08.11.2021 Views

12. La bruja de Portobello

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

podía divisar en el horizonte). Lo más

sorprendente es que a Sherine le gustó el

sonido de la palabra. En una sola tarde

empezó a referirse a sí misma como

Athena, y ya nadie pudo quitárselo de la

cabeza. Para contentarla, adoptamos

también ese sobrenombre, pensando que

pronto se olvidaría del tema.

¿Podrá un nombre afectar a la vida

de una persona? Porque el tiempo pasó,

el sobrenombre resistió, y acabamos

adaptándonos a él.

A los doce años, descubrimos que

tenía una cierta vocación religiosa:

vivía en la iglesia, se sabía los

evangelios de memoria, lo cual era al

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!