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La imagen mostraba a Daito de pie, solo en el campo, junto a la casa

blanca. Una pequeña flota de cazas sixers descendía y empezaba a disparar

sus cañones láser apenas se encontraban a la distancia adecuada. Una lluvia

constante de rayos rojos caía alrededor de Daito. Tras él, en la distancia, veía

a más cazas aterrizando y salir tropas de tierra con armaduras. Daito estaba

rodeado.

Los sixers habían avistado, sin duda, la Kurosawa durante su descenso a

la superficie del planeta y habían convertido en prioridad matar a los dos

samuráis.

Daito no dudó en sacar su as de debajo de la manga. Sacó la Cápsula

Beta, la sostuvo en la mano derecha y la activó. Su avatar se convirtió al

momento en Ultraman, un superhéroe extraterrestre de ojos brillantes, rojos

y plateados. En su transformación, alcanzó también una altura de casi

cincuenta metros.

Las fuerzas de tierra de los sixers que se aproximaban a él se detuvieron

en seco, anonadados, y alzaron la vista con gesto de pánico mientras

Ultraman-Daito agarraba al vuelo dos cazas y los hacía chocar uno contra

otro como si fuera un niño gigante entreteniéndose con dos aviones de

juguete. Después los dejó caer al suelo, en llamas, y atrapó más, como quien

caza moscas. Las naves que escapaban a sus garras mortíferas lo rodeaban y

disparaban rayos láser y fuego de ametralladora, pero tanto una cosa como la

otra rebotaban en su piel blindada de extraterrestre. Daito soltó una

carcajada atronadora que reverberó por todas partes, cruzó los brazos y creó

una intersección con los puños. Un rayo de energía radiante surgió de sus

manos, volatilizando a más de cinco cazas que, por desgracia para sus

pilotos, en ese momento volaban por allí. Daito se volvió y dirigió el rayo a

las fuerzas de tierra de los sixers que le rodeaban, friéndolas como a

hormigas puestas al sol bajo una lupa.

Daito parecía estar pasándolo en grande, hasta tal punto que no prestó

atención a la luz de advertencia empotrada en el centro de su pecho, que

había empezado a emitir un parpadeo rojo, intenso. Se trataba de una señal

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