenía de su plantación añilera, de su cargo como párroco,<br />

de la recaudación de los diezmos, del comercio como minorista y de sus acciones como prestamista.<br />

Concedió créditos a otros añileros de su regíon, estimulando con ello la producción y exportación de<br />

la tinta de añil. 117 Y es que la iglesia gastaba un monto significativo de la riqueza que conservaba en<br />

la ostentación, en la construcción de templos y en las obras de arte que las engalanaban. 118 El mismo<br />

Mateo Cornejo dejó más del 20% de sus bienes a instituciones religiosas y a la construcción del convento<br />

franciscano de San Vicente, el cual nunca llegaría a edificarse porque los fondos dejados en la herencia<br />

del cura Cornejo fueron retomados por la administración colonial para otros usos. 119<br />

Cabe mencionar que la riqueza de las autoridades eclesiásticas también era<br />

utilizada en educación, servicios hospitalarios y el bienestar social, algo que el<br />

Estado colonial no hacía. 120 La hegemonía del crédito eclesiástico tuvo su mayor<br />

dominio en las provincias con grandes poblaciones indígenas productoras de<br />

excedentes, y con poblaciones españolas extensas. 121<br />

136 137<br />

Plano del hospicio de los padres Recoletos, compuesto de quince<br />

celdas de religiosos y una del prelado con su iglesia, claustros y<br />

anexos. Elaborado para la villa de San Vicente de Austria<br />

pero no llegó a construirse. Probablemente de la autoría de<br />

Luis Díez Navarro, 1765. Archivo General de Indias. 115<br />

Perhaps one of the most interesting cases of a priest and<br />

businessman is that of Father Mateo Cornejo, parish priest<br />

of San Vicente, grammar teacher at the San Vicente and San<br />

Miguel schools and member of the hierarchy of the Holy Office of the<br />

Inquisition, who was an important indigo producer, although the most outstanding<br />

economic activity of this businessman was that of a moneylender. The priest Cornejo’s financial role was<br />

key in expanding indigo production and lending money to the sansalvadorean. In addition, Cornejo was<br />

able to diversify his activities by investing funds and doing business with a key partner, Juan Fermín de<br />

Aycinena, one of the wealthiest and most influential merchants in Santiago de Guatemala. 116<br />

Mateo Cornejo’s fortune came from his indigo plantation, his position as parish priest, the collection<br />

of tithes, trade as a retailer and his actions as a moneylender. He granted credits to other indigo farmers<br />

in the region, thus stimulating the production and export of indigo dye. 117 The Church spent a significant<br />

amount of the wealth it retained on ostentation, the construction of temples and the works of art that<br />

adorned them. 118 Mateo Cornejo himself left more than 20% of his assets to religious institutions and<br />

to the construction of the Franciscan convent of San Vicente, which was never built because the funds<br />

left in the inheritance of the priest Cornejo were taken by the colonial administration for other uses. 119<br />

It is worth mentioning that the wealth of the ecclesiastical authorities was also used for education,<br />

medical services and social welfare, something that the colonial state did not do. 120 The hegemony of<br />

ecclesiastical credit was more dominant in provinces with large indigenous populations and extensive<br />

Spanish populations. 121<br />

Concha bautismal elaborada en plata


138 139<br />

Telar de palanca con hilo de algodón teñido con añil.


LA ECONOMÍA DEL AÑIL<br />

y el final del ciclo de dominación colonial<br />

La historia de la extracción, comercio y exportación de la tinta de añil estuvo arraigada<br />

140 íntimamente a la sociedad sansalvadoreña desde el inicio de la época colonial. La provincia colonial<br />

141<br />

de San Salvador, que incluía doce de los actuales catorce departamentos de El Salvador —siendo<br />

Ahuachapán y Sonsonate los dos restantes, pues constituían la Alcaldía Mayor de Sonsonante— era<br />

la región más rica en producción de tinta del Reyno de Guatemala. En los albores del siglo XIX se<br />

registraban unas 447 haciendas de tinta y ganado, según el Intendente de San Salvador, Antonio<br />

Gutiérrez y Ulloa.<br />

Entre 1750 y 1810, ocurrió el denominado auge del añil; este fue el periodo en la historia<br />

centroamericana en el que hubo fuertes vínculos comerciales con el mercado mundial, gracias a las<br />

exportaciones del comercio añilero. A nivel regional, durante la segunda mitad del siglo XVIII, cuando<br />

se da el “Boom Añilero”, se presentaron las condiciones para una mejor integración del territorio<br />

centroamericano. Sin embargo, este no fue un proceso fácil pues estuvo lleno de demandas, y es<br />

que el monocultivo del añil benefició a Guatemala y a la Provincia de San Salvador, manteniendo<br />

un aislamiento con las demás regiones, y profundizó aún más la disposición de la economía con sus<br />

tendencias unilaterales, sin olvidar los conflictos inter-oligárquicos.<br />

En la economía del añil y sus mecanismos extractivos se vieron involucrados diversos sectores<br />

regionales. Esto trajo consigo un núcleo de comerciantes que impusieron a nivel local los principios<br />

del monopolio y exclusividad comercial, quienes, a su vez, se consolidaron en torno al cabildo de<br />

Guatemala, obteniendo poder político y comercial, y estableciendo el control de la circulación de las<br />

mercancías, los préstamos y las habilitaciones a los cultivadores de jiquilite.<br />

Vista del volcán de San Salvador<br />

desde el municipio de San Juan Opico.


THE INDIGO ECONOMY<br />

and the End of the Cycle of Colonial Domination<br />

142<br />

From the beginning of the colonial era, the history of the extraction, trade and export of<br />

indigo dye was intimately rooted in San Salvadoran society. The colonial province of San Salvador,<br />

which included twelve of the current fourteen departments of El Salvador - being Ahuachapán<br />

and Sonsonate the two remaining ones, since they constituted the Alcaldía Mayor of Sonsonante<br />

- was the richest region in dye production of the Kingdom of Guatemala. At the dawn of the<br />

19th century, about 447 dye and cattle farms were registered, according to the Intendant of San<br />

Salvador, Antonio Gutiérrez y Ulloa.<br />

143<br />

Between 1750 and 1810, the so-called indigo boom took place; this was the period in Central<br />

American history when there were strong commercial links with the world market, thanks to<br />

indigo exports. At a regional level, during the second half of the 18th century, when the “Indigo<br />

Boom” occurred, the conditions for a better integration of the Central American territory arose.<br />

However, this was not an easy process because it was full of demands, since indigo monoculture<br />

benefited Guatemala and the Province of San Salvador, maintaining isolation with the other<br />

regions, and deepened even more the disposition of the economy with its unilateral tendencies,<br />

without forgetting the inter-oligarchic conflicts.<br />

Various regional sectors were involved in the indigo economy and its extractive mechanisms.<br />

This brought with it a core group of traders, who imposed the principles of monopoly and<br />

commercial exclusivity at a local level, and who, in turn, consolidated around the town council<br />

of Guatemala, obtaining political and commercial power, and establishing control over the<br />

circulation of merchandise, loans and habilitations to jiquilite growers.<br />

Puente de Atapasco, sobre el río Sucio o Nixapan,<br />

calle que conduce de Quezaltepeque a San Matías.<br />

Camino Real de San Salvador a Guatemala. Inicios del siglo XIX.


144 145<br />

Trabajador de la hacienda colonial<br />

San Juan Buena Vista, La Libertad.<br />

Hacienda colonial San Juan Buena Vista,<br />

La Libertad.<br />

Las redes de comercialización más importantes se articularon<br />

alrededor del negocio del añil, como el producto principal que sostenía<br />

las relaciones económicas con la metrópoli. A la luz de ello, existían<br />

dos tipos de exportadores que residían en la ciudad de Guatemala:<br />

unos, los representantes de las casas o empresas gaditanas, o<br />

empresas comerciales españolas, y los otros, los comerciantes<br />

independientes, que se valían de los créditos de las casas financieras<br />

de Cádiz para operar sus propias actividades. La relación entre<br />

comerciantes-exportadores y las elites de las provincias fueron más<br />

allá de la esfera de los negocios, pues el poder y la autoridad eran<br />

factores importantes en la sociedad colonial. Con esta relación se<br />

estableció una red de clientelismo entre los individuos y los grupos de<br />

poder que la ejercieron.<br />

En consecuencia, la producción añilera dejó dos grandes legados<br />

en la sociedad sansalvadoreña. Sin duda, estimuló la formación de las<br />

haciendas, pues se creó una estructura social perdurable, cuya huella<br />

se prolongó en el tiempo. La otra herencia la constituyó una economía<br />

fuerte basada en el comenrio del añil, ganado, granos y otros productos.<br />

Ambas derivaron en las bases del acceso de los pequeños agricultores<br />

a la tierra y a la inscripción legal de las propiedades, sin menospreciar la<br />

importancia de la movilidad de los recursos comunitarios y familiares<br />

en el camino de la producción comercial.<br />

The most important commercialization networks were<br />

articulated around the indigo business, since it was the main product<br />

that sustained economic relations with the metropolis. In light of<br />

this, there were two types of exporters who resided in Guatemala<br />

City: on one hand, the representatives of the Cadiz houses or<br />

companies, or of Spanish trading companies, and on the other<br />

hand, the independent traders, who used the credits of the financial<br />

houses of Cadiz to operate their own activities. The relationship<br />

between merchant-exporters and the elites of the provinces<br />

went beyond the sphere of business, as power and authority were<br />

important factors in colonial society. Through this relationship, a<br />

network of clientelism was established between individuals and the<br />

power groups that exercised it.<br />

Consequently, indigo production left two great legacies in San<br />

Salvadoran society. Undoubtedly, it stimulated the establishment of<br />

farms, since it created an enduring social structure, whose heritage<br />

was prolonged over time. The other legacy was a strong economy<br />

based on the trade of indigo, cattle, grains and other products.<br />

Both derived in the foundations of small farmers’ access to land<br />

and legal registration of properties, without underestimating the<br />

importance of the mobility of community and family resources in<br />

the development of commercial production.


146 147<br />

Sección del plano de la fachada de la Casa Real de<br />

San Salvador. Siglo XVIII.<br />

Todo este engranaje fue ideado de acuerdo con los intereses<br />

de un conjunto de terratenientes y empresarios que, por medio<br />

de dispositivos de control comercial, buscaron apropiarse de<br />

la producción de los excedentes. Dicha actividad fue bastante<br />

dispar, debido a la dirección de un grupo mercantil, financiero y<br />

terrateniente, que fue muy cauteloso, conservador y rancio con la<br />

economía y la sociedad centroamericana.<br />

Los productores de añil se afanaron en controlar la distribución<br />

de su producto y su precio, enfrentándose a los comerciantes de<br />

Santiago de Guatemala y a los de Cádiz en una serie de litigios que se<br />

prolongaron durante el periodo final de la colonia. Debido a esto y a<br />

otro cúmulo de factores políticos, sociales y económicos, a inicios del<br />

siglo XIX se revelaron los malestares en contra del régimen colonial<br />

y de las autoridades del Reyno de Guatemala, como consecuencia<br />

de las trabas comerciales que se les imponían a los cosecheros y<br />

productores de añil, y la imposición de nuevos y más altos estancos.<br />

Para poner en contexto esta situación, habría que tomar en cuenta<br />

dos precedentes esenciales para entender las particularidades de<br />

la economía de la Capitanía General de Guatemala en vísperas de la<br />

independencia. Uno fue la introducción del liberalismo económico<br />

y filosófico, a través de las reformas económicas y administrativas<br />

promovidas y ejecutadas por la Corona española en la segunda<br />

mitad del siglo XVIII, conocidas como las Reformas Borbónicas.<br />

Dichas reformas estimularon la economía de exportación del añil<br />

y constituyeron el enlace esencial entre la región y la economía<br />

mundial. Aunado a esto, las últimas décadas del siglo XVIII fueron<br />

testimonio de un creciente catalizador intelectual en la Universidad<br />

de San Carlos de Guatemala, en donde se discutieron y debatieron<br />

las ideas de la Ilustración que influenciaron primordialmente a la<br />

elite intelectual. 122<br />

This entire scheme was orchestrated in accordance with the<br />

interests of a group of landowners and businessmen who, by<br />

means of commercial control measures, sought to appropriate the<br />

production of the surpluses. This activity was quite uneven, due<br />

to the leadership of a mercantile, financial and landowning group,<br />

which were very cautious, conservative and stale with the Central<br />

American economy and society.<br />

Indigo producers strove to control the distribution of their<br />

product and its price, confronting the merchants of Santiago de<br />

Guatemala and those of Cadiz in a series of disputes that lasted<br />

throughout the final period of the colony. Due to this and other<br />

political, social and economic factors, at the beginning of the 19th<br />

century, unrest was revealed against the colonial regime and the<br />

authorities of the Kingdom of Guatemala, as a consequence of the<br />

commercial obstacles imposed on indigo harvesters and producers,<br />

and the imposition of new and higher taxes.<br />

To put this situation in context, two essential precedents<br />

should be taken into account to understand the particularities<br />

of the economy of the Captaincy General of Guatemala on the<br />

eve of independence. One was the introduction of economic and<br />

philosophical liberalism, through the economic and administrative<br />

reforms promoted and executed by the Spanish Crown in the second<br />

half of the 18th century, known as the Bourbon Reforms. These<br />

reforms stimulated the indigo export economy and constituted the<br />

fundamental link between the region and the world economy. In<br />

addition, the last decades of the 18th century witnessed a growing<br />

intellectual catalyst at the University of San Carlos in Guatemala,<br />

where the ideas of the Enlightenment were discussed and debated,<br />

which primarily influenced the intellectual elite. 122


El otro precedente fue la crisis política de la Corona española, al llevarse<br />

a cabo la invasión francesa de 1808, que destronó al rey de España e impuso a<br />

José Bonaparte. La crisis de legitimidad del gobierno español dio origen a una<br />

guerra interna entre patriotas españoles y el régimen bonapartista. En este<br />

marco de las denominadas guerras napoleónicas, la crisis española llevó a<br />

una interrupción súbita, que entre otras cosas obstaculizó el comercio entre<br />

el Reyno de Guatemala y España, creando eventualmente las condiciones<br />

para el proceso de independencia. Ya para este momento, el poder pensar<br />

en tener una economía independiente de España llevó a imaginar una<br />

revitalización del comercio del añil, que traería una oleada de prosperidad a<br />

la región, basándose en los preceptos del liberalismo económico. Y es que,<br />

antes de 1821, el comercio se había estancado y había sido escaso, resultado<br />

de los tumultos napoleónicos en la península y la piratería. 123<br />

En las provincias centroamericanas, los propietarios de las tierras y<br />

productores agrícolas trataban de desvincularse del control guatemalteco. Los<br />

intentos de rebelión suscitados en San Salvador (El Salvador) y León (Nicaragua)<br />

manifestaron el repudio al monopolio comercial ejercido e impuesto por la elite<br />

guatemalteca. Los hacendados y comerciantes locales de las provincias reñían<br />

por su independencia comercial, invocando su derecho a comerciar con ingleses<br />

o, al menos, poder hacerlo con los Puertos de Cartagena de Indias, La Habana y<br />

Panamá, los que desde 1810 ya lo hacían con Jamaica. 124<br />

Anverso y reverso de moneda de Carlos III, 1776<br />

148 149<br />

The other precedent was the political crisis of the Spanish Crown, following<br />

the French invasion of 1808, which dethroned the king of Spain and imposed<br />

Joseph Bonaparte. The crisis of legitimacy of the Spanish government gave<br />

rise to an internal war between Spanish patriots and the Bonapartist regime.<br />

Within this framework of the so-called Napoleonic wars, the Spanish crisis led<br />

to a sudden interruption, which among other things hindered trade between<br />

the Kingdom of Guatemala and Spain, eventually creating the conditions for<br />

the independence process. By this time, the thought of having an economy<br />

independent from Spain led to imagine a revitalization of the indigo trade,<br />

which would bring a wave of prosperity to the region, based on the precepts<br />

of economic liberalism; since, prior to 1821, trade had stagnated and had been<br />

scarce, as a result of the Napoleonic turmoil in the peninsula and piracy. 123<br />

In the Central American provinces, landowners and agricultural producers<br />

tried to break away from Guatemalan control. Attempts at rebellion in San<br />

Salvador (El Salvador) and León (Nicaragua) expressed the repudiation of the<br />

commercial monopoly exercised and imposed by the Guatemalan elite. The<br />

landowners and local merchants of the provinces fought for their commercial<br />

independence, invoking their right to trade with the English or, at least, to be<br />

able to do so with the ports of Cartagena de Indias, Havana and Panama,<br />

which had been trading with Jamaica since 1810. 124<br />

Anverso y reverso de moneda de Carlos IV, 1796<br />

Folio de documentación de<br />

“solicitud de indios” 1812, Sonsonate.


Fachada de capilla de la hacienda Mapilapa,<br />

Nejapa. Siglo XVIII.<br />

Al final del periodo colonial, San Salvador contaba con una<br />

At the end of the colonial period, San Salvador had a more<br />

150<br />

economía más activa respecto a las demás provincias de la región. active economy than the other provinces in the region. This gave the<br />

Esto le brindaba al territorio una cierta homogeneidad que no territory a certain homogeneity that other provinces did not have.<br />

151<br />

poseían otras provincias. Las ferias de San Miguel y San Salvador<br />

convirtieron a esta provincia sansalvadoreña en el centro mercantil<br />

más importante de la Capitanía General de Guatemala. Este<br />

carácter intensivo del desarrollo económico se podía visualizar<br />

en el alto grado de movilidad social de la población trabajadora<br />

sansalvadoreña; a la luz de esta premisa, esta población apoyó con<br />

celeridad los proyectos anticoloniales, que a su vez se volvieron en<br />

The fairs of San Miguel and San Salvador turned this San Salvadoran<br />

province into the most important mercantile center of the<br />

Captaincy General of Guatemala. This intensive form of economic<br />

development could be seen in the high degree of social mobility of<br />

the working population of San Salvador; in light of this premise, this<br />

population quickly supported the anti-colonial projects, which in<br />

turn turned against the Creole elite itself. 125<br />

contra de la propia elite criolla. 125<br />

El sistema de explotación y subyugación política del orden<br />

colonial constituía para las masas trabajadoras una realidad<br />

cotidiana, por ende, era lógico que al presentarse una oportunidad<br />

para su eliminación o la introducción de cambios, la apoyarían. 126<br />

Los productores de añil supusieron que la independencia de<br />

Centroamérica de España les traería prosperidad y desarrollo, al<br />

liberarlos de las restricciones comerciales impuestas por el Estado<br />

colonial. Lo que sucedió fue que aumentaron las importaciones<br />

de productos europeos, por ser novedosos y más baratos que los<br />

que se producían localmente, resultando en la disminución de la<br />

comercialización de productos internos. La realidad entonces fue<br />

otra, pues en términos del comercio internacional, la exportación<br />

de los productos sansalvadoreños, tales como el añil, el tabaco,<br />

la caña de azúcar, la ganadería y la producción de hierro, fue muy<br />

reducida. La pequeñez del mercado interno y la distancia con los<br />

puertos del Atlántico limitó el deseado intercambio internacional. 127<br />

The system of exploitation and political subjugation of the<br />

colonial order constituted a daily reality for the working masses,<br />

therefore, it was logical that when an opportunity for its elimination<br />

or the introduction of changes arose, they would support it. 126<br />

Indigo producers assumed that Central America’s independence<br />

from Spain would bring them prosperity and development by freeing<br />

them from the commercial restrictions imposed by the colonial<br />

State. What happened was that imports of European products<br />

increased, as they were innovative and cheaper than those produced<br />

locally, resulting in a decrease in the commercialization of domestic<br />

products. Reality turned in another direction, because in terms of<br />

international trade, the export of San Salvadoran products, such as<br />

indigo, tobacco, sugar cane, livestock and iron production, was very<br />

low. The smallness of the domestic market and the distance to the<br />

Atlantic ports limited the desired international exchange. 127<br />

Antigua hacienda Gualcho. municipio de<br />

Nueva Granada, departamento de Usulután.


152 153<br />

Vista del volcán de San Salvador desde Nejapa.<br />

Finalmente, el ámbito de comercio se superpuso al ámbito político, y esta diferenciación<br />

que establecieron las elites sansalvadoreñas a través de la economía añilera, en su pugna con<br />

las elites guatemaltecas, generaría a mediano plazo espacios políticos divergentes, que llevaron<br />

a un rompimiento gradual de la sociedad colonial centroamericana.<br />

Finally, the sphere of trade took precedence over the political sphere, and this differentiation<br />

established by the San Salvadoran elites through the indigo economy, in their struggle with the<br />

Guatemalan elites, would generate divergent political spaces in the medium term, which led to<br />

a gradual breakup of Central American colonial society.


1<br />

Anónimo. El Puntero Apuntado con Apuntes Breves, siglos XVII-XVIII, p. 16.<br />

2<br />

Santos Pérez, José Manuel. Élites, poder local y régimen colonial. El Cabildo y los regidores<br />

de Santiago de Guatemala. 1700-1787. Servicios de Publicaciones de la Universidad de<br />

Cádiz; Plumsock Mesoamerican Studies, South Woodstock, Vermont, E.E.U.U.; Centro<br />

de Investigaciones Regionales de Mesoamérica, 1999, pp. 20-21.<br />

3<br />

Cabezas Carcache, Horacio. Independencia de Centroamérica. Gestión y ocaso del<br />

“Plan Pacífico”. Comisión Bicentenario de la Independencia de Centroamérica de<br />

la USAC. Guatemala, 2021, p. 28.<br />

4<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre. Colección Biblioteca Popular, No. 49.<br />

Dirección de Publicaciones e Impresos, Concultura, San Salvador, El Salvador, 1998.<br />

5<br />

Lauria-Santiago, Aldo, Una república agraria. Los campesinos en la economía y la política<br />

de El Salvador en el siglo XIX. –An Agrarian Republic. Comercial Agriculture and the<br />

Politics of Peasant Communities in El Salvador, 1823-1914- 2a. edición (1a. edición en<br />

español) - Biblioteca de Historia Salvadoreña, volumen 5. San Salvador, El Salvador:<br />

dirección de Publicaciones e Impresos, Concultura, 2003, p. 53.<br />

6<br />

Juarros y Montufar, Domingo. Compendio de la Historia de la ciudad de<br />

Guatemala. Academia de Geografía e Historia de Guatemala, volumen XXXIII,<br />

Biblioteca Goathemala, 2006, pp. 86-87.<br />

7<br />

Cabezas Carcache, Horacio. Independencia de Centroamérica. Gestión y ocaso del<br />

“Plan Pacífico”, pp. 24-28.<br />

8<br />

Lauria-Santiago, Aldo, Una república agraria. Los campesinos en la economía y la<br />

política de El Salvador en el siglo XIX. p. 53.<br />

9<br />

Escalante Arce, Pedro. El Xiquilite y la tinta de añil. En Bicentenario, primer grito<br />

de independencia. Academia Salvadoreña de la Historia y Prensa Gráfica, 2011.<br />

10<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre. Colección Biblioteca Popular,<br />

No. 49. Dirección de Publicaciones e Impresos, Concultura, San Salvador, El<br />

Salvador, 1998, p. 124.<br />

11<br />

Amaroli, Paul. Investigaciones arqueológicas en el área de nuevas instalaciones<br />

en el parque arqueológico San Andrés. Informe preparado para el Patronato Pro-<br />

Patrimonio Cultural. San Salvador, El Salvador, 1996, p. 26.<br />

12<br />

Batres, Carlos., de Batres, Lucrecia., Garnica, Marlen., Martínez, Ramiro., y Valle,<br />

Raquel. Las evidencias de la industria del añil en la cuenca Copán-Ch`orti´. En:<br />

XVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2004, (editado<br />

por: Juan Pedro Laporte, Bárbara Arroyo y Héctor Mejía), pp. 558-575. Museo<br />

Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala, 2005, p. 559.<br />

13<br />

Amaya, Lorenzo. El azul de jiquilite. En: revista El Salvador Investiga, No. 4,<br />

Concultura. San Salvador, El Salvador, 2006, p. 5.<br />

14<br />

Amaroli, Paul. Investigaciones arqueológicas..., p. 25.<br />

15<br />

Kojima, Hideo. Las plantas útiles en el área de Casa Blanca, Chalchuapa. En:<br />

Chalchuapa, Memoria de las investigaciones interdisciplinarias de El Salvador,<br />

editor Kuniaki Ohi, Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto, Japón, 2000,<br />

pp. 318-332.<br />

16<br />

Amaroli, Paul. Investigaciones arqueológicas..., p. 25.<br />

17<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre, p. 124.<br />

18<br />

Aguirre, José Alberto. La tecnología de los obrajes de añil en el occidente de Michoacán.<br />

En: Red Patrimonio, Revista Digital de Estudios de Patrimonio cultural. El Colegio de<br />

Michoacán, A.C. Centro de Estudios Arqueológicos, México, 2010, p. 3.<br />

19<br />

Dorat, Chá. Proceder empleado en la Judía Oriental para la fabricación del añil. En:<br />

Parte Industrial, Gaceta Oficial, tomo 8, No. 29, 17 de agosto de 1859, República<br />

del Salvador, América Central, 1859, p. 3.<br />

20<br />

Clará de Guevara, Concepción. El añil. Su artesanía actual en el departamento de<br />

Chalatenango. Colección Antropológica, No. 4. Departamento de Investigaciones,<br />

Sección de Etnografía, Administración del Patrimonio Cultural, Ministerio de<br />

Educación, Dirección de Publicaciones, San Salvador, El Salvador, 1976, p. 13.<br />

21<br />

Aguirre, José Alberto. La tecnología de los obrajes de añil..., p. 3.<br />

22<br />

Moziño, José Mariano. Tratado del Xiquilite y Añil de Guatemala. Dedicado a su Real<br />

Sociedad Económica, por D. José Mariano Moziño, Botánico de la Real Expedición de<br />

N.E., con sus notas por el socio mencionado. Dr. Fr. José Antonio Goycoechea, año<br />

de 1799. Colección Antropología e Historia, No. 5. Administración del Patrimonio<br />

Cultural, Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación, San Salvador,<br />

El Salvador, 1976, p.21.<br />

23<br />

Moziño, José Mariano, Tratado del Xiquilite…, p. 31.<br />

24<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre, p. 125.<br />

25<br />

Casin de Montes, Isabel. Estudio preliminar. En: El Puntero apuntado con apuntes<br />

breves: para que no sea corto en la fabricación de la tinta añil o anual. Dirección de<br />

Publicaciones e Impresos, Concultura, La Constancia, San Salvador, El Salvador,<br />

1999, p. XXIII.<br />

26<br />

AGCA. AI. 23, Legajo 1511, Folio 237. Real Cédula del 13 de julio de 1558. Publicado en:<br />

Manuel Rubio Sánchez. Historia del añil o xiquilite en Centro América. Tomo I. Dirección<br />

de Publicaciones, Ministerio de Educación, San Salvador, El Salvador, 1976, p. 30.<br />

27<br />

Sahagún, Bernardino de, Historia general de las cosas de Nueva España. Tomo II.<br />

Editorial Porrúa, México, 1998, p. 470.<br />

28<br />

Sahagún, Bernardino de, Historia general de las cosas de Nueva España, Tomo II, p. 77.<br />

29<br />

Escalante Arce, Pedro. Códice Sonsonate. Crónicas Hispánicas. Tomo II. Dirección<br />

General de Publicaciones e Impresos, Consejo Nacional para la Cultura y el Arte,<br />

Ministerio de Educación, San Salvador, El Salvador, 1993.<br />

30<br />

Rubio Sánchez, Manuel. Historia del añil o xiquilite en Centro América. Tomo I.<br />

Dirección de Publicaciones, Ministerio de Educación, San Salvador, El Salvador,<br />

1976, pp. 32-33.<br />

CITAS<br />

31<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre, p. 126.<br />

32<br />

Acosta, Joseph de. Historia Natural y Moral de las Indias, (primera edición, Sevilla,<br />

1590) Ramón Anglés, impresor, Madrid, 1894, Tomo I, pp. 384-385. En: Casin de<br />

Montes, Isabel. Estudio preliminar..., pp. XXVIII-XXIX.<br />

33<br />

AGCA. AI. Legajo 1514, Folio 193. En: Casin de Montes, Isabel. Estudio preliminar...,<br />

pp. XXIX-XXXI.<br />

34<br />

Vázquez de Espinosa, Antonio. En: Casin de Montes. Estudio preliminar..., p. XXII.<br />

35<br />

Moziño, José Mariano. Tratado del Xiquilite..., numeral 146, p. 44.<br />

36<br />

Moziño, José Mariano. Tratado del Xiquilite..., numeral 146, p. 44.<br />

37<br />

Lauria-Santiago, Aldo. Una república agraria..., p. 53.<br />

38<br />

Tous Mata, Meritxell. El añil de los pueblos de indios en la Provincia de San Salvador,<br />

siglos XVI y XVII. En: Poder local, poder global en América Latina: Ponències<br />

presentades al XI Encuentro-Debate América Latina ayer y hoy, organitzar pel<br />

Departament d`Antropologia Social i d´Història d´Amèrica i d´Àfrica de la<br />

Universitat de Barcelona, celebrat a Barcelona, el noviembre de 2007/ cood.<br />

por Gabriella Dalla Corte-Caballero, Pilar García Jordán, Javier Laviña Gómez,<br />

Lola González Luna, Ricardo Piquera Céspedes, José Luis Ruíz-Peinado Alonzo,<br />

Meritxell Tous Mata, 2008, ISBN 978-84-475-3298-8, p. 61.<br />

39<br />

Palma Murga, Gustavo. Economía y Sociedad en Centroamérica (1680-1750). En: El<br />

régimen colonial (1524-1750), edición de Julio Pinto Soria, tomo II de Historia General<br />

de Centroamérica, coordinador general Edelberto Torres-Rivas, Sociedad Estatal<br />

Quinto Centenario, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, 1993, p. 252.<br />

40<br />

Palma Murga Gustavo. Economía y Sociedad en Centroamérica..., p. 252.<br />

41<br />

Juarros y Montufar, Domingo. Compendio de la Historia..., p. 392.<br />

42<br />

Escalante Arce, Pedro Antonio. Raíces hispánicas de El Salvador. En: Revista<br />

Fronteras, No. 2, volumen 2, 1998, pp. 129-141.<br />

43<br />

Juarros y Montufar, Domingo. Compendio de la Historia..., p. 394.<br />

44<br />

Amaya, Lorenzo. El azul de jiquilite, p. 5.<br />

45<br />

Gutiérrez y Ulloa, Antonio. Estado general de la provincia de San Salvador: Reyno<br />

de Guatemala. (Año de 1,807). Ministerio de Educación, Dirección General de<br />

Publicaciones, San Salvador, El Salvador, 1962.<br />

46<br />

Lindo-Fuentes, Héctor. Economía y Sociedad (1810-1870). En: De la ilustración<br />

al liberalismo (1750-1870), tomo III de Historia General de Centroamérica,<br />

coordinador general Edelberto Torres-Rivas, Sociedad Estatal Quinto Centenario,<br />

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, 1993, p. 144.<br />

47<br />

Fernández, José Antonio. Producción Indígena y mercado urbano a finales del<br />

período colonial. La provisión de alimentos a la ciudad de Guatemala, 1787-1822.<br />

En: Revista de Historia, Universidad de Costa Rica, jul-dic 1992. (26) pp. 9-30.<br />

48<br />

Palma Murga. Economía y Sociedad en Centroamérica..., pp. 222-223.<br />

49<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial:<br />

Guatemala, El Salvador y Chiapas en el siglo XVIII. En: Anuario de Estudios<br />

Centroamericanos, Universidad de Costa Rica, vol. 10, 1984, p. 98.<br />

50<br />

Lindo-Fuentes, Héctor. Economía y Sociedad..., p. 142.<br />

51<br />

Lindo Fuentes, Héctor. Economía y Sociedad..., p. 144.<br />

52<br />

Lindo Fuentes, Héctor. Economía y Sociedad..., p. 144.<br />

53<br />

Lauria-Santiago, Aldo. Una república agraria..., p. 55.<br />

54<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre, pp. 140-141.<br />

55<br />

Patch, Robert W. Cura y empresario: Los préstamos financieros de Mateo Cornejo<br />

y la producción de añil en El Salvador, 1764-1780. En: Mesoamérica 48 (enerodiciembre<br />

de 2006), p. 50.<br />

56<br />

Palma Murga, Gustavo. Economía y Sociedad en Centroamérica..., p. 240.<br />

57<br />

Browning, David. El Salvador, la tierra y el hombre, p. 132.<br />

58<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial..., p. 104.<br />

59<br />

Fernández, José Antonio. Pintando el mundo de azul. El auge añilero y el comercio<br />

centroamericano. 1750-1810. Biblioteca de Historia Salvadoreña, volumen No. 14.<br />

Dirección de Publicaciones e Impresos, Concultura, San Salvador, 2003. p. 83.<br />

60<br />

Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográfico-moral de la Diócesis de Guatemala.<br />

(Parroquias correspondientes al actual territorio salvadoreño). Biblioteca de<br />

Historia Salvadoreña, Vol. 2, Dirección de Publicaciones e Impresos, Concultura,<br />

2000, pp. 155-156.<br />

61<br />

Lindo-Fuentes, Héctor. La economía de El Salvador en el siglo XIX. Colección<br />

Biblioteca de Historia Salvadoreña, No. 12. Dirección de Publicaciones e Impresos,<br />

Concultura, San Salvador, El Salvador, 2002, p. 35.<br />

62<br />

Fernández, José Antonio. Pintando el mundo de azul..., pp. 121-171.<br />

63<br />

Fonseca Corrales, Elizabeth. Economía y Sociedad en Centroamérica (1540-<br />

1680). En: El régimen colonial (1524-1750), edición de Julio Pinto Soria, tomo II de<br />

Historia General de Centroamérica, coordinador general Edelberto Torres-Rivas,<br />

Sociedad Estatal Quinto Centenario, Facultad Latinoamericana de Ciencias<br />

Sociales, 1993 p. 148.<br />

64<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial..., p 100.<br />

65<br />

Lindo Fuentes, Héctor. Economía y Sociedad..., p. 143.<br />

66<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Los años finales de la dominación española,<br />

(1750-1821) En: De la Ilustración al Liberalismo (1750-1870), edición de Héctor<br />

Pérez Brignoli, Tomo III. Sociedad Estatal Quinto Centenario y Facultad<br />

Latinoamericana de Ciencias Sociales, 1993, pp. 49-50.<br />

67<br />

Erquicia, José Heriberto. El Salvador, Nacimiento de un Estado –El Salvador, the<br />

Emergence of a State. Pedro Escalante Arce; dirección editorial Lissette de<br />

Schilling; traducción y correctora de estilo Constance Schilling. 1ª edición, San<br />

Salvador, El Salvador, Banco Agrícola, 2020, p. 50.<br />

68<br />

Rubio Sánchez, Manuel. Historia del añil o Xiquilite…, pp. 148-149.<br />

69<br />

Lindo Fuentes, Héctor. Economía y Sociedad..., p. 148.<br />

70<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial, pp. 106-112.<br />

71<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial, p. 112.<br />

72<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial, p. 112.<br />

73<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial, p. 112.<br />

74<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial, p. 113.<br />

75<br />

Fernández, José Antonio. Pintando el mundo de azul..., p. 25.<br />

76<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial..., p. 98.<br />

77<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial..., p. 98.<br />

78<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial..., p. 107.<br />

79<br />

Fernández, José Antonio. Pintando el mundo de azul..., p. 71.<br />

80<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Los años finales de la dominación española..., p. 20.<br />

81<br />

Palma Murga, Gustavo. Economía y sociedad..., p. 225.<br />

82<br />

Tous, Meritxel. El añil y los pueblos de indios..., p. 65.<br />

83<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Haciendas, ladinos y explotación colonial..., p. 105.<br />

84<br />

Fonseca Corrales, Elizabeth. Economía y sociedad..., p. 113.<br />

85<br />

Wortman, Miles. Elites y Habsburgos ante las Coyunturas Económicas del siglo<br />

XVII en Centroamérica. Revista de Historia 6.11 (1985), p. 29-43.<br />

86<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Los años finales de la dominación española..., p. 51.<br />

87<br />

Ximénez, Fray Francisco. Historia Natural del Reino de Guatemala. Compuesta<br />

por el reverendo padre predicador general fray Francisco Ximénez, de la Orden<br />

de Predicadores Escrita en el pueblo de Sacapulas en el año de 1772. Advertencia<br />

por: Ernesto Chinchilla Aguilar, paleografía y prólogo por: Julio Roberto Reyes S.,<br />

y cotejo de paleografía, edición y notas por Francis Gall. Sociedad de Geografía<br />

e Historia de Guatemala, publicación especial número 14, Primera Edición,<br />

Editorial José Pineda Ibarra, Ministerio de Educación, impreso en Guatemala,<br />

Centroamérica, 1967, p. 155.<br />

88<br />

Lardé y Larín, Jorge. El Salvador: Inundaciones e incendios, erupciones y terremotos.<br />

Biblioteca de Historia Salvadoreña, volumen 5, segunda edición, Dirección de<br />

Publicaciones e Impresos, San Salvador, El Salvador, 2000, p. 96.<br />

89<br />

Ximénez, Fray Francisco. Historia Natural del Reino de Guatemala..., p. 154.<br />

90<br />

AGCA. Protocolos del Escribano Real Diego Coronado. Legajo 609, año: 1699<br />

[Folio 159.] En: Juan José Falla. Extractos de Escrituras públicas, años 1691 a 1724,<br />

Archivo General ce Centroamérica, vol. V, Guatemala, Universidad Francisco<br />

Marroquín, 2007, p. 105.<br />

91<br />

AGCA. Protocolos del Escribano Real Diego Coronado. Legajo 626, año: 1722<br />

[Folio 31 vto.] En: Juan José Falla. Extractos de Escrituras públicas, años 1691 a 1724,<br />

Archivo General ce Centroamérica, vol. V, Guatemala, Universidad Francisco<br />

Marroquín, 2007, p. 513.<br />

92<br />

AHAG. Fondo Cabildo, San Salvador, tomo 15. Provincias de San Salvador, San<br />

Vicente y Santa Ana 1748. Cuentas que dio don Manuel Gálvez Corral de la<br />

recaudación de tinta de diezmo del año 1748 de las provincias de San Salvador,<br />

San Vicente y Santa Ana, folios 1-10.<br />

93<br />

Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográfico-moral..., pp. 134-152.<br />

94<br />

Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográfico-moral..., p. 156.<br />

95<br />

Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográfico-moral..., p. 163.<br />

96<br />

Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográfico-moral..., p. 179.<br />

97<br />

Cortés y Larraz, Pedro. Descripción Geográfico-moral..., pp. 191-193.<br />

98<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología: La consolidación del sistema colonial (1542-<br />

1700). En: El régimen colonial (1524-1750), edición de Julio César Pinto Soria,<br />

Tomo II. Sociedad Estatal Quinto Centenario y Facultad Latinoamericana de<br />

Ciencias Sociales, 1993, p. 174.<br />

99<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología..., pp. 174-175.<br />

100<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología..., p. 175.<br />

101<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología..., p. 175.<br />

102<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Los años finales de la dominación española..., p. 52.<br />

103<br />

Fonseca Corrales, Elizabeth. Economía y sociedad..., p. 114.<br />

104<br />

AHAG. Fondo Diocesano Vicaría Territorial. Vicaría San Miguel 1780-1785 (8<br />

Curatos: Ciudad de San Miguel, Gotera, Anamorós, Chinameca, Usulután,<br />

Oscicala, Ereguayquín, Yayantique). Arquidiócesis de Santiago de Guatemala.<br />

105<br />

AHAG. Fondo Cabildo, Tomo II. Diezmos Ciudad de San Miguel, El Salvador. 1725-<br />

1782.(folio 239) Estado General que comprende el cargo y data todo lo recaudado<br />

desde el mes de agosto del año de 1788 hasta el fin, pertenecientes al año en los seis<br />

curatos que han mencionado según consta por menor en la cuenta que antecede.<br />

106<br />

AHAG. Fondo Diocesano Vicaría Territorial. Vicaría San Miguel 1780-1785. Cuentas<br />

del Curato de San Juan Oscicala desde 25 de julio de 1793 hasta el 25 de marzo<br />

de 1797, preparado para el arzobispo Don Juan Félix de Villegas, por Don José<br />

Domingo Méndez, cura de San Juan Oscicala, 11 de agosto de 1797, folios 4-5.<br />

107<br />

AHAG. Fondo Diocesano Vicaría Territorial de San Vicente, 1688-1797. Villa de<br />

San Vicente, Apastepeque, Nonualco, Zacatecoluca y Titihuapa. Cuadrante de<br />

San Vicente tirado de primero de enero de noventa y seis a último de diciembre<br />

del mismo año. Villa de San Vicente de Austria. En el curato de la Villa de San<br />

Vicente (Istepeque de los Isidros, Tepetitán, Santo Domingo), folio 276.<br />

108<br />

AHAG. Fondo Diocesano Vicaría Territorial de San Vicente, 1688-1797. Villa de San<br />

Vicente, Apastepeque, Nonualco, Zacatecoluca y Titihuapa. Cuadrante o relación<br />

fiel exacta y puntual de lo que produce el Curato de Santiago Apastepeque en un<br />

quinquenio que se contraste a los años 92, 93, 94, 95 y 96. Cura Don Domingo<br />

Galileo, folios 8-11.<br />

109<br />

AHAG. Fondo Diocesano, visitas pastorales, tomo 40, folio 1 (1803) “Expediente<br />

de visita parroquial de la iglesia de Santiago Apastepeque”. Firma Don Manuel<br />

Ignacio Cárcamo, cura de Santiago Apastepeque, p. 14.<br />

110<br />

AHAG. Fondo Diocesano, visitas pastorales, tomo 40, folio 38 (1803). “Quinquenio<br />

de los años 1798 hasta el de 802 incluidos, de los años parroquiales de la canónica<br />

de Titiguapa”. Don Manuel José Vasconcelos, cura de Nuestra señora de Dolores<br />

Titiguapa, febrero de 1803, Cuadro p. 8.<br />

111<br />

AHAG. Fondo Diocesano, visitas pastorales, tomo 40, folio 58 (1803) “Cuadrángulo<br />

en que se manifiestan las primicias de este Beneficio.” Respectivo de los tres<br />

pueblos de Zacatecoluca, Analco y Tecoluca. Manuel de Aguilar, Zacatecoluca,<br />

febrero 25 de 1803, p. 9.<br />

112<br />

AHAG. Fondo Diocesano, visitas pastorales, tomo 40, folio 371 (1803). “Expediente<br />

de visita del curato de Usulután”, p. 376.<br />

113<br />

Fonseca Corrales, Elizabeth. Economía y sociedad..., p. 115.<br />

114<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología..., p. 176.<br />

115<br />

Juarros y Montufar, Domingo. Compendio de la Historia..., p. 395.<br />

116<br />

Patch, Robert W. Cura y empresario..., pp. 47-51.<br />

117<br />

Patch, Robert W. Cura y empresario..., p. 60.<br />

118<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología.., p. 176.<br />

119<br />

Patch, Robert W. Cura y empresario..., p. 47.<br />

120<br />

Webre, Stephen. Poder e ideología..., pp. 176-177.<br />

121<br />

Patch, Robert W. Cura y empresario..., p. 49.<br />

122<br />

Lindo Fuentes, Héctor. El proceso económico. En: El Salvador. Historia<br />

Contemporánea. Dirigido por, Carlos Gregorio López Bernal, Fundación MAFRE,<br />

Editorial Universitaria-Universidad de El Salvador, 2015, p. 201.<br />

123<br />

Lindo Fuentes, Héctor. El Proceso económico…, pp. 202-203.<br />

124<br />

Solórzano Fonseca, Juan Carlos. Los años finales de la dominación española..., p. 65.<br />

125<br />

Pinto Soria, Julio César. La independencia y la Federación (1810-1840), Capítulo<br />

II. En: De la Ilustración al Liberalismo (1750-1870), tomo III, Historia General de<br />

Centroamérica. Ed. Héctor Pérez Brignoli, FLACSO, 1993, p. 77.<br />

126<br />

Pinto Soria, Julio César. La independencia..., p. 82.<br />

127<br />

Lindo Fuentes, Héctor. Tierra, economía y sociedad en el siglo XX. En: El Salvador:<br />

Historia mínima (1811-2011) coordinador: Sajid Herrera Mena. Secretaría de<br />

Cultura de la Presidencia, 2011, p. 40.<br />

REFERENCIAS DE IMÁGENES<br />

E ILUSTRACIONES<br />

154 155<br />

(1)<br />

Mapa de Yucatán, Blaeu, Joan, 1596-1673, fecha: 1665 “Colección de mapas de<br />

David Rumsey, Centro de mapas de David Rumsey, Bibliotecas de Stanford”<br />

https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~267649~9<br />

0042159:Planisphere-des-Colonies-Europeenne. 30/07/2021<br />

(2)<br />

Mural prehispánico con restos de pintura “azul maya”. Periodo Posclásico<br />

Tardío. Mayapán, Yucatán. Los Mayas, Peter Schmidt, Mercedes de la Garza y<br />

Enrique Nalda, Landucci Editores, 1999. p. 70.<br />

(3)<br />

A Map of the British Empire in America.1773. Popple, Henry.“Colección de<br />

mapas de David Rumsey, Centro de mapas de David Rumsey, Bibliotecas de<br />

Stanford” https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~<br />

267649~90042159:Planisphere-des-Colonies-Europeenne. 30/07/2021<br />

(4)<br />

Mexicanam et Floridam. 1740. Seutter, Matthaeus. https://www.davidrumsey.<br />

com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~283021~90055435:48--Mexicanamet-Floridam-.<br />

30/07/2021<br />

(5)<br />

Fracción del mapa Géographie Comercialle et industrielle. A. Vuillemin ,<br />

1861.“Colección de mapas de David Rumsey, Centro de mapas de David Rumsey,<br />

Bibliotecas de Stanford” https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/<br />

RUMSEY~8~1~267649~90042159:Planisphere-des-Colonies-Europeenne.<br />

30/07/2021<br />

(6)<br />

Estampa de la ciudad de Sevilla y río Guadalquivir. España. Tomado de https://<br />

www.elmundo.es/andalucia/2015/08/30/55e2c32cca47414f728b4570.html.<br />

(7)<br />

William Simpson. Indigo Factory in Bengal, 1867. https://www.<br />

wondersandmarvels.com/2016/07/the-blue-mutiny.html. 30/07/2021.<br />

(8)<br />

Histoire générale des voyages, ou nouvelle collection de toutes les relations de<br />

voyages par mer et par terre<br />

(9)<br />

Obraje de producción de añil, tipo hidráulico, sitio arqueológico San Andrés,<br />

valle de Zapotitán. El Salvador. Imagen cortesía de Patronato Pro-Patrimonio<br />

Cultural de El Salvador.<br />

(10)<br />

Grabado de asentamiento de campesinos, siglo XIX.<br />

(11)<br />

Grabado del valle de Jiboa. Publicado en “Harper´s Weekly”, Nueva York,<br />

sección “The Illustrated News of the World”, 1891.<br />

(12)<br />

Grabado de rancho con campesinos, siglo XIX. “The Illustrated News of the<br />

World”, 1891.<br />

(13)<br />

Grabado de producción de azúcar en molienda, siglo XIX.<br />

(14)<br />

Grabado de mecapalero con carga de productos para venta.

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