Íntimas de Dios Magazine - Edición Agosto 2021

MATERNIDAD AL DÍA
LACTANCIA MATERNA
Una Bendición de Dios para la
Madre y para el Bebé
Amangil Riera
Consultor Empresarial
Íntima de Dios Venezuela
Uno de mis grandes sueños al momento de ser
Madre era alimentar a mi bebé con lactancia
materna, de lo cual no me había preocupado por
documentarme sino solo por la Fe en Dios y con la
confianza de la inteligencia divina dada desde que
estaba en el vientre de mi madre.
Después de siete años queriendo tener un bebé y
ya declarada infértil, Dios me bendice con un
embarazo a los 40 años de edad, tal como bendijo
a Sara, por lo cual decidí disfrutar al máximo en
medio de un duelo que vivía al unísono y lo que
me llevó a la sabia decisión, en medio de la crisis
financiera y la escasez de alimentos de todo tipo
que había en mi país, de alimentar a mi hijo con
Lactancia Materna; y he aquí la lluvia de opiniones
en contra y mis espontáneas e inmediatas
respuestas.
Opinión de familiares: “Ten en cuenta que tienes
en la barriga un bebé muy grande que no se
llenará con una agüita”
Mi respuesta: “¿y cómo criaban antes a los bebés?
porque hasta Simón Bolívar se lo pegaron a la teta
de la Negra Matea”, y fue con la misma bendición
que Dios dio a mi vientre para quedar
embarazada, la que dio a mis senos para poder
amantar a mi bebé.
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Opinión de mi esposo: ¿estás segura?
Mi respuesta: “la teta es comida segura y sin
aditivos químicos”, es decir, no adulterada como
lo refiere 1 Pedro 2:2
Opinión de amistades: “no vas a poder porque yo
no pude, tienes que buscar leche de cabra para
complementar”, “tú no tienes experiencia, ya yo
he sido madre dos veces”, entre otras.
Mi respuesta: “Pero ¿quién enseña a los animales
a criar?, yo no veo que la vaca le pegue el becerro
a la burra para complementar nada y si yo soy del
reino animal entonces podré amamantar.” Esto lo
dije sin saber en ese momento que bíblico es.
Llegó aquel 28 de Julio de 2017 y nace mi bebé
cuya pediatra no lo pegó a mi piel, ni me dejó
lactarlo inmediatamente, le dieron dos onzas de
dextrosa esperando que mi esposo fuera a buscar
un envase de leche y como no fue así recibimos la
burla de las enfermeras quienes decían a mi
esposo: “¿y es que te quieres ahorrar el gasto de
la leche?”, y yo nuevamente preparada para
defender mi maternidad les repliqué: “bueno
quien va a criar al bebé soy yo y no ustedes así que
les agradezco no opinar”, de inmediato me
trajeron a mi bebé a la habitación y me dijeron
“bueno allí está para que lo crie, dele de comer”,
yo feliz tomé mi bebé, me saqué mi teta y él solo
se pegó un rato hasta que se durmió.
Primera vez lactando.
3 horas de nacido
6 meses
Tetas de cuarzo