BERA, SEPTIEMBRE 2021
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ALIMENTOS PROBIÓTICOS
Kéfir. Este producto lácteo fermentado es una combinación
única de leche y gránulos de kéfir fermentados.
Contiene de 10 a 34 cepas de probióticos, lo cual es
superior al contenido en el yogur.
Sauerkraut. Su ingrediente principal es la col fermentada,
aunque algunas recetas pueden incorporar otras
verduras. No tiene mucha diversidad de probióticos,
pero es rico en ácidos orgánicos, que promueven el
crecimiento de bacterias benéficas. Es muy popular en
Alemania, y tiene como primo cercano al Kimchi, procedente
de la cocina coreana; las dos fórmulas fermentadas
son ricas en enzimas que ayudan en la digestión.
Kombucha. Es una fermentación efervescente con
base en el té negro y una colonia simbiótica de bacterias
y levaduras.
Natto. Es un plato muy popular consistente en semillas
de soya fermentadas; contiene el probiótico Bacillus
subtilis, que refuerza el sistema inmunitario, colabora
en la salud del sistema cardiovascular.
Yogur. Posiblemente el más conocido de los productos
probióticos. Aunque hay una gran variedad de yogures
en el mercado, no todos son de la misma calidad; es
recomendable que proceda de leche de cabra u oveja,
de libre pastoreo.
Miso. Se usa mucho en la cocina macrobiótica, como
regulador digestivo. Regularmente se prepara en forma
de sopa; tiene como base semillas de soya fermentadas,
arroz o cebada, y es rico en probióticos.
CONCLUSIONES
Los simbióticos son productos que contienen probióticos
y prebióticos, los cuales combinados con una dieta
adecuada dan un mejor pronóstico de calidad de vida en
los pacientes renales. A la fecha no hay datos concluyentes.
Se requieren más estudios, una combinación
exacta en la cantidad de probióticos, así como la convivencia
entre estos, ya que compiten por los sustratos.
Algo que sí queda claro es la disminución en los niveles
de urea, así como una mejora en la permeabilidad de la
pared intestinal, ya que al disminuir el pH a su valor
normal, las bacterias colonizadoras perjudiciales se
comienzan a erradicar. Para un mejor logro, la combinación
simbiótica es más adecuada; los probióticos
actúan en forma sinérgica con los prebióticos, modulando
la microbiota intestinal.
El objetivo es que, al llegar al intestino, los probióticos lo
hagan acompañados de aquellas sustancias prebióticas
que ayuden a su crecimiento y colonización. Un ejemplo
de alimento simbiótico es la leche materna, ya que
contiene tanto bacterias lácticas (lactobacilos y bifidobacterias)
como fructooligosacáridos y nucleótidos, los
cuales son nutrimentos que favorecen su desarrollo.
Independientemente del consumo de probióticos, es
indispensable una correcta alimentación, de acuerdo
con las características y necesidades de los pacientes
que presentan insuficiencia renal crónica.
Tempeh. Producto asiático hecho a base de semillas de
soya, el cual se puede comer crudo o hervido; gracias a
su proceso de fermentación, es otra fuente alta de
probióticos.
09 08