Revista Agropecuaria Nuevo Siglo 205 - JULIO 2021
Revista Agropecuaria de Distribución Gratuita en Chaco, Formosa, Corrientes, Norte de Santa Fe y Santiago del Estero.
Edición Nº 205 correspondiente al mes de JULIO de 2021.
En este número ponemos en tapa los avances y la importancia que ganan los bioinsumos en las producciones primarias en la Argentina, con importantes aportes del INTA.
También las polémicas que ser generan a partir de la sanción de la Ley de Educación Ambiental Integral, las voces de los profesionales de la agronomía sobre esta cuestión.
Revista Agropecuaria de Distribución Gratuita en Chaco, Formosa, Corrientes, Norte de Santa Fe y Santiago del Estero.
Edición Nº 205 correspondiente al mes de JULIO de 2021.
En este número ponemos en tapa los avances y la importancia que ganan los bioinsumos en las producciones primarias en la Argentina, con importantes aportes del INTA.
También las polémicas que ser generan a partir de la sanción de la Ley de Educación Ambiental Integral, las voces de los profesionales de la agronomía sobre esta cuestión.
Número 205/JULIO 2021 Página 14AGRICULTURAEspecialistas del INTA siguen buscando mejorasproductivas con la ultilización de bioproductos, en estecaso con un lactofermento. Se trata de un producto debajo costo, producido a partir de suero de leche bovina.La elaboración de quesos produce unsubproducto conocido como el suerode leche, que se obtiene tras lacoagulación de la leche, cuando sesepara la cuajada del queso. Si bienmuchos productores utilizan el suerocomo un alimento en la producciónporcina, en los últimos años seincrementaron los estudios con el finde encontrarle otros usos a estesubproducto de la industria láctea que,en algunos casos, se desecha.En ese marco, la Agencia deExtensión Rural (AER) 9 de Julio delINTA decidió experimentar, de formaexploratoria, en el cultivo de trigo conun lactofermento elaborado por elLaboratorio “Los Cardales” medianteun proceso de fermentaciónanaeróbica a partir de suero de leche,con la adición de algunos productosminerales y melaza.“Realizamos una experiencia con unavariedad de trigo sensible aenfermedades (DM Algarrobo) paratratar de visualizar su acción comobioprotector y también comobiofertilizante”, explicó LuisVentimiglia, jefe de la AER 9 de Juliodel INTA y especialista en cultivos.PropiedadesUno de los objetivos del ensayo eraverificar si el producto teníapropiedades fungicidas. Por esemotivo, se dividió el terreno en doslotes: uno recibió tratamiento confungicida, para protegerlo de lasenfermedades foliares, y el otro norecibió tratamiento. Ambos sectoresrecibieron la misma fertilización a basede fosfato monamónico, urea y sulfatode calcio.A su vez, ambos lotes se dividieron enseis parcelas diferentes. Una funcionócomo testigo y en las otras cinco seadministraron distintas proporcionesdel bioproducto para analizar laincidencia en el cultivo.La primera parcela recibió el 15% (en160 litros de agua) en una aplicación, lasegunda el 30% en una únicaaplicación y la tercera el 60%; mientrasque en la cuarta y quinta parcela sehicieron cuatro y seis aplicacionesprogresivas al 15%.Sorpresa“Si bien pudimos apreciar que elproducto no tuvo un efecto importanteen el control de las enfermedades que sepresentaron (mancha amarilla, roya dela hoja y roya amarilla), observamos unmejor comportamiento del trigo en elrendimiento, a medida que se utilizamayor cantidad del lactofermento ocuando el mismo se aplica en formasecuencial”, señaló Ventimiglia.OptimismoEn ese sentido, el especialista sostuvoque “los resultados son alentadores”porque incluso cuando no se aplicaronfungicidas, “los incrementos delrendimiento fueron de 33,5% con laúnica aplicación al 15% dellactofermento, de 68,5% cuando serealizaron cuatro aplicacionesprogresivas y de 96,6% cuando sehicieron seis aplicaciones”.“Esto quiere decir que, si bien la acciónfungicida fue nula, existió un efecto delbioproducto en el metabolismo de laplanta que permitió que se potenciara elrendimiento sustancialmente y estopudo quizás mitigar indirectamente laacción negativa de enfermedades”,precisó Ventimiglia.Aumento de rindesAsimismo, el especialista indicó quecuando se analizó el comportamientodel lactofermento con la protecciónfungicida, el rendimiento creciódrásticamente y se apreciaron aspectosde interés, “todos los tratamientospresentaron un incremento respecto altestigo, con fungicida, pero sin elproducto”.“Estos incrementos fueron, para lasaplicaciones al 15%, 30% y 60%, deLactofermento elaborado por el Laboratorio “Los Cardales” medianteun proceso de fermentación anaeróbica a partir de suero de leche,con la adición de algunos productos minerales y melaza.11,7%, 22,7% y 32,2%, respectivamente;mientras que cuando se aplicó elproducto en forma secuenciada seobtuvieron mejoras en el rendimiento de43,1% y 44,3%, para las cuatro y seisaplicacionesrespectivamente”,puntualizó Ventimiglia.Otro aspecto importante es que pesea su pH ácido (4,5), el lactofermento noprodujo quemado foliar aún en lasdosis al 60 %, e incluso se observó otravirtud: “El color intenso de las plantas,que puede explicarse por los nutrientesaportados al producto en el laboratorio”,sostuvo el especialista.A grandes rasgos, Ventimigliasubrayó que “las aplicacionessecuenciales son las más productivas,aunque eso genera un costo adicional deaplicación que, de cualquier manera,quedaría cubierto con el incrementosuperior al 40 % en el rendimiento”, yagregó: “Se trata de un producto de bajocosto y cuya fermentación la puederealizar cualquier productor sinnecesidad de una gran estructura”.“Esta experiencia proviene de unensayo exploratorio, pero no cabendudas que la información obtenida abrepuertas para nuevas investigaciones quepermitan ratificar los resultadosobtenidos y seguir avanzando en estalínea de trabajo”, subrayó Ventimiglia.Un cálculo sobre el impacto de lasretenciones, realizado por la Bolsa deComercio de Santa Fe indicó quedurante la campaña 2019/20, elsector agrícola aportó 472,7 millonesde dólares al fisco nacional. La suma,ajustada en pesos en promedio alciclo 2020, representa cerca de $32.898 millones y se ubica en elorden de 45% del presupuesto deinversión en gastos de capital de laprovincia.“El relevamiento se hizo sobre losdepartamentos San Martín y SanJerónimo hacia el norte e intervinieronlos cultivos de soja, girasol, trigo ymaíz. El volumen que fue aexportación, dejó como saldo esetributo o derecho de exportación, quepagaron todos los productoresprimarios de la región”, resaltóLucrecia D´Jorge, directora delCentro de Estudios y Servicios de laBolsa santafesina.Según este organismo, Santa Fe seubica a la vanguardia en el pago deeste impuesto, constituyendo lasegunda zona del país que másrecaudación por impuestos remite ala administración central.En este caso, los números indicanque sobre este 2021, laadministración provincial haestimado gastos por 72 mil millonesde pesos y; si el concepto porretenciones quedara en la región, el45% de ese monto ya estaríasolventado por los productores delnorte provincial.
Número 205/JULIO 2021 Página 15AGRICULTURAPor medio de bio y nanotecnología, un equipo deinvestigación de la FAUBA y el CONICET logró crearfertilizantes para cultivos y mejorar la fijaciónbiológica de nitrógeno y el control de enfermedades ensemillas.Diversos productos de la vidacotidiana se basan en lananotecnología, desde barbijos hastacremas solares. Esta disciplina queproduce materiales de hasta 100nanómetros, lo que equivale a dividirun milímetro en un millón de partes,también avanza en el agro.Investigadores del CONICET y de laFacultad de Agronomía de la UBA(FAUBA) estudian y producennanopartículas metálicas quepotencian la fijación biológica denitrógeno y controlan enfermedadesen semillas, y desarrollannanofertilizantes para cultivosintensivos y extensivos. Trasresultados alentadores en laboratorio,buscan aplicar la tecnología enproductos para el campo.Nanotecnología“La nanotecnología es una disciplinaque nos permite crear materiales quetienen un tamaño de entre 1 y 100nanómetros y que, por lo tanto, soninvisibles al ojo humano. Estosmateriales poseen diversas propiedades,y hoy los podemos encontrar en tarjetasde crédito, en cepillos dentales o encamisetas deportivas”, comentóFederico Spagnoletti, docente de lacátedra de Microbiología Agrícola(FAUBA) e investigador del Laboratoriode Agro-Nanotecnología del institutoINBA (UBA-CONICET).En este sentido, Spagnoletti agregóque los nanomateriales se empezaron aaplicar en la agricultura hace menos de15 años y que sus posibilidadesgeneran grandes expectativas. “El‘universo nano’ puede potenciar lastecnologías que ya se aplican en elsector”.Uso agrícolaRomina Giacometti, investigadora ydirectora del Laboratorio de Agro-Nanotecnología, explicó que estudianel uso de la nanotecnología en el agropara aumentar los rendimientos decultivos intensivos y extensivos.“Estamos diseñando nanomaterialespara potenciar la fijación biológica denitrógeno en leguminosas. En ellaboratoriodesarrollamosnanopartículas de hierro quedemostraron ser excelentes inductorasde la nodulación, un proceso mediadopor rizobios, unas bacterias que fijan elnitrógeno de la atmósfera, lo cualposibilita que el cultivo de soja incorporemás nitrógeno y tenga mejores rindes.Este nuevo nanomaterial se podría usarpara formular bioinsumos máseficientes”.Por otro lado, los investigadoresprofundizaron en el uso de la versiónnano de los fertilizantesconvencionales. “De esta manera, selogra minimizar la cantidad deproductos químicos y su frecuencia deaplicación. Y así se pueden reducir susimpactos ambientales y los costos deproducción”, indicó Giacometti.“También generamos nanopartículasde plata y de cobre, con las que logramoscontrolar diversos géneros bacterianosque enferman a las semillas de soja”,destacó Spagnoletti, y agregó que“debido a la escala en la que trabajamos,podemos transformar las propiedades dediferentes metales y plasmarlas ennuevos productos para el agro. Como latecnología tiene múltiples usos posibles,recibimos consultas desde diversosLos investigadores le aplicaron nanopartículas de hierro a un cultivode garbanzo. Al momento de la siembra, inocularon las semillas conrizobios y luego agregaron el nanomaterial.grupos de investigación y de empresasdel agro”.Hongos“Para sintetizar nanomateriales,además de tecnología y equipamientoespecializado se necesita una grancantidad de energía y de precursoresquímicos”, señaló Spagnoletti, y agregó:“Por eso utilizamos una metodología desíntesis verde; es decir, usamos enzimasque provienen de los hongos. Estosmicroorganismos tienen un granpotencial para desarrollarnanomateriales metálicos, ya quepueden acumular metales, producenmucha biomasa y excretan enzimasdurante su cultivo. Además, la síntesisverde en comparación a la síntesis denanopartículas tradicional le aportadistintas propiedades a lasnanopartículas, como estabilidad en eltiempo y dispersión en solución”.Por su parte, Giacometti aclaró quecomo generan nuevos materialestambién se encargan de analizar losposibles efectos que pueden tener alargo plazo en el ambiente.“Particularmente, evaluamos todasnuestras líneas de investigación a nivelde ecotoxicología molecular para validarel uso seguro y responsable de losnanomateriales”.
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AGRICULTURA
Por medio de bio y nanotecnología, un equipo de
investigación de la FAUBA y el CONICET logró crear
fertilizantes para cultivos y mejorar la fijación
biológica de nitrógeno y el control de enfermedades en
semillas.
Diversos productos de la vida
cotidiana se basan en la
nanotecnología, desde barbijos hasta
cremas solares. Esta disciplina que
produce materiales de hasta 100
nanómetros, lo que equivale a dividir
un milímetro en un millón de partes,
también avanza en el agro.
Investigadores del CONICET y de la
Facultad de Agronomía de la UBA
(FAUBA) estudian y producen
nanopartículas metálicas que
potencian la fijación biológica de
nitrógeno y controlan enfermedades
en semillas, y desarrollan
nanofertilizantes para cultivos
intensivos y extensivos. Tras
resultados alentadores en laboratorio,
buscan aplicar la tecnología en
productos para el campo.
Nanotecnología
“La nanotecnología es una disciplina
que nos permite crear materiales que
tienen un tamaño de entre 1 y 100
nanómetros y que, por lo tanto, son
invisibles al ojo humano. Estos
materiales poseen diversas propiedades,
y hoy los podemos encontrar en tarjetas
de crédito, en cepillos dentales o en
camisetas deportivas”, comentó
Federico Spagnoletti, docente de la
cátedra de Microbiología Agrícola
(FAUBA) e investigador del Laboratorio
de Agro-Nanotecnología del instituto
INBA (UBA-CONICET).
En este sentido, Spagnoletti agregó
que los nanomateriales se empezaron a
aplicar en la agricultura hace menos de
15 años y que sus posibilidades
generan grandes expectativas. “El
‘universo nano’ puede potenciar las
tecnologías que ya se aplican en el
sector”.
Uso agrícola
Romina Giacometti, investigadora y
directora del Laboratorio de Agro-
Nanotecnología, explicó que estudian
el uso de la nanotecnología en el agro
para aumentar los rendimientos de
cultivos intensivos y extensivos.
“Estamos diseñando nanomateriales
para potenciar la fijación biológica de
nitrógeno en leguminosas. En el
laboratorio
desarrollamos
nanopartículas de hierro que
demostraron ser excelentes inductoras
de la nodulación, un proceso mediado
por rizobios, unas bacterias que fijan el
nitrógeno de la atmósfera, lo cual
posibilita que el cultivo de soja incorpore
más nitrógeno y tenga mejores rindes.
Este nuevo nanomaterial se podría usar
para formular bioinsumos más
eficientes”.
Por otro lado, los investigadores
profundizaron en el uso de la versión
nano de los fertilizantes
convencionales. “De esta manera, se
logra minimizar la cantidad de
productos químicos y su frecuencia de
aplicación. Y así se pueden reducir sus
impactos ambientales y los costos de
producción”, indicó Giacometti.
“También generamos nanopartículas
de plata y de cobre, con las que logramos
controlar diversos géneros bacterianos
que enferman a las semillas de soja”,
destacó Spagnoletti, y agregó que
“debido a la escala en la que trabajamos,
podemos transformar las propiedades de
diferentes metales y plasmarlas en
nuevos productos para el agro. Como la
tecnología tiene múltiples usos posibles,
recibimos consultas desde diversos
Los investigadores le aplicaron nanopartículas de hierro a un cultivo
de garbanzo. Al momento de la siembra, inocularon las semillas con
rizobios y luego agregaron el nanomaterial.
grupos de investigación y de empresas
del agro”.
Hongos
“Para sintetizar nanomateriales,
además de tecnología y equipamiento
especializado se necesita una gran
cantidad de energía y de precursores
químicos”, señaló Spagnoletti, y agregó:
“Por eso utilizamos una metodología de
síntesis verde; es decir, usamos enzimas
que provienen de los hongos. Estos
microorganismos tienen un gran
potencial para desarrollar
nanomateriales metálicos, ya que
pueden acumular metales, producen
mucha biomasa y excretan enzimas
durante su cultivo. Además, la síntesis
verde en comparación a la síntesis de
nanopartículas tradicional le aporta
distintas propiedades a las
nanopartículas, como estabilidad en el
tiempo y dispersión en solución”.
Por su parte, Giacometti aclaró que
como generan nuevos materiales
también se encargan de analizar los
posibles efectos que pueden tener a
largo plazo en el ambiente.
“Particularmente, evaluamos todas
nuestras líneas de investigación a nivel
de ecotoxicología molecular para validar
el uso seguro y responsable de los
nanomateriales”.