Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El Nacional<br />
J u eves <strong>28</strong> de O ctu b re de 20<strong>21</strong><br />
Opinión 11<br />
S U F R AG I O<br />
Eddy Olivares Ortega<br />
e j . o l i va res @ h ot m a i l . co m<br />
En la introducción de su trascendental<br />
obra, Leviatán, Thomas<br />
Hobbes compara al Estado con el<br />
gigantesco y temible monstruo<br />
marino de la Biblia, definiéndolo de la<br />
manera siguiente: “…ese gran Leviatán que<br />
llamamos república o Estado (en latín civitas)<br />
que no es sino un hombre artificial,<br />
aunque de mayor estatura y robustez que el<br />
natural para cuya protección y defensa fue<br />
i n s t i t u i d o”.<br />
La esencia de un Estado son los hombres y<br />
las mujeres que lo conforman, los cuales<br />
pueden ser pocos o muchos, siempre y<br />
cuando hayan logrado formar, de hecho, un<br />
cuerpo político autónomo.<br />
A propósito de lo anterior, en su Teoría<br />
General del Estado, R. Carré de Malberg<br />
resalta que un Estado es, ante todo, una<br />
comunidad humana. De igual manera, se<br />
trata de una forma de agrupación social, la<br />
cual se caracteriza por ser una colectividad<br />
pública que se sobrepone a todas las agrupaciones<br />
particulares de orden doméstico o<br />
de interés privado, o inclusive de interés<br />
público local, que puedan existir entre sus<br />
miembros.<br />
Siguiendo ese orden, es preciso hacer<br />
Fernando De León<br />
fe r n a n d o 2 6 . d e l e o n @ ya h o o. co m ><br />
Sigue haciendo lo que estás hac<br />
i e n d o”, eso me dijo mi médico<br />
principal o de cabecera, al visitarlo,<br />
en busca de los resultados de laboratorio<br />
sobre mis condiciones de salud.<br />
Dijo que poseo un excelente estado físico.<br />
Pero no sólo eso, argumentó que estoy<br />
fuerte, y que en el mundo, a mi edad,<br />
únicamente un 20 o 25 por ciento, tiene mí<br />
apariencia. Tras salir de su despacho hice<br />
un mohín, no dándole el crédito al facultativo.<br />
Pero he reflexionado en que si es cierto lo<br />
que dice su diagnóstico, ello se debe a los<br />
ejercicios que, aunque menos intensos,<br />
continúo practicando. Pero, creo que la<br />
cultura del físico, no es el único factor.<br />
ALGO MÁS QUE SALUD<br />
José Díaz<br />
a s es a i j d @ g m a i l . co m<br />
Sin dejo de pedantería soy buen<br />
cinéfilo, y aunque les parezca raro<br />
una de mis películas favoritas es<br />
“Kung Fu Panda”, la que sirve, por<br />
su mensaje de perseverancia, amistad, lealtad<br />
y honestidad a muchas universidades a<br />
ponerla en los programas de estudios. Una<br />
de las líneas históricas de esta columna es<br />
persistir en que debemos mantenernos<br />
apegados a principios de bien, y a no<br />
dejarnos amilanar por los tropezones que<br />
nos regala este vivir. Esta frase, que le dice el<br />
Maestro (la tortuga) Oogway, a Po, el Panda,<br />
es genial, y la compartí en las redes con mi<br />
hija que estaba en un aniversario de luto y<br />
me la regalé a mi mismo por ese y otro<br />
Leviatán a mini Estado<br />
referencia a la nación, la cual fue definida<br />
por el referido autor como “el conjunto de<br />
hombres y de poblaciones que forman un<br />
Estado y que son la sustancia humana del<br />
E s t a d o”. En sintonía con Carré de Malberg,<br />
el destacado jurista francés, Adhémar Esmein,<br />
considera a la nación como la personificación<br />
jurídica de una nación.<br />
Para funcionar adecuadamente, el Estado<br />
debe tener delimitadas sus funciones, las<br />
cuales se dividen en función legislativa,<br />
función administrativa y función jurisdiccional.<br />
Como es bien sabido, la función legislativa,<br />
que consiste en hacer las leyes, es<br />
atribución del Poder Legislativo. La ley fue<br />
definida por Esmein como “una regla imperativa<br />
formulada por el soberano, el cual<br />
estatuye, no ya para un interés particular,<br />
sino para el interés común; no ya para un<br />
individuo aislado, sino respeto de todos y<br />
para lo porvenir”.<br />
No cabe duda que la función administrativa<br />
que, de conformidad con Duguit,<br />
“tiene por objeto proveer, por medio de<br />
actos y operaciones, jurídicas y técnicas a la<br />
vez, a la satisfacción de las necesidades<br />
públicas y a la gestión de los servicios<br />
D i a g n ó st i co<br />
Aunque fallezca mañana; a veces ni los<br />
médicos saben qué enfermedad está por<br />
despuntar en nuestra anatomía. Entiendo<br />
que mis condiciones de salud, en parte, se<br />
deben a que en las adversidades, he sido un<br />
tanto resiliente. A pesar de mis avatares<br />
creo que una dosis de pesimismo, paradójicamente,<br />
me ha dado buenos res<br />
u l t a d o s.<br />
Por toda la avalancha de inconvenientes<br />
por las que he atravesado, siempre he estado<br />
consciente de que, a los momentos felices,<br />
siempre les han pisado los talones los infortunios<br />
e infaustos acontecimientos.<br />
Es decir, que he sabido tener la suficiente<br />
reciedumbre para enfrentar las desgracias<br />
y, pese a mi temperamento abierto, he<br />
Pe rs i st i r<br />
recuerdo luctuoso más: “¿Estás preocupado<br />
por lo que fue? ¿Y lo que va a ser? Hay un<br />
dicho. El ayer es historia, el mañana es un<br />
misterio, pero el hoy es un obsequio; por<br />
eso se llama presente.”<br />
Nos amilana el pasado, nos preocupa un<br />
futuro que estimamos incierto, por las<br />
calamidades que nos rodean, y nos olvidamos<br />
de disfrutar este presente que es<br />
un regalo de la vida misma o de Dios, o de<br />
donde usted crea que proviene. Vivimos<br />
atrapados en hechos tristes o heridas que<br />
nos han causado, y eso nos impide disfrutar<br />
este hoy que nos han regalado. Compartí<br />
con un compañero de promoción, que lleva<br />
muchos años en España, y que tiene muy<br />
p ú b l i c o s”, es cada vez más minimalista y,<br />
por lo tanto, beneficiosa para los intereses<br />
del Poder Empresarial, en perjuicio de los<br />
pobres, que son los que más necesitan la<br />
protección del Estado.<br />
Refiriéndose al laissez-faire y al gobierno<br />
mínimo, en La democracia posible, Ronald<br />
Dworkin, dentro del contexto de un país<br />
rico como los Estados Unidos, admite la<br />
posibilidad de la instauración de un gobierno<br />
minimalista con poca capacidad de<br />
acción, que únicamente tenga poderes para<br />
mantener un ejercito y una fuerza policial,<br />
y para grabar solo con los impuestos<br />
necesarios a fin de poder ejercer sus limitados<br />
poderes, con la condición de que<br />
sea una decisión política tomada por todos<br />
los ciudadanos, que serían responsables de<br />
crear un Estado mínimo, aún cuando podrían<br />
haber creado un gobierno con muchos<br />
más poderes para ayudar a los conciudadanos<br />
más pobres.<br />
Garantizar el derecho de los ciudadanos a<br />
la seguridad social y a recibir, de forma justa,<br />
los demás servicios del gobierno y del sector<br />
privado, es una obligación del Estado, el<br />
cual está obligado a convertir en realidad el<br />
inexistente Estado Social de Derecho.<br />
“luchado contra el mundo, cuando él lucha<br />
contra mí”. No soy un enfermo consumista,<br />
y puedo decir que entre mis amigos inmediatos<br />
soy el más “r ico” porque no<br />
incurro en deudas innecesarias; entendiendo<br />
que “perro flaco no retoza”.<br />
Me considero periodista cuando trabajo el<br />
oficio, de lo contrario, no lo soy. En otras<br />
palabras, no tengo la agonía del comunicador<br />
que suele enfermarse y hasta sucumbir<br />
físicamente. Si tengo pocas monedas,<br />
esas son las que tengo, y punto.<br />
Por último, he llevado una vida simple;<br />
evado lo tóxico de la pedantería de una<br />
camada de neo-intelectuales. La gente que<br />
presume de sus presuntos conocimientos,<br />
me enferma.<br />
clara la filosofía de vivir el día a día, o como<br />
pregonara Jiddu Krishnamurti: “Vivir de<br />
instante en instante”, y puedo asegurarles<br />
que, aunque me ha costado sangre, lo estoy<br />
asimilando. Mi hija también.<br />
Una de esas taras que nos deja un pasado<br />
amargo, del que no hemos podido zafarnos,<br />
es el rencor y quiero repetir dos<br />
frases de Nelson Mandela que por demás<br />
nos invitan a vivir el presente: “Al salir por la<br />
puerta hacia mi libertad supe que si no<br />
dejaba atrás toda la ira, el odio y el resentimiento,<br />
seguiría siendo un prisionero”.<br />
“El rencor es como tomar veneno y esperar<br />
que mate a tus enemigos”. Persistir sin odio<br />
es “algo más que salud”.<br />
Namphi Rodríguez<br />
n a m p h i ro d r i gu ez @ g m a i l . co m<br />
I n te r p reta c i ó n<br />
co n st i tu c i o n a l<br />
Cómo debe hacerse la ponderación<br />
de un derecho instituido por<br />
una ley ordinaria, pero que posteriormente<br />
es elevado al rango<br />
de derecho fundamental al proclamarse<br />
una nueva Constitución?<br />
Su ponderación ha de ser al amparo de la<br />
nueva Carta Sustantiva; es decir, cumpliendo<br />
con los principios de supremacía constitucional,<br />
interpretación conforme con la<br />
Constitución y al hecho de que es improcedente<br />
pretender que las cláusulas constitucionales<br />
se sujeten a leyes anteriores.<br />
Para la mayor parte de la doctrina, un<br />
razonamiento en la dirección contraria, o<br />
sea, remitir esas leyes ordinarias a normas<br />
constitucionales que les preceden, no<br />
puede fundarse lógicamente.<br />
El jurista español Ricardo Rivero Ortega,<br />
rector de la Universidad de Salamanca,<br />
sostiene que la tesis de que “la sintonía que<br />
cabe requerir a la legislación dominicana a<br />
partir de la presente década con la Norma<br />
Fundamental no puede proyectarse retroactivamente<br />
sin más sobre la obra legislativa<br />
anterior, a la que cabe exigir compatibilidad<br />
con los principios constitucionales,<br />
pero también ha de ser interpretada<br />
de manera conforme, evitando en la medida<br />
de lo posible la inconstitucionalidad”.<br />
Rivero Ortega subraya que “cualquier duda<br />
interpretativa o sobre principios suscitada<br />
en este proceso debe de ser aclarada por los<br />
jueces, formados y elegidos para realizar el<br />
proyecto de calidad de Estado de Derecho.<br />
Los magistrados del Tribunal Constitucional<br />
tienen la última palabra en aquellas cuestiones<br />
de interpretación o aplicación de la<br />
Norma Fundamental. Además, son ellos<br />
quienes conocen los objetivos para los que<br />
fueron dictadas las leyes”.<br />
Esto es un aspecto de trascendencia, ya<br />
que hay leyes preconstitucionales que no<br />
tienen el alcance que la Carta Sustantiva<br />
confiere a los derechos que regulan, por lo<br />
que una interpretación errónea pudiera negar<br />
la tutela jurídica a colectivos expuestos a<br />
sufrir vulneraciones en sus derechos.<br />
Otra cosa distinta es responderse la<br />
pregunta de ¿cuál debe ser el procedimiento<br />
para que el Tribunal Constitucional<br />
decida una acción de inconstitucionalidad<br />
contra una ley que se haya<br />
incoado previo a la entrada en vigencia de<br />
la Constitución del 20<strong>10</strong>?<br />
El TC ha decidido que dichas acciones<br />
deben seguir el procedimiento del artículo<br />
67.1 de la Constitución derogada,<br />
que establecía que la legitimación estaba<br />
fundada en el hecho de que accionante<br />
fuera “parte interesada” para poder atacar<br />
la norma en inconstitucionalidad.<br />
El TC estatuyó que tanto en lo que concierne<br />
a la calidad como a la naturaleza del<br />
acto, resulta conforme a la Constitución<br />
admitir que cualquier parte que hubiera<br />
incoado una acción en inconstitucionalidad<br />
bajo las disposiciones del artículo<br />
67.1 de la Constitución del 2002 tenía<br />
calidad en tanto fuera “parte interesada”.