Ciclo Natural de Vida | Salud y plantas medicinales
Iniciativa colectiva para documentar prácticas medicinales y con ello fomentar la preservación de saberes tradicionales medicinales en el Resguardo Indígena Nonuya de Villazul (Amazonas, Colombia). Publicado en Julio 2021 Todos los derechos reservados.
Iniciativa colectiva para documentar prácticas medicinales y con ello fomentar la preservación de saberes tradicionales medicinales en el Resguardo Indígena Nonuya de Villazul (Amazonas, Colombia).
Publicado en Julio 2021
Todos los derechos reservados.
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SEGUNDA EVOLUCIÓN DEL MUNDO
LA CHAGRA
Como no conocían la semilla de yuca, después de
quemar la tierra sembraron bejucos, pero no dieron
resultado. Ya tarde, fueron donde el abuelo Machuta
Buua a pedirle semillas. Él vino con ellos y se
sentó en el medio de la chagra. Empezó a crear el
tabaco, la coca, la piña, y todos los productos que
tiene una chagra, y les puso un plazo de un mes y
medio para cumplir con la siembra.
Esa noche cayó un aguacero de toda clase de
semillas, las que hay en el monte y las que hay
que sembrar. También vino la Abuela de agua de
abundancia e hizo que las semillas germinaran. El
agua llegó hasta debajo de la tierra y allí brotaron.
Se formaron los nacimientos de las quebradas, de
los quebradones y de los ríos. En ese momento, el
Padre creador dijo: ahora sí, esto es tierra de vida.
Cuando volvieron a la chagra, estaba repleta de
productos, pero no sabían cómo cuidarla y necesitaron
a una mujer. Fueron de nuevo donde el abuelo
Boa de Abundancia para que les diera una mujer
y él respondió que ella estaba en la chagra; los
mandó a buscar una yuca manicuera, la partió y
así nació una niña que entregaron a los hermanos.
La niña lloraba sin parar. Al verla llorar, los hermanos
se lamentaron porque no eran capaces de
criarla. Machuta Buua les pregunto qué pensaban
hacer, a lo que contestaron que como hombres
no eran capaces de criar. El Abuelo les dio la razón
y mandó a las Abuelas a buscar plantas.Unas
eran rasquiñosas, chuzudas y venenosas, y podían
enfermar a la niña, así que le encargaron su cuidado
a la Abuela de yerba fría, con quien la niña
se consolaba y quedaba callada entre sus brazos.
Esta abuela crio a la niña y les recomendó que sólo
debían comer los productos de la chagra.
Fig 11. Cuando los insectos bajan en verano (Jean Fillippe Paky)
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