Íntimas de Dios Magazine - Edición Agosto 2021

RELACIONES
UNA FAMILIA CON DIOS
EN EL CENTRO
Nanette Valencia Licona
Lcda. Administración de Empresas
Líder Íntimas de Dios Panamá
Como familia, tratamos de tener un día especial
para nosotros, un día que nadie interrumpa, ya
sea para jugar, compartir y disfrutarnos como
familia... si, también nos reunimos con nuestros
hijos y conversamos lo que es una familia con Dios
en el centro y así podemos contar con muchos
días especiales.
En este artículo quiero compartirte algunos
aprendizajes que como familia hemos recibido de
parte de Dios y hemos podido aplicarlos,
permitiéndonos llevar una vida familiar muy
amena. Si bien se presentan situaciones
complejas, la forma de manejarlas se hacen de
una forma diferente, obteniendo resultados
maravillosos. Deseo en el corazón que puedas
aplicarlos y ver la transformación de tu familia.
Una familia que tiene a Dios en el centro es
cuando el esposo muestra que ama a su esposa y
madre de sus hijos, y la madre y esposa respeta al
esposo y padre de sus hijos. Además, cuando
cultivamos el amor y nos perdonamos
mutuamente, cuando ambos siembran amor en
sus hijos y les piden perdón. También cuando
nuestros hijos presencian discusiones, ellos
merecen respeto y debemos pedirles perdón, así
les enseñamos el valor del respeto para la familia.
Es cuando nosotros como padres bendecimos y
oramos por nuestros hijos, y de igual manera
nuestros hijos nos bendicen y oran por la vida de
nosotros, sus padres.
Cuando nosotros como padres damos prioridad
para estar con nuestros hijos y pasamos tiempo de
calidad y sana convivencia.
Cuando entendemos que los problemas de uno
son el problema de todos y aprendemos a
tenernos empatía y consideración.
Cuando vamos a la Iglesia en familia y le servimos
juntos a Dios. Igualmente, cuando el padre sirve y
atiende a la madre y viceversa.
Es cuando los padres como equipo nos
involucramos, ambos en la crianza, educación y
enseñanza de los hijos.
Es cuando comprendemos que el padre es el que
dirige, es la principal autoridad, pero no para
abusar y maltratar a nadie; más bien para ser
ejemplo de amor, justicia, respeto, lealtad,
servicio, dedicación y consideración, primero para
su esposa y luego para con sus hijos.
Cuando dirigidos por el padre de familia, padre y
madre levantamos un altar familiar donde nos
juntamos todos para cantar una alabanza y
meditar un tiempito en la Palabra de Dios, orar
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