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Revista de Literatura Infantil y Juvenil

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Revista de Literatura Infantil y Juvenil | Junio 2021 | 10 €<br />

Premio Nacional de Fomento de la Lectura 2018<br />

Monstruos<br />

#<br />

<strong>137</strong><br />

Portugal


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Revista de Literatura Infantil y Juvenil | Junio 2021<br />

Premio Nacional<br />

de Fomento<br />

de la Lectura 2018<br />

EDITORIAL<br />

El regreso de los monstruos...............2<br />

ARTÍCULOS<br />

Miembros de la misma estirpe<br />

Paciano Merino............................5<br />

Ni feo ni malvado<br />

Eliacer Cansino..........................17<br />

Monstruas españolas<br />

Ana Cristina Herreros................24<br />

Hombres lobo: Mito y realidad<br />

Gloria Ruiz Blanco.....................34<br />

El Paraíso de los Corazones Olvidados<br />

Antonio Aragón Renuncio..........42<br />

ENTREVISTAMOS A<br />

David McKee<br />

Javier Sobrino.............................50<br />

MIL PALABRAS<br />

PARA UNA IMAGEN<br />

Arte en tiempo de tinieblas<br />

José Luis Polanco.........................62<br />

ILUSTRARTE<br />

El prisma de Drácula<br />

Luis Scafati.................................68<br />

Beatriz Martín Vidal...................70<br />

Ana Juan......................................72<br />

Fernando Vicente.......................74<br />

Javier Olivares.............................76<br />

ENTRE VIÑETAS<br />

La niña que dibujaba monstruos<br />

Juan G. Martínez-Conde...............81<br />

PIONERAS DE LA LIJ<br />

Victoria Fernández<br />

Todos los libros en un CLIJ<br />

Mª Jesús Fernández........................88<br />

PEONZAS ILUSTRADAS<br />

Joaquín Martínez Cano ...............94<br />

PRIMERAS LECTURAS<br />

Papeles de periódico y un gato increíble<br />

Yexus............................................96<br />

LEEMOS PARA QUE LEAN<br />

Educación tóxica: El imperio<br />

de las pantallas y la música dominante<br />

en niños y adolescentes<br />

Juan G. Martínez-Conde............100<br />

Reina del grito: Un viaje por los<br />

miedos femeninos<br />

Juan G. Martínez-Conde...........102<br />

COMENTADO POR…<br />

La vida de los monstruos<br />

Roger Olmos y David Aceituno..104<br />

BIBLIOTECA…..........................108<br />

COLOFÓN<br />

El círculo de los mentirosos<br />

Jean-Claude Carrière.................128<br />

GALERÍA...................................130<br />

Esta revista recibió, en 2020, ayudas a la edición<br />

del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte,<br />

del Ayuntamiento de Santander y de la Consejería<br />

de Cultura del Gobierno de Cantabria.<br />

Ayuntamiento<br />

de Santander<br />

Gobierno<br />

de Cantabria<br />

Edita: Asociación Cultural <strong>Peonza</strong><br />

Apartado de Correos 2170.<br />

39080 Santander.<br />

Depósito Legal: SA-265-1994<br />

ISSN: 1130-8370J<br />

Diseño y maquetación:<br />

Marcello Conta, spr-msh.com<br />

Impresión: Gráficas Calima S.A.<br />

Equipo de redacción:<br />

Ainara Bezanilla Orallo<br />

Encarnación Espinosa Astillero<br />

Javier Flor Rebanal<br />

Javier García Sobrino<br />

Almudena González López<br />

Juan Gutiérrez Martínez-Conde<br />

Diego Gutiérrez del Valle<br />

Paciano Merino Merino<br />

José Luis Polanco Alonso<br />

Alberto Sebastián Gutiérrez<br />

Colaboradores:<br />

Francisco Díaz Herrera<br />

Joaquín Martínez Cano<br />

Luis Ramas Ramírez<br />

Juan Vélez Bodero<br />

Yexus<br />

Suscripciones:<br />

administracion@peonza.es<br />

Tél: [+34] 651 533 669<br />

Contacto:<br />

www.peonza.es<br />

peonza@peonza.es<br />

1


PEONZA #<strong>137</strong><br />

EDITORIAL<br />

El regreso<br />

de los monstruos<br />

Solo deben temerse las cosas<br />

que pueden redundar en perjuicio de otros;<br />

pero no aquellas que no inspiran este temor.<br />

Dante Alighieri, La Divina Comedia<br />

Junto al miedo, la amenaza y el peligro, los monstruos han acompañado<br />

a la Humanidad desde sus remotos orígenes. En efecto, una extensa<br />

galería de terribles personajes ha impregnado las culturas de todas las<br />

épocas y de todos los rincones del planeta y adoptado diferentes formas<br />

desde el Leviatán de la Biblia, al Polifemo de la Odisea o las máscaras y<br />

dragones orientales. Hasta no hace muchos años todavía deambulaban<br />

por los montes de Cantabria el Ojáncano y el Cuélebre, entes siniestros<br />

surgidos al calor de las chimeneas y que permanecen en cuentos y leyendas,<br />

pinturas y tallas artísticas.<br />

Con la vida moderna parecía que los monstruos iban a ser domesticados,<br />

pero no ha sido así. Hoy observamos que han regresado con furia a través<br />

de las películas, las series de televisión, los videojuegos, la literatura<br />

para adultos, los cuentos para niños y, sobre todo, la novela juvenil, poblada<br />

de ángeles, demonios y otros seres de ultratumba, como reza el título de<br />

un ensayo de Eliacer Cansino sobre este asunto. Fruto de este despliegue<br />

general es su constante presencia en la vida cotidiana pudiéndoseles<br />

encontrar en certámenes de cómics o de cine, en encuentros juveniles,<br />

en la publicidad, en los disfraces carnavalescos o en fiestas importadas<br />

como Halloween.<br />

2


MONSTRUOS<br />

La palabra monstruo procede del sustantivo latino monstrum voz de sentido<br />

religioso que revelaba un suceso sobrenatural; se trataba, pues, de<br />

una señal de los dioses. Por derivación, el verbo monere, significaba advertir,<br />

avisar. El nacimiento de un ser con dos cabezas, por ejemplo, era<br />

interpretado como un anuncio prodigioso de que iban a ocurrir hechos<br />

extraordinarios en la comunidad. También es posible que la expansión<br />

en el imaginario colectivo de las múltiples caras de lo monstruoso haya<br />

significado, y siga significando, una necesidad existencial de buscar respuestas<br />

a temores ancestrales todavía no resueltos. En cualquier caso<br />

y, tanto entonces como ahora, los monstruos siempre han servido para<br />

recordar la fragilidad del ser humano.<br />

¿Qué anuncian? ¿De qué nos advierten estos entes que cada vez proliferan<br />

más en nuestras sociedades? ¿Por qué nunca nos han abandonado?<br />

¿Por qué en esta época racionalista y laica, en la que la ciencia ha alcanzado<br />

un gran desarrollo, seguimos necesitando a estos anacrónicos seres<br />

procedentes de tiempos más oscuros? ¿Qué monstruos reales pueblan el<br />

mundo y cuáles se ocultan en nuestro interior? A estas y otras cuestiones<br />

similares tratan de dar respuesta nuestros colaboradores en este monográfico.<br />

Su riqueza de perspectivas reconstruye un sugestivo panorama<br />

que, creemos, será de interés para nuestros lectores.<br />

Dos monstruos /<br />

Two Monsters<br />

Il. David Mckee<br />

Anaya, 2007<br />

#<br />

3


PEONZA #<strong>137</strong><br />

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4


MONSTRUOS<br />

Miembros<br />

de la misma estirpe<br />

Paciano Merino<br />

Equipo <strong>Peonza</strong><br />

El monstruo ha sido una constante en nuestra historia desde las primeras<br />

mitologías, religiones y epopeyas hasta la actualidad. Seres atroces<br />

han surgido también de las turbulentas mentes de ciertos artistas. En el<br />

último medio siglo, la literatura, el videojuego y el cine han cambiado el<br />

significado tradicional de estos entes. Pero su secular poder perturbador<br />

sigue atrayendo al ser humano, quizás, porque nadie escapa a la emoción<br />

del miedo. Además, su simbología es muy variada.<br />

La representación del miedo<br />

Sospechamos que la noción de monstruo debió de instalarse en el imaginario<br />

colectivo de nuestros ancestros, incluso antes de los albores de<br />

la civilización. En las culturas de Sumer y Babilonia aparecen al mismo<br />

tiempo que los dioses; y el más extenso texto que se conserva nos habla<br />

de Humbaba, un gigante que vomitaba fuego y al que tuvo que enfrentarse<br />

Gilgamesh, según proclama su epopeya. Centrándonos solo en<br />

Occidente la mitología griega desarrolló un amplio abanico de criaturas<br />

feroces y los relatos medievales hicieron lo mismo con ogros, dragones<br />

y demonios. Además de amedrentar a los humanos estos seres ejercían<br />

como servidores divinos, vigilantes de bosques o guardianes de tesoros y<br />

tumbas. Se concedía así cuerpo físico a lo siniestro, se atribuían propiedades<br />

humanas a fuerzas bestiales y se reconocía en lo repulsivo el signo<br />

de lo perverso.<br />

Máscara<br />

de Humbaba<br />

Museo Británico,<br />

Londres.<br />

Anne-Marie<br />

Bouché<br />

Posteriormente, apareció la criatura del Dr. Frankenstein fruto de la<br />

ciencia, Polidori azuzó nuestras pesadillas con el primer vampiro, Poe<br />

nos aterró con alucinaciones y Lovecraft nos sobrecogió con seres extraterrestres.<br />

Literatura y cine han continuado estas derivas pavorosas<br />

con alienígenas, zombis y momias. Igualmente, tradiciones populares de<br />

todos los rincones siguieron atizando miedos o agitando sueños.<br />

La banalización del monstruo<br />

Dr. Frankenstein<br />

Boris Karloff.<br />

Frankenstein (1931)<br />

Además de presentarlo como una criatura amenazante para el ser humano,<br />

en los últimos tiempos también se ha descrito al monstruo como un<br />

>><br />

5


PEONZA #<strong>137</strong><br />

engendro que despierta temor a su pesar y que trata de ser amable con<br />

nuestra especie. Sin embargo, este benévolo retrato no encaja estrictamente<br />

con la segunda acepción del DRAE: “ser fantástico que causa<br />

espanto”. En efecto, según esta definición, palabras como sosiego, relajación<br />

o calma son incompatibles con el estremecimiento que infunden<br />

estos seres cuya presencia no puede presagiar nada bueno. La bondad en<br />

el monstruo, sería así una banalización del concepto.<br />

El desarrollo de la LIJ en el último medio siglo, así como el cómic, el<br />

cine y los videojuegos, han persistido en esta reorientación en la que el<br />

monstruo carece de maldad, es colaborativo y despierta la simpatía de<br />

lectores, espectadores y partícipes de videojuegos. Por su parte, la calidad<br />

de algunas de estas historias, su recepción entre un público amplio<br />

y los estudios que han suscitado confirman que la idea secular de monstruo<br />

ha cambiado; y, con ello, una forma de contar el miedo.<br />

Empero, en el presente artículo, y ciñéndonos al criterio académico,<br />

nos referiremos a los monstruos como esos seres pertenecientes a un<br />

orden maldito; seres perversos, aparentemente incompatibles con nuestra<br />

especie y ante los que ésta se encuentra desamparada. Entes que<br />

no son animales, ni humanos; que son inhumanos, una categoría que<br />

encuadraría a criaturas inteligentes, a veces inmortales y siempre desalmadas.<br />

Pero observemos, que la calificación de inhumanos también los<br />

emparenta con nosotros por su capacidad para hacer el mal; solo que<br />

en ellos esta característica es una condición, pensamos que en nuestra<br />

especie no.<br />

Embajadores de nuestras tinieblas<br />

Desde la psicología se cree ver en algunos de estos seres a mensajeros de<br />

la parte oscura de nuestro interior; sombras ancladas en el subconsciente<br />

que en ciertas mentes producen sufrimiento. Se trataría así, de una clase<br />

de engendros oníricos, de difícil descripción y a menudo torturantes.<br />

También se nos dice, desde esta ciencia, que el lenguaje de las palabras<br />

puede auxiliar a quien tiene sometida su conciencia por tan turbadora<br />

fuerza. Los términos usados para expresar estas turbulencias serían terminales<br />

que, cual válvulas de escape, aliviarían la presión interior. Es<br />

conocido a este respecto, cómo autores destacados han construido sus<br />

obras apoyándose en la función sanadora de las palabras.<br />

La literatura de este rango, por tanto, mostraría la capacidad transformadora<br />

de las palabras o incluso la encarnadura del lenguaje. Esta última<br />

particularidad se manifestaría en una verdadera integración entre<br />

ficción y emoción, creación literaria y experiencia personal o expresión<br />

lingüística y condición orgánica. Estado anímico y manifestación artística<br />

serían así semblantes de la misma arquitectura interior: la que deriva<br />

de la bioquímica cerebral.<br />

6


Miembros de la misma estirpe<br />

MONSTRUOS<br />

Aunque el producto de estos vapuleos psíquicos es privativo del escritor<br />

(y del padecimiento mental más que del equilibrio emocional), el lector<br />

de estas obras puede descubrir, sorprendido, que desde tales textos se<br />

le está leyendo a él atinada y profundamente. En este sentido, y sin<br />

desmerecer a los profesionales, tales lecturas también pueden hacer una<br />

inicial labor de estabilización síquica, superar ciertos estados de ánimo<br />

o ayudar a prevenir otros.<br />

Por lo demás, la clasificación meramente funcional entre monstruos externos<br />

e internos no debe soslayar que, tanto unos como otros, proceden<br />

de nuestro interior. De ahí que la familiarización con que contemplamos<br />

a estos seres apunte a nuestro común sustrato mental lo que también<br />

explica que nos sintamos “leídos interiormente” desde este tipo de<br />

literatura. Efectivamente, somos de la estirpe de los monstruos, como<br />

Ahora no, Bernardo<br />

Il. David McKee<br />

Anaya, 2006<br />

>><br />

7


PEONZA #<strong>137</strong><br />

dice Savater. Y haremos bien, añadimos, viendo en ellos a los embajadores<br />

de nuestras propias tinieblas.<br />

El magnetismo de los contrarios<br />

Como personaje, el monstruo, necesita ser descrito e imaginado porque<br />

en su aspecto encontramos la explicación de su poder de infundir miedo.<br />

De ahí que, cuando visualizamos su descomunal tamaño, su deformidad<br />

aberrante, sus múltiples cabezas, sus tentáculos, sus garras o el fuego<br />

que exhalan, nos sintamos, realmente, a su merced. Por lo demás, esta<br />

variada iconografía (que va de lo grotesco a lo infernal, pasando por<br />

lo lúgubre o lo infame), es producto imaginativo de nuestros temores,<br />

pero, también, de la fertilidad de la creación artística. Y la capacidad aterradora<br />

de tan siniestro ente está en que, una vez desplegada su representación<br />

en la memoria, se adhiere firmemente a ella y allí permanece<br />

al acecho presta para salir cuando el miedo a lo desconocido aflore de<br />

nuevo. Ni siquiera el tiempo podrá borrar la despiadada imagen.<br />

También, el monstruo tiene su propio léxico; y así, no puede haber<br />

descripción de aquel, que no se apoye en términos que, por sí solos,<br />

ya encogen el ánimo: atroz, escalofriante, aterrador o sanguinario son<br />

algunos de los adjetivos, a los que podemos añadir los que se utilizan en<br />

este artículo.<br />

Y aunque el lector es consciente de que, si afronta un determinado relato<br />

va a sufrir el azote de un vendaval de emociones, lo hace porque quiere<br />

experimentar esas sensaciones; porque le gusta sentir el miedo. Ciertamente<br />

hay mucho de fascinación en el acto por el que, un lector, admite que el<br />

escritor juegue con su estado de ánimo. Sabe que la sangre no llegará al<br />

río y que la montaña rusa de angustiosos sentimientos tendrá finalmente<br />

un desenlace satisfactorio. Pero aún así, para explicar esta actitud hay<br />

que acudir a esa indómita complicidad que nos conforma y que es mezcla<br />

de tensión y calma, exceso y moderación, maldad y bondad, temor<br />

y brío. Pensamos que es ahí donde radica esa irresistible tentación de<br />

experimentar la excitación, la zozobra o el escalofrío que en algún momento<br />

se repararán con la dicha de vencer el horror y recuperar la paz,<br />

la serenidad y el sosiego. Es la fantasía del espanto que inquieta y repele<br />

al tiempo que cautiva y atrae, un juego de contrarios, en fin, que suministra<br />

el combustible que alimenta la seducción. Si a todo ello añadimos<br />

la sugestión morbosa que el propio terror provoca, bien podemos concluir<br />

que no importa tanto la realidad del monstruo como su eficacia.<br />

El monstruo como metáfora<br />

Son numerosas las interpretaciones que se han dado a la función de estos<br />

entes. Algunas han querido ver en ellos a mensajeros de fuerzas cósmicas<br />

en clara referencia a lo irracional y caótico. Para otras, tales seres<br />

simbolizan los obstáculos con que se encuentra el ser humano en su afán<br />

8


Miembros de la misma estirpe<br />

MONSTRUOS<br />

por alcanzar ciertas metas o conseguir valiosos deseos. También se ha<br />

creído que estas criaturas cumplían una función aleccionadora, moralizante<br />

o directamente adoctrinadora al servicio de religiones.<br />

Diferentes visiones interpretativas han percibido una crítica subversiva<br />

a un despiadado sistema político o religioso, una forma de cristalización<br />

del pesimismo o un cuestionamiento de la racionalidad y normalidad del<br />

mundo real. Parodia, sátira e ironía serían así recursos literarios que a<br />

través de la figura del monstruo habrían deslizado invectivas para censurar<br />

poderes arbitrarios, injusticias abusivas e hipocresías cobardes.<br />

Otras veces, se ha entrevisto, en estas representaciones, atroces desvaríos<br />

agazapados que se despiertan cuando la razón duerme; o cuando<br />

no está atenta y vigilante. Surgirían así, fuerzas depravadas que desatan<br />

Ahora no, Bernardo<br />

Il. David McKee<br />

Anaya, 2006<br />

>><br />

9


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Ahora no, Bernardo<br />

Il. David McKee<br />

Anaya, 2006<br />

pensamientos y actos irracionales o que producen una exaltación desmedida<br />

de deseos, pasiones e instintos. Pero, este extremo ha llevado a que,<br />

otras visiones, por el contario, contemplen a la racionalidad fría y ausente<br />

de emociones, como el caldo de cultivo de una verdadera amenaza<br />

que favorecería lo cruel y sanguinario. Para estas dos interpretaciones,<br />

razón y sentimiento deben atemperarse mutuamente, ya que tanto si<br />

dormimos como si despertamos, el monstruo sigue estando ahí.<br />

En cualquier caso, parece que cuando la literatura se ocupa de esta figura,<br />

lo hace como una forma más de acercarse a la realidad; y por eso,<br />

cuando nos habla de monstruos, nos cuenta cosas de nosotros mismos;<br />

y cuando revela las directrices de su destino nos desvela algunas de las<br />

que apuntan al nuestro.<br />

Por lo demás, si estas criaturas son un espejo de la sociedad que las crea,<br />

no es desatinado sospechar que cualquier tipo de brutalidad atribuida a<br />

tan funestos entes haya sido practicado alguna vez por el ser humano; o<br />

termine empleándolo algún día. En este sentido, y dado que su resonancia<br />

en nuestra mente nos informa del material del que estamos hechos,<br />

su recreación mediante historias puede ser una vacuna contra lo que<br />

aquellos representan.<br />

Asimismo, debemos admitir, que también nuestra realidad global tiene<br />

sus propios monstruos: la crueldad, el odio o la guerra son jinetes apocalípticos<br />

que nunca han dejado de cabalgar; secuelas como el racismo, la<br />

explotación masiva de seres humanos o los crímenes contra la humanidad<br />

no van a la zaga. Y como vemos, no se trata de catástrofes naturales,<br />

sino de calamidades provocadas por hombres que hacen del mal el rostro<br />

de su grandeza. Reparemos, a renglón seguido, que a menudo pueden<br />

llevar adelante sus planes porque cuentan con la colaboración de unos,<br />

la adulación de otros y la aquiescencia de los que observan indiferentes.<br />

Si la mayor victoria de los monstruos fantásticos es que nadie cree en<br />

su existencia, la de los monstruos reales, es que solo unos pocos resistentes<br />

creen en la posibilidad de derrotarlos. Desde la solidaridad y el<br />

respeto por el ser humano, estos voluntarios anónimos han convertido<br />

la moralidad de sus actos en un código de conducta universal, infunden<br />

un profundo sentido a sus vidas y son un ejemplo para sus iguales. No<br />

eliminarán ciertas tragedias, pero alivian los horrores de algunas de sus<br />

víctimas, denuncian la indiferencia cotidiana y sostienen la esperanza de<br />

nuestra especie. ¿Quién da más?<br />

Leer el miedo<br />

Volviendo al discurso general del monstruo, creemos que hay algo de<br />

cierto en todas las interpretaciones que se le han dado; y es posible que<br />

el conjunto de todas ellas no alcance a agotar su significado. Pero, también<br />

es verdad que ninguna de ellas tendría suficiente base si no fuera<br />

por la emoción del miedo que tan arraigada está en nuestras conciencias.<br />

10


Miembros de la misma estirpe<br />

MONSTRUOS<br />

11


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Como una alarma que alerta al cerebro ante un peligro o amenaza su<br />

función ha debido de ser fundamental para la adaptación y supervivencia<br />

de la especie; y nada mejor que el monstruo para personificar la causa<br />

de todos los terrores. Así ha debido de ser a lo largo de los tiempos y así<br />

nos ha llegado a nosotros.<br />

Hoy sabemos que nadie escapa al miedo; pero, sin desestimar la intensidad<br />

de este, lo que realmente importa es la forma de manejarlo. Y a<br />

este respecto, como se ha venido diciendo, la literatura puede ser muy<br />

eficiente ya que nos ayuda a saber identificarlo y a entender cómo funciona,<br />

requisitos básicos para intentar reconducirlo. El paso siguiente,<br />

afrontarlo, supondrá un desafío en el que, de nuevo, las lecturas apropiadas<br />

pueden contribuir a controlarlo. Por su parte, la experiencia de este<br />

proceso también debería favorecer el desarrollo adecuado de la inteli-<br />

12


Miembros de la misma estirpe<br />

MONSTRUOS<br />

gencia emocional del lector o lectora. Según Nietzsche el terror está ahí,<br />

no para ser evitado, sino para aprovechar sus lecciones a nuestro favor.<br />

The monster and<br />

the Teddy Bear<br />

Il. David McKee<br />

Andersen Press,<br />

1989<br />

Creemos que algunas de estas consideraciones son aplicables a cualquier<br />

edad, ya que, incluso en los más pequeños, se atisban esas escaramuzas<br />

mentales mezcla de rechazo y embeleso que, como decíamos, produce la<br />

figura del monstruo. Pero, será el tipo de lector o lectora más avanzado<br />

el que llegue a estremecerse interiormente al percibirse observado por la<br />

mirada que emerge desde la página. Pronto descubrirá que las palabras<br />

le ayudarán a identificar lo que vislumbraba confusamente y poder así,<br />

elevarlo a la superficie de su conciencia. Es la doble faz del lenguaje que,<br />

por un lado, le perturba y conmociona y, por otro, le sosiega y rehabilita.<br />

Es también, esta función lingüística la que le permitirá explorar los<br />

entresijos de su personalidad, descubrir territorios mentales descono- >><br />

13


PEONZA #<strong>137</strong><br />

cidos o acceder a dimensiones inéditas de su conciencia que ni siquiera<br />

sospechaba. Un lector introducido en esta senda encontrará, tarde o<br />

temprano, la forma de ahondar en su autoconocimiento, ensanchar su<br />

experiencia emocional y tonificar regularmente su intelecto.<br />

Por lo demás, y retomando la cuestión de las interpretaciones, tampoco<br />

es necesario que toda narración que juegue con lo inquietante, quiera<br />

decir más de lo que dice o albergue siempre un simbolismo escondido.<br />

En definitiva, que también habrá casos, en que un monstruo no sea nada<br />

más que un monstruo; que ya es bastante.<br />

14<br />

#


la ciencia que hay detrás de tus monstruos favoritos<br />

ALGUNOS SALIERON DE UN LABORATORIO.<br />

OTROS ATERRORIZAN CIUDADES ENTERAS.<br />

¡Y AÚN HAY OTROS QUE TE QUIEREN<br />

DEVORAR EL CEREEEEEEEEEBBBRRRRRRRO!<br />

después de la muerte se le lama descomposición.<br />

El proceso comienza con unos microorganismos<br />

diminutos lamados bacterias. Las bacterias se<br />

encuentran en la superficie de este libro, dentro<br />

de tu cuerpo y en los alimentos que tomas. También<br />

tienes bacterias en el estómago. Cuando estás vivo,<br />

una de las muchas misiones de las bacterias de<br />

las tripas ( lamadas «flora intestinal») es deshacer<br />

la comida y convertirla en nutrientes que tu cuerpo<br />

pueda usar como combustible. Cuando mueres,<br />

las bacterias que están dentro de tu sistema<br />

digestivo siguen trabajando duro, pero ya no<br />

deshacen la comida, sino que deshacen tu propio<br />

cuerpo... consumiendo lentamente tus órganos.<br />

Cuando estas bacterias intestinales se<br />

alimentan, producen gas. Mucho gas. Eso hace<br />

que los cadáveres se hinchen, no porque se<br />

atiborren de sangre, sino por la misma razón<br />

por la que se hinchan los cuerpos vivos: porque<br />

los gases de dentro del estómago necesitan una<br />

vía de escape. Algunos cadáveres adquieren hasta<br />

tres veces su tamaño original hasta que, como un<br />

globo, se desinflan. Y no solo pueden desinflarse,<br />

sino que a veces pueden esta lar. (Esto puede dar<br />

lugar a una ventosidad capaz de desalojar una<br />

sala, que los forenses aseguran que huele a pedo<br />

y vómito combinados). Cuando un cuerpo esta la<br />

en la tumba, el cadáver se mueve y cambia<br />

un poco de posición.<br />

Y otra cosa aún más intrigante: como<br />

los gases del cuerpo, tales como<br />

el metano, son más ligeros que el<br />

aire, los cuerpos que no han sido<br />

enterrados lo bastante hondo<br />

se elevarán hasta salir<br />

después de la muerte se le lama descomposición.<br />

El proceso comienza con unos microorganismos<br />

diminutos lamados bacterias. Las bacterias se<br />

encuentran en la superficie de este libro, dentro<br />

de tu cuerpo y en los alimentos que tomas. También<br />

tienes bacterias en el estómago. Cuando estás vivo,<br />

una de las muchas misiones de las bacterias de<br />

las tripas ( lamadas «flora intestinal») es deshacer<br />

la comida y convertirla en nutrientes que tu cuerpo<br />

pueda usar como combustible. Cuando mueres,<br />

las bacterias que están dentro de tu sistema<br />

digestivo siguen trabajando duro, pero ya no<br />

deshacen la comida, sino que deshacen tu propio<br />

cuerpo... consumiendo lentamente tus órganos.<br />

Cuando estas bacterias intestinales se<br />

alimentan, producen gas. Mucho gas. Eso hace<br />

que los cadáveres se hinchen, no porque se<br />

atiborren de sangre, sino por la misma razón<br />

por la que se hinchan los cuerpos vivos: porque<br />

los gases de dentro del estómago necesitan una<br />

vía de escape. Algunos cadáveres adquieren hasta<br />

tres veces su tamaño original hasta que, como un<br />

globo, se desinflan. Y no solo pueden desinflarse,<br />

sino que a veces pueden esta lar. (Esto puede dar<br />

lugar a una ventosidad capaz de desalojar una<br />

sala, que los forenses aseguran que huele a pedo<br />

y vómito combinados). Cuando un cuerpo esta la<br />

en la tumba, el cadáver se mueve y cambia<br />

un poco de posición.<br />

Y otra cosa aún más intrigante: como<br />

los gases del cuerpo, tales como<br />

el metano, son más ligeros que el<br />

aire, los cuerpos que no han sido<br />

enterrados lo bastante hondo<br />

se elevarán hasta salir<br />

a la superficie, dando la impresión de que se han<br />

levantado con fines malévolos. ¿Te imaginas lo que<br />

es enterrar a un muerto y después encontrarlo<br />

en otra posición distinta, cerca de la superficie?<br />

¡Se supone que los muertos no se mueven!<br />

Meterle una estaca en el pecho tampoco ayuda.<br />

Piensa en lo que sucede cuando un globo suelta<br />

aire de repente. Suelta algo que parece un chi lido,<br />

¿a que sí? Imagínate el miedo que tenía que darle<br />

eso a la gente de la Edad Media. Y ese no es el<br />

único ruido raro que hacen los cadáveres. Los<br />

muertos también gimen. Cuando esta la la pared<br />

abdominal, hace un ruido parecido a un cerdo que<br />

está comiendo desperdicios. En la Edad Media eso<br />

incluso tenía un nombre: sonus porcinus, que en latín<br />

quiere decir «puerco ruidoso».<br />

Estos mismos gases que se forman en los<br />

intestinos pueden producir un fluido entre rojo y<br />

marrón lamado fluido cadavérico que sube por<br />

los pulmones y sale por la boca. El fluido cadavérico<br />

recuerda la sangre y aparece en las comisuras de<br />

la boca, como si el cadáver acabara de comer y se<br />

hubiera olvidado de usar la servi leta. A veces este<br />

fluido cadavérico hasta se «come» el sudario que<br />

cubre la cara. Como la gente en la Edad Media no<br />

había descubierto todavía las bacterias intestinales,<br />

le daba la impresión de que la abuelita se estaba<br />

dando un banquete de sangre después de morir.<br />

A veces puede parecer que los dientes y las<br />

uñas del muerto crecen. Tras la muerte, la carne<br />

empieza a secarse y se encoge a lo largo del lecho<br />

ungueal y lo mismo pasa en las encías. Eso hace que<br />

las uñas y los dientes parezcan más prominentes,<br />

y da la impresión de que han crecido. Los antiguos<br />

embalsamadores egipcios estaban acostumbrados<br />

a tratar con cadáveres, así que ponían dedales en los<br />

dedos de las manos y los pies para evitar que la piel<br />

a la superficie, dando la impresión de que se han<br />

levantado con fines malévolos. ¿Te imaginas lo que<br />

es enterrar a un muerto y después encontrarlo<br />

en otra posición distinta, cerca de la superficie?<br />

¡Se supone que los muertos no se mueven!<br />

Meterle una estaca en el pecho tampoco ayuda.<br />

Piensa en lo que sucede cuando un globo suelta<br />

aire de repente. Suelta algo que parece un chi lido,<br />

¿a que sí? Imagínate el miedo que tenía que darle<br />

eso a la gente de la Edad Media. Y ese no es el<br />

único ruido raro que hacen los cadáveres. Los<br />

muertos también gimen. Cuando esta la la pared<br />

abdominal, hace un ruido parecido a un cerdo que<br />

está comiendo desperdicios. En la Edad Media eso<br />

incluso tenía un nombre: sonus porcinus, que en latín<br />

quiere decir «puerco ruidoso».<br />

Estos mismos gases que se forman en los<br />

intestinos pueden producir un fluido entre rojo y<br />

marrón lamado fluido cadavérico que sube por<br />

los pulmones y sale por la boca. El fluido cadavérico<br />

recuerda la sangre y aparece en las comisuras de<br />

la boca, como si el cadáver acabara de comer y se<br />

hubiera olvidado de usar la servi leta. A veces este<br />

fluido cadavérico hasta se «come» el sudario que<br />

cubre la cara. Como la gente en la Edad Media no<br />

había descubierto todavía las bacterias intestinales,<br />

le daba la impresión de que la abuelita se estaba<br />

dando un banquete de sangre después de morir.<br />

A veces puede parecer que los dientes y las<br />

uñas del muerto crecen. Tras la muerte, la carne<br />

empieza a secarse y se encoge a lo largo del lecho<br />

ungueal y lo mismo pasa en las encías. Eso hace que<br />

las uñas y los dientes parezcan más prominentes,<br />

y da la impresión de que han crecido. Los antiguos<br />

embalsamadores egipcios estaban acostumbrados<br />

a tratar con cadáveres, así que ponían dedales en los<br />

dedos de las manos y los pies para evitar que la piel<br />

encogiera. Las personas de la Edad Media<br />

no usaban esas cosas porque no entendían<br />

lo que pasaba.<br />

Además, puede parecer que los<br />

cuerpos en descomposición tienen una piel<br />

nueva. Los patólogos forenses laman<br />

a este fenómeno colgajos de piel.<br />

Ocurre cuando las capas superiores<br />

de la piel se separan del cuerpo, revelando<br />

la capa blanca sonrosada de debajo.<br />

Toda esta actividad puede hacer que<br />

incremente la temperatura del cadáver,<br />

como si no estuviera frío e inerte, sino vivo.<br />

Ahora que sabes cómo funciona<br />

la descomposición, puede que pienses:<br />

«Eh, los medievales tenían que ser<br />

un poco bobos para no distinguir entre<br />

los muertos y los vampiros». Pero la<br />

ciencia de la muerte no siempre es clara.<br />

Hay muchos factores que pueden afectar<br />

a la descomposición, como la temperatura,<br />

la humedad, los insectos e incluso la<br />

colocación del cuerpo. La forma que tenía<br />

el cuerpo estando vivo también afectará<br />

a la rapidez con que se descompone.<br />

Por ejemplo el peso, el sexo y la edad.<br />

Incluso lo que estuvieras haciendo<br />

cuando moriste puede influir en la<br />

descomposición. Por ejemplo, si estabas<br />

luchando contra una horda de zombis en<br />

el momento de morir, te descompondrás<br />

más aprisa debido a la presencia de más<br />

ácido láctico en los músculos. Siendo<br />

la muerte tan impredecible, se comprende<br />

por qué la gente hacía más caso<br />

a la superstición que a la ciencia.<br />

encogiera. Las personas de la Edad Media<br />

no usaban esas cosas porque no entendían<br />

lo que pasaba.<br />

Además, puede parecer que los<br />

cuerpos en descomposición tienen una piel<br />

nueva. Los patólogos forenses laman<br />

a este fenómeno colgajos de piel.<br />

Ocurre cuando las capas superiores<br />

de la piel se separan del cuerpo, revelando<br />

la capa blanca sonrosada de debajo.<br />

Toda esta actividad puede hacer que<br />

incremente la temperatura del cadáver,<br />

como si no estuviera frío e inerte, sino vivo.<br />

Ahora que sabes cómo funciona<br />

la descomposición, puede que pienses:<br />

«Eh, los medievales tenían que ser<br />

un poco bobos para no distinguir entre<br />

los muertos y los vampiros». Pero la<br />

ciencia de la muerte no siempre es clara.<br />

Hay muchos factores que pueden afectar<br />

a la descomposición, como la temperatura,<br />

la humedad, los insectos e incluso la<br />

colocación del cuerpo. La forma que tenía<br />

el cuerpo estando vivo también afectará<br />

a la rapidez con que se descompone.<br />

Por ejemplo el peso, el sexo y la edad.<br />

Incluso lo que estuvieras haciendo<br />

cuando moriste puede influir en la<br />

descomposición. Por ejemplo, si estabas<br />

luchando contra una horda de zombis en<br />

el momento de morir, te descompondrás<br />

más aprisa debido a la presencia de más<br />

ácido láctico en los músculos. Siendo<br />

la muerte tan impredecible, se comprende<br />

por qué la gente hacía más caso<br />

a la superstición que a la ciencia.<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

Tienen colmi los para<br />

morder a sus víctimas.<br />

Tienen colmi los para<br />

morder a sus víctimas.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

La piel se deshidrata y se<br />

encogen las encías 25 ,<br />

haciendo que los dientes<br />

sobresalgan.<br />

NO MUERTO<br />

El cuerpo se mueve<br />

en la tumba<br />

MUERTO<br />

Los gases hacen que<br />

el cuerpo pueda<br />

cambiar un poco de<br />

postura.<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

El estómago se lena de<br />

alimento.<br />

El estómago se lena de<br />

alimento.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

Se producen gases en<br />

el estómago que<br />

producen hinchazón.<br />

Se producen gases en<br />

el estómago que<br />

producen hinchazón.<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

La piel cambia porque<br />

el monstruo se<br />

regenera.<br />

La piel cambia porque<br />

el monstruo se<br />

regenera.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

La piel en colgajos<br />

hace que parezca que<br />

el cuerpo se regenera.<br />

La piel en colgajos<br />

hace que parezca que<br />

el cuerpo se regenera.<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

El cuerpo está<br />

caliente porque el<br />

monstruo no está<br />

muerto.<br />

El cuerpo está<br />

caliente porque el<br />

monstruo no está<br />

muerto.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

Las bacterias activas<br />

hacen que el cuerpo<br />

se caliente.<br />

Las bacterias activas<br />

hacen que el cuerpo<br />

se caliente.<br />

¿MUERTO O NO MUERTO?<br />

COMO VER LA DIFERENCIA<br />

La piel se deshidrata y se<br />

encogen las encías 25 ,<br />

haciendo que los dientes<br />

sobresalgan.<br />

NO MUERTO<br />

El cuerpo se mueve<br />

en la tumba<br />

MUERTO<br />

Los gases hacen que<br />

el cuerpo pueda<br />

cambiar un poco de<br />

postura.<br />

¿MUERTO O NO MUERTO?<br />

COMO VER LA DIFERENCIA<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

El pelo sigue creciendo.<br />

El pelo sigue creciendo.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

La piel del cuero<br />

cabe ludo se encoge y<br />

deja expuesto un poco<br />

más de pelo.<br />

La piel del cuero<br />

cabe ludo se encoge y<br />

deja expuesto un poco<br />

más de pelo.<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

La sangre en los labios<br />

indica que el vampiro<br />

se ha alimentado.<br />

La sangre en los labios<br />

indica que el vampiro<br />

se ha alimentado.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

Los gases hacen que el<br />

fluido cadavérico<br />

salga a la boca.<br />

Los gases hacen que el<br />

fluido cadavérico<br />

salga a la boca.<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

Aparecen marcas de<br />

garras debido a que<br />

el cuerpo intenta<br />

escapar del ataúd.<br />

Aparecen marcas de<br />

garras debido a que<br />

el cuerpo intenta<br />

escapar del ataúd.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

Las larvas producen<br />

laceraciones en la piel<br />

que parecen marcas<br />

Las larvas producen<br />

laceraciones en la piel<br />

que parecen marcas<br />

NO MUERTO<br />

NO MUERTO<br />

Aparecen olorosas ventosidades<br />

producidas por el excesivo<br />

consumo de sangre.<br />

Aparecen olorosas ventosidades<br />

producidas por el excesivo<br />

consumo de sangre.<br />

MUERTO<br />

MUERTO<br />

Se producen gases en el<br />

cuerpo hasta que<br />

encuentran una vía<br />

de salida.<br />

Se producen gases en el<br />

cuerpo hasta que<br />

encuentran una vía<br />

de salida.<br />

ADVERTENCIA<br />

ADVERTENCIA<br />

Tanto el muerto como<br />

el no muerto pueden<br />

emitir una especie de<br />

chi lido si les clavas<br />

una estaca en el<br />

corazón.<br />

Tanto el muerto como<br />

el no muerto pueden<br />

emitir una especie de<br />

chi lido si les clavas<br />

una estaca en el<br />

corazón.<br />

27<br />

Los primeros zombis no fueron los clásicos muertos vivientes<br />

comedores de carne, sino humanos que alguien hacía<br />

levantarse de entre los muertos y ponía bajo el control de su<br />

mente. Las historias de zombis se originaron en el siglo XV I en<br />

Haití, y eran parte de una colección de creencias sobre espíritus<br />

conocida como vudú. La palabra zombi viene de Nzambi,<br />

que es el nombre del dios supremo del pueblo bakongo.<br />

Se dice que un sacerdote de magia negra, o bocor,<br />

convierte a una persona en zombi dándole a beber una<br />

poción que contiene unos ingredientes que asustarían a<br />

las mismísimas brujas de Macbeth: huesos humanos, sapo<br />

molido y una planta alucinógena lamada «pepino zombi».<br />

Pero lo que da la puntada en este cóctel zombi es la<br />

tetrodotoxina o «polvo de resurrección». La tetrodotoxina es<br />

un compuesto químico que se encuentra en el pez globo que<br />

hace que cualquiera que lo ingiere, o incluso que lo toque,<br />

entre en un estado semejante a la muerte, en que el corazón<br />

Los primeros zombis no fueron los clásicos muertos vivientes<br />

comedores de carne, sino humanos que alguien hacía<br />

levantarse de entre los muertos y ponía bajo el control de su<br />

mente. Las historias de zombis se originaron en el siglo XV I en<br />

Haití, y eran parte de una colección de creencias sobre espíritus<br />

conocida como vudú. La palabra zombi viene de Nzambi,<br />

que es el nombre del dios supremo del pueblo bakongo.<br />

Se dice que un sacerdote de magia negra, o bocor,<br />

convierte a una persona en zombi dándole a beber una<br />

poción que contiene unos ingredientes que asustarían a<br />

las mismísimas brujas de Macbeth: huesos humanos, sapo<br />

molido y una planta alucinógena lamada «pepino zombi».<br />

Pero lo que da la puntada en este cóctel zombi es la<br />

tetrodotoxina o «polvo de resurrección». La tetrodotoxina es<br />

un compuesto químico que se encuentra en el pez globo que<br />

hace que cualquiera que lo ingiere, o incluso que lo toque,<br />

entre en un estado semejante a la muerte, en que el corazón<br />

27<br />

se ralentiza. La persona tiene a menudo la mirada<br />

en blanco, con respiración superficial, pero aún puede<br />

realizar tareas simples y repetitivas, como un..., bueno,<br />

como un zombi.<br />

En 1929, el escritor de viajes Wi liam<br />

Seabrook investigó los rumores sobre unos<br />

trabajadores que había en Haití controlados<br />

por una organización lamada Culte des<br />

Morts (Culto de los Muertos). Según el<br />

folklore haitiano, el culto convertía a los<br />

muertos en zombis sin mente para trabajar<br />

en las plantaciones de caña de azúcar<br />

de Haití. La visita de Seabrook fue<br />

la base de su libro La isla mágica,<br />

que se convirtió a su vez en la inspiración<br />

del primer largometraje de terror de zombis:<br />

La legión de los hombres sin alma (1932).<br />

se ralentiza. La persona tiene a menudo la mirada<br />

en blanco, con respiración superficial, pero aún puede<br />

realizar tareas simples y repetitivas, como un..., bueno,<br />

como un zombi.<br />

En 1929, el escritor de viajes Wi liam<br />

Seabrook investigó los rumores sobre unos<br />

trabajadores que había en Haití controlados<br />

por una organización lamada Culte des<br />

Morts (Culto de los Muertos). Según el<br />

folklore haitiano, el culto convertía a los<br />

muertos en zombis sin mente para trabajar<br />

en las plantaciones de caña de azúcar<br />

de Haití. La visita de Seabrook fue<br />

la base de su libro La isla mágica,<br />

que se convirtió a su vez en la inspiración<br />

del primer largometraje de terror de zombis:<br />

La legión de los hombres sin alma (1932).<br />

43<br />

43<br />

www.anayainfantilyjuvenil.com<br />

15


PEONZA #<strong>137</strong><br />

16


MONSTRUOS<br />

Ni feo<br />

ni malvado<br />

Eliacer Cansino<br />

Escritor<br />

El autor de este artículo, que ha escrito numerosas obras dirigidas<br />

a niños y jóvenes y ha recibido numerosos premios nacionales<br />

e internacionales, también ha reflexionado sobre la presencia de seres<br />

de ultratumba en las novelas juveniles. En esta ocasión analiza<br />

el proceso de domesticación de la figura del monstruo convirtiéndola<br />

en prototipo del diferente o en un ser amable e inofensivo que infunde<br />

ternura. También valora las consecuencias de este cambio de imagen<br />

y de función de este carismático personaje.<br />

Érase una vez<br />

un lobito bueno<br />

al que maltrataban<br />

todos los corderos.<br />

J. A. Goytisolo<br />

Cualquiera que se acerque a los cuentos infantiles podrá comprobar sin demasiado<br />

esfuerzo que muchos de los monstruos contemporáneos han perdido<br />

su carácter de horripilante amenaza y por el contrario conviven con<br />

normalidad y hasta bonhomía con el resto de los personajes de los cuentos.<br />

Ni fiereza, ni fealdad, ni maldad exacerbada son ya en estos cuentos atributos<br />

del monstruo. Si acaso, los hasta ahora llamados así, poseen alguna llamativa<br />

diferencia física que la comprensión y la mirada solidaria de los que<br />

le rodean convierte pronto en una presencia enriquecedora para la comunidad.<br />

Se ha producido pues una reconversión del monstruo, una ruptura del<br />

círculo maldito al que el destino de su especie se veía sometido, liberándole<br />

así de su maldad intrínseca, de su “pecado original” que le impedía acceder<br />

al mundo del bien.<br />

Recuerdo que hace ya muchos años, cuando empecé a escribir, imaginé una<br />

nueva historia para el laberinto de Creta. En ella Teseo, después de muchas<br />

penalidades, logra llegar al fondo del laberinto y hete aquí que cuando se<br />

encuentra frente a frente con Minotauro no halla a un monstruo furioso y<br />

despiadado sino a un ser solitario y vencido que suplica que alguien le saque<br />

Teseo<br />

y el Minotauro<br />

1782,<br />

Antonio Canova<br />

V&A Museum<br />

Londres<br />

>><br />

17


PEONZA #<strong>137</strong><br />

de aquella prisión. El aire general de la historia de las ideas me llevaba así a<br />

contribuir, con mi propia mano, a la absolución del monstruo.<br />

Copa de Aison<br />

Siglo V a.C.<br />

M.A.N. Madrid<br />

No sé si podríamos datar en el Frankenstein, de Mary Shelley, el origen de este<br />

movimiento de piedad con el monstruo, pero, sin duda, cuando la escritora<br />

inglesa, en aquella velada de inspiraciones góticas del verano de 1816 hizo<br />

decir a su monstruo: “Soy malo, porque soy desgraciado”, abría la puerta a la<br />

compasión con todos esos seres que integran la saga de los monstruos. Unos<br />

por inconsciencia, otros por dolor, y muchos por destino, los monstruos, a<br />

partir de entonces, han alcanzado la dignidad de una atención benevolente.<br />

La mágica escena, que después el cine ha convertido en icónica, en la que el<br />

monstruo de Frankenstein se encuentra con una niña al borde de un río y<br />

esta le entrega una flor sin advertir para nada su horripilante fisonomía es<br />

toda una lección estético-moral, en la que se nos dice bien a las claras que<br />

belleza y bondad van juntas como decía Platón, y que el niño nunca verá en<br />

la persona bondadosa, la fealdad física que otros advierten. El niño, pues<br />

estaba preparado para reintegrar esa escisión entre belleza y bondad que los<br />

adultos hemos potenciado.<br />

Frankenstein,<br />

or the Modern<br />

Prometheus<br />

Mary Shelley<br />

Lackington, Hughes,<br />

Harding, Mavor &<br />

Jones, Gradifco.<br />

1818<br />

Pero, hagámonos algunas preguntas. ¿Qué es en realidad un monstruo?<br />

En todas las culturas y, por tanto, también en las literaturas orales y escritas<br />

que nacen con ellas, la presencia del mal es una constante, normalmente<br />

acompañado de su oponente el bien. Muchas de las historias contadas “al<br />

amor de la lumbre” o al vaivén de las prensas de Gutenberg, suelen ser advertencias<br />

para prevenir el mal. El oyente o lector de esas historias necesita<br />

reconocer la línea que separa el mal del bien y disponerse mediante el<br />

aprendizaje adecuado a vencer (o evitar) a uno y convivir con el otro. Dicho<br />

mal suele presentarse de forma imprecisa, para así acoger a todos los posibles<br />

males, o, mejor, suele presentarse bajo la encarnadura del monstruo al<br />

que el héroe (niño, joven o adulto) deberá enfrentarse.<br />

La presencia del monstruo sintetiza y concentra en su figura la diversidad de<br />

males, y su proverbial fealdad suele ser el signo externo de su perversidad,<br />

manteniendo así esa unidad primigenia de maldad y fealdad. A veces, el<br />

monstruo es tan indefinido que el héroe no sabe ante qué se enfrenta, solo<br />

sabe que si no lo vence o escapa (la escapatoria es también una alternativa<br />

ante el poder superior con que nos enfrentamos, recuérdese a Odiseo ante<br />

Polifemo) nada podrá salvarle.<br />

El monstruo tradicional atemoriza, pero, por otra parte, señala la diana de<br />

nuestro combate. El héroe tiene que vérselas con él en cualquiera de sus<br />

manifestaciones, personificando así, con su singular monstruosidad, el mal<br />

que hay que combatir.<br />

Pero, si esto ha sido hasta ahora así, ¿qué ocurre tras la desaparición del<br />

monstruo? ¿Desaparece con él el mal que encarnaba o por el contrario<br />

lo deja campar a sus anchas, perdido ahora el centro de nuestros objetivos?<br />

Sin duda la desaparición del monstruo (figura simbólica del mal) no<br />

conlleva la extinción del mal, ni de los peligros que nos acechan, ni de<br />

18


Ni feo ni malvado<br />

MONSTRUOS<br />

la incertidumbre ante nuestra supervivencia, ¿por qué entonces hacerlo<br />

desaparecer de nuestro imaginario? ¿Cuál es su beneficio formativo?<br />

La absolución del monstruo, como le he llamado, es fruto de la tendencia<br />

general de nuestra cultura contemporánea a atenuar la responsabilidad<br />

del mal individual. El mal se traslada así del ámbito de las decisiones<br />

personales al ámbito de lo social. El mal individual siempre puede encontrar,<br />

en la psicología contemporánea y en la sociología, atenuantes<br />

que eximan al autor de sus responsabilidades. Un intelectualismo moral<br />

de corte socrático viene a insistir en la idea de que quien conoce el bien<br />

lo hace y quien hace el mal es porque ignora el bien. El dicho popular<br />

que dice “condena el delito y compadece al delincuente”, es el resumen<br />

Negros y blancos<br />

Il. David McKee<br />

Anaya, 2008<br />

>><br />

19


PEONZA #<strong>137</strong><br />

de esta mentalidad proclive a la reinserción. Y de ella, como vemos, nos<br />

beneficiamos todos, incluido el monstruo.<br />

Donde viven<br />

los monstruos<br />

Maurice Sendak<br />

Alfaguara Infantil,<br />

1995<br />

Al caer la noche<br />

Enrique Quevedo<br />

Tres Tristes Tigres,<br />

2015<br />

El monstruo se presenta ahora no como la encarnación del mal, sino como<br />

la manifestación del diferente. Su peculiaridad (monstruosidad) no es algo<br />

intrínseco a su naturaleza sino fruto de la imagen que los demás nos hacemos<br />

de él. Su fealdad no es sino diferencia de percepción estética; su agresividad,<br />

autodefensa; sus instintos, naturaleza que puede ser educada con la<br />

comprensión. El lobo se siente abandonado y solo; el gigante incomprendido<br />

en su corpulencia –sus destrucciones no son fruto de una intención<br />

perversa, sino torpes consecuencias de una naturaleza inadaptada-; el vampiro,<br />

un espécimen con necesidades hemáticas – ¡ya quisiera él poder tomar<br />

una buena lechuga aliñada! - … y así hasta llegar a todos esos monstruos<br />

absueltos que ahora exigen comprensión y acompañamiento. En la literatura<br />

infantil los ejemplos son muchos, desde los más clásicos Donde viven<br />

los monstruos de Maurice Sendak, o, Una pesadilla en mi armario de Mercer<br />

Mayer, hasta Elmer y el monstruo, de David McKee, La ovejita que vino a<br />

cenar de Steve Smallman y Joelle Dreidemy o Al caer la noche, de Enrique<br />

Quevedo, este último con recomendaciones a los monstruos para que consigan<br />

ser más felices.<br />

No solo el monstruo, sino también el propio paisaje de su aparición ha cambiado<br />

de signo. La naturaleza antes tenebrosa se torna ahora idílica. En una<br />

conferencia de hace ya algunos años en los encuentros que Federico Martín<br />

organizaba en Arenas de San Pedro hablé del bosque de la ciudad y compuse<br />

una reflexión en la que señalaba cómo hoy el bosque era un lugar de paz y<br />

sosiego, mientras que la ciudad concentraba toda el aura pavorosa que hasta<br />

entonces pertenecía al bosque. El verdadero bosque no es ya el del animal<br />

amenazante escondido tras los árboles, sino el de la ciudad deshumanizada<br />

donde el vecino oculto en el tramo de escalera, al que previamente se desconectó<br />

la luz, nos espera con siniestras intenciones.<br />

En la actualidad solo dos formas de la monstruosidad conservan su presencia<br />

maligna en la literatura infantil y juvenil, y ambas con rostro demasiado<br />

humano.<br />

Una de ellas es el mal social, normalmente encarnado en la guerra, en quienes<br />

representan el horror de la violencia política de las dictaduras, en los<br />

campos de concentración de uno y otro país, en la brutalidad de quien<br />

utiliza el terror como arma de dominación y silencio. Reaparece, pues, el<br />

monstruo, esta vez con encarnadura humana (La composición, de Skármeta;<br />

Cuando Hitler robó el conejo rosa, de Judith Kerr o El niño con el pijama a<br />

rayas de J. Boyne, …)<br />

Cuando Hitler robó<br />

el conejo rosa<br />

Judith Kerr<br />

Santillana Infantil,<br />

2016<br />

La otra presencia monstruosa es la de lo que llamaremos el monstruo del<br />

hogar. Monstruos encapsulados en la casa propia para horror y desgracia de<br />

los niños. La visibilidad social del maltrato doméstico y los abusos a menores<br />

han hecho que algunas obras literarias contemporáneas sitúen al monstruo<br />

dentro del hogar y con el rostro de acompañantes cotidianos. Esto se<br />

manifiesta de forma clara en la literatura juvenil en la que gran cantidad<br />

20


Ni feo ni malvado<br />

MONSTRUOS<br />

de obras se hacen eco de este horror (p.e.: Palabras envenenadas, de Maite<br />

Carranza); no así en la literatura infantil, en la que estas situaciones suelen<br />

velarse, ya que, si fuesen tratadas con el verismo y el gusto por lo explícito de<br />

la actualidad, no solo no servirían de alerta defensiva, sino que vendrían a<br />

socavar la confianza existencial en el que todo niño debe criarse. Aunque el<br />

fenómeno al que dan voz estas obras no es nuevo -las primeras Caperucitas,<br />

al menos la de Perrault, no renunciaban a dejar una clara insinuación de<br />

estos peligros, incluida la moraleja final : “Aquí vemos que la adolescencia /<br />

en especial las señoritas,/bien hechas, amables y bonitas/no deben a cualquiera<br />

oír con complacencia,/y no resulta causa de extrañeza/ver que muchas del lobo<br />

son la presa”- , es la visibilidad social de este mal y la resistencia a ocultarlo<br />

la que ha promovido un movimiento de expresión en la literatura.<br />

Tres monstruos<br />

Il. David McKee<br />

Ekaré, 2005<br />

>><br />

21


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Negros y blancos<br />

Il. David McKee<br />

Anaya, 2008<br />

En esos casos el monstruo no es dulcificado, sino al contrario presentado con<br />

todos los atributos de la maldad a la que acompañan casi siempre el miedo<br />

y el silencio.<br />

Pero si el monstruo tradicional ha sido absuelto y su monstruosidad desterrada<br />

de la literatura infantil contemporánea, el beneficio de su desaparición<br />

me parece cuanto menos dudoso. Pues, con su extinción se elimina a la<br />

vez la representación simbólica del mal que él encarnaba. El carácter simbólico<br />

de los monstruos tradicionales permitía, con la funcionalidad indirecta<br />

propia de los símbolos, mostrar al niño esa zona de sombras, esos peligros<br />

que le acechan en la vida, dejando que fuese él mismo con su mente infantil<br />

quien los procesara a su manera. Y eso, además, se lograba con historias<br />

puramente literarias, que junto a su riqueza verbal poseían la belleza de lo<br />

artístico, muy al contrario de algunos cuentos actuales escritos con una in-<br />

22


Ni feo ni malvado<br />

MONSTRUOS<br />

tencionalidad puramente didáctica, demasiado evidentes y sin la significación<br />

abierta de lo literario.<br />

Así pues, al evaluar esta nueva manifestación de los monstruos, me encuentro<br />

en esa situación paradójica de tener que aceptar que lo que salvamos<br />

por una parte (comprensión, diferencia, ausencia del miedo), lo perdemos<br />

por otra (carácter simbólico, sustitución vicaria de los temores, aprendizaje<br />

vital). Pero el universo de la ficción en el futuro presenta muchas incógnitas,<br />

no solo en el contenido de las historias, sino también en las formas de su representación<br />

y recepción. El futuro, como siempre, se presenta apasionante<br />

y enigmático.<br />

Tres monstruos<br />

Il. David McKee<br />

Ekaré, 2005<br />

#<br />

23


MONSTRUOS<br />

Monstruas<br />

españolas<br />

Ana Cristina Herreros<br />

Escritora<br />

La autora de este artículo, editora, escritora y narradora oral,<br />

ha investigado durante años los personajes mitológicos de España.<br />

En este texto hace un recorrido por la Península Ibérica buscando<br />

las manifestaciones monstruosas femeninas y describiendo sus<br />

características. En este periplo atraviesa bosques y cuevas, fuentes, ríos<br />

y mares; se deja arrastrar por vientos, atraviesa los cielos y regresa<br />

a las casas de los pueblos. En todos estos lugares encuentra escondidos<br />

a estos misteriosos personajes.<br />

“Monstrua” viene del latín y significa “que excede lo natural, prodigio,<br />

maravilla, raro, singular”, y a su vez esta palabra proviene del verbo mostro,<br />

que significa “mostrar, aconsejar, advertir”. Y es que la monstrua<br />

aparece desde lo más profundo de nuestra imaginación para mostrarnos<br />

quiénes somos nosotras a veces. Pero las monstruas de nuestra tradición<br />

oral están en peligro de extinción porque casi nadie las conoce. Desaparecen<br />

sustituidas por las monstruas de la factoría Disney, que fabrica<br />

seres sin ninguna grandeza, que ya no muestran nada prodigioso (como<br />

la Fiona de Schrek), cuya única vocación (como la de la Barbie) es enamorarse<br />

y ser esposa y madre. Desaparecen también silenciadas, condenadas<br />

a permanecer dentro de los labios de las abuelas, que, como no resultan<br />

taquilleras, no interesan. De nuestras monstruas, de cómo son, dónde<br />

viven, cómo se comportan, y qué muestran de nosotras hablaré un rato.<br />

Monstruas de bosques y cuevas<br />

En el País Vasco y Navarra, en lo más profundo del bosque, se puede ver<br />

a la basandre a la entrada de alguna cueva peinándose la melena con peine<br />

de oro. La basandre es la compañera del basajaun y su nombre euskera<br />

significa en castellano “señora de los bosques salvajes”. Por esta forma de<br />

aparecer peinándose, se la puede confundir con una lamia. Representa la<br />

fascinación y el respeto por el ser humano en su estadio más primitivo y,<br />

por tanto, más puro y, a la vez, el miedo a lo salvaje, a lo no domesticado,<br />

que podría ser dañino porque no se puede controlar.<br />

Mitología<br />

y supersticiones<br />

de Cantabria<br />

Il. Antonio<br />

Winkelhöfer<br />

Diputación<br />

Provincial de<br />

Santander, 1964<br />

25


PEONZA #<strong>137</strong><br />

En las cuevas cántabras habita la ojáncana. Ésta es un ser feroz, peludo<br />

(característica que la aproxima al mundo animal, al mundo de las fieras),<br />

con un solo ojo, como el cíclope griego, con colmillos y tetas que le llegan<br />

hasta la cintura y que se coloca cada una encima del hombro correspondiente<br />

cuando quiere correr. Viven por toda la península, pero sobre todo<br />

en la cordillera cantábrica, en cuevas y bosques. La ojáncana y el ojáncano<br />

tienen ojancanitos, pero como a la ojáncana no le gusta cuidar de sus<br />

crías, busca un hogar humano donde haya un niño recién nacido, se come<br />

al bebé y, en su lugar, deja al suyo para que la madre humana lo cuide.<br />

Se puede convivir con este monstruo si se consigue que pierda su ferocidad,<br />

y esto se logra si se le arranca una cana (tiene sólo una) que la ojáncana<br />

tiene en el pelo y el ojáncano (que a veces es calvo) tiene en la barba.<br />

Cuando se les quita la cana, dejan de comer gente y se vuelven sociables.<br />

Lo mismo que al resto de las fieras, también la música los amansa.<br />

Parece ser que podrían haber sido imaginados en el mundo griego porque<br />

existió un tipo de elefante enano que se extinguió no mucho antes de<br />

la época de los griegos y del que éstos podrían haber encontrado restos<br />

de la cabeza, en la que un agujero en la frente correspondería al lugar que<br />

ocupaba la trompa. La imaginación popular colocó un ojo en este agujero<br />

26


Monstruas españolas<br />

MONSTRUOS<br />

del esqueleto e imaginó un ser gigante, en consonancia con el tamaño de<br />

su cabeza, con un solo ojo. Representa el miedo a lo salvaje, a lo incontrolable,<br />

a lo que devora y consume.<br />

En los montes gallegos y leoneses habitan mujeres lobo, que adquirieron<br />

esta condición por una maldición o el rechazo paterno que las echó de<br />

casa. Tradicionalmente se cree que quien te ha dado el ser y también te<br />

ha puesto nombre tiene poder para nombrarte de otra manera y modificar<br />

tu ser en consecuencia. Este alejamiento de su casa las llevó a vivir<br />

con los lobos y a adquirir costumbres de lobo. Son seres que comparten<br />

rasgos de hombre y de lobo: abundante pelo en todo el cuerpo, y también<br />

en la cara, ojos inyectados en sangre, nariz prominente a modo de<br />

morro, colmillos muy desarrollados, garras en manos y pies. A menudo<br />

lo único visible que conservan de humano es que avanzan en dos patas.<br />

Pero un día al mes, que suele coincidir con las fases de la luna regresan a<br />

su antiguo hábitat, las casas de los pueblos, y se peinan y se lavan, símbolo<br />

de una feminidad perdida y que no se resisten a perder. Representan el<br />

miedo a no poder controlar nuestra parte más agresiva, más instintiva.<br />

Por toda la península habitan las lamias, también llamadas lumias. Su<br />

nombre viene del griego lámia y significa «monstruo con rostro de mujer<br />

Dioses, Mitos,<br />

Héroes y Leyendas<br />

de Cantabría<br />

Juan Carlos Cabria<br />

Gutiérrez<br />

Il. Paco Díaz<br />

Cantabria<br />

Tradicional, 2004<br />

>><br />

27


PEONZA #<strong>137</strong><br />

y cuerpo de dragón» y también «especie de tiburón» (que a su vez deriva<br />

de lámos, «garganta, fauces»), recogiendo dos características típicas del<br />

personaje: su monstruosidad por la mezcla de especies, y su voracidad. El<br />

monstruo peninsular, aunque parece una mujer, tiene alguna parte de su<br />

cuerpo de otro animal que no sea el humano, frecuentemente los pies de<br />

yegua, de pato o de gallina. Representa el miedo a lo femenino llevado al<br />

extremo: a la madre tan protectora que se come a sus hijos.<br />

Ojáncanos<br />

Jesús Herrán<br />

Ceballos<br />

Il. Gustavo Cotera<br />

Anaya, 1988<br />

En la mitología griega existen diferentes leyendas sobre este ser. La más<br />

famosa es quizá la historia de la joven libia llamada Lamia. Zeus la amaba<br />

y se unió a ella, pero cada vez que le nacía un hijo, Hera, la esposa de<br />

Zeus, celosa, se las arreglaba para hacerlo desaparecer. Desesperada e<br />

intentando huir de los celos de Hera, Lamia se refugió en una cueva y por<br />

envidia de las madres con más suerte que ella se convirtió en un monstruo<br />

que robaba a los niños ajenos y se los comía. Hera también la había castigado<br />

por amar a su esposo impidiéndole cerrar los ojos, de forma que<br />

no podía dormir. Pero Zeus, compadecido de ella, le concedió la gracia<br />

de quitarse los ojos y volver a ponérselos cuando quisiera. Gracias a este<br />

don, Lamia se quitaba los ojos cuando quería dormir y los dejaba a su lado<br />

en una vasija. En este momento era inofensiva, sólo era terrible cuando<br />

no podía dormir y vagaba por ahí espiando a los niños para llevárselos y<br />

devorarlos. En otras leyendas griegas se cree que es un ser vampirizante<br />

que deja sin energía y acaba por matar a sus víctimas, en cuyos pechos se<br />

sienta por la noche. Se cree que es el fruto de la unión de un hombre y<br />

una hembra de animal (frecuentemente yeguas, cabras o aves). Como a<br />

las sirenas, su equivalente marino, les encanta la música. Sólo se amansan<br />

escuchando tocar algún instrumento. Tienen un carácter dual, por un<br />

lado, son refinadas y les gusta la música, pero por otro, poseedoras de una<br />

fuerza nada humana, son muy brutas. Viven en cuevas como las alimañas,<br />

a menudo a las orillas de algún río o lago. Sin embargo, en los cuentos<br />

del norte de España tienen otro carácter y a menudo se las asocia con las<br />

hadas o los espíritus benéficos de la naturaleza, y otorgan riqueza al que<br />

obedece sus mandados. Reciben diferentes nombres según el lugar en<br />

donde vivan: lumias en Galicia, lamiñak en el País Vasco, y lamias en el<br />

resto de la península.<br />

Monstruas de fuentes, ríos y mares<br />

En las aguas dulces de ríos, lagos y fuentes habitan las mujeres de agua<br />

o ninfas. Su nombre viene del griego nýmphai, que significa «doncellas».<br />

Son muchachas con costumbres raras como tender la ropa, hilar o contemplarse<br />

en el estanque de noche. A diferencia de las sirenas españolas,<br />

ninguna parte de su cuerpo es de pez. Representan, frente a los poderes<br />

masculinos del monte, los poderes femeninos del agua: la creación y la<br />

vida. Personifican la belleza y la fecundidad de la Naturaleza.<br />

En el mundo griego hay diferentes tipos de ninfas: las Ninfas de los Fresnos,<br />

que son las más antiguas; las Náyades, que viven en las fuentes y<br />

en las corrientes de agua; las Nereidas, o ninfas del mar en calma; las<br />

28


Monstruas españolas<br />

MONSTRUOS<br />

Oréades, que viven en las montañas, y las Alseides, que viven en las florestas.<br />

En toda España hay náyades o ninfas de agua dulce. Viven en los<br />

ríos, en arroyos o en pozos y suelen ser muy femeninas: se las puede ver<br />

peinándose el cabello con peinecito de nácar o de oro, hilando, tejiendo<br />

o tendiendo su ropa. En Galicia se las llama moras, en Asturias xanas, en<br />

Cantabria anjanas, en Cataluña donas d’aigua, gojas o alojas, en Baleares<br />

donas d’aigo, y en el resto de España mozas o mujeres del agua. Como<br />

todos los seres acuáticos femeninos, son grandes seductoras. Casi siempre<br />

se unen con un mortal con la condición de que éste no repita su nombre,<br />

o sea, que no le recuerde su naturaleza. Cuando el acuerdo se incumple,<br />

la mujer de agua desaparece para siempre. Sin embargo, si se cumplen<br />

los tratos que se hacen con ellas, colman de riquezas al afortunado o la<br />

afortunada que se ha topado con ellas. Son grandes protectoras de todo<br />

lo femenino, y suelen castigar, sobre todo las anjanas, a los hombres que<br />

seducen y luego abandonan a las mujeres.<br />

En las aguas saladas de los mares viven las sirenas. Su nombre viene del<br />

griego seirenes, que significa «sirenas», y en nuestras tierras son seres mitad<br />

pez mitad mujer. Representan, al igual que las ninfas, el poder creador<br />

de lo acuático y lo femenino.<br />

Mitos y leyendas<br />

de Cantabria<br />

Il. Fernando<br />

Calderón<br />

Estudio, 2001<br />

>><br />

29


PEONZA #<strong>137</strong><br />

En el mundo griego son seres marinos mitad mujer, mitad ave. Será posteriormente,<br />

durante la Edad Media, cuando adquieran cuerpo de pez.<br />

Aparecen por primera vez en la Odisea en su famoso encuentro con el navegante<br />

Ulises, que tapa los oídos a su tripulación para que no oigan sus<br />

cantos y enloquezcan. Él se ata a uno de los palos del barco para resistir<br />

a su llamada. Dice un gallego que sabía mucho de sirenas y que se llamaba<br />

Álvaro Cunqueiro que los cantos de sirena pierden al marino porque<br />

hablan de los placeres que le esperan al navegante al llegar a puerto: del<br />

olor del pelo de su mujer, del sonido de la risa de sus hijos, del sabor de<br />

los guisos caseros, y al marino le entra la prisa por llegar a puerto y es así<br />

como equivoca la ruta.<br />

En nuestra península se las imagina de la manera medieval: mitad mujer<br />

mitad pez. Son las lamias las que tendrán atributos de ave o de rumiante.<br />

También existen tritones: su compañero masculino. Tal sería el hombre<br />

pez de Liérganes o el pez Nicolau.<br />

Monstruas de aires, vientos y cielos<br />

Libro de los<br />

monstruos<br />

españoles<br />

Il. Jesús Gabán<br />

Siruela, 2018<br />

La paparrasolla o paparresolla surca los cielos buscando a sus presas: niños.<br />

Es ésta una arpía peninsular. El nombre de arpía viene del griego<br />

hárpyai, que designa a las diosas de las tormentas. En singular Hárpya es<br />

la madre de los vientos. La palabra viene del hebreo arbeh, que significa<br />

«langosta», por la plaga de estos insectos que arrastran los vientos. El<br />

nombre castellano «paparresolla» viene de «papar, comer sin masticar».<br />

Son mujeres con alas o aves con cabeza de mujer y garras afiladas. Representan<br />

el miedo a lo femenino más animal, más devastador.<br />

30


Monstruas españolas<br />

MONSTRUOS<br />

Las arpías son genios alados, hijas de Taumante (hijo a su vez de Ponto,<br />

el Mar, y Gea, la Tierra) y Electra (una hija de Océano). A veces son<br />

tres: Nicótoe (Borrasca), Ocípete (Vuelarrápido) y Celeno (Oscura). En<br />

el mundo griego las conoció bien un tal Fineo, porque todo lo que se<br />

ponía delante de él se lo llevaban las arpías, y lo que no podían llevarse<br />

lo ensuciaban con sus excrementos. Le libraron de esta maldición los<br />

argonautas. Esta monstrua griega continúa muy presente en el lenguaje<br />

coloquial de hoy: se dice de la mujer manejadora y con malas intenciones<br />

que es una arpía.<br />

En nuestra geografía surca los cielos peninsulares lanzando un grito estridente<br />

que anuncia su aterradora presencia. Es un monstruo, como muchos<br />

monstruos femeninos, que devora niños, a veces niños mentirosos, a<br />

veces niños que no comen o que se hurgan la nariz. Así que es muy usada<br />

por las madres que amenazan a sus hijos con llamar a tan aterrador monstruo;<br />

resulta, pues, una ayuda en la educación de los niños.<br />

En los cielos de la cornisa cantábrica y León existe un ser llamado nubera<br />

(femenino de un monstruo denominado nubeiro) que causa las tormentas<br />

que destrozan la cosecha. Su nombre deriva de la palabra «nube» en el<br />

sentido que tiene en Asturias y León de «tormenta». Hay muchas divergencias<br />

sobre cuál es su aspecto: para algunos es un hombre pequeño y<br />

oscuro, aunque para otros es un gigante, para algunos lleva un sombrero<br />

grande que delata que es extranjero, para otros va sucio y desharrapado<br />

con aspecto de mendigo; en ambos casos su aspecto deja claro que no<br />

pertenece a la comunidad de campesinos. Representa el miedo a los fenómenos<br />

atmosféricos que acaban con las cosechas y provocan el hambre<br />

de los que dependen de la agricultura para sobrevivir.<br />

En la tradición oral gallega se les llama nubeiras o tronantes (término que<br />

claramente procede de «trueno») y se suele imaginar como una mujeruca<br />

con pañuelo a la cabeza, como las campesinas, con saya y unos enormes<br />

zuecos con los que, pateando, hace el ruido de los truenos. Descarga tormentas<br />

dañinas para la agricultura con rayos y granizo. Aunque también<br />

hay nubeiros y nubeiras buenos que avisan de las tormentas y recompensan<br />

por la hospitalidad a quien les da cobijo.<br />

Monstruos,<br />

duendes y seres<br />

fantásticos de la<br />

mitología cántabra<br />

Pollux Hernúñez<br />

Il. José Ramón<br />

Sánchez<br />

Anaya, 1994<br />

Mitos y Leyendas<br />

de Cantabria<br />

Fernando Calderón<br />

Estudio, 2001<br />

Monstruas de casa y pueblos<br />

En los desvanes y graneros suele vivir la zarrampla, una suerte de tragaldabas<br />

femenina. Su nombre deriva de «tragar» porque cuando comen<br />

tragan sin masticar. Son seres gigantescos, con una boca muy grande para<br />

tragar y un apetito tan grande como ellos. Representan el miedo a ser<br />

engullido, a que no te dejen ser.<br />

Estos seres, al igual que otros de su especie, zampan y zampan cuanto se<br />

encuentran, pero no mastican cuando tragan, por esta razón en algunas<br />

provincias se les llama «tragaldabas». Como no mastican, no te mueres<br />

si te comen. Caes en su estómago y allí te quedas hasta que alguien te<br />

>><br />

31


PEONZA #<strong>137</strong><br />

rescate. Con suerte, te puedes encontrar en su tripa a alguien que se haya<br />

tragado. Viven en despensas, desvanes, graneros, casi siempre en la parte<br />

más alta de la casa, en lugares donde tradicionalmente se guardaba la<br />

comida, de donde no es fácil sacarlos. Les gusta hablar en verso, y se les<br />

suele vencer haciéndoles cosquillas. No se resisten a las cosquillas que<br />

producen las patitas de las hormigas cuando se te suben y te caminan por<br />

el cuerpo.<br />

Libro de monstruos<br />

españoles<br />

Ana Cristina<br />

Herreros,<br />

Siruela, 2008<br />

Existe otra monstrua asidua de las casas, que se llama la pesanta o pesadiella,<br />

y muchas veces se imagina como un perro negro y peludo con manos<br />

humanas pero horadadas. Llegan de noche y se sientan en el pecho de<br />

los que duermen produciendo pesadillas y acabando con su energía y con<br />

sus sueños. Son monstruas vampirizantes que se alimentan de la vitalidad<br />

ajena, de los sueños de la gente. Representan el miedo a ser vampirizado<br />

a que te dejen sin energía, agotado, sin ganas de nada. Se llaman pesantas<br />

porque son muy pertinaces y, cuando han elegido una presa, vuelven una<br />

y otra noche hasta que acaban con el elegido. La manera de librarse de<br />

ellas es colocar un poco de sal o azúcar (algo pequeño y granulado) en<br />

el suelo delante de la cama. La pesanta es una monstrua muy obsesiva y<br />

ordenada. De ahí su recurrencia letal. Pero justo eso es lo que la pierde<br />

porque cuando se encuentra con el azúcar o la sal en el suelo, intenta<br />

recogerlo y llevarlo a la despensa (a su lugar), cosa que no logra porque<br />

tiene un agujero que ocupa casi totalmente la palma de su mano (característica<br />

que comparte con los duendes). Se angustia tanto por la inutilidad<br />

de sus esfuerzos, que no vuelve. En Asturias hay una monstrua parecida<br />

llamada la Guaxa, que tiene un solo diente puntiagudo y muy largo,<br />

y se alimenta de la sangre de la gente, de eso que nos permite estar lozanos<br />

y activos.<br />

32<br />

#<br />

Y hasta aquí la nómina de nuestras monstruas tradicionales. Es fundamental<br />

conocer cómo se llaman, qué costumbres tienen y cómo se convive<br />

con ellas porque llamarlas por su nombre ayuda a<br />

que disminuyan de tamaño y se hagan más soportables,<br />

a veces incluso hasta amables.<br />

Os deseo, pues, una buena convivencia con vuestras<br />

monstruas, que no son otras que nuestros miedos, el<br />

miedo a reconocernos en alguna de ellas… Porque<br />

¿no es cierto que alguna vez hemos sentido ganas de<br />

perdernos en un bosque, solas; de irnos a vivir a una cueva<br />

exenta de hipotecas; de aullarle a la luna toda la noche; de comernos<br />

a algún niño, propio o ajeno, que nos gusta o nos disgusta; de peinarnos<br />

el pelo de noche mientras nos miramos en un estanque; de ponernos<br />

a cantar a ver si algún marinero equivoca el rumbo y arriba a nuestra<br />

isla; de surcar los cielos gritando o descargando alguna tormenta sobre<br />

el tejado de alguien; de subirnos a un desván y comernos todo lo que nos<br />

plazca, incluso a quien se asome a molestarnos; de sentarnos en el pecho<br />

de algún durmiente y comernos sus sueños y sus pesadillas un día y otro,<br />

un día y otro…?


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33


PEONZA #<strong>137</strong><br />

34


MONSTRUOS<br />

Hombres lobo:<br />

Mito y realidad<br />

Gloria Ruiz Blanco<br />

Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla<br />

El mito del hombre lobo convertido hoy en leyenda<br />

es una de las tradiciones que más interés ha despertado en diferentes<br />

ámbitos como la historia, la antropología y la psicología. La lectura<br />

de un relato protagonizado por este monstruo durante la infancia<br />

despertó el interés de Gloria Ruiz por este personaje. En este artículo<br />

analiza el origen de este mito desde la antigüedad hasta el caso<br />

de Romasanta, así como las historias más relevantes de la Literatura<br />

Infantil y Juvenil.<br />

¿Es el hombre lobo un verdadero monstruo?<br />

¿Qué entendemos por monstruo?<br />

La Real Academia Española define el concepto de monstruo como “ser<br />

que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie; ser<br />

fantástico que causa espanto; persona o cosa muy mala; persona o cosa<br />

muy fea, cruel y perversa; persona que en cualquier actividad excede en<br />

mucho las cualidades y aptitudes comunes”. Si tomamos la figura del<br />

hombre lobo vemos que encaja en esta definición. Este personaje dentro<br />

del mundo literario pertenece al grupo de los personajes de terror. Es<br />

curioso cómo un personaje con raíces mitológicas tan fuertes dentro de<br />

la LIJ haya sido muy poco explotado en comparación con otros monstruos<br />

míticos.<br />

Muchos autores y psicólogos realizan estudios sobre la influencia de este<br />

tipo de personajes en los niños, entre ellos destacan, Carl Jung, David<br />

Gilmore, Bruno Bettelheim y Gerard Jones. Para Jung el monstruo<br />

simboliza la doble personalidad humana, la dualidad interior que todos<br />

tenemos. Para Bruno Bettelheim (1994) en su obra Psicoanálisis de los<br />

cuentos de hadas defiende que los monstruos reflejan los miedos y preocupaciones<br />

de los niños y que les ayuda a afrontarlos y superarlos. Esta<br />

misma idea es defendida por David Gilmore.<br />

Il. Deni Dessastra<br />

The-Sastra studio<br />

35


PEONZA #<strong>137</strong><br />

El mito del hombre lobo:<br />

El origen de los licántropos<br />

El primer relato acerca del hombre lobo lo encontramos en el Poema de<br />

Gilgamesh, considerado el primer relato épico de la historia con 5000<br />

años de antigüedad. En el poema se narra cómo Gilgamesh rechaza a la<br />

joven Ishtar cuando descubre que esta transformó en lobo a su antiguo<br />

amante. En el año I a.C. el poeta romano Ovidio escribió en su obra La<br />

Metamorfosis (poema compuesto por 15 libros) la historia del rey Licaón,<br />

cuyo nombre da origen al término licántropo, y cómo este hombre culto<br />

y religioso lleva su devoción al extremo. Licaón fundó la ciudad de<br />

Licosura una de las más antiguas de Grecia y allí levantó un altar en honor<br />

a Zeus realizando sacrificios humanos. Zeus bajó del monte Olimpo<br />

para comprobar esas muertes tan innecesarias y Licaón lo ofendió ofreciéndole<br />

para cenar carne humana. Zeus lo convirtió en hombre lobo a<br />

modo de castigo, pero Licaón siguió cometiendo asesinatos sin su forma<br />

humana. Cuenta la leyenda que cada diez años si no había consumido<br />

carne humana podría volver a su forma original, pero cada vez que llegaba<br />

el momento, realizaba de nuevo otro sacrificio. Con cada luna llena<br />

Licaón aúlla a Zeus pidiendo perdón por sus atrocidades.<br />

En el siglo III a.C. Eratóstenes recrea de nuevo el mito de Licaón con<br />

notables diferencias con respecto al mito de Ovidio. En esta versión Zeus<br />

seduce a Calisto, hija de Licaón, y como resultado conciben a su hijo<br />

Árcade. Licaón fingiendo ignorar lo ocurrido invita a Zeus a cenar y le<br />

ofrece el cuerpo de Árcade descuartizado. El dios se percata de lo ocurrido,<br />

destruye la casa de Licaón y lo transforma en hombre lobo. En el<br />

siglo IV a.C. la historia de Licaón la retoma Platón, pero este la usa como<br />

recurso literario para ilustrar la vida de un rey tirano que es convertido<br />

en lobo por realizar sacrificios humanos. En la época romana en el siglo I<br />

d.C. Licaón se convierte en objeto de referencia para autores como Higinio<br />

o Plinio donde trasladan la historia al dios Júpiter. En estas versiones<br />

quienes realizan la ofensa son los hijos de Licaón y este es convertido en<br />

lobo por inculcar una educación salvaje a sus descendientes.<br />

Temblor, Siempre,<br />

Rastro<br />

Maggie Stiefvater,<br />

SM, 2010<br />

Tomando todas las versiones de la leyenda de Licaón vemos que tienen<br />

la misma base, el sacrificio humano y el consumo de su carne. La leyenda<br />

tiene el carácter pedagógico de rechazar aquellas posturas que se alejan<br />

de las normas cívicas y también la bestialidad humana. Si volvemos a<br />

la definición de la RAE sobre monstruo, el rey Licaón encaja en esta en<br />

varias de sus acepciones, la primera por la mutación de su naturaleza y la<br />

segunda por tratarse de una persona malvada.<br />

Un segundo contexto donde se desarrolla el mito del hombre lobo se<br />

sitúa en una civilización grecorromana de Centroeuropa, la tribu de los<br />

neuros. Heródoto en el siglo V a.C. afirmaba lo siguiente acerca de esta<br />

comunidad: Una vez al año todo neuro se convierte en lobo durante unos días<br />

36


Hombres lobo: Mito y realidad<br />

MONSTRUOS<br />

y luego vuelve a recobrar su forma primitiva. (Heródoto, IV, 105, 1-2) 1<br />

Heródoto no creía esta historia de hechiceros que se convierten en lobos,<br />

pero lo cierto es que la historia de los neuros se retoma de nuevo en<br />

el siglo I d.C. por Mela. Detrás del mito de la comunidad de los neuros<br />

encontramos dos elementos estrechamente ligados con la licantropía en<br />

la antigüedad: la magia y la hechicería. Esto se comprueba en el mito de<br />

Circe, capaz de transformar a hombres en animales, entre ellos en lobo.<br />

Apuleyo también se hace eco del mito del hombre lobo y en sus textos<br />

los relaciona con la luna, la diosa Hécate y el mundo de los muertos. Estos<br />

elementos estarán también muy ligados en la configuración del mito<br />

del hombre lobo en Roma. Los médicos romanos establecieron la licantropía<br />

como un estado de melancolía, depresión y alteración mental. La<br />

melancolía en este contexto pasó a ser un estado patológico relacionado<br />

con todo aquello que se consideraba aberrante.<br />

Licaón de Hendrick<br />

Goltzius (1558-1617)<br />

Durante la Edad Media el hombre lobo perduró como historia del folclore<br />

popular, pero iba asociado a los valores morales del cristianismo<br />

de la época. En este periodo, el licántropo estaba asociado a la brujería<br />

y a las fuerzas del mal. Durante los siglos XI hasta el XVIII se dieron<br />

numerosos casos de asesinos que confesaron ser licántropos, entre los<br />

más famosos está la historia de Peter Stubbe, un granjero alemán acusado<br />

de ser hombro lobo y de haber cometido numerosos asesinatos en<br />

el pueblo de Bedburg.<br />

1 Citado por Freán Campo, 2019.<br />

>><br />

37


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Cuando la realidad supera el mito:<br />

El caso de Romasanta<br />

Capitán de lobos<br />

Alexandre Dumas,<br />

Valdemar, 2000<br />

Licántropo<br />

medieval de<br />

un bestiario<br />

del siglo XV.<br />

A mediados del siglo XIX una leyenda recorrió Europa donde se contaba<br />

que en Galicia había un lobishome que engañaba a mujeres y a niños,<br />

los mataba y les extraía el sebo para después venderlo en Portugal. Esta<br />

leyenda es la historia real de Manuel Blanco Romasanta, primer asesino<br />

en serie español y el único caso registrado en nuestro país de licantropía<br />

clínica llevado a juicio. Manuel Blanco Romasanta nació en 1809 y<br />

la historia cuenta que se casó con 22 años, que ejerció de sastre y que<br />

enviudó al poco tiempo. Dejó el oficio de sastre para convertirse en<br />

“buhonero” y recorrió el noroeste de la península ibérica.<br />

En el año 1844 se le acusó de asesinar al alguacil de León, Vicente Fernández.<br />

Se dio a la fuga y fue declarado en rebeldía bajo una orden de<br />

búsqueda y captura. Consigue instalarse en el pueblo de Allariz (Orense)<br />

y aquí comienza la ola de crímenes. Manuel se dedicaba a guiar por los<br />

bosques a mujeres y niños que querían llegar a Santander. Ninguno de<br />

ellos volvió a aparecer con vida, pero Romasanta falsificaba cartas que<br />

entrega a los familiares para no levantar sospechas. Con el paso de los<br />

meses los familiares de las desaparecidas y la inquietud del pueblo dejó<br />

paso al miedo y a la sospecha. Se rumoreaba que algo terrible les había<br />

ocurrido a sus familiares y que la grasa y el jabón que vendía este hombre<br />

en Portugal era de origen humano. Estas sospechas y el hallazgo<br />

de enseres de las víctimas que el propio Romasanta llegó a vender lo<br />

obligaron de nuevo a huir.<br />

Se le acusó de un total de diecisiete asesinatos de los cuales reconoció<br />

nueve y fue detenido en Toledo el 2 de julio de 1852. Durante su juicio<br />

en Allariz, Romasanta le confesó al juez que se había transformado en<br />

lobo junto con dos vecinos de Valencia, Antonio y<br />

Genaro, y que mataron a las víctimas por tener hambre.<br />

Este poder de transformarse en lobo se debe a<br />

una maldición que él padecía. El juicio duró un año y<br />

el 6 de abril de 1853, el juez condena a Manuel Blanco<br />

Romasanta a la pena capital por garrote vil y una<br />

indemnización de mil reales por cada víctima. Pero<br />

el abogado de Romasanta estaba asesorado por un<br />

médico francés llamado Philips, el cual consideraba<br />

que había que dejar con vida a Romasanta para poder<br />

estudiarlo. El abogado solicitó piedad a la reina<br />

Isabel II que bajo el comentario del médico francés<br />

conmutó la pena capital por cadena perpetua. Este impresionante juicio<br />

se encuentra en la Causa número 1178: causa contra el hombre lobo de Allariz<br />

de 1852, un manuscrito de 2000 páginas conservado en el Archivo del<br />

Reino de Galicia que pertenece a la Xunta.<br />

38


Hombres lobo: Mito y realidad<br />

MONSTRUOS<br />

El hombre lobo en la literatura<br />

infantil y juvenil<br />

La bestia de<br />

Gévaudan.<br />

1930 F. Fabrée.<br />

El hombre lobo en la literatura pertenece al grupo de personajes de<br />

terror, subgrupo dentro de la literatura gótica. A través de los siglos se<br />

ha fusionado con el mundo psíquico, con la brujería, la ciencia ficción o<br />

como fuerza del mal. En el siglo XIX el mito del hombre lobo se instala<br />

en la literatura produciendo obras góticas y de terror muy interesantes,<br />

las cuales estaban enfocadas al lector adulto. Entre las obras de este periodo<br />

se destaca al autor Richard Thompson (1794-1865), que en 1828<br />

publica The Wehr-Wolf: A Legend of a Limousin, donde nos cuenta la historia<br />

de la venganza de un hombre lobo ayudado por su hija ambientada<br />

en Francia en 1520.<br />

En el año 1831 el escocés Leith Richie (1800-1865) publica The Man<br />

Wolf cuyo relato se desarrolla en el siglo XI donde un monje y la esposa<br />

de un caballero quieren deshacerse de este sin saber que se convierte en<br />

hombre lobo cada noche. La autora Elizabeth Stone (1806-1883) con<br />

el seudónimo de James Shuterland Menzies publica en 1838 Hughes, el<br />

hombre lobo en la revista Lady´s Magazine and Museum. En 1857 Alejandro<br />

Dumas publica Capitán de Lobos la historia de un hombre cruel<br />

y despiadado que consigue pactar con fuerzas de mal que lo convierten<br />

en el capitán de una manada de lobos. En 1896 se publica la primera<br />

novela de una mujer loba, escrita por Clemence Housman bajo el título<br />

de La loba.<br />

>><br />

39


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Grabado<br />

Begegnung in<br />

haus (Werwolf von<br />

Neuses) de 1685.<br />

Autor desconocido.<br />

En el siglo XX el personaje del hombre lobo cambia y pasa de la brujería<br />

a ser consciente de lo que es. Aquí comienza el hombre lobo psíquico.<br />

De nuevo las obras están dirigidas a un público adulto. Será a finales<br />

de este siglo cuando este personaje se traslade a la literatura infantil y<br />

juvenil. En 1905 se publica La loba de Francisco Gavidia (1864-1965),<br />

de nuevo encontramos a una mujer loba la cual para casar a su hija con<br />

un cacique pacta con las fuerzas del mal. El escritor británico H. H.<br />

Munro (1870-1916) publica el cuento Gabriel Ernest; el personaje de<br />

esta historia se transforma en lobo de manera consciente para matar y<br />

devorar niños.<br />

La autora Aino Kallas (1878-1956) en el año 1928 publica La novia del<br />

lobo donde nos cuenta la historia de Aalo, la esposa de un guardabosque<br />

que es convertida en loba por Satán. Guy Endore escribió The Werewolf<br />

of Paris y se publicó en el año 1933; en 1967 se publica una novela de<br />

ciencia ficción donde un hombre lobo es creado en un laboratorio, se<br />

trata de El proyecto del hombre lobo de Clifford D. Simack. En la década de<br />

los ochenta encontramos también tres interesantes obras, Rex, el hombre<br />

lobo (1984) de Clive Barker. En 1989 George R. R. Martin publica<br />

Cambiando de piel, la primera historia de un licántropo asmático y en ese<br />

mismo año el autor Peter David invierte los papeles y presenta un lobo<br />

que ha sido mordido por un hombre lobo en Howling Man.<br />

Será en 1997 cuando el autor R. L Stine publique en su colección de<br />

Pesadillas la historia El hombre lobo del pantano, la primera historia de<br />

un licántropo dirigida a los niños. En 1999 la autora J.K. Rowling en<br />

su saga de Harry Potter en la tercera entrega, Harry Potter y el prisionero<br />

de Azkaban, aparece el personaje secundario Remus John Lupin, profesor<br />

de Harry y licántropo. Ya entrados en el siglo XXI el personaje del<br />

hombre lobo pasa a un plano secundario. La autora Laura Gallego en su<br />

obra Memorias de Idhun lo incluye de esta forma. Y lo mismo ocurre en<br />

la saga adolescente de Crepúsculo y el personaje secundario Jacob Black.<br />

40


Hombres lobo: Mito y realidad<br />

MONSTRUOS<br />

Maggie Stiefvater y sus novelas Temblor, Rastro y Siempre (2009-2011)<br />

retoma el personaje del hombro lobo como protagonista principal en<br />

la literatura infantil y juvenil. Con este resurgir del hombre lobo como<br />

protagonista principal encontramos la trilogía de Pedro Riera titulada<br />

Hombres lobos. Está compuesta por los títulos Furtivo (2011), Bersekir<br />

(2012) y La Furia (2012). Eduardo, su protagonista principal, va descubriendo<br />

poco a poco una serie de características genéticas que lo hacen<br />

diferente al resto de los seres humanos, ya que descubre que desciende<br />

de una familia de licántropos. En 2019 el autor Roberto Santiago y<br />

su saga Los Futbolísimos en la decimosexta entrega, El misterio del último<br />

hombre lobo, el equipo de fútbol infantil se desplaza a Basarri, un pueblo<br />

del País Vasco. Los protagonistas del equipo de fútbol deben acabar<br />

con el último hombre lobo tras el torneo. En este caso el protagonista<br />

secundario retoma el papel de antagonista.<br />

El hombre lobo es uno de los personajes de la literatura gótica que más<br />

cambios ha sufrido a lo largo de la historia. Desde el personaje cruel<br />

que pacta con las fuerzas del mal para convertirse en una bestia y cometer<br />

atrocidades hasta ser el personaje consciente de sí mismo que lucha<br />

incluso en contra de su naturaleza. El resurgir de este personaje de la<br />

literatura gótica en la LIJ viene dado por mezclar la dualidad de este<br />

personaje y extrapolarlo a las necesidades de los adolescentes en la actualidad.<br />

El anhelo de libertad, el ser aceptado en la sociedad e incluso la<br />

capacidad de elegir y rechazar su condición extraordinaria son sin lugar<br />

a dudas las claves del éxito de las sagas como Crepúsculo, Harry Potter y<br />

de las trilogías de autores como Maggie Stiefvater y Pedro Riera.<br />

Bibliografía<br />

Álvarez, M. G. (2019, 6 mayo): Romasanta, hombre lobo y primer asesino<br />

en serie español. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/sucesos/20190426/461862292269/romasanta-manuel-blanco-hombre-lobo-licantropo-allariz-asesino-en-serie-las-caras-del-mal.html<br />

Freán Campo, A. (2019): El mito del hombre lobo en la antigüedad. Universidade<br />

de Santiago de Compostela, 48–68.<br />

Gavaldà, J. (2020, 16 mayo): Historia National Geographic: Romasanta el<br />

hombre lobo gallego. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/romasanta-hombre-lobo-gallego<br />

15323<br />

Hombre lobo<br />

El furtivo, Bersekir,<br />

La furia.<br />

Pedro Riera,<br />

Edebé, 2016<br />

Rojo Polo, M. (2013): La figura del hombre lobo en la literatura moderna<br />

peninsular. Theses and Dissertations, 150.<br />

Souto, K (2019, 1 de noviembre): Esta es la terrorífica historia<br />

del juicio contra Manuel Romasanta, el conocido hombre lobo gallego.<br />

https://elcierredigital.com/investigacion/737795900/terrorifica-historia-unico-juicio-hombre-lobo.html<br />

#<br />

41


PEONZA #<strong>137</strong><br />

42


MONSTRUOS<br />

El Paraíso de los<br />

Corazones Olvidados<br />

Antonio Aragón Renuncio<br />

Fotógrafo Documental<br />

En este artículo se habla de otra clase de monstruos que no son<br />

producto de la fantasía. Desgraciadamente habitan nuestro planeta<br />

y son una triste manifestación de la crueldad humana. Son seres<br />

que causan dolor y sufrimiento a las personas más débiles, entre ellas<br />

a los más pequeños; y a quienes denuncian estas atrocidades,<br />

los periodistas y fotógrafos que documentan esta triste realidad incluso<br />

perdiendo la vida en el intento. Antonio Aragón Renuncio retrata<br />

a las víctimas y a los que luchan para compensar tanto dolor.<br />

He pasado la mayor parte de mi vida recorriendo algunas de las aldeas<br />

más desfavorecidas del planeta. Siempre en busca de imágenes e historias<br />

que contar. Fotografiando a sus gentes y las problemáticas en las<br />

que viven inmersos. En África, casi siempre en mi querida África. Perennemente<br />

comprometido por cuestiones relacionadas con la conservación<br />

de la naturaleza, la salud, la pobreza y la explotación de la infancia,<br />

entre otros temas.<br />

Y aquí estoy. Veinticinco años después hablando -y fotografiando- de<br />

las mismas cosas. De los mismos problemas. Este precioso mundo en<br />

el que nos ha tocado vivir es una loca realidad. Maravillosa, pero llena<br />

de la más absoluta de las locuras. Plena de rostros, sombras, desafíos,<br />

problemas y estupidez. Mucha estupidez. Demasiada. Y pareciera que<br />

desaparece… poco a poco este idílico planeta tal cual lo conocemos y<br />

amamos, sumido en su caos particular, tan bien establecido. Desvaneciéndose<br />

poco a poco, entre epidemias, odio, redes sociales, calentamiento<br />

global y egoísmo.<br />

Hoy, en esta revista tan especial que se publica en la ciudad en la que<br />

nací y que se preocupa de la infancia y la educación, les quiero mostrar<br />

algunas de mis historias. Esas pandemias que siempre ocurren lejos, en<br />

mis queridos “no-lugares”. Esas que acontecen en parajes en donde la<br />

razón está ausente. Donde el dolor y el desconsuelo imperan y donde los<br />

pobres siempre seguirán siendo pobres.<br />

>><br />

43


No sé si todavía hay esperanza. Si aún estamos a tiempo de parar la<br />

cuenta regresiva en el reloj del desastre. Espero que sí. Así que es hora<br />

de involucrarse. De gritar. De hacer algo para lograr un cambio. Es momento<br />

de luchar por nuestros hogares, por nuestros vecinos, por nuestros<br />

sueños, por nuestro planeta. Solo así podremos seguir disfrutando,<br />

por un rato, de los brillantes verdes de nuestros bosques, de los azules<br />

profundos de nuestros mares y océanos y de los intensos rojos de la<br />

sangre de los comprometidos defensores que habitan el que alguna vez<br />

fue nuestro edén.<br />

Las cuatro historias siguientes conforman la exposición Infancia Robada,<br />

en la que me adentro en algunas de las problemáticas que más impacto<br />

tienen sobre la niñez en el continente africano. Esta muestra es la segunda<br />

parte de mi querido proyecto El Paraíso de los Corazones Olvidados que,<br />

tras exhibirse de forma parcial en diferentes países a lo largo y ancho del<br />

planeta, se mostró de noviembre de 2020 a marzo 2021, por primera vez<br />

de forma integral en la capital cántabra. Las fotografías que aparecen en<br />

este artículo pertenecen exclusivamente a la serie Aulas Peligrosas.<br />

Infancia Robada<br />

Burkina Faso, África Occidental, 2012-2014.<br />

El hoyo. Deambular de cuerpos maltrechos por la necesidad. Fornidos,<br />

sudorosos, hambrientos. Hombres, mujeres, niños. Muchos niños.<br />

Demasiados. Perdidos en las minas de oro artesanales de Burkina Faso.<br />

Vagar frenético de almas, entrando y saliendo de las profundidades. Sin<br />

descanso. Sin fin. Toneladas de tierra emergiendo de las entrañas de<br />

44


El Paraíso de los Corazones Olvidados<br />

MONSTRUOS<br />

la Tierra. El sonido de improvisados morteros invade el ambiente, sin<br />

pausa. Golpes y más golpes. Sol. Tierra y más tierra. Roja, como la sangre.<br />

Sanna´m. El oro en lengua mòoré de los Mossi.<br />

Todo por un puñado de polvo dorado con el que alimentar a la familia.<br />

Trepando, descalzos, por pasadizos a punto de sucumbir. Desde cientos<br />

de metros de profundidad. Jugando con la muerte. Sin aire puro, luz o<br />

seguridad. Atiborrados de droga que otorga poder sin fin. Sin comer.<br />

Casi sin beber. Con las pupilas dilatadas a punto de explotar. Día tras<br />

día. Martilleo constante en busca de preciados granitos dorados. Ascensión<br />

desde los infiernos. Sudor. Hambre. Tos perenne. Enfermedad.<br />

Ausencia, dolor, muerte.<br />

Sanna´m. El oro.<br />

Allá en alguna parte de la dura e inhóspita llanura plena de rocas… una<br />

luz brillante al final del túnel.<br />

La Maldición de los Niños Serpiente<br />

Togo, África Occidental. 2014-2017<br />

Calor, sol, enfermedad, más sol, más calor, cuerpos deambulando por la<br />

sabana en busca de alimento, de cobijo, supervivencia. Silencio. Muchos<br />

niños. La mayoría abandonados, con severas y profundas discapacidades<br />

físicas o intelectuales. Tumbados, en el suelo. En el centro Saint Louis<br />

Orione de Bombouaka. En Togo. En África. Un hogar extrañamente<br />

45


PEONZA #<strong>137</strong><br />

silencioso que les proporciona atención especializada y personalizada<br />

para tratar de mejorar su calidad de vida.<br />

Los niños con discapacidad (especialmente las niñas) corren un alto<br />

riesgo de sufrir abusos físicos, emocionales y sexuales, así como de ser<br />

abandonados por sus familias. Hay una percepción por parte de sus comunidades<br />

de que las discapacidades se deben a un castigo divino, fruto<br />

de los pecados cometidos por los padres, de un acto del diablo, o a que<br />

el niño es un hechicero. Los menores que sufren alguna discapacidad<br />

son considerados sobrenaturales, extraños o demonios. En algunas zonas del<br />

país a los pequeños con parálisis cerebral se les conoce como serpientes,<br />

ya que yacen en el suelo. Estos pequeños son ahogados en el río, en<br />

rituales, para que la serpiente se marche.<br />

Los Hijos de la Marea Creciente<br />

Togo, África Occidental. 2019<br />

El nivel del mar en la costa de Togo y otros países de África occidental<br />

sigue aumentando y engullendo todo lo que encuentra a su paso. Casas,<br />

cultivos, carreteras, árboles, escuelas, puestos de trabajo, recursos, vidas.<br />

Sin embargo, la ribera de este pequeño país del Golfo de Guinea no es<br />

más que un mero eslabón dentro del inmenso problema que afecta a más<br />

de 8.000 kilómetros de costa en 13 países de África Occidental. Castigado<br />

por el calentamiento global, el ascenso del nivel del mar está obligando<br />

al lecho oceánico a reajustarse retirando sedimentos de la costa y<br />

46


El Paraíso de los Corazones Olvidados<br />

MONSTRUOS<br />

arrastrándolos lejos de la orilla. Esto provoca una erosión marina capaz<br />

de devorar docenas de metros de tierra firme al año.<br />

Miles de personas ya han tenido que abandonar sus hogares y ven cómo<br />

sus hijos han quedado huérfanos de morada y se ven obligados a emigrar<br />

hacia el interior para evitar una muerte segura. Muchos miles más<br />

aguardan su inexorable futuro. Esa próxima marea creciente que se lo<br />

lleve todo.<br />

Aulas Peligrosas. Enseñar el Corán o Morir<br />

Burkina Faso, África Occidental. 2018-2019<br />

En los últimos años Burkina Faso, uno de los países más pobres pero<br />

seguros de África, ha sido blanco de más de 300 ataques de grupos islamistas<br />

radicales vinculados al Dáesh. La educación en francés (idioma<br />

oficial) y sus profesores se han convertido en el centro de los ataques,<br />

que ha obligado a cerrar más de mil escuelas, ha dejado sin clases a más<br />

de 150.000 niños y niñas en el último año y ha hecho abandonar su trabajo<br />

y buscar refugio al 60% de sus docentes.<br />

La amenaza yihadista a los profesores de Burkina y que se va extendiendo<br />

a otros países de la región, es clara: Enseñar el Corán o morir. Los<br />

niños tienen miedo. Ya no van al colegio. Temen un ataque y han comenzado<br />

a estudiar en sus hogares. Improvisadas pizarras, regimientos<br />

de niños que aprenden unos de otros (los más grandes enseñan a los más<br />

pequeños), gran vorágine de resistencia creativa y cultural.<br />

>><br />

47


PEONZA #<strong>137</strong><br />

“La educación genera confianza. La confianza genera esperanza. La esperanza<br />

genera paz”. Confucio.<br />

Biografía<br />

“Siempre he amado la fotografía… y contar historias”.<br />

Antonio Aragón Renuncio es un fotógrafo español nacido en Santander,<br />

ahora radicado en Nicaragua, con una amplia trayectoria en el mundo de<br />

la fotografía documental. Funda y preside la Asociación de Fotógrafos<br />

Nostromo (España). Es profesor de fotografía en diversas universidades<br />

(más de diecisiete años) de España y Nicaragua y editor general de la<br />

revista Xplorer (Nicaragua). Fotógrafo free-lance para diferentes agencias<br />

internacionales de noticias. Director de Xtreme PhotoWS (Burkina<br />

Faso). Organiza y dirige las Jornadas Fotografía un Mundo Mejor (España).<br />

Escribe sobre fotografía y publica reportajes en los principales<br />

medios internacionales impresos y digitales (National Geographic, The<br />

New York Times, CNN, Smithsonian Magazine, XLSemanal, The<br />

Guardian, El País, Forbes, View Magazine, Stena Magazine, FV, PhotogrVphy<br />

Magazine, La Prensa, Better Photography Magazine, British<br />

Journal of Photography, LF Magazine, El Diario Montañés, Magazine,<br />

Lens Culture Magazine, RT, UNICEF).<br />

En 2002 funda, y desde entonces preside, la ONG OASIS (www.ongoasis.org),<br />

que desarrolla proyectos médicos en algunas de las zonas más<br />

deprimidas del Golfo de Guinea en África.<br />

48


El Paraíso de los Corazones Olvidados<br />

MONSTRUOS<br />

Antonio ha recibido más de 200 premios y reconocimientos internacionales<br />

por su trabajo, entre otros: UNICEF, HIPA, POYLatam, Allard<br />

Prize, LBS, Xposure, Sony World Photography Awards, 35Awards,<br />

New York Photo Fair, VOHH Documentary Photographer of the<br />

Year, ViewSonic Colorpro, IONNYK, Umbra, LatinIPA, UNESCO,<br />

Zoom Photo Festival, EPOTY, ASISA, PX3, La Grande Photo, IPO-<br />

TY, Direct Look, SIPA, International Digital Biennial Photojournalism,<br />

PhotoVisa, LifePressPhoto, IPF, Latin American Documentary<br />

Photo Award, REVELA and GEA Photowords.<br />

Su trabajo ha sido exhibido en más de 250 exposiciones por todo el mundo<br />

(España, Inglaterra, Nicaragua, Colombia, Francia, China, México,<br />

Alemania, Rusia, Ucrania, Turquía, Georgia, India, Estados Unidos, Italia,<br />

Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos, Bangladés, Corea, Polonia); y<br />

sus fotografías forman parte de diversas colecciones públicas y privadas.<br />

Actualmente pasa la mayor parte de su tiempo trabajando en proyectos<br />

de investigación a largo plazo, siempre comprometido con temas relacionados<br />

con la conservación, la salud, la pobreza, la desaparición de culturas<br />

ancestrales, la discriminación, la sostenibilidad y el medio ambiente.<br />

#<br />

49


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTREVISTAMOS A<br />

entrevistamos a<br />

>> David McKee<br />

Javier Sobrino<br />

Amante de álbumes<br />

Nuestro amigo David responde a las preguntas de <strong>Peonza</strong> por tercera<br />

vez en la larga singladura de la revista: la primera fue en el número<br />

15, diciembre de 1990, y entonces con un dibujo suyo empezamos<br />

a incluir imágenes en la portada; la segunda ocasión fue en el 39,<br />

diciembre de 1996, y su ilustración inauguró las portadas a todo color,<br />

después de varios años de bitono. McKee ha sido siempre muy generoso<br />

con <strong>Peonza</strong> y en esta ocasión nos ha regalado, además de sus interesantes<br />

palabras, unas expresivas imágenes de cubierta sacadas<br />

del cartel del I Encuentro Internacional del Libro Ilustrado<br />

que celebraremos este año.<br />

50


David McKee<br />

MONSTRUOS<br />

¿Cómo fue su infancia?<br />

Viví en un pueblo del sudoeste inglés con una larga historia, donde éramos<br />

unos cinco mil habitantes. Era el centro de la comarca y en él se celebraba<br />

un mercado semanal que reunía a todas las personas de la zona.<br />

Ese lugar tiene colinas, prados, árboles… He pasado mucho tiempo paseando<br />

por esos caminos. Allí puedo ser el primer hombre del mundo,<br />

porque no hay nadie alrededor. Las historias me vienen a la imaginación<br />

con más facilidad cuando estoy en lugares como este, en los que no se<br />

oye ni música ni voces de otros.<br />

¿Cómo se siente en la actualidad después de más de cincuenta años de carrera<br />

como ilustrador y escritor?<br />

Es simplemente como siempre fue. Hay cosas que quiero hacer y cosas<br />

que tengo que hacer. Con la edad hay más obligaciones, obligaciones<br />

con la familia, los amigos, el hombre de los impuestos. También otras<br />

obligaciones como son las entrevistas. Uno tiene que mantener de alguna<br />

manera un equilibrio, que no siempre es fácil, pero que nunca lo fue.<br />

51


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTREVISTAMOS A<br />

¿Qué libro es el que más le enorgullece de todos los que ha publicado?<br />

El orgullo no es algo de lo que sea consciente. Las historias llegan e intento<br />

contar algunas de ellas a mi manera. Las imágenes llegan al papel,<br />

realmente no parece que sea yo. No hay ni un libro que me haga saltar<br />

de alegría. Trato de abordar temas que necesitan debate en libros como<br />

Ahora no, Bernardo, Tusk Tusk, Los dos monstruos, Los conquistadores, Tres<br />

monstruos, Denver, Seis hombres y en las historias de Elmer, por ejemplo.<br />

Odio a mi osito de peluche y El cochinito de Carlota son especiales para mí<br />

porque van sobre contar cuentos y el álbum ilustrado. Probablemente<br />

no haya muchos de mis libros en español.<br />

En la actualidad casi solo publica historias de Elmer, ¿es que el elefante multicolor<br />

se ha convertido en el único protagonista de sus historias?<br />

Normalmente hago un libro de Elmer al año y otro libro. Siempre y<br />

cuando el libro de Elmer merezca la pena y no sea simplemente otro libro<br />

de Elmer. Probablemente habrá menos libros porque estoy pintando más<br />

y soy más lento, la artritis no ayuda. Tengo varias historias que creo que<br />

son buenas, pero quizá no pueda llevarlas a cabo todas.<br />

Lowe and moyen<br />

corniches<br />

Villefranche,<br />

David McKee<br />

1994<br />

Without title,<br />

David McKee<br />

1996<br />

¿Qué siente al saberse creador de uno de los personajes clásicos de la historia del<br />

álbum contemporáneo?<br />

No soy muy consciente de ello. Es simplemente un elefante que vive conmigo<br />

y, de vez en cuando, me cuenta una historia y me acosa hasta que<br />

creo un cuento sobre ella.<br />

¿Por qué utiliza monstruos en muchos de sus libros?<br />

El primer monstruo que dibujé fue el de Ahora no, Bernardo. Luego los<br />

monstruos y los animales entraron a formar parte de mis historias. La<br />

imagen del monstruo quizás sea más popular, más conocida que otros<br />

personajes. Si trabajara solo con personas en vez de con animales o monstruos,<br />

tendría que distinguir entre todas las razas que hay. Usando monstruos<br />

es más fácil.<br />

Además de Elmer, ¿qué otros de sus personajes le siguen pareciendo actuales?<br />

Mr. Benn tiene una legión de seguidores, también Rey Rollo<br />

y Melric, el mago que perdió su magia, han tenido éxito.<br />

El mundo de la ilustración ha cambiado mucho desde que usted<br />

comenzó en esta profesión. ¿Cómo vive usted la situación actual?<br />

Soy muy anticuado y las cosas no han cambiado mucho<br />

para mí, lo que molesta a algunas personas. No tengo internet<br />

ni uso teléfono móvil, ni siquiera una máquina de<br />

escribir y me he dado cuenta de que no uso reloj. Las cosas<br />

52


David McKee<br />

MONSTRUOS<br />

>><br />

53


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTREVISTAMOS A<br />

54


David McKee<br />

MONSTRUOS<br />

no siempre son fáciles, pero tengo una paz que pocos de mis amigos tienen.<br />

No solamente porque las cosas existan tenemos que usarlas.<br />

¿Qué artistas le han inspirado a lo largo de su carrera?<br />

Matisse, los Fauvistas, Kandinsky, Lee, De Kooning, Rembrandt, Brueghel,<br />

el arte medieval…<br />

En ocasiones juega con la diversidad de perspectivas en un mismo dibujo.<br />

¿A qué se debe?<br />

Paisaje II<br />

David McKee<br />

1994<br />

Porque quiero que el libro sea algo físico, algo que necesitamos tornar,<br />

dar la vuelta para ver la imagen de frente. Esta idea viene del cubismo<br />

(Picasso y Gris); de ellos es la idea de ver las cosas desde varios puntos<br />

de vista a la vez. Es muy complicado hacer las cosas así; pero también<br />

muy interesante. Siempre busco cómo hacer una ilustración un poco<br />

más interesante.<br />

¿Qué le sigue inspirando en su labor como creador de historias?<br />

Las historias simplemente llegan. Creo que el aire está lleno de historias,<br />

de la misma manera que está lleno de programas de televisión, o de<br />

radio, o conversaciones telefónicas, etc. Simplemente debes tener el receptor<br />

correcto para recibirlas. Para las historias o la música, solamente<br />

necesitas convertirte en un receptor. A menudo solo una palabra como<br />

“eco”, o una imagen como una sombra, son la clave para hacer que la<br />

historia llegue. Esto aún ocurre.<br />

¿Qué quiere regalar a los niños con sus historias?<br />

Les quiero dar libros con ideas dentro, con pensamientos míos y de<br />

otras personas; pero los lectores encuentran cosas por sí mismos. Uso<br />

palabras e ideas que los niños ya tienen dentro de sí. No me gusta poner<br />

las cosas muy claras, prefiero hacer historias más abiertas que tengan<br />

varias lecturas y que cada lector pueda encontrar la suya.<br />

¿En qué medida su profesión le sigue sorprendiendo porque los personajes, los<br />

materiales o el azar imponen sus dictados por encima de sus planteamientos<br />

iniciales?<br />

No analizo demasiado. Intento hacer lo que hago tan bien como puedo.<br />

De hecho, aquello que hago rara vez me parece suficientemente bueno.<br />

De una manera u otra siempre podría estar mejor.<br />

¿Sigue disfrutando con la publicación de libros o preferiría que su tarea se hubiera<br />

orientado más hacia la producción de dibujos animados?<br />

>><br />

Disfruté haciendo cine… Tuve la suerte de trabajar con un equipo muy<br />

pequeño, no soy bueno en el trabajo en equipo, admiré al resto del grupo<br />

como personas y por la labor que hicieron. Pero prefiero trabajar solo.<br />

55


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTREVISTAMOS A<br />

Paisaje I<br />

David McKee<br />

1994<br />

En la actualidad vive en Arlés después de muchos años en Niza. ¿Qué le aporta a<br />

su trabajo el lugar en el que vive?<br />

De hecho, siempre he vivido en Inglaterra, he tenido el mismo piso en<br />

Londres durante mucho tiempo. A la vez siempre, bueno, casi siempre,<br />

he tenido un segundo hogar. Niza sigue siendo un lugar muy atractivo<br />

para mí, tengo un hijo, Chuck, que tiene vivienda allí. Paso tiempo en<br />

Arlés porque Bakhka, mi compañera, tiene una casa ahí. A causa del<br />

virus no he viajado a Londres, es el periodo más largo en el que no lo<br />

he hecho y no me gusta, echo de menos a mi familia y amigos, pero no<br />

tiene sentido viajar en este momento. Cualquier sitio a donde vaya contribuye<br />

a mi trabajo.<br />

¿Qué siente cuando recorre las calles por las que transitaba un genio como Vincent<br />

Van Gogh?<br />

No soy consciente de eso. Es más, la gente que está aquí ahora es la<br />

que cuenta, como los camareros en los bares. Me gusta Arlés porque es<br />

como estar en uno de mis dibujos, una mezcla de arquitectura, pequeñas<br />

terrazas por todos lados, todo mal dibujado y mal colocado.<br />

Háblenos del humor.<br />

Es importante porque me permite hablar de ciertos temas trascendentes<br />

cuando lo utilizo. Me permite acercarme a asuntos<br />

complicados con cierta facilidad.<br />

¿Y el miedo?<br />

El miedo me da miedo. Los monstruos dan miedo a los niños y<br />

todos nosotros tenemos un monstruo dentro. Cuando vivimos<br />

56


David McKee<br />

MONSTRUOS<br />

Near Axminster-<br />

Davon<br />

David McKee<br />

1994<br />

bien podemos decir que el monstruo está controlado, es como un osito;<br />

pero cuando hay problemas y las cosas no van bien, entonces aparece el<br />

monstruo que está escondido dentro.<br />

¿Qué significa para usted el amor en esta parte de su vida?<br />

El amor es siempre amor en cualquier momento de la vida. El amor de<br />

otros, amor del momento, amor a tener un nuevo día, amor a lo que<br />

hago, amor a simplemente ser.<br />

Háblenos del éxito y de su otra cara: el fracaso.<br />

Bueno, no hablo de éxito y no merece la pena hablar de fracaso.Solamente<br />

hago lo que hago y dejo a los demás juzgarlo y juzgarme si lo<br />

necesitan.<br />

¿Dónde encuentra la felicidad en la actualidad?<br />

Simplemente soy feliz. Es un poco como la pregunta del amor.<br />

¿Cómo vive el paso inexorable del tiempo y, con él, envejecer?<br />

>><br />

Bueno, la vejez no es como me la esperaba. Pensé que simplemente<br />

continuaría, pero quizá más despacio, no conté con los dolores y las<br />

obligaciones. Pero es interesante ver el cambio en el mundo y este virus<br />

va a cambiar muchas cosas, no vamos a volver a un mundo exactamente<br />

igual a como era. Considero que he sido afortunado en muchas cosas,<br />

y una de ellas es el periodo en el que he vivido, aunque probablemente<br />

la gente piense lo mismo sea cual sea el periodo en el que haya vivido.<br />

Sencillamente estoy feliz de continuar y sorprendido por los cambios<br />

que parecen ocurrir más y más a menudo.<br />

57


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTREVISTAMOS A<br />

¿Qué parte ocupa la pintura en su labor profesional actual?<br />

Pinto cuando puedo… Necesito el puro placer de pintar sobre un lienzo.<br />

Enseñar los cuadros o intentar venderlos es menos importante, genial<br />

cuando ocurre, pero dibujar y escribir es lo mismo, un placer.<br />

¿Qué ilustradores le sorprenden en la actualidad?<br />

Me siento culpable porque no sigo a ilustradores. Sigo más impresionado<br />

por los de antes, y más ocupado haciendo lo que hago. A veces veo<br />

cosas que me impresionan, pero sencillamente no veo lo suficiente ni<br />

retengo nombres, y sé que debe de haber cosas fantásticas por ahí.<br />

¿Qué cuadros u obras de arte no se cansa nunca de mirar y remirar?<br />

La música es un buen ejemplo de cómo podemos escuchar y redescubrir<br />

cosas. Me pasa lo mismo con las películas que vemos y volvemos a ver,<br />

y ocurre lo mismo con la pintura, la escultura, la arquitectura. Una vez<br />

que las cosas están por encima de cierta calidad, están ahí para volver a<br />

experimentarlas, pero hay tantas, ¿por dónde empezar a nombrarlas?<br />

Después de un tiempo, redescubrirlas es fantástico. Últimamente no<br />

voy a muchas exposiciones, voy más a menudo al cine o vuelvo a ver un<br />

viejo DVD –prueba Laurel y Hardy en Laurel y Hardy en el oeste.<br />

Composición VII<br />

David McKee<br />

1995<br />

¿En qué proyectos de futuro se halla inmerso?<br />

Acabo de terminar un cuadro en el caballete, estoy pensando en ilustrar<br />

una de las historias que tengo, trabajar en el argumento de una película,<br />

escribir a varios amigos, de hecho, continuar.<br />

Cuando sea mayor, ¿se dedicará a la ilustración, a la pintura, a ambas?<br />

Me gusta el cuando sea mayor –casi tengo 86 años. No son los que quiero<br />

tener, sino los que tengo. Cuando escribo soy escritor o cuentacuentos,<br />

cuando pinto soy pintor, cuando ilustro, ilustrador. Afortunadamente,<br />

no hay reglas que digan que solamente puedas ser uno de ellos. Hago<br />

una película, soy un cineasta, y así sucesivamente. Es divertido y espero<br />

continuar un poco más todavía.<br />

Gracias, David, por su amistad y enorme generosidad, siempre recordaré su<br />

visita a Bielva, Cantabria, para estar unos días con los niños en mi escuela.<br />

Elisa López Guadaño<br />

Traductora<br />

58<br />

>>


David McKee<br />

MONSTRUOS<br />

59


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTREVISTAMOS A<br />

David McKee (Plimton, Devon, Reino Unido, 1935) estudió en la Escuela<br />

de Arte de Plymouth y luego en el Howsen College of Art de<br />

Londres. Comenzó a dibujar tiras cómicas para periódicos y revistas,<br />

entre ellos, el suplemento del Times. Realizó series de dibujos animados<br />

para la BBC de Mr Benn, King Rollo o Elmer. En 1964 publicó su primer<br />

álbum ilustrado: Two can Toucan y con él da comienzo una fructífera<br />

producción de libros que se venden en todo el mundo, muchos de los<br />

cuales están escritos por el propio David. Es quizá uno de los mejores<br />

creadores de historias del panorama internacional del libro ilustrado.<br />

Su gran éxito: Elmer, ha vendido más de ocho millones de ejemplares y<br />

ha sido traducido a un gran número de idiomas. David es el candidato<br />

de Gran Bretaña al Premio Andersen 2022. Desde hace años su tiempo<br />

también se dedica a la pintura, realizando exposiciones en galerías inglesas<br />

y francesas.<br />

Selección bibliográfica<br />

-La historia de Tucán. Andersen Press, Londres, 1964/ Anaya, Madrid,<br />

2007.<br />

-El Rey Rollo. Altea, Madrid, 1979/ Ekaré, Barcelona, 1996.<br />

-Ahora no, Bernardo. Altea, Madrid, 1984/ Anaya, Madrid, 2006.<br />

-Negros y Blancos. Altea, Madrid, 1986/ Anaya, Madrid, 2008.<br />

-No quiero el osito. Espasa Calpe, Madrid, 1986/ Anaya, Madrid, 2006.<br />

-Dos monstruos. Espasa Calpe, Madrid, 1987/ Anaya, Madrid, 2007.<br />

-Elmer. Altea, Madrid, 1990/ Beascoa, Barcelona, 2012.<br />

-Cebra tiene hipo. Andersen Press, Londres, 1991 Ekaré, Barcelona,<br />

2016.<br />

-Otra broma de Elmer. FCE, México, 1994/ Beascoa, Barcelona, 2011.<br />

-Elmer y la nieve. Andersen Press, Londres, 1995 Beascoa, Barcelona,<br />

2006.<br />

-Elmer y Wilbur. Altea, Madrid, 1996/ Beascoa, Barcelona, 2006.<br />

-El cochinito de Carlota. FCE, México, 1998.<br />

-Los conquistadores. Kókinos, Madrid, 2004.<br />

-Tres monstruos. Ekaré, Barcelona, 2005.<br />

-Elmer y los hipopótamos. Beascoa, Barcelona, 2013.<br />

-Seis hombres. Libros del Zorro Rojo, Barcelona, 2013.<br />

-Denver. Océano Travesía, México, 2014.<br />

-Diver, Mr Benn. Andersen Press, Londres, 2018.<br />

-Belinda Brown. Andersen Press, Londres, 2018.<br />

-El gran día de Elmer. Beascoa, Barcelona, 2019.<br />

60<br />

#


Revista de Literatura Infantil y Juvenil<br />

GOBIERNO<br />

de CANTABRIA<br />

AYUNTAMIENTO<br />

de VAL DE SAN VICENTE


PEONZA #<strong>137</strong><br />

¡!<br />

62


MONSTRUOS<br />

Arte en tiempo<br />

de tinieblas<br />

José Luis Polanco<br />

Equipo <strong>Peonza</strong><br />

Quizá, hoy más que nunca, buscamos historias con un final feliz, como<br />

las que nos regalan los viejos y queridos cuentos tradicionales, aunque<br />

para ello el héroe deba acometer difíciles empresas y enfrentarse a temibles<br />

enemigos, y el lector a enigmas inesperados.<br />

En Las plumas del dragón, un joven leñador, bueno y muy trabajador pero<br />

muy pobre, se ve obligado a partir del pueblo en el que vive, pues está<br />

enamorado de la hija del rico posadero quien, convencido de que el joven<br />

fracasará en el empeño, le ha impuesto una dura prueba para concederle<br />

la mano de Lisa: debe traerle tres plumas de oro del dragón.<br />

Pero, en el camino hacia el oscuro bosque en el que se halla el castillo de<br />

la terrible fiera, el enamorado se encuentra con un padre abatido por la<br />

enfermedad de su hija; con una muchedumbre que se lamenta alrededor<br />

del manzano que les regalaba manzanas de oro y que de pronto se ha<br />

vuelto estéril; y con un barquero condenado a cruzar eternamente en<br />

su barca a quien se lo pide. Todos aguardan que el joven le arranque al<br />

dragón una solución a los males que les aquejan.<br />

Las plumas<br />

del dragón<br />

Il. Olga y Andrei<br />

Duguin<br />

Anaya 2006<br />

Lo consigue con la ayuda de la dulce esposa de la fiera y regresa<br />

victorioso, entregando a cada uno de ellos el remedio<br />

que necesita. Enriquecido con los regalos que en agradecimiento<br />

le hacen, transformado en héroe, el joven obtiene el<br />

beneplácito del posadero y la historia concluye con el final<br />

feliz de la boda de los enamorados, cumpliéndose así los<br />

principales pasos de los cuentos tradicionales, cuya estructura<br />

sigue el hilo argumental de la historia.<br />

Aunque el tesoro con el que retorna el joven enamorado lo<br />

es por partida doble. Por un lado, el acceso al fin al corazón<br />

de la amada; por otro, la solución a los problemas de quienes,<br />

en el viaje de ida, recurrieron a él en busca de ayuda.<br />

Porque el héroe en la ficción, como el lector en la vida real, persigue la<br />

felicidad, pero en el camino, de manera inevitable, le salen al paso problemas<br />

y contrariedades que le son ajenos: la enfermedad, la pobreza, la<br />

esclavitud cotidiana, tantas limitaciones y desventuras que le atan al destino<br />

de los otros. La historia parece querer decirnos que la conciencia no<br />

queda tranquila si no hace suyas las dificultades de los otros, enseñanza<br />

especialmente útil en los turbulentos días que vivimos.<br />

>><br />

63


PEONZA #<strong>137</strong><br />

MIL PALABRAS PARA UNA IMAGEN<br />

Pero, dejando a un lado las posibles interpretaciones de la historia, lo<br />

que llama poderosamente la atención en este libro son las ilustraciones<br />

de Olga y Andrei Duguin, el juego de espejos y simetrías con el que trazan<br />

el viaje de ida y vuelta del héroe. Hasta el punto de que la historia parece<br />

un pretexto para que los artistas rusos desplieguen una exuberante<br />

iconografía de personajes fabulosos y animales mitológicos, y siembren<br />

el trayecto de signos misteriosos.<br />

En unas dobles páginas de cuidada composición y marcado realismo,<br />

unas deliciosas acuarelas, en las que predominan los colores fríos -ocres,<br />

marrones y sepias, violetas, verdes, cobalto, algún rojo Burdeos-, dibujan<br />

con detalle los más variados personajes y los escenarios en los que estos<br />

se desenvuelven, ya sea un paisaje de árboles siniestros, una humilde<br />

choza o las lujosas estancias que habita el dragón. Centauros, unicornios,<br />

enanos de larguísimas barbas y sombreros estrafalarios, ángeles con cabeza<br />

de instrumentos musicales, extraños animales, nos salen al paso en<br />

unas escenas en las que encontramos, además, una profusión de objetos<br />

singulares: esferas, fuelles, veletas, escudos y estandartes, herméticas inscripciones.<br />

En las estancias del dragón, todo parece dispuesto como en<br />

el taller de un alquimista: alambiques, matraces, relojes de arena, baúles<br />

sobre los que reposan viejos libros, arrugados pergaminos desperdigados<br />

aquí y allá.<br />

La excelencia de los ilustradores se hace evidente en la maestría con la<br />

que dibujan la textura de las plumas del dragón, o los estampados del vestido<br />

de la dama y las delicadas transparencias del tocado, subrayando así<br />

el contraste entre los dos personajes: imponente y monstruoso el dragón,<br />

siempre enfadado; bondadosa, bella y dulce, la esposa.<br />

64


Arte en tiempo de tinieblas<br />

MONSTRUOS<br />

Olga y Andrei Duguin se confabulan para asombrar al espectador con<br />

la destreza con la que trazan las líneas, y en las estancias de la lujosa<br />

mansión nos aturde con su magia la geometría. Una arquitectura de columnas<br />

y arcos, de escalinatas y ventanales imposibles nos desconcierta<br />

y extasía. Triunfan la fantasía y la imaginación sobre la razón y la lógica,<br />

para embeleso del que mira. En el laberinto de galerías, escaleras y corredores,<br />

las figuras de los protagonistas se desdoblan y parece como si<br />

jugaran al escondite. El cubo suspendido sobre la cabeza del dragón, la<br />

columna que se apoya en el alféizar de la ventana, el torreón que se introduce<br />

en el dormitorio: todo le confiere a la escena una atmósfera inquietante<br />

que contraviene las leyes de la cordura. Por momentos, uno cree<br />

encontrarse en un grabado de Escher, y, un instante después, perdido en<br />

una tabla de Peter Brueghel. Los animales de fantásticas formas, los enanos<br />

de luengas barbas y otras criaturas quiméricas recuerdan el carnaval<br />

estrambótico de algunos lienzos de El Bosco y su aire de pesadilla.<br />

Como en un fascinante retablo medieval, conviven aquí el bien y el mal,<br />

la belleza y la fealdad, la opulencia y la miseria. Siguiendo las señales que,<br />

como enigmas, encontramos en el camino que recorre el joven leñador,<br />

se adormece la razón y la mente del lector se extravía en este dédalo<br />

de fantasía. Y como ya se sabe que el misterio echa leña al fuego de la<br />

imaginación, todo nos invita a fantasear y a inventar otras vidas. Entre<br />

la belleza y el infierno. De la tosca realidad de cada día, de su materia<br />

pegajosa y áspera, nos rescata la libre e inabarcable vida que nos regala<br />

el arte, el don de lo inesperado y lo asombroso que es antídoto contra el<br />

abatimiento y la tristeza. Su magia nos quita la pena y nos ayuda a vivir<br />

en este tiempo de tinieblas.<br />

#<br />

65


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ILUSTRARTE<br />

66


MONSTRUOS<br />

El prisma<br />

de Drácula<br />

Drácula, el legendario personaje del escritor irlandés Bram Stoker,<br />

ha sido considerado, desde la publicación de su novela en 1897,<br />

como el arquetipo del vampiro occidental en la literatura. Muchas<br />

han sido las versiones y adaptaciones que a lo largo de estos ciento<br />

veinticuatro años se han publicado. En Ilustrarte damos la palabra<br />

a cinco ilustradores que han pintado la historia de Drácula en fechas<br />

recientes. Cada uno nos aproxima a su propia visión del personaje<br />

y nos muestra en imágenes cómo lo ha percibido y sentido.<br />

67


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Luis Scafati<br />

Ilustrador, (Mendoza Argentina, 1947)<br />

ILUSTRARTE<br />

Cuando leí la novela Drácula de Bram Stoker<br />

pensé en la posibilidad de hacer mi propia<br />

versión de este relato gótico, oscuro y misterioso<br />

que me atrajo como un imán.<br />

Los principales temas eran el tiempo, la<br />

muerte, el erotismo. Todos ellos, de alguna<br />

manera, eran recurrentes en mi imaginería.<br />

Comencé a dibujar y escribir de manera<br />

anárquica, dejaba que salieran cosas en las<br />

páginas de mis cuadernos de apuntes, aparecieron<br />

castillos, bellas mujeres, animales<br />

impuros y textos que intentaban modelar o<br />

aproximarse a la historia que quería contar.<br />

Cuando nos metemos con el alma en un proyecto,<br />

suceden encuentros impensados que<br />

tienen que ver con eso que ocupa nuestro<br />

tiempo creativo, se arma una constelación<br />

que atrae a su centro eso que necesitamos.<br />

Algunas noches sentía presencias invisibles<br />

rondando alrededor de mi mesa de trabajo.<br />

Así pasó más de un año, me volví huraño y<br />

taciturno.<br />

Mientras tanto, escribía y dibujaba. Lentamente<br />

fue emergiendo el libro, casi como<br />

una aparición.<br />

Junté cincuenta dibujos, los cuales integran<br />

hoy la novela gráfica que editó el Zorro Rojo<br />

en España; hay también una versión inglesa,<br />

una checa y una brasilera.<br />

La edición española se agotó y hace muy<br />

poco y el Zorro Rojo lo reeditó nuevamente<br />

en una muy cuidada publicación con tapa<br />

dura entelada (algunos ejemplares especiales<br />

tienen gotas de sangre del autor), un lujo que<br />

espero no te pierdas.<br />

Una noche soñé un vampiro, era un monje<br />

vestido con algo parecido al traje de ciertos<br />

obispos, tenía alas como un murciélago.<br />

Modelé esa imagen con resina y papel maché,<br />

después la usé de modelo, la iluminaba<br />

desde diferentes ángulos, estudiaba los volúmenes,<br />

las sombras que proyectaba en la<br />

pared. Así pude ver al personaje central, el<br />

conde Drácula.<br />

Dibujaba sobre papel Fabriano con tinta,<br />

pluma, pinceles, aguadas, carbón, collage,<br />

transfer y algunas texturas que hacía con un<br />

rodillo de grabado.<br />

Dibujaba de noche, muchas veces a la luz<br />

de unos antiguos candelabros que daban un<br />

clima especial a mi estudio, oscuro, poblado<br />

de sombras inquietantes, que me ayudaba a<br />

convocar las imágenes que necesitaba.<br />

68


MONSTRUOS<br />

Drácula<br />

Bram Stoker<br />

Il. Luis Scafati<br />

Libros del Zorro Rojo,<br />

2007<br />

69


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Beatriz Martín Vidal<br />

Ilustradora, (Valladolid, 1973)<br />

ILUSTRARTE<br />

Siempre he adorado ilustrar obras clásicas.<br />

Creo que, para un ilustrador, es uno de los<br />

desafíos más interesantes. Puede parecer lo<br />

contrario. Son obras a las que se les han dado<br />

imágenes cientos de veces en distintos medios.<br />

Lo lógico sería pensar que ya no hay<br />

más qué decir, pero siempre hay algo que<br />

decir porque cada ilustrador tiene una voz<br />

distinta y crea una armonía visual única con<br />

el texto.<br />

Me acerqué a Drácula dos veces. La primera<br />

vez como lectora. Drácula supuso una<br />

sorpresa para mí cuando lo leí. Como pasa<br />

siempre con los clásicos, yo tenía una idea<br />

previa del personaje y la historia. Nadie me<br />

había hablado de la estructura de la novela.<br />

No tenía ni idea de que era un collage de diarios<br />

y noticias, de que la historia se narraba<br />

a través de tantos puntos de vista. Recuerdo<br />

quedarme fascinada por esa estructura. Fue<br />

la primera vez que me encontré con algo así.<br />

La segunda vez que me sumergí en Drácula<br />

fue unos años después, cuando me encargaron<br />

ilustrarlo. Releí la obra, esta vez desde<br />

otra perspectiva. Preguntándome qué imágenes<br />

había ahí para mí. Puede parecer extraño,<br />

pero la lectura cambia cuando estás buscando<br />

imágenes. Algo fundamental fue darme<br />

cuenta de lo poco que el conde Drácula aparece<br />

en la novela. Los personajes que narran<br />

la historia apenas llegan a verlo, con excepción<br />

de Harker al principio, y cuando lo ve<br />

siempre es brevemente. Leyéndolo con ojos<br />

de ilustrador, lo que más me marcó fue que<br />

casi todo el tiempo Drácula es un concepto,<br />

una amenaza, una maldición. Es algo de lo<br />

que los personajes hablan, pero casi nunca<br />

ven, y sin embargo está presente constantemente<br />

en sus mentes. Cuando me di cuenta<br />

de esto, decidí no dibujar al conde Drácula.<br />

En mi versión de esta novela, Drácula es el<br />

color rojo. No se lo ve como personaje, pero<br />

está presente, tiñendo las imágenes, invadiendo,<br />

contaminando. Ése es el principio<br />

que guía las ilustraciones de la novela.<br />

Hay otro aspecto que adoro de Drácula y el<br />

vampirismo clásico y es su relación con lo sagrado.<br />

Drácula tiene que dormir sobre su tierra<br />

natal porque, paradójicamente, es tierra<br />

consagrada por la sangre de santos y héroes.<br />

Vive en la oscuridad porque es una aberración<br />

a los ojos de Dios. No sólo se alimenta<br />

de la sangre de sus víctimas, las corrompe, las<br />

posee y, en última instancia las convierte en<br />

seres demoniacos. Este tipo de vampirismo,<br />

cercano a una posesión diabólica, siempre<br />

me ha parecido el más terrorífico. Mucho<br />

más interesante que considerarlo una enfermedad<br />

o un evento que otorga superpoderes.<br />

La segunda muerte de Lucy en la cripta es<br />

también un exorcismo. Dentro de la crudeza<br />

de la escena, hay un momento conmovedor<br />

cuando ella pierde la belleza sobrenatural y<br />

maligna y de pronto ven la cara ajada de la<br />

chiquilla inocente que era originalmente.<br />

Por eso, cuando lo ilustré, el rojo, que representa<br />

a Drácula, es algo insidioso, algo que<br />

enloquece, corrompe y convierte a gente<br />

inocente en demonios. Drácula no es un héroe<br />

romántico. No es atractivo, no es alguien<br />

con el que quieras pasar la eternidad. Es un<br />

monstruo que quiere convertirte en un ser<br />

grotesco y deberías clavarle una estaca en el<br />

corazón en cuanto tengas la oportunidad.<br />

70


MONSTRUOS<br />

Drácula<br />

Bram Stoker<br />

Il. Beatriz Martín Vidal<br />

Anaya, 2012<br />

71


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Ana Juan<br />

Ilustradora, (Valencia, 1961)<br />

ILUSTRARTE<br />

Demeter no es un capítulo más de la obra de<br />

Bram Stoker Drácula, es un capítulo que se<br />

cierra en sí mismo como una metáfora de<br />

nuestra vida mortal: misterio, muerte y desesperanza<br />

porque, como en el viaje del bergantín<br />

Demeter, comenzamos la travesía de nuestra<br />

vida acompañados, pero la abandonamos<br />

en la más absoluta soledad.<br />

El viaje del Demeter es una travesía sangrienta<br />

mecida por las olas que nos lleva de Varna a<br />

Whitby dejando un rastro de muerte y horror.<br />

De todo lo ocurrido no quedó más testimonio<br />

que una nave vacía, una nave a la deriva donde<br />

el silencio era un tripulante más.<br />

Tengo que hacer una confesión: siempre he<br />

albergado la secreta esperanza de llegar a ser<br />

un vampiro. Ser un vampiro para poder viajar<br />

a través del tiempo como un testigo intocable<br />

de la historia, vivir revoluciones y magnicidios,<br />

estar en las trincheras de la gran guerra sin que<br />

una bala me roce, vivir grandes e imposibles<br />

amores y ser conocedora de oscuros secretos<br />

sin que nada de ello me llegue a dañar. Una y<br />

otra vez, poder girar adelante y atrás la rueda<br />

del tiempo e incluso poder cambiar el curso de<br />

la historia porque un muerto en vida no comparte<br />

los miedos que nos persiguen a nosotros<br />

los pobres mortales.<br />

No, no es una maldición ser mordido por un<br />

vampiro y poder dejar de ser un triste y asustado<br />

mortal y dejarme arropar por las tinieblas<br />

todos los días al llegar el alba.<br />

El vampiro tiene en sus manos el poder sobre<br />

la eterna e imposible ambición del ser humano:<br />

la inmortalidad.<br />

Tengo que admitir que no soy más que un triste<br />

ser humano acosado por fantasmas del pasado<br />

y que me impiden vivir un presente lleno de<br />

luz. Soy esclavo de un cuerpo que se aferra a<br />

la tierra y me impide volar y de unos ojos que<br />

necesitan la luz cuando me gustaría que estuvieran<br />

protegidos entre las tinieblas.<br />

72


MONSTRUOS<br />

Demeter<br />

Ana Juan<br />

Edelvives, 2015<br />

73


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Fernando Vicente<br />

Ilustrador, (Madrid, 1963)<br />

ILUSTRARTE<br />

Quizás porque acababa de ilustrar a Sherlock<br />

Holmes y tenía que seguir en la época victoriana,<br />

me pareció que a Drácula también le iba<br />

el blanco y negro como anillo al dedo y si en<br />

Estudio en Escarlata el rojo lo pedía desde<br />

el mismo título, en Drácula de Bram Stoker,<br />

el rojo lo pedían las necesidades alimenticias<br />

del conocido vampiro. He tratado de huir de la<br />

imagen cinematográfica clásica que tenemos<br />

del conde, tanto de Tod Browning con Béla<br />

Lugosi o la de Terence Fisher con Christopher<br />

Lee, de ese conde elegante y seductor con capa,<br />

o la más cercana de Francis Ford Coppola con<br />

Gary Oldman.<br />

El vampiro en esta historia es un monstruo y su<br />

lectura produce mucha desazón, incluso pavor.<br />

Mi Drácula es un libro profusamente ilustrado,<br />

hay como 40 ilustraciones grandes, en las que<br />

he tratado de ilustrar lo que me apasiona de la<br />

historia: Drácula, las hermosas mujeres que<br />

habitan con él, el castillo… y 30 pequeñas<br />

ilustraciones, simples siluetas, que introducen<br />

cada capítulo como metáforas visuales que nos<br />

acercan al lado más misterioso de la novela.<br />

Este método es un recurso que suelo utilizar<br />

más en prensa que en literatura, por ejemplo,<br />

para ilustrar tribunas de opinión.<br />

74


MONSTRUOS<br />

Drácula<br />

Bram Stoker<br />

Il. Fernando Vicente<br />

Reino de Cordelia, 2014<br />

75


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Javier Olivares<br />

Ilustrador, (Madrid, 1964)<br />

ILUSTRARTE<br />

Los editores de Anaya ya conocen mi predilección<br />

y mi querencia por todo lo victoriano,<br />

así que cada vez que algún título cercano<br />

a esa época necesita ser ilustrado, ordenan<br />

a un cochero con librea que me haga llegar<br />

cuanto antes una lacrada misiva de encargo.<br />

Esta vez, la tarea era enormemente suculenta:<br />

ilustrar Drácula, la inmortal novela de<br />

Bram Stoker.<br />

Yo había leído Drácula hacía muchos años, en<br />

una pequeña edición que compré a mediados<br />

de los años 80 en la Cuesta de Libreros de<br />

Madrid, había visto muchas de sus adaptaciones<br />

al cine y además, casualmente, acababa<br />

de leer Hollywood Gótico el estupendo libro<br />

de David J. Skal que contaba la historia de<br />

nuestro vampiro preferido desde su primera<br />

creación literaria pasando por todas sus<br />

adaptaciones teatrales (incluida la fantástica<br />

diseñada por Edward Gorey), hasta su salto<br />

al cine y la televisión.<br />

La respuesta vino, como suele ser habitual,<br />

de forma inesperada y reveladora.<br />

Por imperativos editoriales tuve que hacer<br />

la cubierta del libro mucho antes de que ni<br />

siquiera hubiera empezado a pensar en cómo<br />

iba a ilustrarlo. Esto suele ser un problema<br />

al que nos enfrentamos los ilustradores muchas<br />

veces y que nos obliga a formular una<br />

estética y unas decisiones gráficas para una<br />

parte del libro que, al menos para mí, debe<br />

quedar fijada y resuelta como resultado final<br />

del trabajo sobre el propio libro, no al revés.<br />

Así que, acuciado por esta necesidad, resolví<br />

dibujar una cubierta muy sencilla, con la cara<br />

del conde y usando además solamente el rojo<br />

como color. Una aproximación más intuitiva<br />

que reflexiva y que me llevó a convocar más<br />

al impostor Drácula de la película de Murnau<br />

que al elegante noble transilvano de Lugosi.<br />

El libro, además, relata minuciosamente<br />

todo el proceso de creación de la novela que<br />

hizo Stoker y retrata muy bien cómo fue<br />

creando al personaje basándose tanto en sus<br />

lecturas de leyendas rumanas y de Europa<br />

del este, como en su amistad y cercanía con<br />

el actor Henry Irving, ya que Stoker fue su<br />

secretario personal durante muchos años y<br />

al parecer tomó de él algunos rasgos del carácter<br />

del conde.<br />

La pregunta que me hice entonces fue la<br />

misma que me hago cada vez que tengo que<br />

enfrentarme a la ilustración de un clásico, tan<br />

ilustrado, tan representado y que ya tiene en<br />

la conciencia visual colectiva una imagen formada<br />

y reformada una y otra vez: ¿por qué<br />

puerta entro a este edificio?<br />

76


MONSTRUOS<br />

Coloqué la imagen enfrente de mi mesa de<br />

dibujo y seguí con mis otros trabajos mientras<br />

iba pensando cómo resolvería finalmente<br />

las ilustraciones, cuando llegara el<br />

momento. Pero cada vez que me sentaba a<br />

dibujar, esos ojos penetrantes, esos dos faros<br />

blancos que brillaban en una superficie roja,<br />

comenzaron a hacer su trabajo y me fueron<br />

hipnotizando lentamente, tal y como el conde<br />

hacía con sus víctimas.<br />

La persuasiva mirada del dibujo me convenció<br />

entonces de cómo resolver todo el trabajo.<br />

Decidí que mi versión del libro iba a<br />

transcurrir en unos brumosos años 20 pero<br />

tomándome todas las licencias visuales que<br />

quisiera o necesitara, un poco como hacen en<br />

el teatro, en el que muchas veces el sitio en el<br />

que suceden las historias no es tanto un lugar<br />

o época reales, sino que es el propio medio<br />

teatral, libre y sugerente.<br />

Drácula<br />

Bram Stoker<br />

Il. Javier Olivares<br />

Anaya, 2018<br />

77


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ILUSTRARTE<br />

También el color rojo se me impuso como<br />

único recurso de color, lo que además le daba<br />

al trabajo un inequívoco aroma sangriento y<br />

vintage a la vez.<br />

Una vez resuelto el tono y, como suelo hacer<br />

siempre, comencé a hacer bocetos para diseñar<br />

a los personajes, decidir qué partes del<br />

libro iba a ilustrar y también para ir acercándome<br />

poco a poco tonalmente al mundo del<br />

conde, a ese siniestro castillo transilvano al<br />

que me iba llevando sin remisión un misterioso<br />

coche de caballos.<br />

Además de las ilustraciones y para darle al<br />

libro un toque especial, dibujé unas orlas de<br />

principio de capítulo, una para cada personaje,<br />

con su silueta y sus iniciales como únicos<br />

elementos de diseño.<br />

Una vez resueltas todas las ilustraciones interiores,<br />

las que cuentan la historia principal,<br />

solo me quedaban por resolver dos ilustraciones<br />

que no entran dentro del corpus narrativo<br />

del libro. La que ilustra la “Introducción” y la<br />

portadilla del “Apéndice”, unas interesantes<br />

notas biográficas sobre el autor y la novela<br />

que cierran el libro.<br />

Así es como decidí incluir en la obra la relación<br />

entre Stoker e Irving y, de paso, fabular<br />

sobre uno de los deseos incumplidos del<br />

autor del libro: que el famoso actor hubiese<br />

interpretado al conde en su adaptación al<br />

teatro.<br />

En la primera de las ilustraciones, vemos a<br />

Irving portando un misterioso regalo que<br />

está a punto de hacerle al escritor. En la última<br />

vemos de qué regalo se trata: el cartel<br />

de la adaptación teatral de su obra, representada<br />

en el Lyceum Theatre de Londres,<br />

y con Henry Irving interpretando al fin al<br />

inmortal vampiro.<br />

78


MONSTRUOS<br />

79


«Yo no viajaba para ampliar horizontes,<br />

sino para perderme…»<br />

Mitsumasa Anno, 1977<br />

80


La niña que dibujaba<br />

monstruos<br />

Juan Gutiérrez Martínez-Conde<br />

Equipo <strong>Peonza</strong><br />

En este artículo se analiza una de las novelas gráficas más interesantes<br />

de los últimos años, Lo que más me gusta son los monstruos,<br />

en la que se establecen relaciones entre los monstruos imaginarios<br />

y los de la vida real, entre la ficción y los sentimientos ocultos, entre<br />

los cómics, la pintura, el dolor y la superación del miedo que impide<br />

el desarrollo equilibrado del ser humano.<br />

La seducción de la inocencia<br />

Menos conocida que la caza de brujas del senador Joseph McCarthy es<br />

la llevada a cabo, también en los años cincuenta del siglo veinte en EE<br />

UU, por el senador Estes Kefauver contra los cómics por la nefasta influencia<br />

que supuestamente ejercían sobre la infancia. Esta persecución<br />

encontraba una justificación científica en las teorías expuestas en el libro<br />

La seducción de la inocencia (1954) por el psiquiatra Fredric Wertham,<br />

que culpabilizaba a los cómics del aumento de la delincuencia juvenil.<br />

La principal víctima fue William Gaines, director editorial de EC (Entertaining<br />

Comics). Se persigue a los cómics de temas<br />

criminales por promover la violencia, a los de<br />

romance por fomentar las relaciones extramaritales o<br />

premaritales y a los de terror por provocar pesadillas<br />

y otros trastornos a niños y jóvenes.<br />

Las consecuencias de esta campaña fueron nefastas<br />

tanto para la creación como para la industria de los<br />

tebeos que se vio obligada a la autocensura con la<br />

creación del Comics Code Authority. Sin embargo,<br />

los cómics de terror, que terminaron casi por desaparecer,<br />

ejercieron una influencia positiva en la autora<br />

de la novela gráfica Lo que más me gusta son los monstruos,<br />

que analizamos en este artículo. Gracias a estas<br />

publicaciones pudo proyectar en los monstruos protagonistas<br />

sus miedos, distanciándose de ellos para<br />

poderlos afrontar, como veremos más adelante.<br />

Lo que más me<br />

gusta son los<br />

monstruos<br />

Emil Ferris<br />

Reservoir Books,<br />

2018<br />

>><br />

81


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTRE VIÑETAS<br />

Una gran revelación: Emil Ferris<br />

La publicación de esta novela gráfica, después de haber sido rechazada<br />

por cuarenta y ocho editoriales, supuso la revelación de una autora novel<br />

de cincuenta y cinco años. La historia entusiasmó a la crítica y a los<br />

lectores. Art Spiegelman afirmó que Emil Ferris era una de las mejores<br />

dibujantes de nuestra era. Obtuvo los galardones más prestigiosos: tres<br />

premios Eisner a la Mejor Novela Gráfica, Mejor Escritor- Artista y<br />

Mejor Colorista; dos premios Ignatz a la mejor obra y mejor artista y el<br />

máximo reconocimiento en el salón del Cómic de Angulema, Barcelona<br />

y Lucca, entre otros. ¿Quién era y de dónde salía esta desconocida autora<br />

que mostraba una extraordinaria madurez técnica y creativa?<br />

Emil Ferris<br />

Emil Ferris nació en Chicago en 1962; sus abuelos,<br />

emigrantes españoles, hablaban castellano cuando<br />

querían que la niña no se enterara de algunas cosas.<br />

Sus padres eran artistas, vivió en un barrio marginal<br />

y tuvo una vida difícil. De niña padeció una discapacidad<br />

que la impedía correr como los demás niños,<br />

sufrió el acoso escolar y la pobreza. Se aficionó a<br />

dibujar, pero solo disponía de dos cuadernos y dos<br />

bolígrafos para todo el curso. Trabajó de ilustradora<br />

médica, de diseñadora de juguetes en McDonald´s,<br />

de camarera y limpiando escaleras. A los cuarenta<br />

años, siendo madre soltera con una hija de seis,<br />

enfermó de la fiebre del Nilo por la picadura de un<br />

mosquito. Quedó paralizada de cintura para abajo y<br />

perdió la movilidad de la mano derecha durante varias semanas. Cuando<br />

se recuperó, se matriculó en el Instituto de Arte de Chicago para mejorar<br />

su técnica. En las entrevistas afirma: “me sentí herida, desesperada,<br />

marginada y deprimida, pero opté por la belleza. Fue lo que viví lo que<br />

me ha llevado a urdir este libro”. También dice que “el dolor es parte<br />

del legado de la vida”, coincidiendo con el poeta Joan Margarit: “sin el<br />

dolor no habríamos amado así”.<br />

Donde habitan los monstruos<br />

Lo que más me gusta son los monstruos (2017) es una novela gráfica excelente<br />

en varios aspectos. Se trata de un volumen de gran formato, cuidadosamente<br />

editado por Reservoir Books en España en 2019. Reproduce<br />

el cuaderno diario, pautado, en el que Karen, la niña protagonista de<br />

diez años, escribe y dibuja sus vivencias. Al abrir el libro nos sentimos<br />

deslumbrados; toda la página está dibujada con bolígrafo Bic y plagado<br />

de imágenes que transmiten visceralidad en el trazo. La composición<br />

de la página varía, juega con las perspectivas, y los personajes, basados<br />

en personas que conoció en la realidad, tienen una gran expresividad.<br />

Alterna los dibujos realistas de gran destreza técnica con otros de línea<br />

esquemática e informal dependiendo de las necesidades del relato. Los<br />

82


La niña que dibujaba monstruos<br />

MONSTRUOS<br />

Omaha Beach,<br />

6 junio 1944<br />

Diábolo, 2018<br />

recuerdos y los símbolos se refuerzan con el color; y para los textos y<br />

los diálogos usó rotulador. La elaboración del libro fue muy trabajosa<br />

ya que duró ocho años. Cada página le llevaba dos días de dibujo con<br />

jornadas de ocho horas. Viendo el resultado comprobamos que ha merecido<br />

la pena el esfuerzo.<br />

¿Qué contiene este extraordinario cuaderno diario? Básicamente es un<br />

refugio para monstruos, tanto reales (la enfermedad, el racismo, la homofobia,<br />

la lucha social, la muerte, la pedofilia y el holocausto), como<br />

imaginarios. Estos últimos se reproducen en portadas de revistas de cómics<br />

de terror inventadas por la autora. En ellas encontramos al hombre<br />

lobo, vampiros, el diablo, la momia, la gorgona, zombis, hechiceros,<br />

insectos gigantes, Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, la criatura de Frankenstein,<br />

cerebros gigantes con un ojo, fantasmas, seres anguila, marginados y<br />

maniquís caníbales. Estos seres habitan pueblos embrujados, edificios<br />

malditos o cementerios. Cada una de estas portadas es un homenaje a<br />

las revistas de terror de los años cuarenta y cincuenta publicados por la<br />

editorial EC y también son una metáfora del tema que vamos a encontrar<br />

en las páginas siguientes.<br />

>><br />

83


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTRE VIÑETAS<br />

La niña lobo<br />

¿Quién escribe este enigmático diario gráfico? Una niña de diez años,<br />

alter ego de la autora, llamada Karen Reyes que vive en un barrio de<br />

Chicago a finales de los años sesenta del siglo pasado en una familia hispana.<br />

Su padre está en la cárcel y si saliese en libertad podría empeorar las<br />

cosas. A su madre le detectan un cáncer de pecho y su hermano Deeze,<br />

Diego Zapata Reyes, la cuida y le compra tebeos de terror. Es un seductor<br />

muy preocupado por su imagen. Karen estudia en un colegio donde<br />

es despreciada por sus compañeros. Se ve como un monstruo y se dibuja<br />

como una niña lobo con grandes orejas y colmillos. La autora afirma que<br />

la única concesión de feminidad que se permitió fue pintarle los ojos.<br />

Trata de ocultarse vistiéndose con una gabardina larga como los detectives.<br />

Su máxima preocupación es descubrir si su vecina y mejor amiga,<br />

la alemana Anka Silverberg, se ha suicidado como dicen o fue asesinada.<br />

Los compañeros del barrio pertenecen a la MASA: malos, aburridos,<br />

sosos y anodinos. Deffrey Cerebrito Álvarez, el más listo del Uptown,<br />

es una excepción. Se dedica a escribir y distribuir panfletos de los panteras<br />

negras. Sus mejores amigos son Franklin, trasunto de la creación<br />

de Frankenstein, con apariencia monstruosa, pero con el interior bondadoso<br />

y literalmente luminoso. Misy es una amiga del alma, se atraen<br />

84


La niña que dibujaba monstruos<br />

MONSTRUOS<br />

mutuamente, pero tienen que separarse. Su pérdida es compensada por<br />

la imaginaria Sandy.<br />

Lo que más me gusta son los monstruos es un libro de iniciación que nos narra<br />

cómo Karen en sus fantasías detectivescas va descubriendo los secretos<br />

familiares, las discriminaciones que sufren los hispanos, los negros<br />

y los indios nativos, la maldad de algunos humanos y el horror vivido<br />

en el pasado reciente en la Alemania nazi. Lo personal y lo político, el<br />

presente y el pasado se entrecruzan en el relato de Karen que incluye<br />

otra historia realmente terrible, la de su amiga Anka Silverberg, nacida<br />

en Berlín, hija de una prostituta triste, loca, trágica y amargada, que de<br />

niña vive la crueldad de las farmacias nazis.<br />

Los monstruos en el museo<br />

Deeze no solo protege a su hermana, sino que la pone ante el espejo para<br />

que se dé cuenta de que es una niña normal. La única imagen real de<br />

Karen que aparece en el libro es la de su reflejo invertido. Su hermano<br />

es también quien la lleva al museo y la enseña a ver la pintura. Le dice<br />

que no hay que limitarse a ver con los ojos, hay que oír, oler, saborear<br />

y tocar. Le explica la técnica de la vejiga de pez, cómo se estructuran las<br />

imágenes en el lienzo y los símbolos que ocultan. A través de algunas<br />

obras le muestra veladamente la rivalidad que sentía con su hermano.<br />

>><br />

85


PEONZA #<strong>137</strong><br />

ENTRE VIÑETAS<br />

Emil Ferris recuerda que cuando era pequeña le gustaba observar los<br />

personajes de los cuadros y se preguntaba qué les habría pasado antes<br />

y qué les sucedería después. Las pinturas fueron su educación sentimental.<br />

En esta novela gráfica realiza fidedignas reproducciones de diecisiete<br />

cuadros. También encontramos en sus páginas personajes que<br />

han escapado de los lienzos, como el campesino de American Gothic de<br />

Grant Wood, con su horca mezclado entre otros manifestantes. No se<br />

hace referencia al cuadro ni al autor, pero en los demás casos sí aparecen<br />

mencionados los autores. Uno de ellos es Goya y su serie de seis cuadros<br />

El padre Pedro desarma al bandido maragato, que narra el suceso como una<br />

secuencia de cómic. En otros casos encontramos personajes tan siniestros<br />

como los de los tebeos de terror, el diablo rojo sentado en el cuerpo<br />

de una joven de La pesadilla de Henry Fusel de 1781. También terribles<br />

86


La niña que dibujaba monstruos<br />

MONSTRUOS<br />

escenas como la protagonizada por El santo Guillermo de Tolosa torturado<br />

por los demonios de Ambroise Frédeau. Otros autores representados<br />

son Magritte, Diego Rivera, Eugene Delacroix, George Seurat, Bernat<br />

Martorell, Van Gogh, Grosz, Otto Dix, Picasso, Durero, Kitagawa Utamaro,<br />

Lucas Cranach El Viejo o Peter Blue. Más de veinte de diferentes<br />

periodos históricos y pertenecientes a distintas corrientes artísticas.<br />

Los cuadros son para Emil Ferris y para Karen Reyes tan importantes<br />

como los cómics de terror ya que ambos les ayudan a sobrevivir, a<br />

conocerse y a enfrentarse a aspectos terribles de sus vidas. Sin desvelar<br />

demasiado la trama podemos comentar que al final de este primer<br />

volumen Karen a través de un sueño realiza una serie de actuaciones<br />

sobre los monstruos, fundamentales para el desarrollo de su vida. En<br />

las últimas páginas intenta buscar la isla verde, que se relaciona con su<br />

madre, por lo que realiza un recorrido a través de los cuadros del museo<br />

del Instituto de Arte de Chicago. El itinerario se inicia simbólicamente<br />

con Paisaje con figuras cruzando el puente de John Rathbone y George<br />

Morland (1790-1800), salta por encima de Paisaje en Chailly de Frédéric<br />

Bazille (1865), se introduce en la Marina de George Inness (1875-1876),<br />

prosigue por Rocas en Port-Goulphar, Belle-Île (1886), se asoma a La casa<br />

del pescador de Harald Sohlberg (1906) hasta que finalmente encuentra<br />

la isla verde en la Escena alpina de Gustave Doré (1865) y se tumba para<br />

mirar las estrellas y pensar sobre los secretos que ahora sabe, pero también<br />

en los misterios y las cosas que ha perdido. Entonces es cuando<br />

tiene lugar un trascendente descubrimiento.<br />

Los cómics de terror, perseguidos en su momento, no solo no fueron<br />

la causa de la violencia juvenil y de los males de la infancia y juventud<br />

de mediados del siglo pasado en los EE.UU. sino que, como hemos<br />

comprobado, pueden facilitar la introspección, el autoconocimiento de<br />

sentimientos ocultos y cumplir una función terapéutica. El origen de los<br />

problemas personales y sociales son siempre muy complejos y demonizar<br />

algunas manifestaciones culturales solo sirve para alejarnos de sus<br />

auténticas raíces.<br />

#<br />

87


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Victoria Fernández<br />

Todos los libros<br />

en un CLIJ<br />

María Jesús Fernández<br />

Crítica literaria<br />

Promotora cultural en su Asturias natal, colaboradora de la revista<br />

Cuadernos de Pedagogía, crítica literaria, conferenciante, impulsora<br />

del buen cine, fundadora y directora de CLIJ (Cuadernos de Literatura<br />

Infantil y Juvenil), Victoria Fernández es una de las más destacadas<br />

especialistas en LIJ y en la promoción de la lectura.<br />

Los 34 años de CLIJ y los 300 números publicados son el mejor aval.<br />

<strong>Peonza</strong> se complace en acoger este artículo que rinde homenaje a una<br />

de las pioneras de la Literatura Infantil y Juvenil de nuestro país.<br />

El diccionario de uso del español de María<br />

Moliner da la siguiente definición de pionero-a:<br />

adj. y n. Se aplica al que se adelanta a<br />

explorar o colonizar un país o inicia cualquier<br />

actividad preparando el camino para los que la<br />

sigan después. La pionera de la que voy a hablar<br />

es Victoria Fernández (Gijón, 1951) y<br />

el camino que ella abrió y en el que continúa<br />

trabajando, ampliando y allanando la senda<br />

para que otras personas la podamos seguir y<br />

sea este un camino “rico en experiencias y<br />

en conocimientos” como nos aconseja Kavafis,<br />

es el de la crítica y reflexión sobre la<br />

Literatura Infantil y Juvenil.<br />

Por poco que se conozca la realidad actual<br />

de la Literatura Infantil y Juvenil en España,<br />

nadie ignora que, con sus luces y sus<br />

sombras, es esta una manifestación cultural<br />

de primer orden en nuestro país, con una<br />

importante producción editorial anual que<br />

incluye obra para todos los tramos de edad,<br />

desde prelectores hasta el público lector<br />

juvenil, en la que todos los géneros están<br />

representados y donde existe un plantel<br />

abundante y prestigioso de autores y autoras,<br />

ilustradores e ilustradoras, que han<br />

alcanzado el reconocimiento a su trabajo<br />

tanto nacional como internacionalmente.<br />

Pero todo esto tuvo sus comienzos, no tan<br />

alejados en el tiempo como para que muchas<br />

y muchos de nosotros no los recordemos.<br />

Es más, entre las cosas que recordamos está<br />

que la Literatura Infantil, como tal Literatura,<br />

tuvo incluso que ganarse su derecho a<br />

existir y a ser reconocida. En el año 1972,<br />

en un interesantísimo prólogo que Rafael<br />

Sánchez Ferlosio escribió acompañando a<br />

la edición que hizo Alianza Editorial para<br />

Las Aventuras de Pinocho de Carlo Collodi,<br />

después de analizar y considerar como algo<br />

88


Todos los libros en un CLIJ<br />

MONSTRUOS<br />

aberrante la adaptación del lenguaje para<br />

ponerlo al alcance del lectorado infantil y la<br />

intencionalidad moralizante que él apreciaba<br />

en esta obra, llega a afirmar lo siguiente:<br />

“A mí me importa poco que la anterior<br />

objeción (Lenguajes adaptados) y en parte<br />

también esta que viene ahora (Literatura<br />

moral) pongan en cuestión la posibilidad<br />

misma de una literatura para niños como<br />

un tipo específico y bien diferenciado. Si no<br />

puede existir, pues que no exista”.<br />

Está claro que había minusvaloración y controversia.<br />

Se necesitaba mucha reflexión y<br />

mejor conocimiento de lo que empezaba a<br />

surgir con fuerza en nuestro país: una nueva<br />

idea de lo que tendría que ser el libro de<br />

literatura para niños, que a su vez estaría basada<br />

en una nueva concepción de la infancia,<br />

vista, no ya como una fase imperfecta de<br />

transición, sino como una etapa fundamental<br />

de la vida del ser humano con valores y<br />

necesidades propios. Y no solo eso, también<br />

se necesitaba que esa reflexión y esos conocimientos<br />

llegaran al mayor número posible<br />

de los destinatarios, que eran, y siguen<br />

siendo, la sociedad en general y, de manera<br />

muy especial, los más interesados: familias,<br />

docentes, bibliotecarios, editores, libreras,<br />

animadores; todas esas personas que ejercen<br />

el importante papel de la intermediación<br />

entre las niñas y niños y los libros. En fin,<br />

se necesitaban medios para el encuentro, el<br />

intercambio y la difusión.<br />

Y esa fue la apuesta pionera de Victoria<br />

Fernández que en el año 1988 se embarca<br />

en la aventura de crear en Barcelona una<br />

revista de ámbito estatal que pudiera cubrir<br />

estas necesidades, que diera cuenta puntual<br />

y comentada de los libros de Literatura<br />

infantil que iban saliendo al mercado en<br />

las distintas lenguas que se hablan en el territorio<br />

español, que permitiera conocer a<br />

los grandes clásicos modernos que empezaban<br />

a llegar gracias a las traducciones,<br />

que potenciase a los creadores y creadoras<br />

que iniciaban aquí su trayectoria, que sirviera<br />

de soporte para desarrollar y difundir<br />

la reflexión que nos permitiera plantearnos<br />

qué se entiende por literatura infantil, qué<br />

queremos que sea, qué lugar queremos que<br />

ocupe dentro de la cultura de nuestro país,<br />

qué supone ser lector y en qué medida la<br />

sociedad, desde las instituciones hasta los<br />

89


PEONZA #<strong>137</strong><br />

PIONERAS DE LA LIJ<br />

Encuentro<br />

de la Fundación GSR<br />

Foto: Archivo FGSR<br />

Encuentro RED<br />

Madrid 2010<br />

sujetos individuales, está implicada y comprometida<br />

en esta tarea.<br />

Y así es como surgió CLIJ (Cuadernos de<br />

Literatura Infantil y Juvenil), la revista nacida<br />

bajo la dirección de Victoria Fernández<br />

y en la que ella continúa trabajando incansablemente,<br />

una publicación especializada<br />

en libros para niños y jóvenes que acaba de<br />

cumplir 34 años y que el pasado mes de marzo<br />

dio a luz su número 300. Todo un logro<br />

y también una heroicidad (casi tanta como<br />

demostraron los defensores de Las Termópilas,<br />

como muy acertadamente argumenta<br />

Jordi Sierra i Fabra en un artículo del citado<br />

número). Un auténtico “milagro” si tenemos<br />

en cuenta la cantidad de publicaciones<br />

de toda índole que han ido desapareciendo<br />

en estos 34 años, la irrupción y fuerza de<br />

las nuevas tecnologías que ponen en riesgo<br />

la pervivencia de la información impresa en<br />

papel, las sucesivas crisis económicas por las<br />

que ha ido atravesando nuestro país y la independencia<br />

institucional de la revista que<br />

la lleva a mantenerse por medio de la publicidad<br />

y de las cuotas de los suscriptores.<br />

Cabe preguntarse cuál es el “secreto” de este<br />

éxito. Yo, como seguidora de CLIJ y admiradora<br />

de Victoria, tengo mi opinión: Sin<br />

duda el factor clave es la calidad, tanto formal<br />

como de contenidos, de la publicación<br />

que ha sabido fidelizar a su público lector<br />

e incorporar a nuevas generaciones que encuentran,<br />

encontramos, en la revista un instrumento<br />

útil de formación e información;<br />

está también el hecho de mantener a través<br />

de los años el carácter y las directrices que la<br />

singularizan y al mismo tiempo ir renovándose<br />

para incorporar nuevos temas y secciones<br />

relacionados con los objetivos marcados<br />

y, sobre todo y fundamentalmente, está el<br />

espíritu luchador de Victoria Fernández,<br />

una campeona en superar dificultades y que<br />

nunca cede al desánimo. Yo invito a todas y<br />

todos los interesados en la LIJ a que lean ese<br />

número 300 de CLIJ, un número extraordinario<br />

dedicado a repasar lo que han sido<br />

para la revista esos 34 años de existencia, lo<br />

que nos ha ido aportando en este tiempo, y<br />

en el que también se recoge un buen número<br />

de comentarios de personalidades que, o<br />

bien han colaborado notablemente, o bien<br />

proceden del mundo de la literatura o del de<br />

la edición. En todos ellos se aprecia el respeto<br />

y la admiración por esta mujer que ha<br />

dedicado una buena parte de su vida a trazar<br />

90


Todos los libros en un CLIJ<br />

MONSTRUOS<br />

y sostener los caminos por los que muchos<br />

otros seguimos transitando.<br />

Conocí a Victoria Fernández en el año<br />

1989 cuando vino a Galicia, concretamente<br />

a Santiago de Compostela, a presentar<br />

la revista. Para la mayoría de las personas<br />

que asistimos a aquella presentación, Victoria<br />

era todavía una desconocida, pero casi<br />

todos sabíamos que compartiendo el proyecto<br />

estaba también Fabricio Caivano (el<br />

querido Enano Saltarín de CLIJ), director<br />

de la prestigiosa revista Cuadernos de Pedagogía,<br />

una publicación que los docentes implicados<br />

con el cambio de nuestro sistema<br />

de educación seguíamos fielmente, y eso<br />

ya era una garantía de calidad. Muy poco<br />

tiempo después tuve el honor de empezar a<br />

colaborar de manera habitual con la revista<br />

dando cuenta de las novedades editoriales y<br />

el devenir anual de la producción de libros<br />

para niños y jóvenes en Galicia y en gallego,<br />

colaboración que, afortunadamente para<br />

mí, llega hasta el día de hoy.<br />

Pero Victoria ya no era entonces una recién<br />

llegada, traía consigo, además de fuerza,<br />

coraje e ilusión, un importante currículum.<br />

Había trabajado en el sector del libro<br />

Infantil y Juvenil en su Asturias natal, colaborando<br />

con el Ayuntamiento de Gijón<br />

donde, entre otros cargos, había ejercido<br />

como encargada de la Biblioteca Municipal,<br />

como directora del Certamen Internacional<br />

de Cine para Niños y de la Casa del Maestro.<br />

Además de ser co-autora del suplemento<br />

infantil El Búho (con especial atención a<br />

los libros y lecturas infantiles), publicado en<br />

el periódico local El Comercio, por cuya labor<br />

había recibido en el año 1979 el Premio<br />

Nacional de Crítica de Literatura Infantil<br />

del Ministerio de Cultura.<br />

Victoria y yo volvimos a coincidir en persona<br />

a lo largo de los años que duró la llamada<br />

“Red de Selección”, grupo de especialistas<br />

en LIJ que dos veces al año nos reuníamos<br />

en Madrid, patrocinados por la Fundación<br />

Germán Sánchez Ruipérez, para seleccionar<br />

los libros que el grupo reconocía como<br />

los mejores del año en las distintas lenguas<br />

del Estado. Y es que Victoria Fernández<br />

ha sido y sigue siendo, por su trayectoria y<br />

conocimientos, una voz de referencia para<br />

conocer y valorar el trabajo de autores, ilustradores<br />

y editores. Como tal experta ha<br />

91


PEONZA #<strong>137</strong><br />

colaborado en repetidas ocasiones en el suplemento<br />

Babelia del diario El País y ocasionalmente<br />

en otros medios, ha sido ponente<br />

en Congresos Nacionales e Internacionales,<br />

como el I CILELIJ de Santiago de Chile o<br />

el Congreso de IBBY celebrado en Santiago<br />

de Compostela, ha actuado como jurado en<br />

diversos premios y también como Especialista<br />

colaboradora del Máster Internacional<br />

de Libros y Literatura Infantil y Juvenil de<br />

la Universitat Autónoma de Barcelona. Por<br />

todo este importante trabajo, en el año 2005<br />

recibió su segundo Premio Nacional del<br />

Ministerio de Cultura, que en esta ocasión<br />

le fue concedido por su labor en el Fomento<br />

de la Lectura.<br />

Pero no es solamente la literatura el objeto<br />

de su estudio y dedicación, Victoria Fernández<br />

se interesa así mismo por las artes<br />

audiovisuales tan relacionadas con la Literatura.<br />

Ya hemos citado su trabajo como<br />

directora del Certamen de Cine para Niños<br />

del Ayuntamiento de Gijón, además ha sido<br />

coordinadora de programas infantiles en la<br />

Televisión Catalana (TV3) y entre los años<br />

1984 y 2005 ejerció de Secretaria General<br />

de la Semana Internacional de Cine de<br />

Valladolid (SEMINCI). No es de extrañar,<br />

pues, que el cine también tenga una notable<br />

presencia en las páginas de CLIJ.<br />

Ha pasado el tiempo y ya nadie cuestiona la<br />

razón de ser de la LIJ, pero sigue habiendo<br />

controversias. Esa característica tan propia<br />

y específica de la literatura infantil de que<br />

quien elige, selecciona y compra no son los<br />

receptores naturales, los niños y niñas, sino<br />

los adultos prescriptores, da lugar no pocas<br />

92<br />

veces a una interpretación no muy alejada<br />

de la intencionalidad moral que denunciaba<br />

S. Ferlosio. Estamos viendo cómo, por<br />

cuestiones de lo “políticamente correcto”,<br />

se reescriben versiones edulcoradas de los<br />

cuentos maravillosos o incluso estas historias<br />

clásicas, patrimonio cultural de la humanidad,<br />

son directamente censuradas al<br />

considerarlas lectura no apta para el público<br />

infantil. Es un ejemplo. Con esto quiero decir,<br />

para terminar, que también ahora como<br />

hace 34 años seguimos necesitando, además<br />

de puntual información crítica, reflexión,<br />

análisis lúcidos que nos ayuden a valorar el<br />

día a día de la Literatura Infantil y Juvenil,<br />

un producto tan sensible y tan influido por<br />

la ideología. Para este fin seguiremos leyendo<br />

CLIJ y buscando antes que nada el artículo<br />

editorial de las primeras páginas, allí la<br />

voz de Victoria Fernández que analiza, informa,<br />

aclara, denuncia, propone y también<br />

felicita cuando hay que hacerlo, nos seguirá<br />

acompañando en este camino que ella inició<br />

y por el que la seguimos.<br />

#


93


PEONZA #<strong>137</strong><br />

PEONZAS ILUSTRADAS<br />

PEONZAS ilustradas<br />

Joaquín Martínez Cano<br />

Pintor<br />

Un atardecer inhóspito que pasé por la calle de<br />

las Camelias cuando los Chacón ya se habían ido,<br />

seguramente atosigados por el frío y la neblina<br />

que invadía la calle y desdibujaba el jardín y la torre,<br />

me pareció ver una mancha rosada girando como<br />

una peonza detrás de la vidriera, junto a la cama,<br />

y era la niña tísica que bailaba abrazada a su almohada.<br />

Fue sólo un momento, enseguida se dejó caer<br />

de espaldas sobre el lecho, luego se incorporó<br />

y vi con claridad su mano limpiando el vaho del cristal<br />

y seguidamente su cara pegada a él, pálida y remota,<br />

mirándome como si flotara en el interior<br />

de una burbuja.<br />

El embrujo de Shanghai<br />

Juan Marsé<br />

94


95


PEONZA #<strong>137</strong><br />

PRIMERAS LECTURAS<br />

Papeles de periódico<br />

y un gato increíble<br />

Yexus<br />

Crítico de cómic<br />

Aunque siempre he sido un lector empedernido y conservo entre mis<br />

mejores recuerdos de la infancia los libros de Enid Blyton o las peripecias<br />

de Guillermo Brown, debo decir que, en lo tocante a emociones<br />

relacionadas con el papel impreso, mi memoria se retrotrae mucho más<br />

atrás. A los días en que ni siquiera conocía el alfabeto. Ya que, con tres o<br />

cuatro años, mi atención quedaba totalmente atrapada por la magia de<br />

las viñetas. Por las coloridas imágenes de los cómics en las que, intuitivamente,<br />

era capaz de discernir algún tipo de historia. Hoy gozan de<br />

merecida respetabilidad cultural, gracias sobre todo a la novela gráfica,<br />

pero entonces recibían la modesta denominación de “tebeo”. Y aquellos<br />

dibujos no me atraían solamente por su cautivadora estética sino por su<br />

capacidad para narrar un argumento, por sencillo que fuera. Parece que<br />

mi mente infantil era ya capaz de percibir de alguna forma la secuencia,<br />

ese mecanismo complejo pero intuitivo que separa la imagen estática de<br />

la existencia de un relato. De la presencia de unos personajes que vivían<br />

sus peripecias a lo largo de un periodo de tiempo concreto. Porque no<br />

era igual escuchar un cuento, donde las escenas se formaban en la imaginación<br />

del oyente, que contemplar realmente cómo se sucedían esas<br />

aventuras ante mis ojos, ya que, mayoritariamente, ese disfrute requería<br />

de la participación de un adulto: más allá del goce de la contemplación<br />

solitaria, la experiencia mejoraba mucho cuando alguien completaba el<br />

significado de la historia interpretando los diálogos que contenían los<br />

bocadillos de texto. Y mis primeros recuerdos en este sentido son los de<br />

mi madre leyéndome en la cocina el tebeo que tenía<br />

delante del plato mientras cenaba. Y conste que no<br />

era el clásico recurso para incentivar al niño inapetente,<br />

sino que realmente gozaba de las andanzas de<br />

aquellos seres de papel y tinta.<br />

No se me han olvidado aquellas páginas, por cierto.<br />

Se trataba de un suplemento del diario Alerta, un encarte<br />

de cuatro páginas: primera y cuarta en color, las<br />

dos interiores en blanco y negro. A color aparecía el<br />

personaje que daba título al suplemento, Chispa, un<br />

joven repartidor de periódicos con camiseta y visera<br />

roja. Sus aventuras eran de tipo realista y de “continuará”.<br />

En el reverso estaba Gaspar, también a color,<br />

una serie de corte humorístico, pero el interior me<br />

resulta más difuso; recuerdo a un personaje femenino<br />

96


Papeles de periódico y un gato increíble<br />

MONSTRUOS<br />

llamado Sally y a otro realmente pintoresco conocido como Paco Garabato,<br />

ya que realmente era una criatura que tenía ese aspecto. Estos datos<br />

no son exhaustivos, cierto, pero tampoco es pequeño mérito recordarlos,<br />

considerando que no los he vuelto a ver después de más de cinco décadas.<br />

Siguiendo con la relación entre imágenes y palabras, mi padre me enseñó<br />

a leer en casa antes de ser escolarizado. Y lo hizo mediante una colección<br />

de tarjetas en las que atractivos y divertidos dibujos simulaban los<br />

sonidos de todas las vocales y consonantes del alfabeto. Naturalmente,<br />

la comprensión del abecedario elevó exponencialmente el placer que me<br />

proporcionaban mis historietas favoritas y mi autonomía como lector<br />

de palabras, de dibujos o de la combinación de ambos, un placer que he<br />

seguido cultivando hasta la fecha.<br />

Por todo lo cual, y ciñéndome con más propiedad al título de esta sección,<br />

el personaje que protagonizó mis primeras lecturas real y reiteradamente,<br />

por elección propia y con absoluto fervor, fue el gato Pumby.<br />

Era un ingenioso minino negro, que daba nombre a su propia revista de<br />

cómics y estaba escrito y dibujado por el maestro valenciano José Sanchís;<br />

sus aventuras estaban protagonizadas por animales antropomorfos<br />

y poblaban la cotidianidad de maravillas cargadas de originalidad y frescura.<br />

Humor, imaginación y espectáculo se daban cita en aventuras que<br />

permitían a Pumby viajar a través del espacio y el tiempo, visitar el país<br />

del ajedrez, el reino del reloj, el mundo del fuego, el país de la música o<br />

los dominios del sueño. También aparecían lápices mágicos, herramientas<br />

que cobraban vida y ciudades flotantes, siderales o congeladas.<br />

>><br />

97


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Por cierto, que mi padre encuadernó todos estos ejemplares en<br />

dos tomos, algo que hizo con sus propias manos porque de joven<br />

había trabajado en una imprenta. Todavía los conservo con<br />

cariño y debo decir que su revisión, más allá de la inevitable nostalgia,<br />

resiste bien el paso del tiempo y mantiene sus virtudes intactas.<br />

Siguiendo con mis tempranas lecturas, después vendrían los personajes<br />

de la Editorial Bruguera, menos inocentes y más corrosivos,<br />

El Capitán Trueno y Superman. A la par que Enid Blyton iba dando<br />

paso a Emilio Salgari, Julio Verne o Karl May, mientras la infancia se<br />

desvanecía inadvertida y sigilosamente.<br />

Hoy por hoy, sigo compatibilizando las viñetas y la literatura, saboreando<br />

contenidos mucho más complejos tras evolucionar con ambos<br />

medios al ritmo de los años, como lector y como persona. Pero eso<br />

ya es otra historia.<br />

98<br />

#


Papeles de periódico y un gato increíble<br />

MONSTRUOS<br />

99


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Leemos<br />

para que lean<br />

Educación tóxica: El imperio<br />

de las pantallas y la música dominante<br />

en niños y adolescentes<br />

Autor: Jon E. Illescas<br />

Editorial: El Viejo Topo, Barcelona, 2019<br />

Como el lector puede intuir por el título de<br />

este libro y por las ilustraciones de la cubierta<br />

de Miguel Brieva su lectura puede<br />

resultar desasosegante, pero a pesar de ello,<br />

o precisamente por ello, lo recomendamos.<br />

El autor, después de una exhaustiva investigación,<br />

nos adentra en un mundo perverso,<br />

desconocido por padres y profesores, pero<br />

que determina algunos comportamientos,<br />

gustos, creencias, expectativas, valores o<br />

mejor, contravalores, que asumen nuestros<br />

hijos o alumnos, niños y adolescentes. Un<br />

mundo aparentemente alegre, dinámico,<br />

luminoso, placentero, excitante, seductor.<br />

Pero detrás de él está la dictadura de las<br />

pantallas y la música dominante en niños y<br />

adolescentes. Esta es la terrorífica historia<br />

que se oculta detrás de las imágenes que<br />

proyectan las todopoderosas pantallas.<br />

Su autor Jon E. Illescas (Orihuela, 1982)<br />

es profesor de Secundaria y Bachillerato,<br />

doctor en Sociología y Comunicación,<br />

Premio Extraordinario de Doctorado de la<br />

U.A. y licenciado en Bellas Artes con Premio<br />

extraordinario Fin de Carrera y Premio<br />

Extraordinario 5 estrellas de UMH.<br />

Ha publicado un centenar de artículos sobre<br />

Cultura, Comunicación, Economía y<br />

Geopolítica, traducidos a varios idiomas, y<br />

dos libros, además del reseñado, Nepal, la<br />

revolución desconocida (2012) y La dictadura<br />

del videoclip (2015). Este resumen de su currículo<br />

no incluye su capacidad expresiva, la<br />

pasión para exponer y documentar sus tesis<br />

y el tono cercano y dialogante con el lector.<br />

En las primeras páginas de las 436 de este<br />

volumen Jon E. Illescas, se presenta, expone<br />

su concepción de la educación y sintetiza<br />

las tesis que defiende en el libro. Parte del<br />

hecho de que en nuestra sociedad global se<br />

ha producido “un cambio brutal, cualitativo<br />

y exponencial en la forma de pensar de la<br />

juventud e incluso en su ánimo y filosofía<br />

vital”. Esta transformación se debe en gran<br />

medida a la “influencia tóxica de gran parte<br />

de la industria cultural y, sobre todo, de la<br />

industria musical en la educación”, gracias a<br />

la omnipresencia de las pantallas. El autor<br />

no muestra una actitud apocalíptica ante los<br />

nuevos medios de comunicación de masas,<br />

pero sí defiende que sus contenidos sean<br />

más humanos y educativos.<br />

100


Educación tóxica<br />

Sus cuatro tesis fundamentales son que la<br />

educación no solo es llevada a cabo por las<br />

familias y los profesores sino, sobre todo,<br />

por las pantallas; que el contenido de estas<br />

es tóxico para la educación de niños y<br />

adolescentes; que el ejemplo ejercido por<br />

MONSTRUOS<br />

minuciosamente. Entre otros detalles analiza<br />

la creación de ídolos y grandes éxitos,<br />

la sumisión de los contenidos, la corrupción<br />

de medios de comunicación y críticos, las<br />

conexiones con la mafia y la política y los<br />

controles ideológicos.<br />

cantantes, canciones y videoclips dominantes<br />

son todavía más tóxicos e influyentes y,<br />

finalmente, que mediante estos contenidos<br />

además de pervertir se consigue la pasividad<br />

y el control de la juventud.<br />

Los cinco capítulos siguientes se dedican<br />

a comentar los contenidos que proyectan<br />

estas pantallas en móviles, ordenadores,<br />

tabletas o televisiones. Se centra fundamentalmente<br />

en la música y los cantantes<br />

de los cien videoclips más promocionados<br />

por la industria, los que a finales de 2018<br />

superaban los cien millones de visitas en sus<br />

primeros quince días de lanzamiento. Sus<br />

temas son el culto a la riqueza para conseguir<br />

todos los placeres, la desvalorización<br />

del amor, la sexualización y cosificación del<br />

cuerpo humano, la exaltación del comercio<br />

y consumo de drogas, legales y prohibidas,<br />

la competitividad, la violencia y la agresividad<br />

y, por último, la ostentación del lujo, el<br />

hedonismo y el narcisismo.<br />

El funcionamiento del mercado musical,<br />

controlado por tres grandes compañías<br />

multinacionales dependientes de las correspondientes<br />

corporaciones, es descrito<br />

El autor parte de su experiencia como profesor<br />

de Secundaria y de las encuestas realizadas<br />

por él y otros profesores a los alumnos<br />

de sus institutos en las que se constata que<br />

los alumnos de 12 a 18 años dedican 9 horas<br />

diarias a las pantallas: 3 a redes sociales, 2,5<br />

al WhatsApp, 2 a YouTube, 1 a la televisión<br />

y 45 minutos a los videojuegos.<br />

Tanto la cantidad de tiempo que niños y<br />

adolescentes pasan expuestos a las pantallas<br />

como el contenido al que pueden acceder,<br />

incluida la pornografía o las apuestas,<br />

supone un gran peligro para su desarrollo<br />

intelectual, afectivo y emocional. El autor<br />

propone como alternativas listas de canciones<br />

y videoclips que defiendan valores humanistas,<br />

propuestas de juegos y actividades<br />

para realizar en el aula y sugerencias y consejos<br />

para las familias como, por ejemplo,<br />

un plan de consumo digital. No obstante,<br />

para el autor la auténtica alternativa a esta<br />

educación tóxica solo sería posible a través<br />

de un cambio revolucionario basado en un<br />

proyecto utópico que se plantea en las páginas<br />

finales del libro.<br />

Juan Gutiérrez Martínez-Conde<br />

>><br />

101


PEONZA #<strong>137</strong><br />

LEEMOS PARA QUE LEAN<br />

Reina del grito: Un viaje por los miedos<br />

femeninos<br />

Autora: Desirée de Fez<br />

Editorial: Blackie Books, Barcelona, 2020<br />

Este ensayo contesta muchas de las preguntas<br />

que se plantearon en el equipo de redacción<br />

cuando decidimos hacer un número<br />

monográfico sobre los monstruos. Desirée<br />

de Fez (Barcelona, 1977) es una especialista<br />

en cine de terror, autora de artículos y<br />

libros sobre el tema, que tiene la valentía y<br />

la generosidad de desnudarse ante el lector<br />

para mostrarle las inquietudes que le han<br />

acompañado hasta el momento de escribir<br />

este libro y que se origina cuando un día su<br />

hija de dos años se niega a ir a la guardería<br />

porque tiene muchísimo miedo.<br />

La autora se muestra extremadamente temerosa,<br />

como otras mujeres de la familia,<br />

y le preocupa transmitir esta obsesión a<br />

sus hijos. Por este motivo inicia un recorrido<br />

por su biografía reflexionando sobre<br />

todas las cosas que le han angustiado en la<br />

infancia, la adolescencia, la Universidad y<br />

en su vida como estudiosa del cine, en un<br />

ambiente totalmente masculino en el que<br />

tuvo que hacerse un hueco, sin renunciar a<br />

sus planteamientos como mujer. El libro se<br />

estructura en diecinueve capítulos, cada uno<br />

de ellos protagonizado por una película, que<br />

está asociada a un miedo concreto, aunque<br />

se comentan también otras. Algunos títulos<br />

son La profecía, La noche de Halloween, Crash,<br />

La semilla del diablo, ¿Quién puede matar a un<br />

niño? o El Exorcista.<br />

Desirée de Fez nos describe su miedo a no<br />

ser aceptada, a la sangre, al sexo, a ser agredida,<br />

al deseo, al embarazo, a envejecer, a<br />

fracasar como madre, al deterioro físico o a<br />

la pérdida de los seres queridos. Lo interesante<br />

del texto, además de la fluidez y amenidad<br />

con que está escrito, es la manera en<br />

que se interrelacionan los temores y las películas.<br />

La vida privada, las preocupaciones<br />

íntimas, las relaciones sociales o laborales y<br />

el cine conforman una amalgama vital compacta.<br />

El elemento que cohesiona la realidad<br />

y la ficción es el miedo, que la autora logra<br />

manejar o reducir gracias a la familia, los<br />

amigos, la terapia y, sobre todo las películas<br />

de terror, que le permiten proyectar sus<br />

temores, le aportan herramientas para enfrentarse<br />

a ellos y le facilitan establecer una<br />

distancia para poderlos observar y analizar.<br />

Juan Gutiérrez Martínez-Conde<br />

102


Reina del grito<br />

MONSTRUOS<br />

#<br />

103


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Comentado por…<br />

La vida de los monstruos<br />

Autor: David Aceituno<br />

Ilustrador: Roger Olmos<br />

Editorial: Astronave, Barcelona, 2018<br />

David Aceituno<br />

Escritor<br />

No hay infancia sin monstruos. Lo único<br />

que ocurre luego es que cambian de forma.<br />

El ser al que oíamos en mitad del pasillo<br />

puede mutar años después en el miedo a<br />

envejecer. Las sombras que veíamos en la<br />

habitación se transforman en temores aún<br />

más absurdos, que aprendemos a disimular.<br />

Quizá los monstruos reaparecen para recordarnos<br />

que en la vida debe haber un espacio<br />

para el enigma.<br />

Roger y yo habíamos trabajado juntos en<br />

dos álbumes infantiles. Por exigencia de<br />

ciertas pautas editoriales de esos dos trabajos,<br />

nos quedamos con ganas de hacer algo<br />

más acorde a nuestro gusto común: un álbum<br />

un poco más oscuro. Pasaron los años y<br />

aparcamos el tema hasta que un buen día esa<br />

idea empezó a orbitar cada vez más cerca.<br />

Después de un par de encuentros con Roger<br />

y de empezar a leer bestiarios medievales, la<br />

Trilogía mágica de Juan Perucho o los relatos<br />

de Yokai, preparé una primera propuesta.<br />

Teníamos claro que sería un catálogo de<br />

monstruos, pero ¿qué tipo de monstruos<br />

cabrían? ¿Inventados o sacados de leyendas?<br />

¿Cómo debíamos clasificarlos? Ante<br />

esa indecisión y la sospecha de que quizá<br />

no era buena idea hacer un mero catálogo<br />

de seres monstruosos, el editor de Astronave,<br />

Gerard Espelt, Roger y yo llegamos a<br />

la conclusión de que un hilo conductor nos<br />

podía dar mucha más libertad a la hora de<br />

plantear el libro. ¿Y si una abuela le contara<br />

a su nieta la colección de monstruos que<br />

ha ido acumulando a lo largo de los años?<br />

Desde ese primer monstruo que vio en el<br />

sótano de su casa cuando era una niña, hasta<br />

el último, con el que se cruza cuando ya es<br />

una anciana. Eso nos permitía dar cabida a<br />

todo tipo de monstruos y centrarnos en los<br />

que nos interesaban: los seres que se escondían<br />

detrás de lo inexplicable, en ese espacio<br />

para el enigma.<br />

Finalmente, en el álbum convivieron los<br />

monstruos domésticos, como el que cambia<br />

de sitio las llaves de casa, la criatura que<br />

despeina a los niños por la noche, el culpable<br />

de que los calcetines desaparezcan, con otro<br />

tipo de seres más inquietantes, por ejemplo,<br />

104


La vida de Los monstruos<br />

MONSTRUOS<br />

la criatura que hace que sintamos vértigo, el<br />

monstruo que provoca que nos olvidemos de<br />

las cosas o el responsable de que se nos cambie<br />

el ánimo de repente.<br />

El proceso del álbum no siguió una directriz<br />

fija. Igual Roger cuenta otra cosa distinta de<br />

cómo fue todo, porque tiene una memoria<br />

muy rara. A veces se exponían ideas y se barajaban<br />

propuestas en busca de las más viables.<br />

En cada reunión lo más rentable era escuchar<br />

con atención las sugerencias que Olmos<br />

soltaba con alegría. Rosdemora, el ser que<br />

empuja las cuerdas de un ascensor desde una<br />

buhardilla, es un monstruo de su infancia. En<br />

esos casos, yo adaptaba las ideas y le pasaba<br />

el texto al editor. Otras veces, en cambio, le<br />

hacía llegar mis propuestas a Gerard y era él<br />

quien aprobaba, afinaba o descartaba los textos<br />

antes de mandárselos a Roger. Además de<br />

ese diálogo a tres bandas, lo más interesante<br />

del proceso fue ver cómo las ilustraciones de<br />

Roger, su dedicación a los detalles y ese sentido<br />

del humor con trasfondo inquietante,<br />

iban dando forma a monstruos que podrían<br />

caminar entre nosotros.<br />

Roger Olmos<br />

Ilustrador<br />

La vida de los monstruos quizás sea uno de los<br />

libros más personales que hayamos hecho<br />

los dos, Aceituno y yo.<br />

Me acuerdo una noche, cuando todavía se<br />

podía, estábamos tomándonos unas cervezas<br />

y hablando de nuestras paridas de siempre.<br />

Y teníamos una espinita clavada los dos.<br />

Llevábamos un par de libros muy de besos,<br />

y los dos nos conocemos lo suficiente como<br />

para saber el nivel de “oscuritos” que somos.<br />

Y hablamos de hacer algo totalmente<br />

opuesto: Monstruos. Yo, como amante del<br />

género, David, supongo, para exteriorizar<br />

sus pensamientos más oscuros. Pero queríamos<br />

darle pinceladas de humor, de ternura,<br />

de melancolía, y de esas cosas que pasan<br />

de forma misteriosa, que pocas teorías han<br />

acertado a darles explicación y de las que<br />

seguramente un monstruo podría ser el responsable<br />

de todo.<br />

Un monstruo no es siempre alguien malvado<br />

(que los hay), o algo terrible (que también<br />

los hay). Por monstruo yo entiendo cual-<br />

105


PEONZA #<strong>137</strong><br />

COMENTADO POR…<br />

quier cosa que a uno le produzca rechazo,<br />

pero no por miedo a su aspecto, sino por ponerte<br />

en duda todo aquello a lo que estabas<br />

habituado. Situaciones que no entendemos,<br />

algo que nos provoca reacciones que vienen<br />

de muy adentro. Heridas mal cerradas, fenómenos<br />

paranormales a nivel doméstico, impulsos<br />

primitivos, volver a ser aquel chaval<br />

que trepaba a los árboles, aunque ahora te<br />

dé por intentarlo con traje, mocasines y corbata.<br />

Situaciones comunes que la edad nos<br />

ha hecho pasar por alto para buscarle alguna<br />

explicación, cuyo origen y porqué, viene explicado<br />

en estas páginas.<br />

El tema nos entusiasmó, las ideas llegaban<br />

a nuestra cabeza y nos salían por la boca de<br />

uno y los lápices del otro como las arcadas de<br />

un padre primerizo que le provocaba el cambiarle<br />

el pañal a su bebé de un vídeo que vi<br />

un día por internet. Teníamos tantas ideas y<br />

posibles teorías para explicar por qué cuesta<br />

abrir un bote de garbanzos, que es ese sentimiento<br />

irracional que nos empuja a arriesgarlo<br />

todo por algo ajeno a nosotros, que es<br />

eso que hace que te olvides de los nombres<br />

de las personas, o que hace que puedas traspasar<br />

muros con tu mente en mitad de una<br />

106<br />

cita con un pelmazo… O quién se encarga<br />

de que vuelvas a tu infancia tras un aroma,<br />

sonido o sabor… Y ahí creamos esta nuestra<br />

“Monstruología” aplicada que, de un modo<br />

divertido, melancólico y triste en ocasiones,<br />

permite que le puedas dar un sentido a todo<br />

aquello que has pasado tantas veces por alto<br />

y asimilado a tu rutina diaria.<br />

Seres genuinos mal llamados “monstruos”<br />

que no actúan a traición o por maldad. Después<br />

de leer este libro, lo que es seguro es<br />

que todos te caerán bien, no les has de temer.<br />

Yo veo víctimas de un sistema que les ha hecho<br />

esconderse en rincones oscuros, les han<br />

privado de ejercer su naturaleza abiertamente<br />

y que, a diferencia de otros monstruos<br />

más presentes y palpables en nuestras vidas,<br />

te muestran su rostro tal y como es, en lugar<br />

de los otros que se ocultan tras una máscara.<br />

Muchos quedaron en el tintero, pero ahí<br />

están, esperando. Que al igual que con los<br />

besos nos sobraron para dos títulos, sobre<br />

monstruos también iremos servidos.<br />

#


Educación tóxica<br />

MONSTRUOS<br />

107


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

Biblioteca<br />

Los osos tienen una gran<br />

presencia en la literatura<br />

infantil, especialmente en la<br />

dirigida a los más pequeños,<br />

siempre compartiendo con<br />

ellos historias diferentes. En<br />

este caso, la de la amistad de<br />

dos seres solitarios, un niño<br />

que busca un compañero<br />

para jugar y un plantígrado<br />

tímido que parece tener dificultades<br />

para relacionarse.<br />

El libro va relatando cómo<br />

se establece la comunicación<br />

entre dos personajes tan<br />

dispares, cómo a pesar de<br />

sus diferencias ambos comparten<br />

unas mismas necesidades<br />

de jugar y de querer.<br />

También es una historia de<br />

separación y de reencuentro<br />

que enseña a los pequeños a<br />

saber esperar y a no perder<br />

la esperanza.<br />

El niño y el Oso<br />

Autora: Tracey Corderoy<br />

Ilustradora: Sarah Massini<br />

Editorial: Astronave, Barcelona,<br />

2018, 14,95 €<br />

*<br />

**<br />

***<br />

****<br />

3 a 6 años<br />

A partir de 6 años<br />

A partir de 9 años<br />

A partir de 12 años<br />

***** Juvenil<br />

Los protagonistas están dibujados<br />

con unos trazos que<br />

aúnan delicadeza y espontaneidad.<br />

Con muy pocos<br />

detalles Sarah Massini consigue<br />

transmitir los diferentes<br />

estados de ánimo de los<br />

protagonistas, tristeza, alegría,<br />

curiosidad, sorpresa,<br />

entusiasmo o cariño. Los<br />

dos amigos viven en un bosque<br />

sutilmente recreado en<br />

el que se aprecian las diferentes<br />

texturas de la corteza<br />

de los árboles, la hierba, la<br />

nieve, el agua y la ropa. El<br />

vivo colorido va cambiando<br />

a lo largo de las estaciones<br />

pasando de los verdes primaverales<br />

a los ocres del<br />

otoño y los diferentes matices<br />

de blanco y azul del<br />

invierno. (JGMC)<br />

Edad:<br />

*<br />

Amapola<br />

Autora: Susana Peix<br />

Ilustradora: Carolina Luzón<br />

Editorial: Thule, Barcelona, 2021.<br />

14,95 €<br />

Amapola es diferente, su<br />

nombre se lo da el color de<br />

su piel y siempre camina con<br />

su madre buscando respuestas.<br />

Amapola es la protagonista<br />

de un texto sencillo,<br />

breve y directo, pero con<br />

gran calado sobre el amor incondicional.<br />

Un texto que se<br />

envuelve en unas poderosas<br />

y poéticas ilustraciones que<br />

Carolina Luzón ha trabajado<br />

con diversidad de técnicas<br />

entre las que destacan el dibujo<br />

y el collage. Ilustraciones<br />

a doble página en la que<br />

los paisajes se esconden y el<br />

dibujo se recorta para combinarse<br />

y tomar protagonismo<br />

entre pliegos rasgados de las<br />

más diversas texturas y otras<br />

figuras que dan cabida a los<br />

lápices de colores y las metáforas.<br />

Dibujos en las que los<br />

trazos gruesos y oscuros con<br />

rasgos de boceto mutan en<br />

108


MONSTRUOS<br />

el momento preciso en cuidadas<br />

y delicadas líneas con<br />

las que dar forma a intensas<br />

miradas que llegan al lector<br />

llenas de vida y dudas.<br />

Amapola es un bonito álbum<br />

ilustrado en el que el texto y<br />

las ilustraciones se combinan<br />

para atrapar al lector desde<br />

las mismas guardas, donde<br />

amapolas y dientes de león<br />

ya nos insinúan la belleza y<br />

gran diversidad plástica que<br />

aguarda en su interior. (AG)<br />

Edad:<br />

*<br />

Los osos del aire<br />

Autor e ilustrador: Arnold Lobel<br />

Traductor: Jorge de Cascante<br />

Editorial: Blackie Books, Barcelona,<br />

2021. 14,90 €<br />

El gran Arnold Lobel publicó<br />

este libro, que ahora<br />

traduce en España Blackie<br />

Little, en el año 1965, al comienzo<br />

de su carrera como<br />

escritor e ilustrador. Se advierten<br />

algunas diferencias<br />

en el estilo con respecto a<br />

los grandes clásicos que por<br />

sus méritos se han hecho tan<br />

populares en nuestro país (la<br />

serie Sapo y Sepo, Historias de<br />

ratones, Sopa de ratón…). La<br />

historia, dentro de su brevedad,<br />

tiene un desarrollo<br />

algo mayor, los dibujos no<br />

se encuentran confinados<br />

en el estrecho margen de un<br />

pequeño recuadro sino que<br />

se despliegan por la doble<br />

página, el grafismo se recrea<br />

algo más en el detalle.<br />

Sin embargo, son más las<br />

coincidencias. Las formales,<br />

uso limitado del color, en<br />

esta ocasión un monótono<br />

sepia, la sencillez de la composición<br />

que prescinde casi<br />

totalmente de los fondos de<br />

las escenas, las formas redondeadas<br />

de sus personajes.<br />

Y las de contenido, con<br />

una historia amable y positiva<br />

en la que los conflictos<br />

se superan por la vía de la<br />

comprensión, la colaboración<br />

y el afecto, todo ello<br />

relatado con un fino sentido<br />

del humor.<br />

El cuento habla de cuatro<br />

ositos que vivían en una cueva<br />

con su abuelo. Las prácticas<br />

enseñanzas del anciano<br />

chocan con el espíritu temeroso<br />

y libre de sus nietos lo<br />

que conduce al enfado del<br />

oso y el castigo de los pequeños.<br />

Pero como es habitual<br />

en Lobel, los acontecimientos<br />

acaban por imprimir un<br />

giro a la historia, en este<br />

caso, revelarán el valor de<br />

las estrafalarias aficiones de<br />

los ositos que resolverán una<br />

difícil situación. El final del<br />

libro supone el de las convenciones<br />

que regían la vida<br />

del abuelo oso que acaba por<br />

aceptar la existencia libertaria<br />

de sus nietos. (DGV)<br />

Edad:<br />

*<br />

Sonho<br />

Autora: Susa Monteiro<br />

Editorial: Pato Lógico, Lisboa, 2018.<br />

13 €<br />

Un hombre duerme en la<br />

rama de un árbol. Abre un<br />

ojo y salta al suelo en compañía<br />

de un tigre. Toman una<br />

fruta y la abren. Ante sus ojos<br />

se muestra la galaxia entera y<br />

ellos flotan entre las estrellas,<br />

entre los árboles, y se lanzan<br />

al agua. Unas serpientes de<br />

coral los acercan a la orilla<br />

y comienzan a ascender la<br />

ladera de un volcán. Dentro<br />

del cráter encuentran a<br />

una joven rodeada de flores<br />

y fumarolas. Un pájaro gigante<br />

los alza con sus garras<br />

y los lleva al desierto. Caen<br />

al lado de una casa llena de<br />

árboles. Dentro se abre una<br />

selva impenetrable habitada<br />

por muchos animales. Salen<br />

de la casa perseguidos por<br />

los animales y se duermen al<br />

borde de un acantilado.<br />

Susa Monteiro (Beja, Portugal,<br />

1979) crea este libro sin<br />

palabras con un gran derroche<br />

cromático. Las manchas<br />

invaden este relato visual<br />

onírico con abundantes contrastes<br />

de color. Especialmente<br />

atractivas resultan las<br />

transiciones entre algunas<br />

109


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

páginas: las rayas del tigre<br />

en primer plano dan paso a<br />

los troncos de los árboles del<br />

bosque, por ejemplo. Atractiva<br />

obra de esta creadora<br />

portuguesa estupendamente<br />

editada por el sello lisboeta.<br />

(Nicolás Santoveña)<br />

Edad:<br />

110<br />

*<br />

El león de Candela<br />

Autora: María Castro<br />

Ilustradora: Juliana Salcedo<br />

Editorial: Silonia, Madrid, 2021.<br />

16 €<br />

Los animales de peluche<br />

son buenos compañeros de<br />

juegos durante la infancia,<br />

pero también en las etapas<br />

siguientes de la vida. No es<br />

extraño que sobrevivan en<br />

el mundo adulto hasta que<br />

son adoptados por la siguiente<br />

generación. Candela,<br />

una niña de cuatro años,<br />

que protagoniza este cuento<br />

tiene como animal favorito<br />

nada menos que a un león,<br />

que la acompaña en el colegio,<br />

en el parque, en los juegos<br />

y cuando se va a dormir.<br />

María Castro se inspira en<br />

su propia familia para escribir<br />

esta historia de una niña<br />

feliz, llena de alegría y entusiasmo<br />

que cuenta con la<br />

complicidad de sus padres.<br />

La autora no busca educar,<br />

desea que sus lectores<br />

se rían, se sorprendan o se<br />

asusten, es decir, se emocionen.<br />

Esta es su mejor enseñanza,<br />

la invitación a disfrutar<br />

de la existencia y de los<br />

pequeños momentos vividos<br />

con intensidad. La ilustradora<br />

colombiana Juliana<br />

Salcedo comparte esta actitud<br />

vitalista con sus delicados<br />

dibujos a lápiz, de línea<br />

gruesa, que transmiten los<br />

sentimientos de los protagonistas.<br />

Las ilustraciones,<br />

coloreadas con sus lápices de<br />

la infancia y perfectamente<br />

secuenciadas, establecen un<br />

ritmo de lectura adaptado al<br />

texto al tiempo que llenan<br />

de movimiento las páginas<br />

de esta historia que se inicia<br />

y finaliza aprovechando las<br />

guardas del libro, cuidadosamente<br />

editado. (Francisco<br />

Puebla)<br />

Edad:<br />

*<br />

Seres fantásticos de tierra, agua,<br />

aire, fuego y más allá<br />

Autora: Ana Alcolea<br />

Ilustradora: Violeta Monreal<br />

Editorial: Anaya, Madrid, 2020.<br />

19,95 €<br />

Este libro-álbum presenta<br />

veintiocho criaturas fantásticas.<br />

La mayoría están<br />

tomadas de la civilización<br />

occidental, pero también<br />

hay algunas representativas<br />

de otras culturas. A lo largo<br />

de las ciento veinticinco<br />

páginas de buen gramaje<br />

estas fabulosas figuras se<br />

distribuyen en cuatro grupos<br />

correspondientes a los<br />

cuatro principales elementos<br />

del planeta. Cada uno de<br />

estos ambientes es habitado<br />

por siete entes prodigiosos<br />

surgidos de la imaginación,<br />

del miedo a lo desconocido<br />

o fruto de la inquietud<br />

existencial del ser humano.<br />

Pueblan las animadas hojas<br />

de este volumen amazonas,<br />

cíclopes, ogros, unicornios,<br />

sirenas, hadas, brujas, grifos,<br />

dragones, esfinges o momias,<br />

entre otros especímenes.<br />

En todos los casos es la propia<br />

figura fantástica la que<br />

se presenta a sí misma. Tras


MONSTRUOS<br />

destacar algunas de las características<br />

que más la definen,<br />

pasa a relatar aquellos<br />

recuerdos infantiles que más<br />

la pueden asemejar a las infancias<br />

de nuestra especie.<br />

Incluso los seres más terroríficos<br />

muestran en esta<br />

presentación su cara más<br />

amable. Muchos, también,<br />

muestran su preocupación<br />

por lo que está haciendo<br />

el hombre con el planeta.<br />

Cada una de estas semblanzas<br />

va precedida de unos<br />

versos, un juego de palabras<br />

o una adivinanza.<br />

Las ilustraciones de Violeta<br />

Monreal con tono risueño,<br />

fuerza expresiva y colores<br />

vibrantes, contribuyen a<br />

suavizar la imagen de algunos<br />

de los monstruos a la vez<br />

que neutralizan cualquier<br />

atisbo de espanto o pesadilla<br />

que su representación pudiera<br />

suscitar. Ciertamente<br />

en otros casos (unicornio,<br />

hadas o ave fénix) no es necesaria<br />

esta prevención al no<br />

despertar su aspecto ningún<br />

temor o inquietud. (PM)<br />

Edad:<br />

**<br />

Mi hermana y yo<br />

Autora e ilustradora: Rose Robbins<br />

Editorial: Loqueleo, Madrid, 2021.<br />

13,20 €<br />

El libro se complementa con<br />

otro título de la misma autora<br />

publicado simultáneamente<br />

por la editorial, ¡Hablar<br />

no se me da bien! Juntos<br />

abordan el tema del autismo<br />

desde dos perspectivas diferentes<br />

y complementarias: el<br />

de la niña afectada y el de su<br />

hermano, de una edad muy<br />

similar. Cada uno de los personajes<br />

asume la voz narrativa<br />

en primera persona en<br />

el libro que le corresponde.<br />

En este que comentamos, es<br />

el niño el que nos ofrece su<br />

perspectiva de la rica convivencia,<br />

a veces problemática,<br />

siempre gozosa, con su<br />

hermana autista. En cada<br />

doble página nos muestra las<br />

diferencias entre uno y otro<br />

para acabar subrayando todo<br />

aquello que les une intensamente.<br />

No evita los momentos<br />

conflictivos, como<br />

la escena en la que relata, “A<br />

veces mi hermana se porta<br />

mal con la yaya… Pero la<br />

yaya lo entiende, aunque yo<br />

no lo haga”.<br />

Los personajes aparecen representados<br />

como animales<br />

personificados a través de<br />

un grafismo, elemental en<br />

el trazo y en el cromatismo,<br />

que destaca la expresividad<br />

de los gestos y el dinamismo.<br />

Son dos libros que pretenden<br />

el acercamiento a una realidad<br />

complicada que afecta<br />

a un número importante de<br />

niños con los que conviven<br />

otros muchos, en la escuela<br />

y en el hogar. Estas lecturas<br />

pueden aportar a todos ellos<br />

una visión que les acerque a<br />

la comprensión de esa realidad.<br />

(DGV)<br />

Edad:<br />

**<br />

Clara Campoamor<br />

Autora: Manuela Carmena<br />

Ilustraciones: Wuji House<br />

Editorial: Shackleton Books,<br />

Barcelona, 2021. 9,40 €<br />

En el siglo XIX el apellido<br />

Campoamor era habitual en<br />

la Trasmiera de Cantabria.<br />

Manuel Campoamor nació<br />

en Santoña y su vida como<br />

contable lo llevó a trabajar<br />

en un periódico madrileño.<br />

Allí, en la capital de un reino<br />

bastante republicano, nació<br />

en 1888 Clara Campoamor.<br />

Fue una persona que se forjó<br />

a sí misma -telegrafista,<br />

111


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

mecanógrafa, abogada, política-,<br />

que logró cambiar<br />

las leyes españolas para que<br />

pudieran votar las mujeres.<br />

Esto ocurrió en 1931 y noventa<br />

años más tarde nos lo<br />

cuenta Manuela Carmena<br />

(Madrid, 1944) en un libro<br />

muy visual, narrado desde<br />

el punto de vista de una estatua<br />

que sigue observando<br />

el mundo del siglo XXI. Las<br />

estatuas hablan y la de Clara<br />

Campoamor en San Sebastián<br />

es la causante de la bella<br />

historia de una figura española<br />

bastante universal.<br />

Narrado en primera persona<br />

-la voz de la estatua-, el texto<br />

repasa los principales momentos<br />

de infancia y de concienciación<br />

política de Clara<br />

Campoamor. Su debate el 1<br />

de octubre de 1931 a favor<br />

del voto femenino con Victoria<br />

Kent en el Congreso<br />

es el centro del libro y casi<br />

su final. Sus vivencias de la<br />

guerra civil, el exilio argentino,<br />

su vida posterior en<br />

Suiza como influyente abogada<br />

no aparecen. La autora,<br />

alcaldesa de Madrid durante<br />

cuatro años, ha elegido un<br />

tono de contadora de historias<br />

afable para relatar anécdotas,<br />

momentos gratos y<br />

diálogos posibles.<br />

112<br />

Las ilustraciones siguen la<br />

moda de ser realizadas por<br />

una productora audiovisual<br />

que tan pronto te diseña un<br />

personaje, como te hace una<br />

serie de animación infantil.<br />

Resultan neutras y sin estilo<br />

definido: las caras parecen<br />

todas muy semejantes, hechas<br />

por un ordenador ya<br />

programado para moverlas<br />

digitalmente. Clara Campoamor<br />

llega a parecerse<br />

más a Ladybug que a las fotos<br />

existentes de ella.<br />

Pero, como buen producto<br />

editorial, el todo supera a las<br />

partes y hace cercanas a los<br />

lectores y lectoras actuales<br />

las biografías de mujeres y<br />

hombres importantes; Clara<br />

Campoamor lo fue y su cronista<br />

Carmena sabe contar<br />

retazos de su historia. (JFR)<br />

Edad:<br />

**<br />

El piano de Nina Simone<br />

Autor: David Aceituno<br />

Ilustradora: Julia Bereciartu<br />

Editorial: Astronave, Barcelona,<br />

2021. 16 €<br />

Eunice Kathleen Wayman<br />

es más conocida por<br />

su nombre artístico, Nina<br />

Simone (1933-2003). Fue<br />

una cantante, compositora<br />

y pianista estadounidense<br />

de jazz, blues, rhythm and<br />

blues, soul, gospel y pop.<br />

David Aceituno ha convertido<br />

su vida en un cuento para<br />

primeros lectores en el que<br />

se resaltan su pasión por la<br />

música y sus esfuerzos para<br />

triunfar como pianista a pesar<br />

de las dificultades que encuentra<br />

en su carrera debido<br />

al color de su piel.<br />

Julia Bereciartu realiza unas<br />

empáticas ilustraciones con<br />

unos personajes de rostros<br />

amables con grandes ojos y<br />

explicita sutilmente las referencias<br />

a las discriminaciones<br />

raciales, como la quema de<br />

una iglesia o la brutalidad de<br />

la policía. Deja para el lector<br />

adulto la explicación de estos<br />

hechos o expresiones como<br />

¡Qué frutos tan amargos daban<br />

los árboles del sur! que, como<br />

sabemos, recuerda los cadáveres<br />

de negros colgando de<br />

las ramas. También se sugieren,<br />

adaptadas a la edad de<br />

los lectores, sus problemas<br />

emocionales y su militancia<br />

en el movimiento afroamericano<br />

en defensa de los derechos<br />

civiles. (JGMC)<br />

Edad:<br />

**


MONSTRUOS<br />

Érase una vez…<br />

Cinco historias en papel<br />

Autora: Antonia Rodenas<br />

Ilustradora: Carme Solé Vendrell<br />

Editorial: Anaya, Madrid, 2020.<br />

14 €<br />

Este volumen recoge los<br />

cinco libros escritos por Antonia<br />

Rodenas e ilustrados<br />

por Carme Solé entre 1997<br />

y 2016. Cinco álbumes de<br />

pequeño formato que Anaya<br />

fue publicando a lo largo de<br />

casi veinte años y que muestran<br />

una unidad temática y<br />

de estilo (en el texto y en las<br />

imágenes) que hacen muy<br />

oportuna esta recopilación.<br />

La coherencia que presentan<br />

los cinco títulos se basa<br />

en el protagonismo de los<br />

niños (salvo el último, Cerca<br />

de la selva, cuyos personajes<br />

son animales), el tono vital<br />

y positivo, la delicada sensibilidad,<br />

la comprensión del<br />

universo infantil –su visión<br />

animista de la realidad, sus<br />

preocupaciones y conflictos,<br />

su alegría, sus sueños y<br />

juegos- y una sintonía fluida<br />

entre las dos autoras.<br />

Antonia Rodenas escribe<br />

textos breves, cargados de<br />

intención. Sus textos son<br />

poéticos y musicales (tanto<br />

si adoptan formas líricas, los<br />

haikus de “Al corro de las<br />

palabras”, como si se trata<br />

de prosa). Quiero mi chupete<br />

y Sueños cuentan dos historias<br />

en las que niños que<br />

viven dos realidades diferentes<br />

(Europa, África) contemplan<br />

el mundo con una<br />

misma mirada iluminada<br />

por el poder de la fantasía.<br />

Carme Solé emplea estilos<br />

diversos, con técnicas y<br />

materiales diferentes, pero<br />

en todo caso, con su trazo<br />

y su cromatismo tan personales<br />

y reconocibles. Utiliza<br />

el fondo de la página para<br />

enmarcar los encuadres,<br />

equilibrados y elegantes.<br />

En “Un puñado de besos”<br />

cuenta la historia a través<br />

de los rostros al óleo de los<br />

pequeños protagonistas, en<br />

un arriesgado ejercicio narrativo<br />

gráfico resuelto con<br />

maestría. (DGV)<br />

Edad:<br />

**<br />

Las aventuras de Zank & Zoe<br />

Autor e ilustrador: Mikel Valverde<br />

Editorial: Harperkids, Madrid, 2019.<br />

12,82 €<br />

Zoe es una intrépida aventurera<br />

de ocho años a la que<br />

le encanta montar en bici.<br />

Zank, amigo inseparable de<br />

Zoe, es un perro muy inteligente<br />

y con un corazón tan<br />

grande como el de ella. La<br />

relación entre ambos es tan<br />

estrecha que nuestra protagonista<br />

interpreta lingüísticamente<br />

los ladridos del can<br />

del mismo modo que este<br />

entiende lo que ella le dice.<br />

Juntos forman una pareja<br />

valiente y muy eficaz cuando<br />

se proponen una empresa.<br />

En este caso tendrán que<br />

buscar la forma de ayudar a<br />

la señora que regenta la pastelería<br />

del barrio y así evitar<br />

que cierre debido a la crisis<br />

de ventas. La idea partió del<br />

abuelo y consistía en que<br />

nuestra protagonista compitiera<br />

en una carrera ciclista<br />

con un maillot que anunciara<br />

el nombre de la pastelería;<br />

de esta forma la publicidad<br />

“Pastas y Galletas Tea” se<br />

vería en toda la comarca, y<br />

podría ayudar al crecimiento<br />

del número de clientes. Si<br />

además ganaba la prueba, la<br />

repercusión en los medios<br />

sería aún mayor, claro.<br />

El abuelo y su buen amigo,<br />

un capitán de barco jubilado,<br />

se encargaron de la<br />

puesta a punto de la bicicleta,<br />

de las publicidades y<br />

del avituallamiento y demás<br />

asistencia en ruta de nuestra<br />

protagonista. Sin embargo,<br />

la carrera se verá salpicada<br />

de incidentes, por aquellos<br />

que querrán conseguir la<br />

victoria a cualquier coste.<br />

La verdadera aventura ya no<br />

será ganar, sino superar los<br />

obstáculos ajenos a la competición<br />

deportiva.<br />

113


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Entrañable relación abuelonieta<br />

en un relato ágil, fresco<br />

y ameno servido en un volumen<br />

editado con esmero e<br />

iluminado profusamente con<br />

ilustraciones alegres, graciosas<br />

y ocurrentes.<br />

Al título que comentamos le<br />

sigue La carrera de los Dioses,<br />

en lo que se perfila como<br />

una nueva serie de aventuras<br />

escrita e ilustrada por Mikel<br />

Valverde. (PM)<br />

Edad:<br />

** / ***<br />

Las piñas de la ira<br />

Autora e ilustradora: Cathon<br />

Traductor: Raúl Martínez<br />

Editorial: La Cúpula, Barcelona,<br />

2021. 17,90 €<br />

114<br />

Con sentido del humor y<br />

ternura Cathon escribe y<br />

dibuja este cómic protagonizado<br />

por una joven alegre<br />

e inocente que trabaja de<br />

camarera en el bar-karaoke<br />

tropical The Golden Piña.<br />

Marie Pomme vive en la<br />

comunidad hawaiana de la<br />

pequeña ciudad de Trois-<br />

Rivières en Canadá. Es una<br />

gran aficionada a los relatos<br />

policíacos y su vida transcurre<br />

con normalidad hasta<br />

que un día al regresar a su<br />

casa descubre a su vecina<br />

muerta. El policía que ha<br />

quedado de guardia piensa<br />

que el fallecimiento se debe<br />

a que la antigua atleta Bonnie<br />

Lavallée bebía demasiado,<br />

pero la protagonista<br />

cree que ha sido asesinada.<br />

A lo largo de la investigación<br />

van apareciendo originales<br />

personajes y diferentes<br />

escenarios, la bolera,<br />

la playa, el motel Coconut<br />

o tugurios como el bar Barracuda.<br />

Tanto las personas<br />

como los lugares son descritos<br />

cada uno en una página<br />

en la que se sintetizan<br />

visualmente los datos principales<br />

que les caracterizan.<br />

También con tono irónico<br />

van apareciendo los tópicos<br />

del género negro a lo largo<br />

de esta divertida historia en<br />

la que el lector se identifica<br />

fácilmente con la ingenuidad<br />

de la joven detective.<br />

Catherine Lamontagne-<br />

Drolet Cathon, nació en<br />

Quebec en 1990, se licenció<br />

en Artes Visuales y Mediáticas,<br />

es ilustradora y autora<br />

de literatura infantil. Esta es<br />

su primera obra traducida al<br />

castellano, pero deseamos<br />

poder disfrutar del resto de<br />

sus creaciones. (JGMC)<br />

Edad:<br />

***<br />

Desde 1880<br />

Autor: Pietro Gottuso<br />

Editorial: Kalandraka, Pontevedra,<br />

2020. 15,20 €<br />

BIBLIOTECA<br />

Desde 1880 está abierta una<br />

librería en una ciudad europea.<br />

Catorce dobles páginas<br />

muestran una foto fija: librería,<br />

portal y primer piso de<br />

viviendas y galería de arte,<br />

un negocio que va cambiando<br />

con el transcurrir de la<br />

historia. A lo largo de estas<br />

catorce escenas vemos pasar<br />

el tiempo y con él algunos<br />

de los cambios que la vida<br />

ha experimentado en estos<br />

ciento cuarenta años: evolución<br />

de los vehículos desde<br />

los coches de caballos hasta<br />

los actuales, las modas en el<br />

vestir, la Historia con las dos<br />

guerras mundiales y la vida<br />

de las personas reflejada en<br />

la familia que regenta la librería.<br />

El autor nos hace un<br />

guiño en el tiempo: el personaje<br />

que aparece en la primera<br />

imagen, 1880, saluda a los<br />

transeúntes en la última con<br />

su sombrero de copa y su<br />

ropa de finales del XIX.<br />

Pietro Gottuso (Verona, Italia,<br />

1987) crea un álbum silente<br />

con imágenes realistas<br />

y con tonos apagados donde<br />

juegan un papel primordial<br />

las luces y los volúmenes.


Este su primer libro ha sido<br />

el ganador del XIII Premio<br />

Internacional Compostela<br />

de Álbumes Ilustrados 2020.<br />

(Nicolás Santoveña)<br />

Edad:<br />

***<br />

He visto un pájaro carpintero<br />

Autor: Marcin Skibinski<br />

Ilustradora: Ala Bankroft<br />

Traductores: Katarzyna Moloniewicz<br />

y Abel Murcia<br />

Editorial: Fulgencio Pimentel,<br />

Logroño, 2020. 19 €<br />

Un libro de cuidada edición<br />

entelado en rojo en su lomo<br />

y luminosa portada. Un<br />

cuaderno manuscrito en polaco<br />

con sencillas oraciones<br />

en pauta, cuya traducción<br />

salta de las hojas para mezclarse<br />

en escuetos recortes<br />

mecanografiados con unas<br />

exuberantes ilustraciones a<br />

doble página. Una mirada<br />

infantil sobre unas plácidas<br />

vacaciones estivales que, sin<br />

quererlo, se tornará presagio<br />

de la barbarie y testigo<br />

de la historia.<br />

Entre el 15 de julio de 1939,<br />

que Michal caligrafió: “He<br />

ido al río con mi hermano<br />

y mi maestra”, hasta el 15<br />

de septiembre de 1939, que<br />

escribe la última oración del<br />

cuaderno, hay multitud de<br />

paseos; helados, tormentas,<br />

plantas y animales; esperas,<br />

lecturas, visitas… y unas bellas<br />

ilustraciones en acrílico,<br />

que Helena Stiasny firma<br />

bajo el seudónimo artístico<br />

de Ala Bankroft, basadas en<br />

paisajes de su propia infancia<br />

y que, cargadas de color<br />

y juegos de luces, complementan<br />

con maestría el<br />

recorrido del texto y van<br />

mutando, desde la vitalidad<br />

de los cielos despejados en<br />

verano hasta los grises nubarrones<br />

de la desolación<br />

y el terror de la guerra que<br />

acabará por estallar.<br />

Un sencillo y enigmático<br />

diario escrito en 1939 por<br />

un niño de ocho años que,<br />

81 años después, se convierte<br />

en un pequeño tesoro con<br />

forma de libro ilustrado. Un<br />

conmovedor libro que será<br />

justo merecedor de mención<br />

en la Feria de Bolonia<br />

2020 y traducido a diferentes<br />

idiomas, entre ellos, el<br />

español en una bella apuesta<br />

de la editorial Fulgencio Pimentel<br />

que nos brinda la enseñanza<br />

oculta de esta obra<br />

sin edad, escrita con manos<br />

infantes en el pasado pero<br />

vital y necesaria para ser<br />

leída por ojos del presente.<br />

(AG)<br />

Edad:<br />

***<br />

Cajita de fósforos<br />

Autor: Varios autores<br />

Ilustrador: Juan Palomino<br />

MONSTRUOS<br />

Editorial: Ekaré, Barcelona, 2020.<br />

12 €<br />

Treinta y seis poemas de<br />

otros tantos escritores hispanoamericanos<br />

componen<br />

esta antología de poemas sin<br />

rima. La selección está realizada<br />

por Adolfo Córdova,<br />

periodista, escritor e investigador<br />

mexicano. Desde<br />

Gabriela Mistral a Juan<br />

Ramón Jiménez, pasando<br />

por Gloria Fuertes, Aquiles<br />

Nazoa, Jorge Luis Borges,<br />

María Elena Walsh, Jorge<br />

Luján, María Teresa Andruetto,<br />

Marina Colasanti o<br />

María José Ferrada.<br />

Diversos son los temas que<br />

abordan los poetas y que<br />

Adolfo Córdova ha juntado<br />

en parejas en cada doble página<br />

para que el ilustrador<br />

pinte una imagen que comparten<br />

ambos. El libro se<br />

cierra con la relación de los<br />

poemas y los libros a los que<br />

pertenecen y con una breve<br />

biografía de cada creador.<br />

Las ilustraciones, plenas de<br />

colorido, ingenuidad, sutileza<br />

y espontaneidad pertene-<br />

115


PEONZA #<strong>137</strong><br />

cen a Juan Palomino (México<br />

DF, 1984) ganador del<br />

Catálogo Iberoamericano<br />

de Ilustración y del Premio<br />

Feria de Bolonia-Fundación<br />

SM en 2016. (Nicolás Santoveña)<br />

Edad:<br />

116<br />

***<br />

Otra vez palomitas<br />

Autora e ilustradora: Sara Valverde<br />

González<br />

Editorial: Autoedición, Santander,<br />

2020. 16 €<br />

Hay muchas historias de<br />

dos hermanas, pero pocas<br />

como las autobiográficas<br />

que narra una escritora y dibujante<br />

santanderina, primeriza<br />

en el mundo de la ilustración<br />

y la escritura. Sara<br />

Valverde cuenta episodios<br />

de vida con su hermana,<br />

quince meses mayor. Una<br />

persona con la etiqueta de<br />

discapacidad mental pero<br />

que a ojos fraternos es una<br />

persona normal que entiende<br />

el mundo que le rodea de<br />

forma distinta.<br />

El libro, artesanal, nos<br />

cuenta muchos episodios de<br />

esta relación donde el buen<br />

humor está presente y la autora<br />

lo derrocha en más de<br />

cien páginas que son una<br />

sucesión de vivencias reales.<br />

Pequeños episodios contados<br />

en tres-cuatro páginas<br />

cada uno, en un formato<br />

fanzine que hace más identificable<br />

el mensaje, juntando<br />

textos, bocadillos de cómic<br />

y unas ilustraciones sencillas<br />

pero eficaces. Un epílogo<br />

final nos muestra lo difícil<br />

que es para su hermana entender<br />

una pandemia, algo<br />

que pide continuidad.<br />

Un libro hecho con mucho<br />

cariño, que puede concienciar<br />

y entretener a todo tipo<br />

de lectores y edades. Se vende<br />

en librerías de Santander<br />

y en esos sistemas de compra<br />

por internet. (JFR)<br />

Edad:<br />

***<br />

Caperucita Roja (primero sueño)<br />

Autor e ilustrador: Gabriel Pacheco<br />

Editorial: Diego Pun, Santa Cruz de<br />

Tenerife, 2020. 20,90€<br />

El sueño todo, en fin, lo poseía;<br />

/ todo, en fin, el silencio lo ocupaba.<br />

Los versos de sor Juana<br />

Inés de la Cruz cierran esta<br />

obra del creador mexicano<br />

Gabriel Pacheco (Ciudad de<br />

México, 1973). Él se inspira<br />

en diversos fragmentos de la<br />

obra Primero sueño, la creación<br />

más larga y personal<br />

de la monja jerónima, versos<br />

complejos y oníricos que<br />

comienzan con el atardecer<br />

del ser humano, el sueño de<br />

la naturaleza y del hombre.<br />

Transita por el ansia de conocimiento<br />

del ser humano<br />

y finaliza con el despertar de<br />

los sentidos. Estos 975 versos<br />

que se publicaron en 1692,<br />

poema único en el Siglo de<br />

Oro a juicio de Octavio Paz,<br />

inspiran a Pacheco en su recreación<br />

del cuento universal<br />

Caperucita Roja.<br />

Gabriel versiona la historia<br />

de la niña de la caperuza<br />

en treinta y dos imágenes a<br />

doble página. Amplía la historia<br />

con un sueño y varios<br />

episodios más vividos entre<br />

los personajes. Los fondos,<br />

espacios amplios sin paisaje,<br />

acogen a los personajes de<br />

la historia a los que se suman<br />

los árboles, el bosque y<br />

los objetos. Destaca el gran<br />

tamaño que otorga al lobo<br />

en comparación con el resto,<br />

magnificando el temor<br />

que genera. Desde el punto<br />

de vista formal, se aprecian<br />

elementos comunes a otros<br />

libros como los árboles azules;<br />

aunque esta obra es más<br />

austera en formas que las últimas,<br />

como Barba Azul. Los<br />

colores son fríos y grises sobre<br />

los que sobresale el rojo<br />

de la caperuza y el azul característico<br />

del ilustrador azteca.<br />

Obra magníficamente editada<br />

por Diego Pun Ediciones,<br />

joven proyecto que viene desde<br />

Tenerife con ánimo universal.<br />

(Nicolás Santoveña)<br />

Edad:<br />

***<br />

BIBLIOTECA


MONSTRUOS<br />

reloj de pared del comedor.<br />

La trama se desarrolla resolviendo<br />

algunos de los misterios<br />

mientras se abren otros<br />

que mantienen el interés del<br />

relato y avivan la curiosidad<br />

del lector.<br />

Victoria sueña<br />

Autor: Timothée de Fombelle<br />

Ilustrador: Albert Asensio<br />

Traductor: Delfín G. Marcos<br />

Editorial: Nórdica, Madrid, 2019.<br />

7,49 €<br />

Victoria es una preadolescente<br />

con un mundo interior<br />

agitado, ameno, burbujeante.<br />

Sueña con aventuras<br />

en países exóticos, misiones<br />

peligrosas o persecuciones<br />

arriesgadas. En el polo<br />

opuesto está la realidad cotidiana<br />

de un pueblo aburrido<br />

y una familia anodina.<br />

Ella es una gran lectora y es<br />

de los libros, que siempre le<br />

acompañan, de donde toma<br />

el alimento que nutre su extraordinaria<br />

vida interior.<br />

Sin embargo, ha empezado<br />

a observar que de un tiempo<br />

a esta parte suceden cosas<br />

extrañas a su alrededor que<br />

ella creía que solo ocurrían<br />

en los libros. Siente que alguien<br />

la persigue, sorprende<br />

a un cowboy conduciendo el<br />

coche de su padre, detecta<br />

que están desapareciendo<br />

misteriosamente libros de la<br />

estantería de su habitación<br />

y descubre perpleja que, de<br />

un día para otro, también ha<br />

desaparecido el majestuoso<br />

De nuevo la literatura,<br />

mientras juega con la aventura<br />

y el misterio, nos habla<br />

de la frontera entre la ingenuidad<br />

infantil y el tránsito<br />

hacia la toma de conciencia<br />

del mundo de los mayores.<br />

Para nuestra protagonista<br />

ello supondrá una nueva<br />

forma de relacionarse con<br />

los demás, experimentar<br />

sentimientos hasta ahora<br />

desconocidos, abandonar<br />

paulatinamente la niñez y<br />

estrenar una nueva vida.<br />

Este volumen, de hermoso<br />

diseño, rinde tributo a la lectura<br />

como inagotable fuente<br />

de oportunidades tanto para<br />

el cambio personal como<br />

para la transformación de la<br />

comunidad en la que el lector<br />

se desarrolla. (PM)<br />

Edad:<br />

***<br />

Siete llaves para abrir los sueños<br />

Autor: Alfredo Gómez Cerdá<br />

Ilustrador: David Pintor<br />

Editorial: Kalandraka. Pontevedra,<br />

2020. 15 €<br />

Imagina un libro en el que<br />

siete figuras imprescindibles<br />

de la literatura infantil y juvenil,<br />

cada uno con su propia<br />

personalidad e identidad<br />

creativa, protagonicen siete<br />

relatos totalmente impregnados<br />

de sus inconfundibles<br />

universos literarios. Imagina<br />

un inesperado reencuentro<br />

con Gianni Rodari, Tomi<br />

Ungerer, Astrid Lindgren,<br />

Juan Farias, Chistine Nöstlinger,<br />

Roald Dahl y Gloria<br />

Fuertes, todos en un mismo<br />

libro y, del otro lado, convertidos<br />

en protagonistas.<br />

Eso es Siete llaves para abrir<br />

los sueños. Siete relatos que<br />

Alfredo Gómez Cerdá atinadamente<br />

ha escrito en<br />

base a sus recuerdos de joven<br />

lector y su trayectoria como<br />

experimentado escritor. Un<br />

cuidado texto, repleto de<br />

referencias y guiños a personajes<br />

y escenarios que se<br />

mueven entre lo literario y<br />

lo real, y que se disfruta intensamente<br />

de principio a<br />

fin, del tirón o por etapas,<br />

como cada lector prefiera de<br />

117


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

acuerdo con sus afinidades y<br />

preferencias.<br />

Las ilustraciones de David<br />

Pintor complementan perfectamente<br />

el texto desde<br />

una doble perspectiva: una<br />

ilustración para cada historia<br />

y otra para cada protagonista.<br />

Todo un acierto<br />

teniendo en cuenta el largo<br />

bagaje de Pintor en el mundo<br />

de la caricatura.<br />

En definitiva, un libro entrañable<br />

que nos devuelve<br />

a esos fantásticos mundos<br />

que los siete elegidos nos<br />

legaron a través de sus libros<br />

y que, aunque no nació<br />

como homenaje; a ojos del<br />

lector, además de disfrute y<br />

anzuelo para conocer otras<br />

obras, puede ser reencuentro<br />

y merecida celebración<br />

de esos grandes autores y<br />

autoras que nos deja para<br />

siempre la literatura infantil<br />

y juvenil. (AG)<br />

Edad:<br />

118<br />

***<br />

Renacimiento<br />

Guion y dibujos: Pedro Cifuentes<br />

Editorial: Desperta Ferro, Madrid,<br />

2021. 19,95 €<br />

Afortunadamente, la aventura<br />

continúa. El proyecto<br />

Historia del Arte en Cómic<br />

llega a un momento esplendoroso<br />

de la cultura humana,<br />

el Renacimiento durante<br />

los siglos XV y XVI en Europa<br />

y América. El profesor<br />

Pedro Cifuentes consigue<br />

de nuevo embarcarnos en<br />

un viaje a algunas de las<br />

ciudades más hermosas del<br />

mundo en el que la diversión<br />

y el conocimiento están<br />

garantizados con la compañía<br />

de los alegres protagonistas:<br />

cinco adolescentes,<br />

un perro y el profe.<br />

En esta tercera entrega tendrán<br />

como guías a una serie<br />

de historiadores y artistas<br />

excepcionales: León Battista<br />

Alberdi, Michelangelo Buonarroti,<br />

Leonardo da Vinci,<br />

Giorgio Vasari, Masaccio o<br />

Sandro Botticelli (Barrilete).<br />

También les acompañan<br />

algunas mujeres, entre<br />

ellas la noble Giovanna<br />

degli Albizzi y la pintora<br />

Sofonisba Anguissola, que<br />

aprovecha para hacer algunas<br />

reivindicaciones. Mención<br />

especial hay que hacer<br />

del novelista Stendhal y su<br />

famoso síndrome, que dan<br />

mucho juego al autor con<br />

sus golpes de humor.<br />

El formato apaisado y las<br />

generosas dimensiones del<br />

libro permiten disfrutar de<br />

las reproducciones realistas<br />

de ciudades como Florencia,<br />

en horizontal, o de los<br />

tres cuadros del Greco, en<br />

vertical, en los que se aprecia<br />

la evolución de su estilo.<br />

Aunque lo más espectacular<br />

son los frescos de la Capilla<br />

Sixtina y las correspondientes<br />

explicaciones en un cuadríptico<br />

desplegable.<br />

El dibujo de Pedro Cifuentes<br />

es caricaturesco con los<br />

personajes, realista con los<br />

escenarios, se estiliza al reproducir<br />

los cuadros y se<br />

hace más oscuro en los momentos<br />

dramáticos como el<br />

Saco de Roma o en las páginas<br />

finales que anticipan el<br />

Barroco. Entre sus hallazgos<br />

narrativos destacan las páginas<br />

en las que los personajes<br />

se introducen en los cuadros,<br />

convertidos en viñetas,<br />

de Peter Brueghel el Viejo,<br />

Paolo Uccello, Benozzo<br />

Gozzolli o Tintoretto. En<br />

resumen, un excelente trabajo<br />

de documentación que<br />

demuestra el ingenio del autor<br />

para poner orden y contar<br />

con claridad y amenidad<br />

los entresijos de una época<br />

tan compleja como la del<br />

Renacimiento. (JGMC)<br />

Edad:<br />

***


MONSTRUOS<br />

Cuando el mundo era joven todavía<br />

Autor: Jürg Schubiger<br />

Ilustradora: Rotraut Susanne Berner<br />

Traductoras: Amaya Bárcena y<br />

Marisa Barreno<br />

Editorial: Anaya, Madrid, 2014.<br />

10,45 €<br />

Compuesto por relatos<br />

breves agrupados en seis<br />

bloques temáticos -Cielo<br />

y tierra, Cosas, Animales,<br />

Nombres, Enigmas y magia<br />

y Otra vida-, este libro<br />

reúne cuentos, escenas ingeniosas,<br />

fragmentos, bocetos<br />

de historias, fantasías<br />

y sueños en los que el autor<br />

nos presenta el mundo<br />

como pudo ser antes de que<br />

fuera como ahora lo vemos.<br />

Quizá por eso, en ocasiones<br />

evoca el paraíso.<br />

Protagonizados por personajes<br />

extravagantes de muy<br />

diversa condición, las ingeniosas<br />

escenas, los sucesos<br />

descabellados y los sorprendentes<br />

desenlaces descolocan<br />

al lector y le animan a<br />

realizar una nueva lectura<br />

más reposada en busca de<br />

una interpretación distinta,<br />

más rica y profunda, más<br />

completa y gozosa. Pensamiento<br />

y literatura se dan<br />

la mano en unas historias<br />

narradas con una libertad<br />

sorprendente y una frescura<br />

deliciosa que nos dejan embobados<br />

y nos contagian el<br />

placer de leer. De manera<br />

sutil, Jürg Schubiger, Premio<br />

Andersen 2008 por el<br />

conjunto de su obra, aborda<br />

los temas más diversos; y<br />

nos anima a no dar nada por<br />

sentado, a que nos hagamos<br />

preguntas y más preguntas.<br />

Las inconfundibles ilustraciones<br />

de Rotraut Susanne<br />

Berner, Premio Andersen<br />

de Ilustración 2016, de un<br />

estilo alegre, desenfadado<br />

y divertido, contienen gran<br />

número de detalles que nos<br />

sacan una sonrisa. En esta<br />

edición, encuadernado en<br />

tapa blanda, un libro para<br />

cualquier edad, mezcla de<br />

ingenuidad, absurdo, ironía,<br />

ternura, poesía y humor.<br />

Una obra deliciosa que<br />

provoca asombro y anima a<br />

contemplar el mundo como<br />

si lo estuviéramos viendo<br />

por primera vez. (JLP)<br />

Edad:<br />

****<br />

Niñato entrometido<br />

Autor: Alfredo Gómez Cerdá<br />

Editorial: Edelvives, Zaragoza, 2021.<br />

10,75€<br />

De Alfredo Gómez Cerdá<br />

(Madrid, 1951) dicen que es<br />

un escritor difícil de encasillar<br />

después de más de 160<br />

títulos escritos, unas cuantas<br />

decenas de premios, cambios<br />

temáticos frecuentes y<br />

una pasión por las historias<br />

que puedan gustar a los lectores<br />

infantiles y juveniles.<br />

Si existe el atrapasueños puede<br />

existir el atrapalectores,<br />

algo que consigue siempre<br />

A.G.C.<br />

Esta vez se dirige a un público<br />

juvenil -en torno a los<br />

catorce años y tres meses del<br />

protagonista de su último<br />

libro- con una novela a ratos<br />

policiaca, a ratos de una<br />

pandilla resuelta a resolver<br />

el misterio de dos muertes.<br />

Unas pequeñas vacaciones<br />

de una familia madrileña aficionada<br />

a viajar en caravana<br />

los lleva a un pueblo mediterráneo<br />

que habla valenciano<br />

y tiene una carretera final<br />

llena de curvas peligrosas.<br />

Un túmulo de piedras con<br />

una foto reciente -monu-<br />

119


PEONZA #<strong>137</strong><br />

mento funerario frecuente<br />

en muchos caminos y arcenes-<br />

será el disparadero de<br />

un misterio que tendrá solución.<br />

Un toque de primeros<br />

amores, otro de padres<br />

originales y un enigma que<br />

avanza rápidamente son los<br />

elementos que llevan a hacer<br />

del joven entrometido Paul<br />

-14:3 años- alguien cercano.<br />

Lectura veraniega de una<br />

colección que debiera cuidar<br />

que las cubiertas respondan<br />

a lo que la novela<br />

cuenta, incluso con una frase<br />

promocional que dice lo<br />

contrario de lo que ocurre.<br />

(J.F.R.)<br />

Edad:<br />

120<br />

****<br />

Maestros de la Música<br />

Autores e ilustradores: Mick<br />

Manning y Brita Granström<br />

Traductora: Sara Bueno Carrero<br />

Editorial: Anaya, Madrid, 2020.<br />

15 €<br />

La pareja de autores de este<br />

libro lo son también de otro<br />

titulado Maestros de la Pintura<br />

y de una monografía<br />

sobre los Beatles, todas ellas<br />

obras pensadas para niños<br />

(también han publicado,<br />

juntos y por separado, varios<br />

títulos de literatura infantil).<br />

El libro realiza un necesariamente<br />

apresurado viaje<br />

por la historia de la música<br />

desde sus primeras formas<br />

en los tiempos prehistóricos<br />

y la primera composición<br />

escrita conocida hasta nuestros<br />

días. En medio, la música<br />

popular, la medieval, las<br />

diferentes épocas de la llamada<br />

música clásica, el jazz,<br />

el rock and roll, el pop, el<br />

rap y un largo y variado etcétera,<br />

casi inabarcable. Hay<br />

que entender el libro como<br />

un intento de presentar el<br />

ingente patrimonio musical<br />

de la Humanidad a través de<br />

los siglos de una forma ordenada<br />

y comprensible, como<br />

un acercamiento a la riqueza<br />

que representa y una invitación<br />

a explorar los infinitos<br />

caminos que ofrece este arte<br />

universal y tan íntimamente<br />

ligado al ser humano.<br />

A cada uno de los breves<br />

capítulos le adjudican una<br />

doble página con información<br />

de la época o género<br />

musical de que se trata, referencias<br />

a sus autores más<br />

destacados, instrumentos,<br />

datos biográficos e históricos…<br />

y una parte gráfica<br />

(fotografías e ilustraciones)<br />

muy didáctica. Y un complemento<br />

enormemente<br />

interesante: propuestas de<br />

audiciones representativas<br />

del apartado, fácilmente accesibles<br />

a través de las plataformas<br />

musicales o de vídeo.<br />

Por esta vía, la obra alcanza<br />

una enorme interactividad y<br />

completa la propuesta.<br />

A la hora de hablar de los<br />

siglos XX y XXI, el libro se<br />

centra de forma abrumadora<br />

en las músicas anglosajonas,<br />

con una representación apenas<br />

marginal de la de otras<br />

procedencias. En cualquier<br />

caso, el intento resulta solvente<br />

y puede animar a los<br />

lectores aficionados a la música<br />

a cobrar conciencia de<br />

la inabarcable variedad de<br />

este arte milenario. (DGV)<br />

Edad:<br />

****<br />

Los niños del muelle<br />

Autora: Mónica Rodríguez<br />

Editorial: Edelvives, Zaragoza,<br />

2020. 10,75 €<br />

BIBLIOTECA<br />

Las vacaciones de Rodrigo<br />

con sus padres en la ciudad<br />

de Santander darán un giro<br />

inesperado. Las comodidades<br />

del joven se esfumarán al<br />

remontarse, él solo y sin saber<br />

muy bien cómo, a principios<br />

del siglo XX, donde<br />

los raqueros dejan de ser de<br />

bronce para volverse de carne<br />

y hueso. Un viaje en el<br />

tiempo en el que esos niños<br />

que habitaron el Santander<br />

del siglo pasado aprendiendo<br />

a sobrevivir entre los


MONSTRUOS<br />

muelles y calles de la ciudad,<br />

saltan al primer plano del<br />

relato y acompañan a Rodrigo<br />

en lo que para él será<br />

todo un viaje iniciático que<br />

lo hará madurar y valorar lo<br />

realmente importante.<br />

La siempre cuidada y poética<br />

prosa de Mónica Rodríguez,<br />

repleta de metáforas<br />

que se mezclan con el argot<br />

marinero y la jerga de los raqueros,<br />

nos permite percibir<br />

el bullicio, el trajín y los olores<br />

penetrantes de la ciudad.<br />

Las nítidas descripciones de<br />

lugares, de personajes y quehaceres<br />

portuarios nos permiten<br />

vislumbrar el Santander<br />

del pasado de una forma<br />

cercana y nos arrastran hacia<br />

un final trepidante, donde<br />

los valores sembrados a lo<br />

largo de la historia afloran<br />

en un desenlace inesperado<br />

que cierra la elipsis dejando<br />

hueco a las cavilaciones<br />

del lector.<br />

Una novela en la que también<br />

se respira esa atmósfera<br />

cargada de clásicos como<br />

Oliver Twist y en la que el<br />

paralelismo que se establece<br />

zambulle de lleno al lector<br />

en un relato en el que las<br />

desigualdades e injusticias<br />

sociales se mezclan con el<br />

descubrimiento de valores<br />

individuales como la amistad,<br />

la generosidad, la confianza,<br />

la lucha o la lealtad.<br />

(AG)<br />

Edad:<br />

****<br />

El futuro que no fue<br />

Autor e ilustrador: Daniel Torres<br />

Editorial: Norma, Barcelona, 2021.<br />

19,95 €<br />

La publicación de un álbum<br />

de Daniel Torres siempre es<br />

una buena noticia. Nunca<br />

defrauda y consigue sorprendernos<br />

con un nuevo<br />

giro en su larga carrera sin<br />

dejar de ser fiel a sí mismo.<br />

Los que no conozcan su<br />

obra se pueden iniciar en su<br />

original y fantástico espacio<br />

creativo con El futuro que no<br />

fue. Este es el nombre de una<br />

revista que en cuatro entregas<br />

ofrece la primera aventura<br />

completa del detective<br />

Archi Cúper, un personaje<br />

secundario recuperado de<br />

la serie protagonizada por<br />

Roco Vargas. Toda la acción<br />

transcurre en el mundo futuro<br />

de este aventurero, en<br />

la ciudad de Montebahía.<br />

La historia mezcla con habilidad<br />

el género negro,<br />

cine y novela, y la ciencia<br />

ficción con homenajes a<br />

autores clásicos del cómic<br />

como Milton Canniff o Alex<br />

Raymond, entre otros. Por<br />

este motivo el interés de la<br />

historieta con sus numerosos<br />

personajes, escenarios<br />

y avatares pueden leerse<br />

siguiendo la trama, pero<br />

también disfrutando de las<br />

numerosas referencias que<br />

se hacen. Hay autorreferencias,<br />

un curso a distancia de<br />

dibujo por correspondencia<br />

de LCC o la promoción de<br />

libros de Armando Mistral<br />

y de la historia del sol, doce<br />

volúmenes de mil páginas,<br />

escritos por un tal Daniel<br />

Torres. Todo este juego<br />

irónico gira alrededor de la<br />

crítica a la publicidad, que<br />

coloniza de manera hiperagresiva<br />

este universo futuro<br />

en el que incluso el ejército<br />

de tierra y la armada están<br />

subvencionados por sendas<br />

bebidas de cola. Algo que,<br />

de alguna manera, ocurre en<br />

la actualidad en el mundo de<br />

la música y los videoclips.<br />

El aspecto gráfico, con diferentes<br />

registros, es deslumbrante,<br />

tanto en la creación<br />

de personajes como de paisajes,<br />

arquitecturas y atmósferas.<br />

La narración fluida,<br />

de corte clásico, se acelera<br />

y se torna onírica en la secuencia<br />

de la alucinación del<br />

protagonista, producida por<br />

la droga kropp, en la que se<br />

transforman las viñetas y el<br />

diseño de las páginas. Los<br />

recursos gráficos y literarios<br />

son numerosos. Entre estos<br />

últimos destacan los diálogos<br />

incisivos o la narración<br />

en pasado que Archi Cúper<br />

hace de lo que acontece<br />

en el presente narrativo.<br />

(JGMC)<br />

Edad:<br />

****<br />

121


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

Hoy es mañana<br />

Autor: Varios autores<br />

Traductora: Nàdia Grau<br />

Editorial: Milenio, Lleida, 2020.<br />

16,95 €<br />

La crisis de la pandemia ha<br />

puesto al descubierto las<br />

insuficiencias y desajustes<br />

de una sociedad insolidaria<br />

que pide, en opinión de<br />

los autores de este proyecto<br />

en forma de libro, una<br />

transformación urgente.<br />

¿Realmente es este el mundo<br />

que queremos?, se pregunta<br />

David Porcel en la<br />

introducción; la pandemia<br />

es un buen motivo para tomar<br />

conciencia de nuestros<br />

errores en la relación con<br />

los otros y con el planeta en<br />

que vivimos.<br />

Con el subtítulo “Diez relatos<br />

para repensar el futuro”,<br />

diez jóvenes autores provenientes<br />

de distintos sectores<br />

profesionales y de realidades<br />

bien diversas -docencia,<br />

economía, periodismo, jurisprudencia,<br />

ecologismo,<br />

arquitectura, investigaciónofrecen<br />

herramientas para<br />

reflexionar acerca del mundo<br />

que necesitamos construir.<br />

122<br />

Escrito con rigor científico,<br />

pero con un estilo ágil y gran<br />

amenidad, en un intento por<br />

esclarecer los mecanismos<br />

de la sociedad actual, este libro<br />

de relatos, reflexiones y<br />

experiencias, aborda temas<br />

como la educación, la economía,<br />

la defensa de la propia<br />

identidad, el feminismo, el<br />

cuidado del planeta, el papel<br />

de la política, la sanidad<br />

pública, la cultura, la investigación<br />

y la ciencia. Pero,<br />

además, y este es uno de sus<br />

valores, presenta propuestas<br />

transformadoras y nos anima<br />

a dar un paso hacia adelante<br />

poniendo manos a la obra.<br />

Una invitación a ejercitar el<br />

pensamiento crítico, la reflexión,<br />

el diálogo y el compromiso<br />

en un proceso de<br />

cambio personal y colectivo<br />

entendido como un imperativo<br />

ético. De gran interés<br />

pedagógico, es una buena<br />

herramienta para los centros<br />

de educación secundaria y<br />

los departamentos universitarios.<br />

(JLP)<br />

Edad:<br />

*****<br />

Georgia O´Keeffe<br />

Guion y dibujos: María Herreros<br />

Editorial: Astiberri, Bilbao, 2021.<br />

15 €<br />

Georgia O´Keeffe (1887-<br />

1986) es una de las artistas<br />

norteamericanas más sobresalientes,<br />

aunque en Europa<br />

no es demasiado conocida<br />

ni tampoco hay obras suyas<br />

en nuestras pinacotecas. Las<br />

cinco que posee el Thyssen-<br />

Bornemisza son una excepción.<br />

Precisamente en sus<br />

salas se expone actualmente<br />

una amplia muestra del talento<br />

creativo de esta autora<br />

en la que se puede disfrutar<br />

de noventa obras suyas procedentes<br />

de treinta y cinco<br />

museos. Con motivo de esta<br />

muestra la editorial Astiberri,<br />

que cumple veinte años,<br />

publica en colaboración con<br />

el museo un cómic con el<br />

título de Georgia O´Keeffe<br />

en el que María Herreros<br />

nos ofrece una biografía<br />

de la pintora a partir de su<br />

correspondencia con amigos,<br />

artistas, principalmente<br />

fotógrafos y, sobre todo,<br />

con su marido Alfred Stieglitz<br />

(1864-1946), veinticinco<br />

años mayor que ella,<br />

con quien mantuvo durante


MONSTRUOS<br />

tres décadas una compleja<br />

e intensa relación. Durante<br />

ese tiempo, que vivieron en<br />

gran medida distanciados, se<br />

escribieron cinco mil cartas.<br />

Este cómic tiene la apariencia<br />

de un cuaderno de artista<br />

por los dibujos a lápiz y<br />

carboncillo, posteriormente<br />

coloreados, y por los textos<br />

manuscritos de las cartas y<br />

los de la narradora.<br />

María Herreros transcribe<br />

las ideas y pensamientos<br />

de la pintora y la retrata<br />

en las diversas etapas de su<br />

vida desde la juventud hasta<br />

la vejez. También adapta<br />

en parte su estética a la de<br />

Georgia. En el capítulo titulado<br />

“A través de los agujeros<br />

de los huesos” vemos<br />

que es así como la pintura<br />

observa y enmarca sus queridos<br />

paisajes y que al mismo<br />

tiempo las formas de algunas<br />

viñetas se convierten<br />

en esos agujeros. La autora<br />

se identifica con la pintora<br />

en el aspecto artístico, pero<br />

también en el ideológico y<br />

emocional. Las páginas del<br />

cómic transmiten esa admiración<br />

y cariño y animan al<br />

lector a saber más de la vida<br />

de Georgia O´Keeffe y a conocer<br />

su obra. (JGMC)<br />

Edad:<br />

*****<br />

El miedo restante<br />

Autora e ilustradora: Clara Cortés<br />

Editorial: Loqueleo, Madrid, 2021.<br />

11 €<br />

La joven autora del libro ha<br />

publicado diversas obras en<br />

formatos diferentes: novelas,<br />

relatos cortos, cómics, ilustraciones.<br />

Utiliza los soportes<br />

tradicionales y también<br />

los que han ido apareciendo<br />

en los últimos años a partir<br />

de las posibilidades que están<br />

abriendo la tecnología<br />

de internet. De hecho, el<br />

precedente de esta novela es<br />

una llamada chat story (relato<br />

breve que adopta la forma de<br />

una conversación de whatsapp)<br />

titulada Café Actually.<br />

El miedo restante es una continuación<br />

de aquella historia.<br />

La protagonista y narradora<br />

es un joven llamado<br />

Luc, residente en uno de los<br />

barrios multiculturales del<br />

este de Londres que vive<br />

con su comprensiva y afectuosa<br />

abuela y trabaja en un<br />

café. Su existencia transcurre<br />

entre un cierto tedio vital<br />

y el desconcierto propio<br />

de su edad post adolescente.<br />

Su amiga del alma, Ángela,<br />

se ha desplazado para proseguir<br />

sus estudios en otra ciudad,<br />

sus compañeros de trabajo<br />

son amables y cariñosos<br />

pero no acaban de llenar el<br />

vacío que siente. Pronto<br />

averiguaremos que Luc es<br />

un chico trans, que su padre<br />

ha muerto y que un conflicto<br />

sin resolver le separa del<br />

hombre que fue su pareja.<br />

Sobre todo, comprobamos<br />

que los demonios de la insatisfacción<br />

le acechan hasta el<br />

punto de encontrarse al borde<br />

de un abismo que amenaza<br />

con apartarle de sus seres<br />

más queridos. A todo eso se<br />

suma que un empresario de<br />

éxito sin escrúpulos se hace<br />

con el local que alberga su<br />

lugar de trabajo.<br />

Clara Cortés escribe con el<br />

conocimiento que le proporciona<br />

su cercanía a la<br />

edad de los personajes. La<br />

anécdota es mínima, el verdadero<br />

eje del relato se sitúa<br />

en la lucha interior de<br />

Luc por salir de sus miedos<br />

e inseguridades, por encontrar<br />

su verdadero lugar en el<br />

mundo. La escritura es ágil<br />

y apasionada, con un hábil<br />

uso del diálogo, el oral y el<br />

que se produce a través de<br />

los mensajes de móvil que se<br />

intercambian los personajes.<br />

(DGV)<br />

Edad:<br />

*****<br />

123


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

La anarquía explicada a los niños<br />

Autor: José Antonio Emmanuel<br />

Ilustraciones: Fábrica de Estampas<br />

Editorial: Libros del Zorro Rojo,<br />

Barcelona, 2020. 13,90 €<br />

Durante la II República, el<br />

anarquismo conoció un momento<br />

de gran auge tanto<br />

en el campo sindical como<br />

en la política y en la sociedad.<br />

La alfabetización de las<br />

clases populares y el fomento<br />

de la lectura, el antiautoritarismo<br />

y la educación en<br />

igualdad de niños y niñas,<br />

fueron algunas de las reivindicaciones<br />

recogidas en las<br />

reformas educativas llevadas<br />

a cabo en aquel periodo.<br />

En este contexto hay que<br />

encuadrar este libro, cuyo<br />

autor, José Antonio Emmanuel,<br />

seudónimo del pedagogo<br />

José Ruiz Rodríguez,<br />

colaboró con el Comité Internacional<br />

de Escuelas para<br />

fomentar las escuelas racionalistas.<br />

Desde la Biblioteca<br />

Anarquista Internacional,<br />

editó la colección Biblioteca<br />

Internacional, a la que pertenece<br />

este folleto de propaganda<br />

ideológica publicado<br />

originalmente en 1931.<br />

124<br />

Destinado a los niños, en un<br />

tono claro y directo, su propósito<br />

era orientar también<br />

a padres y madres de las clases<br />

populares, y a los maestros,<br />

sobre cómo debían<br />

educar a sus hijos y alumnos.<br />

Con palabra entusiasta,<br />

llena de energía y fe en el<br />

futuro, Emmanuel explica<br />

los postulados libertarios y<br />

cómo ponerlos en práctica.<br />

Parte de una crítica radical<br />

del militarismo, el clericalismo<br />

y el capitalismo; y<br />

propone los valores de la<br />

ayuda y la atención al otro,<br />

en especial a los más débiles;<br />

la dignificación del trabajo y<br />

del estudio; el cuidado de la<br />

tierra y el aprecio y disfrute<br />

de la belleza. Un canto a la<br />

libertad, el amor humano<br />

y el derecho a la felicidad<br />

en una sociedad igualitaria<br />

en la que los niños crezcan<br />

libres de cualquier tipo de<br />

opresión. Un puente a través<br />

del cual los lectores pueden<br />

acercarse al pensamiento<br />

libertario. (JLP)<br />

Edad:<br />

*****<br />

Backstage<br />

Autor: Víctor Panicello<br />

Editorial: Loqueleo, Madrid, 2020.<br />

10,50 €<br />

Para que el público de un<br />

festival de música vibre y<br />

disfrute es necesario un trabajo<br />

en la sombra que, en<br />

el caso de quien representa<br />

a una banda, ha debido<br />

iniciar el año anterior. Esta<br />

labor se intensificará en las<br />

semanas cercanas al evento<br />

y se convertirá en estrés los<br />

días, horas e incluso minutos<br />

previos a la actuación del<br />

grupo musical representado.<br />

De dicha tarea se encargan<br />

profesionales que serán<br />

responsables cuando fracase<br />

algo y que se volverán invisibles<br />

cuando el éxito sonría<br />

al grupo al que sirven.<br />

Este el caso de nuestra protagonista,<br />

una joven de 25<br />

años que se estrena como<br />

road manager, es decir la encargada<br />

de la logística de un<br />

grupo musical que participa<br />

en un gran festival internacional.<br />

No solo tendrá que<br />

gestionar hoteles, comidas,<br />

viajes, descansos, seguro<br />

médico, ocio, instrumentos<br />

a punto, tiempos de ensayo


o bebidas a la temperatura<br />

justa, sino que, además,<br />

tendrá que hacer de confidente,<br />

amiga, psicóloga,<br />

jefa y encargada de resolver<br />

los problemas que la inmadurez<br />

de algunos miembros<br />

de la banda va provocando.<br />

Y todo ello para que al final<br />

se sienta humillada y tratada<br />

como la chica de los recados.<br />

En realidad, lo que al grupo<br />

le ocurría era que estaba instalado<br />

en una frívola inestabilidad<br />

emocional, propia<br />

de su edad (entorno de los<br />

20 años), mezclada con su<br />

éxito prematuro y con algunas<br />

experiencias personales<br />

traumáticas. Claro, que<br />

también reconocía nuestra<br />

protagonista que algunos<br />

de los más conflictivos eran<br />

personas con un magnetismo<br />

especial y con una capacidad<br />

asombrosa de expresar<br />

emociones. Por su parte, el<br />

lector descubrirá que tal habilidad<br />

está relacionada con<br />

esa hipersensibilidad asociada<br />

a las vivencias personales<br />

y que afloraba luminosa en<br />

la composición e interpretación<br />

de sus canciones.<br />

Estructurado en forma de<br />

diario, el relato exhibe un<br />

estilo rápido, directo y efectivo.<br />

Sin grandes pretensiones,<br />

esta historia puede<br />

conectar con aquellos que<br />

aprecian la música joven.<br />

Desde otra perspectiva, las<br />

actitudes, inconsistencias,<br />

excentricidades e irresponsabilidades<br />

de los miembros<br />

de la banda pueden servir,<br />

a modo de espejo, para reflexionar<br />

sobre ciertas conductas,<br />

reacciones, decisiones<br />

y las consecuencias que<br />

todo ello puede conllevar.<br />

(PM)<br />

Edad:<br />

*****<br />

Yo voy soñando caminos<br />

Autor: Antonio Machado<br />

Ilustradora: Leticia Ruifernández<br />

Editorial: Nórdica, Madrid, 2020.<br />

18,52 €<br />

Se trata de una antología de<br />

poemas, textos filosóficos y<br />

fragmentos de artículos periodísticos<br />

de Antonio Machado,<br />

tomados de sus libros<br />

más notables -Campos de<br />

Castilla, Soledades, Juan de<br />

Mairena, Cancionero apócrifo,<br />

Poemas de guerra-.<br />

La selección ha corrido a<br />

cargo de Antonio Rodríguez<br />

Almodóvar, quien en la<br />

introducción escribe sobre<br />

el universo simbólico de la<br />

poesía machadiana, y sobre<br />

la apropiación, no siempre<br />

desinteresada, de la obra del<br />

poeta y de su pensamiento.<br />

MONSTRUOS<br />

El título mismo explica la<br />

intención de la antología:<br />

seguir la ruta vital del poeta<br />

desde su nacimiento y su<br />

infancia sevillana, hasta su<br />

camino hacia el exilio en<br />

Collioure, donde está enterrado.<br />

Hay que destacar las<br />

interesantes notas a pie de<br />

página, en las que Rodríguez<br />

Almodóvar ofrece información<br />

sobre los temas a los<br />

que el poeta se refiere en sus<br />

textos; entre otros, por citar<br />

algunos, la dialéctica de los<br />

conceptos Castilla-Andalucía;<br />

la doble condición de<br />

poeta y filósofo; el concepto<br />

de educación como instrumento<br />

de transformación<br />

social; o datos concretos de<br />

la biografía del poeta y de<br />

los lugares y paisajes que<br />

frecuentaba. Todo ello nos<br />

permite acceder a una comprensión<br />

más profunda de la<br />

poesía de Antonio Machado.<br />

Los textos vienen acompañados<br />

por unas estupendas<br />

acuarelas de Leticia Ruifernández<br />

que captan la esencia<br />

de los paisajes machadianos<br />

y sus diferentes luces. En un<br />

hermoso y emotivo epílogo,<br />

Julio Llamazares le dedica<br />

un homenaje al poeta, y<br />

confiesa su devoción por su<br />

poesía. La cuidada edición<br />

de Nórdica es ideal para el<br />

acercamiento a la vida y la<br />

obra del poeta, especialmente,<br />

para los alumnos de<br />

secundaria, pero también<br />

para los amantes de la poesía<br />

y de los libros bellos. (JLP)<br />

Edad:<br />

*****<br />

125


PEONZA #<strong>137</strong><br />

BIBLIOTECA<br />

Dicen que no hablan las plantas<br />

Selección y prólogo: Raquel<br />

Lanseros y Fernando Marías<br />

Ilustradora: Raquel Lagartos<br />

Editorial: Anaya, Madrid, 2021.<br />

18 €<br />

El libro se abre con un prólogo<br />

luminoso a cargo de<br />

los antólogos, un sentido<br />

alegato a favor de la naturaleza<br />

y de la poesía que la<br />

exalta y defiende frente a las<br />

agresiones que el ser humano<br />

perpetra en su contra. El<br />

título está tomado del primer<br />

verso de un poema de<br />

Rosalía de Castro que abre<br />

la selección de composiciones<br />

estructurada en cuatro<br />

apartados, uno por cada una<br />

de las estaciones. Hasta ahí<br />

la unidad temática compartida<br />

por los cincuenta y dos<br />

evocadores poemas, tantos<br />

como las semanas del año,<br />

que despliegan una vasta variedad<br />

de estéticas y contenidos,<br />

salidos de las plumas<br />

de casi cuarenta poetas que<br />

escribieron en lengua española<br />

a uno y otro lado del<br />

océano que une España y la<br />

América de habla hispana,<br />

desde el Romance del Conde<br />

Arnaldos y Jorge Manrique<br />

hasta el siglo XX.<br />

Las biografías del final están<br />

redactadas con esmero e<br />

intención y en su brevedad<br />

aciertan a transmitir la intensidad<br />

de unas existencias<br />

vividas con pasión y grandes<br />

dosis de tragedia (sorprende<br />

y conmueve comprobar el<br />

elevado número de poetas,<br />

hombres y mujeres, que tuvieron<br />

un final prematuro,<br />

en varios casos violento o<br />

por suicidio).<br />

La edición está cuidada al<br />

detalle, con unas ilustraciones<br />

de trazo delicado y delicado<br />

colorido que aspiran a<br />

interpretar con la sintaxis de<br />

las imágenes el lenguaje de<br />

los versos. (DGV)<br />

Edad:<br />

Monster<br />

*****<br />

Guion y dibujos: Barry<br />

Windsor-Smith<br />

Traductor: Francisco Pérez Navarro<br />

Editorial: Dolmen, Palma de<br />

Mallorca, 2021. 32 €<br />

Monstruos es una novela<br />

gráfica excepcional por su<br />

extensión, casi cuatrocientas<br />

páginas, por el proceso de<br />

creación que se inició hace<br />

treinta y cinco años y, sobre<br />

todo, por la terrible historia<br />

que cuenta, la complejidad<br />

psicológica de los personajes<br />

y el sorprendente estilo gráfico<br />

con el que está dibujada.<br />

Es un relato en el que la tensión<br />

dramática de las cuatro<br />

primeras páginas se mantiene<br />

de manera sostenida hasta<br />

el final, emergiendo con<br />

intensidad en las escenas<br />

cruciales. La narración fluye<br />

alternando secuencias de<br />

acción con otras más sosegadas<br />

en las que el lector va<br />

conociendo los personajes, a<br />

los que el autor concede espacio<br />

y tiempo para mostrar<br />

su mundo interior.<br />

Como el título indica aparecen<br />

varios monstruos, personas<br />

con comportamientos<br />

crueles, criminales, alejados<br />

de la ética y la compasión.<br />

Sin embargo, el auténtico<br />

monstruo protagonista, en<br />

la estela del creado por el<br />

doctor Frankenstein, es la<br />

verdadera víctima de esta<br />

historia. Se trata de Bobby<br />

Bayle que encarna el tema<br />

fundamental de este cómic,<br />

el maltrato infantil, que le<br />

infringe un padre violento<br />

que regresa trastornado de<br />

la II Guerra Mundial. Más<br />

adelante también padecerá<br />

la experimentación genética<br />

llevada a cabo en el ejército<br />

de los Estados Unidos por<br />

científicos nazis refugiados<br />

en ese país.<br />

El creador de Monstruos<br />

es Barry Windsor Smith<br />

(1949), uno de los más im-<br />

126


MONSTRUOS<br />

portantes autores de cómics<br />

del mundo, que luchó por<br />

que estos tuvieran una mayor<br />

dimensión artística. Su<br />

obra está influida por Jack<br />

Kirby y Harold Foster,<br />

pero también por los ilustradores<br />

Arthur Rackham<br />

o Howard Pyle y por pintores<br />

como Alfons Mucha.<br />

En 1975 funda The Studio<br />

con otros dibujantes influidos<br />

por el Modernismo y<br />

por los prerrafaelitas: Jeffrey<br />

Jones, Michael Kaluta<br />

y Berni Wrightson.<br />

Esta preocupación por la estética<br />

y el trabajo bien hecho<br />

se puede comprobar en su<br />

dibujo realista y meticuloso,<br />

pero también expresionista<br />

y lírico. Muestra igualmente<br />

tanta habilidad para<br />

retratar diferentes épocas,<br />

los años cuarenta y sesenta,<br />

como para mostrar los sentimientos<br />

de los personajes<br />

y recrear las agobiantes<br />

atmósferas domésticas en<br />

las que se sufre el maltrato<br />

y la depresión. Su admiración<br />

por la pintura se refleja<br />

también en una viñeta de las<br />

últimas páginas en la que<br />

hace un homenaje al cuadro<br />

Cristina´s world de Andrew<br />

Wyeth. Debemos felicitar a<br />

la editorial Dolmen por este<br />

excelente trabajo. (JGMC)<br />

Edad:<br />

*****<br />

Inédito<br />

Il. David Mckee<br />

1996<br />

127


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Colofón<br />

El círculo de los mentirosos:<br />

Cuentos filosóficos del mundo entero<br />

Autor: Jean-Claude Carrière<br />

Traducción: Néstor Busquets<br />

Editorial: Lumen, Barcelona, 2000<br />

Jean-Claude Carrière falleció el pasado<br />

ocho de febrero. Había nacido en el sur de<br />

Francia en 1931. Fue un excelente guionista<br />

que colaboró con diferentes directores,<br />

Louis Malle, Nagisa Oshima, Andrzej Wajda,<br />

Volker Schlöndoorff o Paul Verhoeven,<br />

en casi un centenar de películas. Entre ellas<br />

El tambor de hojalata, Danton, La levedad del<br />

ser o Max mon amor. Mantuvo una estrecha<br />

amistad con Luis Buñuel fruto de la cual<br />

son algunos de sus mejores títulos, Belle de<br />

jour, Diario de una camarera, Ese oscuro objeto<br />

de deseo, El fantasma de la libertad, El discreto<br />

encanto de la burguesía y La Vía Láctea.<br />

con simplicidad, alejándose de cualquier veleidad<br />

científica.<br />

En el prólogo expone una serie de interesantes<br />

reflexiones sobre el cuento, el narrador<br />

y el público. Por falta de espacio, en la<br />

selección renuncia a las historias míticas, a<br />

los cuentos maravillosos, a los relatos breves<br />

con enseñanza moral y a las fábulas. La<br />

mayoría de los textos proceden del budismo<br />

zen y de la tradición sufí.<br />

Otra fructífera colaboración durante muchos<br />

años, esta vez en el campo del teatro,<br />

fue la que sostuvo con el famoso director<br />

Peter Brook, para quien escribió el Mahabharata.<br />

También escribió novelas y ensayos<br />

científicos, históricos, religiosos y cinematográficos.<br />

Asimismo, se interesó por<br />

la narración oral como demuestra el libro<br />

que hemos seleccionado y su continuación<br />

El segundo círculo de los mentirosos. En ellos<br />

encontramos algunas de las historias que a<br />

lo largo de veinticinco años le han contado<br />

o ha leído en libros. Carrière las transcribe<br />

128


El círculo de los mentirosos: Cuentos filosóficos del mundo entero<br />

TíTULO MONSTRUOS REVISTA<br />

Jean-Claude Carrière<br />

De pie, desde la izquierda, Robert<br />

Mulligan, William Wyler, Georges<br />

Cukor, Robert Wise, Jean-Claude<br />

Carrière y Serge Silberman.<br />

Sentados, desde la izquierda, Billy<br />

Wilder, Georges Stevens, Luis<br />

Buñuel, Alfred Hitchcock y Rouben<br />

Mamoulian<br />

La palabra<br />

La palabra y el silencio son los protagonistas<br />

de la siguiente historia, que es africana:<br />

Un pescador encontró en la playa un cráneo<br />

y le preguntó por maldad qué le había llevado allí.<br />

De la mandíbula muerta surgió una voz que contestó:<br />

-La palabra.<br />

El pescador corrió asustado hasta su pueblo y ante su rey contó<br />

su extraordinario encuentro.<br />

-¿Un cráneo que habla? -pregunto el rey, que creía<br />

que el hombre había bebido demasiado o había sido golpeado<br />

por un bambú-. Te lo advierto: - ¡si me has contado una<br />

estupidez, despídete de tu cabeza!<br />

El pescador, muy locuaz, condujo al rey y a todo su séquito ante<br />

el cráneo que estaba en la playa. Pero esta vez el cráneo,<br />

obstinado, se negó a hablar. A pesar de la irritación<br />

y de las súplicas del pescador, no dijo nada. Se quedó mudo como<br />

un vulgar cráneo.<br />

El rey sacó su sable y le cortó la cabeza al pescador.<br />

Después regresó al pueblo con su séquito.<br />

Entonces el viejo cráneo le preguntó a la cabeza recién cortada,<br />

que había caído a su lado en la arena:<br />

-¿Qué es lo que te ha traído aquí?<br />

-La palabra -contestó la cabeza.<br />

129


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Galería<br />

David Mckee<br />

La historia de Tucán<br />

Anaya, 2007<br />

130


MONSTRUOS<br />

Ahora no, Bernardo<br />

Anaya, 2006<br />

131


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Negros y blancos<br />

Anaya, 2008<br />

Cebra tiene hipo<br />

Ekaré, 1998<br />

132


MONSTRUOS<br />

Hans in Luck<br />

Abelard-Schuman,<br />

1967<br />

El Rey Rollo<br />

Ekaré, 1996<br />

133


PEONZA #<strong>137</strong><br />

134


MONSTRUOS<br />

Elmer y las ballenas<br />

Beascoa, 2017<br />

El cochinito de Carlota<br />

FCE, 1998<br />

135


PEONZA #<strong>137</strong><br />

Melric<br />

Ekaré, 2014<br />

136


ER-0553/2019 GA-2019/0220 BRC PACK-2020/0005 PEFC/14-38-00087 AEN-COC-000289<br />

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Ilustraciones de David McKee para <strong>Peonza</strong>

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